Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
—La cabeza… duele… —Tang Feng respiró hondo, sintiendo que la presión de su pecho se liberaba por fin, pero sentía la cabeza como si la hubiera atropellado un tanque.
Con los ojos aún cerrados, se acurrucó en la cama, incómodo. Anoche, parecía haber bebido bastante con el director y el equipo por excitación. Recordaba vagamente a Xiao Yu y al pequeño demonio que le llevaban de vuelta, pero nada más allá de eso.
—Claro que te dolerá la cabeza después de beber tanto. Levántate y bebe un poco de agua —dijo un hombre con un perfecto acento americano.
Sin ver con claridad, Tang Feng dijo instintivamente: —Charles, ayúdame a levantarme.
El hombre se acercó y ayudó al actor a levantarse, suspirando mientras decía: —Por favor, abre los ojos y mira bien quién soy. Aunque ya no tengo grandes expectativas en ti, me sigue doliendo que me confundas con otro hombre.
Maldita sea, pensó Tang Feng, con la cabeza confusa, diciendo cosas sin pensar. Sacudió la cabeza, se frotó ligeramente los ojos y vio al hombre de pie junto a su cama con un vaso de agua en la mano. Con una sonrisa de disculpa, dijo: —Gino, ¿por qué apareces ahora? Pensé que serías el primero en visitarme después de escapar de esos terroristas. Tengo el corazón roto.
—Sí, tienes el corazón roto, así que ahora rompes el mío —Gino se sentó junto a la cama y le entregó el vaso a Tang Feng. Lo observó fijamente como si mirara a un monstruo—. Eres realmente increíble. Cuando me enteré de que te habían secuestrado, me preocupé mucho. Maldita sea, incluso te atreviste a actuar como un héroe.
—Gracias por el cumplido —respondió. Acto seguido, tomó un sorbo de agua y colocó el vaso en la mesilla de noche—. En realidad, ahora mismo me apetece un zumo, preferiblemente un refresco con sabor a naranja.
—Cada vez eres más mandón —comentó el mayor, aunque enseguida llamó al hotel para pedir un refresco. Esa es una de las ventajas de alojarse en un hotel: la mayoría de las cosas pueden solucionarse con una simple llamada telefónica.
—Soy un paciente —dijo Tang Feng, agarrándose la cabeza y fingiendo una incomodidad extrema. Aunque no era del todo una actuación, le dolía la cabeza.
—Uff, estuve rodando con el equipo hace unos días y no pude sacar tiempo para verte —dijo Gino, sus ojos mostrando una mirada de disculpa, aunque sonrió al añadir—: Pero, mira, sabía que venías a Estados Unidos, así que aquí estoy, viniendo a verte en cuanto tuve ocasión.
Habían hablado antes por teléfono, pero a Tang Feng no le gustaban las conversaciones demasiado sentimentales. Rápidamente le aseguró a Gino que estaba bien y colgó. A menudo no le gustaba tratar con la gente, especialmente cuando estaba filmando.
Era su primer encuentro desde el incidente terrorista. Los dos hombres charlaron sobre sus respectivas películas, sin darse cuenta de que alguien, al otro lado del hotel, los observaba con unos prismáticos.
Un hombre apuesto, en pijama y zapatillas, miraba la habitación de enfrente. De vez en cuando murmuraba maldiciones.
—¡Maldito seas, Michael Gino! Como le toques un pelo a mi Tang Tang, te voy a cortar en pedacitos.
»Ah, tengo el corazón roto. Mi Tang Tang le está sonriendo. Esto es malo. Tang Tang está en su punto más débil y más necesitado de cuidados. ¿Y si Gino se aprovecha de esto?
»Tang Tang, cariño, duele tanto sólo verte desde lejos… —El hombre gimoteó como una esposa abandonada, luego se apartó de los prismáticos y gritó—: ¡Creo que voy a morir!
—Jefe, ¿por qué no va para allá? —preguntó por fin uno de sus subordinados, incapaz de contenerse por más tiempo.
Llevaban días siguiendo a Tang Feng como pervertidos. Anoche se estrenó la película del actor y Charles había reservado varios cines, obligando a todo el mundo a llevar a sus familias a ver la película.
Era pleno invierno y era medianoche, pero afortunadamente la película era excelente, por lo que mereció la pena. Especialmente en la escena final, en la que Tang Feng se giró y sonrió; incluso un hombre casado como él se quedó momentáneamente atónito. No era de extrañar que el jefe se hubiera enamorado de Tang Feng.
—Uff… —Charles suspiró profundamente y se dejó caer en el sofá, apoyando la barbilla en la mano.
Quería ir, pero no podía, o lo estropearía todo. La sugerencia anterior de Tang Feng le había hecho rechinar los dientes de rabia. El actor, el cual normalmente parecía tan correcto, en realidad quería disfrutar de lo mejor de ambos mundos y tenerlo a él y a Lu Tian Chen. Había decidido renunciar, esperando que Tang Feng se arrepintiera y se diera cuenta de que ellos eran la pareja perfecta.
