Una vez más en la luz – Capítulo 3: Siete años, quince años (2)

Traducido por Den

Editado por Damian


Señalaban hacia un libro muy viejo.

¿Queréis que lo lea?

Parpadeé. No solo era viejo, sino también muy delgado. La mayoría de los libros de la estantería del lenguaje antiguo estaban forrados con cuero para que se preservaran durante mucho tiempo, menos este libro que parecía haber sido escrito en papel normal.

Miré fijamente los rostros de los espíritus.

Estos niños podían comunicarse conmigo, pero no podíamos tener conversaciones abstractas o muy detalladas. No sabía si se debía a mi falta de habilidad o porque ellos aún eran jóvenes. Por eso, a menudo trataban de transmitir su voluntad con un vocabulario pobre cuando querían algo de mí. E incluso ahora, intentaban hablar conmigo desesperadamente.

Léelo.

Lo tienes que leer.

¿Tengo que leerlo?

Los observé con atención. Cuando me acerqué y saqué el libro, me di cuenta de que se trataba de un libro peculiar. Ni la portada ni el lomo tenían título. Solo había un extraño círculo mágico dibujado en la portada. Tal vez era un libro sobre magia.

Pero si los espíritus me llamaban tan desesperadamente, debía haber alguna razón.

Decidí tomar prestado ese libro también. Entonces los espíritus bailaron contentos, tomados de la mano.

Al verlos así, sentí que había hecho lo correcto. Así que sonreí sin darme cuenta.

Me llevaré este libro.

Cuando estaba a punto de retirarme con el caballero escolta y las doncellas, alguien me llamó por detrás.

—¡Aisha!

Ante esa voz, no tuve que pensarlo dos veces para reconocer que era «él».

Me di la vuelta sorprendida. Era hermano Isis.

Sus manos estaban llenas de libros, tal vez para resolver los deberes que le daban los eruditos.

—¿Qué estabas haciendo aquí? —preguntó, sonriéndome, y al parecer vio el libro que sostenía en la mano.

Ayy.

Incluso a mí el libro viejo con el círculo mágico me inspiraba sospecha. Lo escondí inconscientemente detrás de mí .

—¿Aisha? —me llamó sorprendido.

—B-Bueno… —inventé una excusa enseguida—. Sigo interesada en el lenguaje antiguo, así que estaba viendo si había algún libro para leer en la estantería del lenguaje antiguo.

—¿Sí…?

Me miró con atención. Sus ojos me decían que estaba pensativo. Tragué saliva sin darme cuenta.

—Aisha —me llamó, al cabo de un rato.

—¿Sí?

Me estremecí. Me sentía culpable porque últimamente le estaba escondiendo muchas cosas a Isis. Si me preguntaba qué ocultaba, ¿debería responder?

Esperé ansiosa a que hablara. Sin embargo, lo que dijo fue un tema del todo diferente.

—Escuché que el erudito Alman vino. —Abrí los ojos como platos. Sonrió con dulzura—. Dijo que eras un genio. Lo sé desde que era pequeño, pero realmente eres increíble —me acarició el pelo con gentileza—. La señorita Iris parece muy preocupada por tu futuro, pero no necesitas preocuparte demasiado por eso. Haz lo que quieras hacer. Hagas lo que hagas, te apoyaremos.

Den
Quiero a un Isis en mi vida, ya sea como hermano o esposo

Lo miré fijamente.

—Sí…

—Tengo trabajo que hacer, así que me iré primero.

—¿Qué? Ah, sí.

Me sorprendió un poco esa sencilla despedida. Tras aquello, realmente se fue primero. Actuó diferente de lo habitual, siempre quería quedarse conmigo un poquito más.

Observé su espalda como si estuviera hechizada.

Hermano Isis…

Tomé prestado el libro y volví al palacio a pensar.

¿En qué está pensando?

Por lo general, me interrogaría con recelo, pero cambió de tema como si nada. Como si supiera que escondía algo.

No, no es posible.

Por un momento, sentí que se me estremecía el corazón.

Era imposible que mi hermano hubiera descubierto que poseía el talento de ver a los espíritus o que en realidad había renacido. Era una historia demasiado inverosímil.

