Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
—Cariño, no sólo has engordado, sino que también te has vuelto más violento. No deberías haber elegido esta película. Mírate, volviéndote tan violento incluso antes de que empiece el rodaje. ¿Y si no puedes salir del personaje después del rodaje y te conviertes en un asesino psicópata?
—Cierra la boca —Tang Feng agarró un cubito de hielo y se lo metió en la boca a Charles, luego se sentó en la mesa, usando el hielo para aliviar el moratón del ojo del hombre al que había golpeado.
—Qué frío —Charles hizo crujir el cubito de hielo, rodeó la cintura del actor con los brazos y pellizcó la suave carne.
La cara de Tang Feng se puso rápidamente de un rojo tenue, sintiéndose a la vez tímido y enfadado.
—¿Qué estás pellizcando? —Empujó a Charles lejos y se giró para poner el hielo de nuevo.
Al final, Charles no pudo inmovilizarlo, ya que éste le propinó un puñetazo que le hizo salir volando.
—Se siente muy bien, algo así como una mujer… —Charles se tragó el resto de sus palabras, dándose cuenta de que había dicho algo equivocado.
Tang Feng lo fulminó con la mirada.
—Cariño, después de todo este tiempo, ¿me has echado de menos? —Charles lo abrazó con fuerza, respiró hondo y dijo con un deje de melancolía—: Te he echado mucho de menos. Pensar en cómo amenazaste a Albert con dejarme ir hace unos meses me mantuvo despierto cada noche, sin poder comer ni dormir.
—¿Herí tu ego masculino? —Tang Feng lo palmeó en la espalda. Parecía que había perdido algo de peso.
Aunque todavía descuidado y despreocupado, Tang Feng podía sentir que el otro no lo había tenido fácil estos últimos meses.
Después de todo, Iván mencionó que ahora trabajaba con grandes traficantes de armas y con la reina británica, además de tratar con la Interpol. Con tantas cosas en marcha, no sería extraño que Charles sólo apareciera ahora en invierno.
—Quería venir a verte hace más de un mes, pero sabía que Iván lo esperaría y no quería causarte problemas. Aguanté más de un mes antes de venir por fin —Charles, buscando aprobación, frotó su hombro contra el de Tang Feng. El actor casi se imaginó una gran cola meneándose detrás de Charles.
No sabía si era una cola de lobo o de perro.
Eres mi mayor problema. Tang Feng pensó en silencio.
—Acabo de leer el guión. Tu personaje vuelve gradualmente a un físico normal desde tu apariencia actual. Sé lo mucho que te gustan las películas y que estás dispuesto a hacer sacrificios por ellas, pero me sigue sorprendiendo tu elección esta vez.
Charles rara vez mostraba una expresión tan tierna. No era hipócrita ni una broma; sus profundos ojos marrones estaban llenos de auténtica emoción. Había una diferencia entre el Charles de hace cuatro meses y el de ahora.
—Ganar peso en un mes y volver a perderlo durante el rodaje debe de ser duro para ti. Me rompe el corazón pensar en el sufrimiento que estas pasando —Charles se sentó junto al actor, levantó una de sus manos y dijo—: Oh, mira esta manita regordeta.
El ambiente que se acababa de crear se arruinó por completo con aquel comentario. Tang Feng lo abofeteó con su mano regordeta.
—¿Tienes un fetiche o algo así?
Charles siempre estaba tocándolo o burlándose de él.
—Yo también lo creo. Normalmente, ni siquiera miraría dos veces a un hombre con este tipo de cuerpo, pero ahora te encuentro muy agradable a la vista. No sólo no me parece poco atractivo, sino que además me pareces increíblemente guapo —Charles abrió los brazos y volvió a abrazarlo, sonriendo mientras decía—: Realmente me he enamorado de ti.
Había una pizca de melancolía en su voz.
—¿Te das cuenta ahora? Eres realmente lento —Tang Feng se burló de él.
—Cariño, precioso, quiero abrazarte así para siempre y no soltarte nunca.
El desvergonzado se empezó a frotar de nuevo contra el actor. A pesar de su alta e imponente estatura, que mucha gente temía, estaba actuando como un oso.
—Cuando sea viejo, ya no te sentirás así.
—¿Cómo puede ser eso? Mírate ahora, incluso regordete como un panda. Te amo a muerte. Cuando seas viejo, yo también lo seré. Sólo temo que te disguste mi falta de resistencia y quedes insatisfecho… —Las palabras de Charles se cortaron cuando Tang Feng le tapó la boca.