Pero también existía la posibilidad de que, mientras estuvieran separados, alguien más se aprovechara de la vulnerabilidad del actor.
Así que Charles sólo podía vigilar de cerca cuando no tenía nada más que hacer y asignar esta importante tarea a sus subordinados cuando estaba ocupado.
Los buenos resultados de taquilla del día de estreno podrían atribuirse al bombardeo mediático inicial, pero el aumento continuado de la venta de entradas en los días siguientes se debió al boca a boca positivo y a las buenas críticas.
El éxito de la película tuvo muchas razones, pero la actuación de Tang Feng fue muy elogiada. Fue aclamado como un actor de singular encanto y talento entre la generación más joven.
El éxito de taquilla en Norteamérica también impulsó las ventas mundiales.
♦ ♦ ♦
Una semana después, Tang Feng voló de regreso a China. Aunque la taquilla nacional no fue tan impresionante como la norteamericana, los resultados siguieron siendo sobresalientes, sobre todo teniendo en cuenta que algunas escenas fueron cortadas del estreno chino.
A nadie le gusta que editen su película, pero, afortunadamente, la trama general se mantuvo coherente y no afectó demasiado a la experiencia.
—El fin de semana de estreno en Norteamérica recaudó 40 millones, batiendo el récord de las películas de bajo presupuesto. La taquilla final podría alcanzar los 100 millones, con la posibilidad de llegar a los 130 millones. Parece que este año serás la estrella masculina más taquillera de Norteamérica —comentó Lu Tian Chen mientras saludaba personalmente a Tang Feng en el aeropuerto a su regreso.
—Gracias —dijo de repente Tang Feng con seriedad.
—¿Por qué me das las gracias? —preguntó Lu Tian Chen, mirándole con un deje de confusión.
—He oído de Xiao Yu que cierta estrella masculina superior se ha estado comportando últimamente. Parece que su patrocinador está siendo investigado y podría ser destituido. Cuando Wei Daoming me puso en la lista negra, no entendí por qué la empresa no reaccionó mucho. Ahora me doy cuenta de que estabas trabajando entre bastidores todo el tiempo —dijo Tang Feng con una sonrisa.
Los labios de Lu Tian Chen se curvaron en una sonrisa.
—¿Por qué supones que fui yo?
—Porque eres Lu Tian Chen.
Le gustaba aparecer como una persona ordinaria en la superficie, pero en realidad, era una figura misteriosa con habilidades que superan incluso las del pequeño demonio. También tenía más astucia y estrategia que la mayoría. Para Tang Feng, Lu Tian Chen era como una de esas figuras poderosas que se describen en las novelas: capaz e influyente, pero que prefiere actuar en las sombras, eliminando las amenazas de forma silenciosa y eficaz. Era probable que el patrocinador de Wei Daoming no tuviera ni idea de que era Lu Tian Chen quien había orquestado su caída.
Lu Tian Chen sonrió sin responder, confirmando efectivamente la sospecha de Tang Feng. No hay método más eficaz que erradicar un problema de raíz, y ése era sin duda el estilo de Lu Tian Chen.
Tanto a nivel nacional como internacional, la película recibió continuas buenas noticias. «El cazador de demonios» no sólo se aseguró el segundo puesto en la taquilla norteamericana de la semana, sino que consiguió unos impresionantes 50 millones en su semana de estreno, durante una temporada cinematográfica típicamente lenta en China.
Un mes después, siguió proyectándose en Norteamérica, con unos ingresos en taquilla que superaron los 100 millones de dólares. En China, también había alcanzado los 200 millones, consolidando el estatus de Tang Feng como actor de primer nivel. En sólo un año, había pasado de ser un ídolo venido a menos a un actor de primer nivel, superando potencialmente a las estrellas actuales y convirtiéndose en una celebridad en China.
Por aquel entonces, Gino trajo buenas noticias. Debido a las heroicas acciones de Tang Feng durante el incidente terrorista y a sus impresionantes actuaciones en «El callejón de Satanás» y «El cazador de demonios», Robert, el asesor jefe de una gran empresa que había conocido a Tang Feng, le tendió una rama de olivo a través de Gino. Esperaban que el actor pudiera volar a Estados Unidos para discutir una posible colaboración cinematográfica.
La película de héroes protagonizada por Gino iba a estrenarse en Norteamérica el próximo abril, y la productora llevaba años planeando una serie de películas de héroes. En la globalizada industria cinematográfica actual, Robert creía que sus héroes debían incluir un personaje oriental, no sólo estadounidenses salvando el mundo.
En términos de actuación y popularidad, Tang Feng era el mejor candidato.
Escala Salarial de Tang Feng:
«El callejón de Satanás»: $500,000.
«El cazador de demonios»: $1,000,000.
Película de héroe oriental indeterminado: $5,000,000.