No sé cuándo podré contárselo… Me entristecí un poco.

¿Quién creería que era la difunta cuarta princesa del Imperio Idenbell que renació aquí como princesa? Incluso yo me reiría si escuchara algo así, porque era demasiado poco realista.

Sacudí la cabeza y decidí centrarme en el libro que había tomado prestado de la biblioteca. Me despedí del guardia escolta y de las doncellas bajo el pretexto de que quería descansar, y me senté frente al escritorio.

Tomé prestado de la biblioteca dos clases de libros: uno era La historia de los espíritus y el otro era un libro con un extraño círculo mágico y que ni siquiera tenía un título escrito. Decidí estudiar primero La historia de los espíritus.

El libro con el círculo mágico era delgado y se podía leer en un momento, así que pensé que sería mejor comenzar con el libro de historia que requería concentración.

A pesar de que era una princesa, no me habían encargado ninguna tarea en especial, ya que aún era joven. Aunque aprendía etiqueta o asignaturas básicas como sociología, matemáticas y literatura, podía fijar por mí misma mis horas de estudio. Es por eso que vacié a propósito toda mi agenda de hoy. Para leer con tranquilidad los libros de lenguaje antiguo.

Con el corazón palpitante, abrí lentamente la gruesa cubierta de cuero.

La historia de los espíritus.

Tomé una pequeña y profunda respiración mientras leía el título, escrito en un hermoso lenguaje antiguo.

Por fin podría resolver las preguntas de mi nacimiento.

Empecé a examinar el libro enseguida. Era aburrido, pero a su manera era fiel a la teoría. La parte más interesante era cómo dejaron de existir los maestros de espíritus.

Los maestros de espíritus eran… — Se enfrentaron a —

A pesar de que era interesante, no podía leerlo bien porque mis conocimientos de lenguaje antiguo eran muy escasos.

No estaba segura, pero al parecer los maestros de espíritus se vieron involucrados en la lucha entre los espíritus.

Estudiemos más el lenguaje antiguo y leámoslo más tarde.

Me sentí un poco decepcionada cuando pasé esa parte y seguí hojeando el libro. Porque en ninguna parte había una descripción de «una persona que naciera con la capacidad de ver a los espíritus».

Entonces, ¿qué clase de persona soy?

Nuevamente, podía sentir cómo dudaba más sobre mi propia existencia.

Tenía pocos años de vida, pero nunca había oído hablar de nadie que se pareciera a mí.

Como no tengo a nadie con quien consultar, no sé qué hacer con esta habilidad, suspiré. Pero al momento siguiente, mis ojos se iluminaron.

Invocación de espíritus.

El subtítulo estaba escrito con letras pulcras.

¡Invocación de espíritus! Era una de las cosas que he estado anhelando y una de las partes que más me ha intrigado hasta ahora.

Si bien mi motivación comenzó con la venganza, sentía un gran cariño por estos espíritus que me acompañaban desde niña.

¿Cómo puedo invocar a un espíritu?

Era muy difícil leer letra por letra en lenguaje antiguo, que era un ideograma [1], pero pude sentir que leía más rápido después de concentrarme al máximo.

Leí las partes importantes mientras iba señalando con el dedo.

Para invocar a un espíritu, primero se requiere el maná del usuario y — espiritual …

¿Qué era —?

Dejé de respirar por un momento mientras escudriñaba los caracteres.

Cuando estas dos cosas estén listas, lo más importante es…

¿Qué era lo más importante?

Pasé a la siguiente página con manos temblorosas.

El círculo de invocación de los espíritus… Ha existido desde la antigüedad y tiene el poder de conectar a los espíritus con este mundo.

¡Ya veo!

Salté de alegría.

Para invocar a un espíritu, necesitabas maná, — espiritual (tendré que investigar esta parte más adelante) y un círculo de invocación de los espíritus.

Pero… ¿cómo se formaba un círculo de invocación? Me apresuré a pasar a la siguiente línea.