Realmente no quería oír eso.
—Me uniré a la tripulación mañana y así es como me veo ahora. Puedes quedarte en mi habitación esta noche, pero nada de bromas —dijo Tang Feng mirando a Charles—. Asiente o mueve la cabeza.
Charles asintió. A primera vista, parecía que a Tang Feng no le importaba su aumento de peso, pero en realidad, era estricto consigo mismo, sólo había engordado para la película. Eso no significaba que le gustara su aspecto actual.
Charles sonrió en secreto. Que a Tang Feng le importara su aspecto significaba que le importaba un poco su opinión.
Por fin… Sólo podía decir «por fin» para describir la situación actual. Aunque llevaban juntos casi un año y habían tenido muchos momentos íntimos, Charles no era estúpido. Podía ver que Tang Feng no tenía sentimientos reales hacia él al principio, sólo estaba en guardia y se mostraba reacio a cumplir.
Al igual que Tang Feng al principio no sentía nada por él, Charles tampoco sentía mucho por las acciones del otro, pensando que era bueno que las personas inteligentes fueran fáciles de tratar y sin ocasionar problemas.
Pero ahora odiaba la astucia del actor. Abrir el corazón de este hombre y realmente entrar en él parecía muy difícil.
El pasado se había convertido en un obstáculo.
Charles abrazó honestamente a Tang Feng y durmió toda la noche. Aunque mantuvo su promesa de no portarse mal, lo besó innumerables veces. Tang Feng se preguntó si se había convertido en algún tipo de tesoro o si había un niño viviendo dentro del fuerte cuerpo de Charles, tratándolo como a un juguete panda.
Al día siguiente, Tang Feng se levantó rápidamente y se vistió, mientras Charles seguía profundamente dormido, abrazado a una almohada.
Sin despertarlo, salió un poco antes de su horario de trabajo y se dirigió a la calle. Lu Tian Chen no había vuelto desde que salió el día anterior y Tang Feng fue a la base de rodaje cercana al hotel con Xiao Yu y los demás.
Incluso con la identidad de «Tang Feng», no era la primera vez que actuaba. El grupo se acostumbró rápidamente y, tras unas breves presentaciones, empezaron a rodar.
Dado que su personaje en la película perdería peso gradualmente a medida que avanzaba el rodaje, esta película no se rodaría en segmentos basados en la localización y el clima como «El callejón de Satanás». En su lugar, seguiría la historia de principio a fin.
A mitad del rodaje, Lu Tian Chen llegó en coche desde fuera de la ciudad. En ese momento, Tang Feng estaba actuando con el otro protagonista masculino de la película.
Con el pelo revuelto y el cuerpo envuelto en ropas pesadas, parecía torpe y poco atractivo, pero aquellos ojos brillantes seguían siendo imposibles de ignorar.
Lu Tian Chen había leído el guión de la película. Sinceramente, se sorprendió la primera vez que lo vio. Sabiendo que Tang Feng tenía que lucir poco atractivo en la película, estaba algo reacio. Después de todo, no se trataba de una simple cuestión de maquillaje, sino que requería un aumento de peso real.
Es probable que pronto se sepa que Tang Feng ha engordado para la película. Algunos lo alabarán por su dedicación, mientras que otros aprovecharán la oportunidad para usar palabras duras contra él.
¿Cuánto podría aguantar Tang Feng?
Lu Tian Chen a menudo quería protegerlo de la dureza del mundo, pero éste no era ni una mujer que necesitase sus cuidados ni un hombre que necesitara su protección. Tang Feng era un individuo independiente y autosuficiente.
En última instancia, optó por confiar en la otra persona, creyendo en su juicio y en la supervisión del director Li Wei. En este momento, viendo al hombre completamente inmerso en el rodaje de la película, estaba convencido de que había tomado la decisión correcta.
♦ ♦ ♦
«El cazador de demonios». La historia trata de un huérfano abandonado que busca vengarse de la sociedad cuando es adulto. La razón por la que Tang Feng eligió esta película es que el personaje comparte un trasfondo similar con él. Quizá por sus propias experiencias en el orfanato, puede entender la profunda soledad del personaje y el deseo y el miedo simultáneos al amor.
Son sensibles y, a veces, peligrosos.
Afortunadamente, no tuvo que enfrentarse a demasiados contratiempos de niño, sólo tuvo que alejarse debido a una enfermedad física. Por el contrario, «El cazador de demonios» de la historia, Bai Yi, cambió tras presenciar demasiados sucesos horripilantes.
