Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 33: Alfombra roja

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


—¡Hermano Tang, sabía que volveríamos a encontrarnos! —Sentado en un pequeño café al borde de la carretera en Venecia, Li Xidong tomó unos tragos de una bebida local, parecía emocionado.

—Más despacio —dijo Tang Feng con una sonrisa.

Tras ser liberado por Albert, Li Xidong regresó a casa. Aquella emocionante experiencia no amilanó al joven, sino que avivó su deseo de convertirse en un destacado periodista.

—Aquello me dio mucho miedo, pero me abrió los ojos. Hermano Tang, es increíble cómo personas que viven en el mismo mundo pueden sentirse como si fueran de mundos completamente distintos —comentó Li Xidong.

Tang Feng negó con la cabeza, sonriendo.

—Jeje, ¿no tenías miedo?

Si se hubieran encontrado con otra persona en lugar de con Albert, el resultado podría haber sido distinto. No había que tomarse la vida a la ligera. Pero dicho esto, ser periodista no significaba necesariamente encontrarse con experiencias tan extraordinarias. Era bueno que los jóvenes tuvieran ambiciones e ideales. Si no hacían algo mientras eran jóvenes, sus oportunidades se verían limitadas a medida que crecieran.

—Claro que tenía miedo, pero no puedo quedarme en casa por miedo. Todavía quiero salir y ver el mundo. Hermano Tang, ¿podría aceptar una entrevista mía? Sólo le haré unas preguntas; ¡no le quitará mucho tiempo! —Li Xidong juntó las manos en un gesto de súplica, con cara de pena—. Por favor, ¿de acuerdo?

—¿Por qué no? No creas que soy impresionante sólo por unas cuantas nominaciones. Mucha gente gana premios todos los años. La atención sólo dura unos días; después del festival de cine, las cosas volverán a la normalidad —se rio Tang Feng—. Sólo tú crees que soy impresionante.

—Pero, hermano Tang, tú sí que eres impresionante y tienes muy buen carácter. A diferencia de algunas celebridades que son sólo de segundo o tercer nivel, pero actúan tan arrogantes —Li Xidong suspiró, recordando sus experiencias—. De hecho, en esta línea de trabajo como periodista, mi mentor me dijo que lo más importante es entablar buenas relaciones con los famosos, ser amigos y beneficiarse mutuamente. Creo que tiene mucha razón; se supone que los amigos deben ayudarse mutuamente; si no, ¿cómo pueden llamarse amigos? —preguntó, tocándose la cabeza y sonriendo tímidamente—. Hermano Tang, estoy hablando con franqueza, así que, por favor, no te preocupes.

—Aunque es muy realista, es verdad —Tang Feng asintió.

—Así que también somos amigos. Hermano Tang, si aceptas mi entrevista ahora, te lo pagaré en el futuro, de verdad, aunque ahora sólo sea un pequeño periodista —Li Xidong se frotó la nariz, pareciendo algo avergonzado.

Tang Feng se sintió aliviado cuando vió que no lucía afectado por el incidente del secuestro.

—Ya sea un gran periodista o una gran estrella, nadie nace así. Todos tenemos oportunidades.

Los dos se animaron mutuamente.

Li Xidong incluso le dio una palmada en el pecho y le garantizó que algún día se convertiría en un gran periodista donde le conseguiría una entrevista exclusiva.

Tang Feng estaba deseando que llegara ese día.

♦ ♦ ♦

Durante el festival de cine, todo fue normal. No hubo secuestros repentinos, asesinatos ni guardaespaldas. El ambiente del festival de cine era muy agradable.

Tang Feng pasaba su tiempo libre viendo películas, comprando y bebiendo con Linda y los demás, como si nada hubiera cambiado. Cada película tiene un principio y un final. Esta noche será la ceremonia de clausura del Festival de Venecia y la tan esperada entrega de premios.

La alfombra roja de la ceremonia de clausura empezó a llenarse de periodistas y fanáticos hacia las tres o cuatro de la tarde.

Tang Feng y su grupo llegaron sobre las cuatro y media. No podían marcharse enseguida porque necesitaban probarse ropa. El actor pidió a unos ayudantes que trajeran bebidas y aperitivos para los periodistas.

No pretendía ganarse el favor de nadie, sólo era un pequeño gesto. Este hábito había persistido desde sus días como Fiennes. Algunos decían que actuaba con amabilidad, mientras que otros lo acusaban de sobornar a los periodistas. Sin embargo, él persistió.

Si lo mantienes durante un año o dos, o incluso diez o veinte, la gente ya no sospechará que tengas segundas intenciones. El proceso de ser comprendido es largo, pero lo que Tang Feng valoraba no era si los demás lo entendían.

Era la segunda vez que pisaba la alfombra roja desde su renacimiento. Al igual que la primera vez, la atención fue escasa. Aunque la película había alcanzado un éxito considerable, como obra del director Li Wei, «El callejón de Satanás» se convirtió en una película de autor sin el poder estelar tan influyente de Fiennes. Además, todavía muy poca gente había visto la película.

