Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 52: Batalla defensiva en el Fuerte Jugfena (10)

Traducido por Herijo

Editado por Raon Miru


Los caballeros que cargaban al conde Einsbark y a su hijo atravesaron el edificio de nobles y se dirigieron directamente al pasaje secreto que conducía a la cueva. Probablemente no hay otro lugar que pueda servir como refugio para ellos.

Puesto que está claro que el enemigo ha tomado control del fuerte Jugfena, sin siquiera conocer su número total o la ruta que siguieron, ir al pasaje del cual no tienen conocimiento es probablemente el mejor rumbo de acción.

Mezclándonos junto a los caballeros, Kamil y yo huimos también.

Mientras nos dirigíamos al final de un largo pasillo del edificio de nobles, vi un espacio que estaba decorado llamativamente. Ese espacio servía como la entrada principal, conectando el segundo y tercer piso. Puesto que la primera planta es donde se encuentran los sirvientes, el área de bienvenida para invitados se encuentra en el siguiente.

Debido a que nos encontrábamos a medio camino del escape, finalmente fui capaz de liberar la tensión de mis hombros. A pesar de no haber corrido un tramo largo (debido al sentimiento de estar en un campo de batalla) el tiempo se sentía más largo.

Después de pasar este pasillo y el próximo, debería estar el gran corredor donde se encuentra el pasaje oculto

Sin embargo…

—¡Deténganse!

Un caballero enfrente de nosotros alzó su voz para detenernos. Todos se prepararon para la batalla. Yo también tomé la empuñadura de mi espada y la saqué ligeramente de su funda.

La tensión en el aire era tan gruesa que casi se podía ver. Hice lo mejor para afilar mis cinco sentidos lo más posible, con la finalidad de notar cualquier cambio… y pude escuchar un leve sonido.

—¡¿Qué hay ahí?!

—¡Cállate!

Alguien tiene un tono de voz bastante afilado. 

Y con ese grito, todos los caballeros guardaron silencio, escondiendo incluso el sonido de sus respiraciones. El corredor del edificio de los nobles cayó en un instante en completo silencio.

Después lo escuché… un sonido más terrible que cualquiera que haya oído antes.

Un ruido traqueteante, causado por algo desconocido. Parecía un instrumento de madera al golpearse. Ese sonar oscilante hacía eco a través del pasillo

Algo se encontraba en el corredor contiguo. Mientras me mantenía lo más vigilante posible, algunos caballeros avanzaron a investigar la fuente del sonido.

Tragué saliva al oír más ruidos. De repente un grito retumbó.

—¡Corran! ¡Es una bestia mágica! ¡Un babuino del bosque monstruoso, Abijhanas!

En ese momento una risa vulgar hizo eco a través del corredor. Con que eso era. La risa provino de la bestia mágica que sonaba similar a los humanos.

Todos comenzaron a correr a máxima velocidad, olvidándose incluso de respirar.

¿Por qué una bestia mágica babuino tenía que aparecer en este momento? Es lo peor.

Es un tipo de monstruo que se encuentra entre los más brutales, feroces e inteligentes viviendo en el bosque monstruoso. Normalmente, estas bestias no dejarían el bosque por decisión propia.

Corrimos hacia la torre que conectaba el edificio noble con el de los caballeros. En ese momento, el caballero que se encontraba liderando volvió a vociferar.

—¡No es bueno, el enemigo está aquí!

—¡Hacia la torre! ¡Vayan por la torre al tercer piso!

Una vez más dimos la espalda a nuestro objetivo, en esta ocasión para correr de regreso a la torre donde estábamos antes, escalando de nuevo el camino que acabábamos de descender unos minutos atrás. Los caballeros se empujaban el uno a otro al tiempo que subían la pequeña escalera en espiral. Finalmente, la última persona que llegó puso una barra atravesando la  entrada.

—¡Apresúrense!

Era obvio que la barra por si sola no sería suficiente para detener al enemigo, ya se podía escuchar el sonido de algo golpeando, junto con un sonido de rotura resonando en toda la torre.

Era un ruido terrorífico que nos impulsó hacia delante.