♦ ♦ ♦
Primer acto: Caso de asesinato.
La historia comienza con el hallazgo de un cadáver en un campo de paja. El hombre asesinado era un maestro con buena reputación en el pueblo vecino que llevaba años enseñando a los niños del orfanato.
¿Quién podría haber sido tan cruel como para matar a un viejo maestro?
El anciano estaba atado a una cruz erigida en el campo de paja, con el cuerpo marcado por heridas infligidas con alambre de hierro. La parte inferior de su cuerpo estaba completamente envuelta en alambre de hierro. A juzgar por la grotesca expresión del rostro del fallecido, debió de ser torturado por el asesino antes de su muerte.
El nuevo agente asignado, Reynolds, se hace cargo de este extraño caso. Comienza a investigar los antecedentes del maestro y, a medida que profundiza en su investigación, descubre que las cosas no son lo que parecen.
El anciano llevaba más de veinte años enseñando en el orfanato del pueblo. Aunque la gente de fuera decía que era un hombre amable y simpático, Reynolds descubrió que el maestro guardaba un oscuro secreto una vez peladas las capas superficiales.
—Este viejo ha abusado de más de veinte niños durante la última década. Si no fuera por este caso de asesinato, quizá nunca hubiéramos sabido de sus atroces crímenes. Sospecho que la persona que lo mató era uno de los niños abusados.
Los colegas de Reynolds mostraron un profundo disgusto cuando descubrieron estos secretos del orfanato. Sentían compasión por los niños maltratados y, aunque creían que el anciano merecía su destino, seguían necesitando capturar a su asesino.
A veces, lo que se considera moralmente correcto no siempre es legalmente factible.
Eran policías y su deber era atrapar al asesino.
Reynolds y su equipo iniciaron rápidamente su investigación en el orfanato, revisando la lista de niños que habían sufrido abusos. La mayoría de estos niños habían abandonado el orfanato; algunos incluso tenían sus propias familias.
Durante la búsqueda del asesino, Reynolds entró en contacto por primera vez con Bai Yi.
Bai Yi no era la persona que estaba buscando. Se decía que este hombre oriental, conocido como Bai Yi, era gordo y torpe cuando era niño en el orfanato, impopular entre todos y con pocas probabilidades de haber sido el objetivo del viejo maestro.
Reynolds sólo lo conoció porque el niño que vivía con él en la misma habitación había sido víctima de abusos por parte del antiguo maestro. Encontró la dirección de Bai Yi en los registros del orfanato y esperaba localizar al niño a través de este.
Era el único sospechoso que no habían encontrado.
—Disculpe, ¿es usted Bai Yi? —Reynolds, vestido de civil, sostenía una nota con la dirección y se acercó a una casita destartalada. Un hombre envuelto en gruesas ropas blancas, sentado bajo el alero y tejiendo adorables animalitos, levantó la vista al oír la voz de Reynolds. El suelo estaba cubierto de muchos adorables animales tejidos.
Con el pelo desordenado y un aspecto anodino, el hombre que estaba junto a la estufa levantó la vista.
Qué ojos tan bonitos.
La primera impresión de Reynolds fue que era una pena que unos ojos tan bonitos estuvieran en una persona tan ordinaria y regordeta.
—Así es. ¿Necesita algo? —La voz era suave y agradable.
Qué lástima.
—Soy el oficial Reynolds de esta zona —mostró sus credenciales mientras hablaba—. Necesito su ayuda con algo. ¿Puedo molestarle un momento?
Tal vez debido a los hermosos ojos del hombre y su agradable voz, Reynolds fue inusualmente cortés, más de lo habitual.
—Por supuesto, agente. Por favor, siéntese. Hay sillas por ahí —dijo Bai Yi con indiferencia, continuando con su trabajo—. Oficial, ¿cómo se llama? —preguntó activamente.
—Puede llamarme Reynolds.
—Reynolds —Bai Yi repitió el nombre. Por alguna razón, Reynolds sintió una extraña sensación—. Oficial Reynolds, ¿está aquí para preguntar por ese anciano? Sé que eres un oficial de policía, pero tengo que decir que es bueno que esté muerto.
Los labios de Bai Yi parecían curvarse ligeramente mientras levantaba la vista, con una expresión algo dura.
—Era un viejo desagradable. Me solía regañar a menudo.
Por la investigación anterior, Reynolds sabía que el hombre que tenía delante padecía una leve enfermedad mental.
—¿No te agradaba George? —George era el nombre del viejo maestro.