Tang Feng recordó su primera experiencia en la alfombra roja. En realidad, fue peor que ahora. Por aquel entonces sólo era un actor secundario y rara vez se le mencionaba en las críticas de cine. Comparado con Fiennes entonces, el punto de partida actual de Tang Feng es mucho mejor.

No obstante, aunque su primera aparición en la alfombra roja después de renacer llamó poco la atención, la alfombra roja de la ceremonia de clausura del Festival de Cine de Venecia no iba a dejar que Tang Feng se fuera en silencio.

—¿Linda?

Mientras estaba sentado en el coche esperando para caminar por la alfombra roja, se dio cuenta de que una hermosa mujer vestida con un vestido azul claro se acercaba. La mujer elegantemente vestida se detuvo fuera del coche, sonriendo y golpeando su ventana.

—¿Por qué estás aquí? —Tang Feng abrió rápidamente la puerta.

Aunque se conocían desde hacía poco tiempo, Linda parecía haber decidido que era un buen amigo imprescindible, lo que sorprendió incluso a George.

 —Necesito un acompañante masculino que me acompañe en la alfombra roja —Linda lo empujó al coche y luego se sentó ella misma, cerrando la puerta sin importarle si los periodistas de fuera les estaban grabando.

—No me digas que has venido a buscarme. ¿Dónde está George? —Tang Feng se inclinó para ayudarla con su largo vestido.

Muchas jóvenes aspiraban a llevar vestidos de alta costura y esta señora los llevaba de manera informal, sin preocuparse por las arrugas o la suciedad.

Ante la mención de George, Linda sacudió inmediatamente la cabeza, frunciendo el ceño y agitando la mano: —Oh, ni lo menciones, mi querido Tang. George tuvo que celebrar de repente una junta de accionistas y voló de vuelta a Nueva York por la noche. Ahora no tengo acompañante masculino.

Linda sonrió, puso las manos sobre los hombros de Tang Feng y le guiñó un ojo juguetonamente.

—Es mejor así. Ahora puedo pasear por la alfombra roja contigo. ¡Eres mucho más guapo que George!

 —Es un honor, pero ¿está bien? —Tang Feng estaba preocupado. Esta señora era realmente obstinada, pero siempre era difícil negarse a sus peticiones.

—No me rechaces, Tang. Ya he hablado con el director Li Wei y está muy contento de vernos caminar juntos por la alfombra roja. Vamos, acepta rápido. Soy una gran belleza; ¿cómo vas a soportar que te lo suplique? —Aunque Linda no era joven, se convirtió en una niña pequeña, actuando tímidamente frente a él, quién era más joven que ella.

Tang Feng extendió los brazos y abrazó suavemente a su mejor amiga.

—Es un honor ser tu acompañante.

♦ ♦ ♦

Innumerables periodistas de todo el mundo se alinearon en la alfombra roja de la ceremonia de clausura, apuntando sus cámaras a cada estrella que la recorría. A medida que una estrella tras otra hacían su entrada, la alfombra roja se acercaba poco a poco a su fin.

Todos los periodistas sabían que la famosa actriz Linda aparecería en la alfombra roja de clausura del Festival de Cine de Venecia, pero se sorprendieron al ver que la persona que estaba junto a ella era una celebridad masculina desconocida y no el conocido George.

Cuando Tang Feng y Linda caminaban de la mano, sonriendo con naturalidad y despreocupación por la alfombra roja, la gente se dio cuenta de que no sólo podían ver a la bella Linda, sino también al hombre que estaba a su lado, cuya presencia no tenía nada que envidiar a la de Linda.

¿Quién era? ¿Cómo se llamaba? ¿De dónde venía? ¿Por qué caminaba con Linda?

—¿Puedes adivinar lo que dirán los periódicos de mañana? —Linda susurró al oído de Tang Feng mientras caminaban, mirándose íntimamente.

—¿Linda deja a su viejo amor por una cara nueva, enamorándose de un chico guapo del Este? —Tang Feng rio en voz baja.

A los periodistas del mundo del espectáculo les encantaba escribir sobre divorcios y rupturas de famosos. Desde la boda de Linda y George, casi todos los años ha habido noticias falsas sobre su inminente divorcio.

—Menos mal que no han dicho que soy una asaltacunas, si no, me enfadaría mucho —Linda rio suavemente, respirando hondo mientras sujetaba el brazo de Tang Feng—. Que escriban lo que quieran. ¿Tienes miedo?

—Si tuviera miedo, no estaría aquí de pie.

Intercambiaron una sonrisa y, en ese breve momento, Linda pareció ver a Fiennes en Tang Feng.

Tal vez no esté claro por qué lo eligió como su acompañante, incluyendo a su agente. Pero en cuanto vio la actuación de Tang Feng en la película, supo que este hombre de rostro oriental se convertiría en una superestrella mundial.

Afortunadamente, George la apoyó.

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