Justo cuando alcancé el pasillo al tercer piso, se pudo escuchar un estruendo detrás, lo que representaba que la puerta había sido derribada y cayó al suelo de piedra.

—¡Rápido, al corredor principal!

Podía escuchar algo persiguiéndonos, pero era todo lo que sabía. No tenía el tiempo de voltear a ver qué era.

Puesto que los caballeros aún se encontraban cargando a dos nobles heridos, sería demasiado complicado contraatacar al enemigo aquí. Quiero decir, en primer lugar, no soy mejor que los dos inconscientes, por lo que ellos ni siquiera pedirían mi opinión.

Puede que los enemigos no tengan arcos, ya que no estaban disparando flechas hacia nosotros. Pero otros proyectiles si lo hacían. Estábamos llegando al punto donde era difícil correr debido a las cosas que volaban en desorden por el pasillo.

Corrí lo más rápido que pude para que fuera difícil el apuntarme, pero algo parecido a un plato se estrelló en la pared a mi lado, dejando un pequeño dolor punzante en mi mejilla debido a que unas cuantas piezas me rasguñaron.

Nada puedo hacer con el hecho de que aún soy pequeña y lenta, lo que hacía que quedara cada vez más atrás.

De repente, alguien me tomó por el brazo y me jaló. Cuando me di cuenta de lo que estaba ocurriendo, noté que fue Kamil, quien por alguna razón intercambio lugares conmigo.

Hice un sonido de sorpresa. Sin embargo, fue opacado por el estruendo de una explosión.

Todo en mi campo de visión se volvió de un blanco puro debido a la detonación frente a mí. Sin soltarme, él huyó del punto de la explosión lo más rápido que podía.

En los bordes de mis ojos observé pilares de fuego elevándose. Solo podía ver de manera atontada, con una expresión en blanco, cómo es que las alfombras y cortinas se incendiaban de manera inmediata. Kamil me cubrió lo más que pudo, no sabría decir si me cargaba o me arrastraba, hacia la dirección opuesta a la que nos dirigíamos antes.

Solo alcanzaba a distinguir los trozos de cristal que volaban de las ventanas. podía sentir que el calor a mi espalda incrementaba a cada momento. Las alfombras de lana estaban sirviendo de combustible al fuego. Mi corazón latía a tal velocidad que me preguntaba si tendría un infarto en cualquier momento.

¿Qué fue eso? ¿Una bomba? No puede ser.

Nunca había escuchado hablar de que ese tipo de arma se haya inventado en este mundo, y la pólvora aún no se encontraba en ese nivel. Tal vez al nivel de pequeños cócteles molotov, pero esos ni siquiera podían explotar. y aún más importante, antes de esa explosión, no había visto un fuego como ese.

Mi cuerpo se sentía como si estuviera flotando. Kamil me levantaba de una mano y lo único que podía hacer era tomar un gran respiro ante tan aterrador espectáculo

El brazo con el que me sostenía se encontraba terriblemente quemado y goteando sangre. Debió ser debido a la explosión.

¿Acaso me protegió?

Ahora que lo pienso mis brazos, pies y mejillas se sienten adormecidos y con dolor. Cuando volteé a verme, no era tan malo como Kamil, pero estaba sangrando por todo el lugar.

No está en el punto que ponga mi vida en riesgo. Tal vez es gracias a esto que mi cabeza, que debería estar hecha un desastre, se encontraba tranquila y clara.

Como si la niebla de despejara, recordé un fragmento enterrado de las memorias de mi vida pasada.

Ciertamente, las armas aparecieron en el reino Arxia donde tomaba lugar este juego otome. A pesar de ser una de tipo que se recarga por la boquilla, recuerdo las conversaciones de usarlas para suprimir a las bestias mágicas.

Nada en este mundo ha transcurrido como los escenarios del juego, pero si las armas no eran consideradas extrañas dentro de seis o siete años, entonces eso quería decir que había pólvora en este mundo. Incluso si Arxia no posee la tecnología en este momento, tal vez Densel sí, o a lo mejor la obtuvieron del país de Parmigran que hace tratos comerciales con muchos otros países vía marítima.

4 respuestas a “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 52: Batalla defensiva en el Fuerte Jugfena (10)”

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