—No recuerdo su nombre. Era un idiota; me pegaba y me reñía. No me caía bien. Ayer, la abuela me dijo que el viejo había muerto, y me puse muy contento, jaja —Bai Yi se rio un par de veces, parecía de buen humor.
Reynolds suspiró interiormente, dándose cuenta de que Bai Yi era realmente alguien con problemas mentales.
—Bai Yi, ¿sabes dónde está Mike? El niño que vivía contigo en el orfanato —decidió preguntar directamente.
—Vivía en la misma habitación con docenas de personas. ¿Quién es Mike? —Bai Yi siguió jugueteando con sus pequeños juguetes.
—Mike vino a buscarte hace medio mes.
Efectivamente, muchos niños vivían juntos por aquel entonces. Reynolds se había acercado a Bai Yi porque los registros mostraban que Mike era el único que prestaba atención a Bai Yi y lo visitaba después de que éste saliera del hospital psiquiátrico.
—Ah, no recuerdo su nombre. Todos ustedes tienen nombres tan difíciles de recordar. Incluso he olvidado tu nombre ahora, pero puedo decirte que me gustaba llamar a esa persona «Hei Yi» porque yo vestía de blanco y a él le gustaba vestir de negro —Bai Yi rio alegremente.
—¿Hei Yi te dijo algo hace medio mes? —preguntó el oficial. Independientemente de si se llamaba Hei Yi o Bai Yi, Mike era ahora el principal sospechoso.
—Dijo que me haría feliz y curaría mi enfermedad. —Los ojos de Bai Yi brillaron mientras decía alegremente—: Hei Yi es una buena persona. Oficial, ¿va a arrestarlo? Si se va, ya nadie vendrá a verme.
—Yo vendré a verte.
¿Era por el caso o por simpatía? Reynolds no lo sabía, pero contestó así de todos modos.
El primer día de rodaje transcurrió sin problemas. Después del trabajo, todos se saludaron. Algunos hicieron planes para salir a tomar algo, mientras que otros se fueron a casa a ver a sus hijos y cónyuges.
El actor que actuaba frente a Tang Feng también era un buen actor, pero aparte de hablar con él durante el trabajo, casi siempre lo ignoraba.
De vez en cuando, por chismes oídos de otros, Tang Feng era considerado un hombre que ganó el premio al Mejor Actor del Festival de Cine de Venecia por pura suerte. Además, sus creencias religiosas hacían natural que los demás no se acercaran demasiado a él.
Eso no importaba mucho mientras todos pudieran terminar de rodar amistosamente. El mayor temor de Tang Feng era encontrarse con gente poco profesional. Afortunadamente, a este actor sólo le caía mal, pero no trasladó esa actitud a su trabajo.
En general, estaba bastante satisfecho con su actuación de aquel día. Se adaptó a la película sorprendentemente rápido y disfrutó de sus escenas. Aún sí a la película no le fuera bien en taquilla ni recibiera buenas críticas, podría decir que estaba disfrutando de la experiencia.
Al terminar de trabajar, vio a Lu Tian Chen esperándolo en su remolque.
—¿Cuándo llegaste?
Había estado tan concentrado en la película que no se había dado cuenta de cuándo o por cuánto tiempo Lu Tian Chen había estado ahí.
—He oído a mucha gente del equipo elogiarte. Muchos querían aceptar el guión de esta película, pero debido al bajo presupuesto y a las altas exigencias para los actores -tanto ganar y perder peso como interpretar a un asesino pervertido- no había muchos que realmente quisieran estar en ella —Lu Tian Chen elogió abiertamente—. Pero tú fuiste diferente. Cumpliste muy bien con tu deber.
—¿Te refieres a esta carne suave? —Tang Feng casi se echó a reír.
—¿Se puede perder? —Lu Tian Chen preguntó.
—Debe perderse. He hecho un plan de pérdida de peso con el director, y lo haré para cumplir los requisitos del guión. Cuando termine el rodaje, volveré a mi aspecto original —comentó—: ¿De verdad crees que ahora tengo un aspecto poco atractivo?
—Para ser honesto, no es atractivo, pero todavía me gustas.
—No apreciaré tu gusto —dijo Tang Feng—. Después de un mes de rodaje, nos moveremos a otro país, probablemente en el sur de Asia. Ah, por cierto… Charles vino a verme ayer —no creía que hubiera necesidad de ocultarlo.
—Lo sé. —De lo contrario, no se habría apresurado a volver. En efecto, era hora de volver a hablar con Charles.