Un día me convertí en una princesa – Capítulo 79

Traducido por Den

Editado por Sakuya

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A-Ah. No es como si en realidad hubiera dicho eso. Es sólo mi opinión. 

—¡Princesa, hoy también se ve hermosa!

Aw, me estaban haciendo sonrojar. Todas las damas me miraban con ojos brillantes. Yo también las halagué. No era como si estuviera inventando cosas; todas eran realmente lindas y encantadoras. Oh espera, deja de sonreír Athi.

Reprimí la sonrisa que seguía tratando de brotar en mis labios, y saludé a la persona que había estado mirándome desde hace un momento.

—Hola, señorita Magrita. Hoy también hace buen tiempo.

Sabía lo que estaba mirando. Era la cinta hecha a mano y azul en mi cabello que ondeaba con el viento, y que ella había conseguido de una tienda de cintas. Hoy Lily me había ayudado a decorar mi cabello con sus habilidades.

—Hoy vayamos al jardín. Las rosas amarillas han florecido hermosas.

Como las demás estaban mirando, no mencioné la cinta, pero le sonreí agradecida. Una sonrisa se extendió por su rostro también.

—Mientras sea con la princesa cualquier lugar estará bien —respondió tímidamente.

—Oh, hablando de eso, ¿le gustaría ir conmigo al festival cuando comience?

—Ah, cierto, la celebración de la fundación del imperio es justamente después del cumpleaños del emperador.

El tiempo que paso con las damas es divertido.

—Debe participar en la celebración de la fundación este año, princesa. Estoy muy emocionada.

Tal como decían, ahora necesitaba participar en eventos oficiales. Ya estaba preocupada por eso. El festival no se podía comparar con el baile del debut. ¿Qué iba a hacer? Aunque había oído de Lilly y Félix que me quedaría junto a Claude todo el tiempo, me seguía haciendo la misma pregunta.

—¿También irá al festival? —me preguntó Zenit con ojos expectantes. ¡Ataque crítico! ¿Por qué me miraba con una cara tan linda?

—No estoy segura.

Por supuesto que quería ir, pero no sabía si Claude me dejaría. Ni siquiera me dejaba ir a las casas de las otras damas porque aparentemente era peligroso.

—Aw. Pensé que podría ir con la princesa.

—Oh, cielos. Escuché que la señorita Magrita tuvo que quedarse en casa cuando era más joven, ¿es cierto? —dijo otra dama después de que Zenit me preguntara. Ella respondió con un sí. Aw. Se debía a que tenía que ocultar sus ojos. Pero parecía que ahora podía salir de casa con más libertad, ya que salió el otro día con Isekiel, y vino al palacio para mi fiesta de té.

—Hm. ¿Pero qué fue eso?

Todas miraron hacia donde miraba la dama. Ahora que lo mencionaba, era ruidoso en alguna parte.

—¡Arf! —Vi un objeto borroso y familiar a la distancia.

—¡Ack!

—¿Qué es eso?

—¡Un monstruo! ¡Ha aparecido un monstruo!

¡N-No! Eso no era un monstruo, era Blackie. Pero las damas comenzaron a gritar y correr por todas partes.

—¡Princesa, por favor escape!

—¡E-Esperen! ¡Eso no es un monstruo!

—¡Arf!

Zenit me apartó rápidamente

—¡Blackie!

Me solté de Zenit y corrí hacia él para calmar a todas. Las otras damas se habían escondido detrás de un árbol. Oh, algunas incluso se estaban ocultando detrás de Félix.

—¡Oh! ¡Princesa!

Blackie corrió hacia mis brazos y me lamió la cara.

—¡No! ¡La princesa ha sido atacada!

¡No, no es así! ¿Félix se habría quedado quieto si lo hubiera sido? 

—¡Arf!

¡Ack, qué es esta fricción!

Suspiré y traté de calmar a Blackie.

—¡Blackie, siéntate!

Gimoteó y se sentó en el césped mirándome con tristeza. Eh, fue bueno que Lucas le enseñara a sentarse y pararse. Normalmente no lo hacía, pero necesitaba calmar a la gente.

—Bien. Buen chico, Blackie.

Acaricié su pelaje. ¿Por qué estaba aquí cuando se suponía que debía estar en el jardín de flores?

—¡Lo siento, princesa! Debe haber olido el nuevo pastel de chocolate y vino corriendo… —Hannah, que lo seguía desde atrás, respondió a mi pregunta mientras trataba de recuperar el aliento.

Así que había corrido hasta aquí después de oler el pastel. Aw, nuestro Blackie tiene muy buen olfato. 

—¿P-Princesa? ¿Eso es…?

Oh, ups. Olvidé que Zenit estaba detrás de mí. ¡Aw! La única persona que había intentado salvarme fue ella. Estaba conmovida; debe haber estado asustada como las demás, pero trató de ayudarme.

—Sí. Es mi mascota.

De hecho, es una bestia mágica. Miré nerviosa a Blackie.

—Oh, así que es su mascota —suspiró aliviada. Me volvió a conmover. ¡Nunca olvidaré tu valentía! Ese fue un movimiento de enamoramiento totalmente de chicas.

—Realmente parece agradable y educado —Vio su verdadero yo. ¿Por eso decían que los dueños eran más felices cuando elogiaban a sus mascotas?

—¿Puedo acariciarlo? —Era realmente valiente.

—Por supuesto.

Me emocionaba que alguien hubiera reconocido lo lindo que era Blackie. Mientras él seguía sentado tranquilamente en la hierba, Zenit lo miró con curiosidad.

—Arf —No evitó su mano. Ella le acarició la cabeza y yo lo miré como una madre orgullosa.

Aw, nuestro Blackie… ¿Deberíamos darte un aperitivo ya que estás aquí? 

Las otras damas se acercaron después de ver a Zenit acariciándolo. Ella parecía más relajada ahora. Mirándolo orgullosa, extendí mi mano hacia él.

Pero fue entonces que…

—¿Hm?

En el momento en que lo toqué, un dolor agudo me recorrió el corazón. Sentí que algo estaba subiendo dentro de mi cuerpo. Estaba caliente, como si lava estuviera saliendo de mi estómago.

Cuando miré sus ojos dorados, no pude aguantarlo más y lo escupí.

—¡Uck!

Huk. ¿Esta sensación familiar quizás era…? 

Algo rojo cayó sobre la hierba.

—¡Princesa! —gritó Zenit, que estaba a mi lado.

La sangre brotó de mi boca. No pude mantenerme de pie, por lo que caí encima de Blackie.

—¡Ay!

Antes de que Zenit pudiera tocarme, apareció una luz brillante. Se escuchó el sonido de los fuegos artificiales. No sabía si venía de mi interior o del exterior.

—¡Princesa! —oí el grito conmocionado de Félix. Me di cuenta de que la luz había impedido que la gente se me acercara. Pude ver que Zenit se había desmayado después de sorprenderse al casi tocarme.

Era parecido a lo que me había pasado cuando era más pequeña. Traté de mover mis manos, pero apenas podía moverlas sobre el pelaje de Blackie. Este todavía estaba mojado con la sangre que estaba vomitando.

Mi entorno era caótico. Pero un dolor tan grande que no podía moverme ni hablar me sobrecogió y perdí el conocimiento.

Pronto, una oscuridad me atrapó.