Esperaba sinceramente tener la habilidad de invocar a los espíritus. Sin embargo…

Debido a su gran importancia, este libro no ahondará en el círculo de invocación de espíritus. La otra obra del autor, «El círculo de invocación de los espíritus», presenta una ilustración del círculo mágico que cualquiera puede seguir fácilmente, y está a la venta al mismo precio que «La historia de los espíritus».

Y en la última línea añadía: 『Actualmente «El círculo de invocación de los espíritus» cuenta con un descuento especial para los lectores que hayan comprado «La historia de los espíritus».

De repente me sentí abatida.

¿Me estás vacilando…?

No sabía quién era el autor, pero podía sentir su fuerte voluntad de querer promocionar sus otras obras. Sí, cualquier escritor quiere que su libro se venda mucho. Pero ¿por qué me siento tan ridiculizada?

Si hubiera sido una persona de hace cientos de años, ciertamente me habría enfadado ante esta sección y habría destrozado el libro.

Pensé que por fin aprendería un poco más sobre los espíritus y su invocación… Sin embargo, era imposible invocarlos sin ese maldito círculo de invocación.

Me golpeé el pecho, furiosa. Entonces los espíritus se acercaron a mí.

Estos niños siempre me rodeaban y me consolaban, sobre todo, cuando estaba triste o la estaba pasando mal.

¿Qué pasa?

Anímate, Aisha.

Los pequeñines me miraron y me alentaron. Traté de respirar hondo ante su apoyo.

Sí, me exalté demasiado. Debería descansar un rato.

Con eso en mente, dejé el libro en el escritorio. Cuando estaba a punto de llamar a una doncella para beber té, recordé el otro libro que había tomado prestado. Un libro sin título y sin el nombre del autor.

Lo observé en silencio.

Debe haber alguna razón por la que los espíritus querían que lo leyera, pensé.

Esos pequeñines me habían suplicado desesperadamente por este libro, algo que nunca habían hecho.

Lo leeré un rato…

De todos modos, hoy tenía demasiado tiempo libre. No perdía nada en echarle un vistazo.

Estiré la mano hacia el libro como si estuviera hechizada.

Por favor.

Sin darme cuenta, le recé a Dios otra vez. Si no era en este libro, no sabía en dónde ni cómo buscar.

Mejorar mis habilidades lingüísticas en el idioma antiguo era muy difícil. Porque había muy poca información conservada. Por eso, tenía que ser este libro.

Por favor.

Como la princesa del Imperio Elmyrrh, recé en nombre de «Luminas», el dios principal de Elmyrrh. Y abrí el libro.

Rebosé de alegría. Porque arriba del círculo mágico en el libro estaba escrito en letra pequeña: «Contrato de invocación de espíritus».

¡Dios mío…!

No pude ocultar la felicidad en mi rostro. Ahora entendía por qué los espíritus me suplicaron con todas sus fuerzas que «leyera» este libro.

En sí, los espíritus eran seres solitarios. Tenían miedo de que la gente los olvidara, por lo que les encantaba que pudiera verlos. Por eso deseaban tanto que los invocara.

Abrí el delgado libro con el corazón palpitante. Estaba cubierto de polvo y olía a libro viejo. Aunque hablaba de muchos tipos de contratos, algunos no se podían utilizar porque la tinta estaba corrida y borrada.

Me decepcionó un poco, pero pude sentir que mi corazón volvía a latir rápido cuando vi escrito en la primera página «Contrato de invocación de espíritus de rango bajo».

No sabía cuánto poder poseía en este momento. No obstante, si se trataba de una invocación de rango bajo, quizá yo también podría llevarla a cabo.

Con eso en mente, miré a los espíritus que brincaban a mi lado.

Recordé otra vez con atención el método de invocación de espíritus redactado en La historia de los espíritus:

    1. Preparar el círculo de contrato con los espíritus.
    2. Si el usuario carece de maná, preparar una piedra mágica.
    3. Si — es insuficiente, realícelo con un usuario de nivel superior.

Una vez dibujado el círculo del contrato, coloque la mano encima y memorice las siguientes palabras:

Espíritus que forman el cielo y la tierra, el agua, el fuego y el viento venid a mí y sed mi fuerza…

Cerré los ojos y recité con entusiasmo el hechizo. Cuando volví a abrir los ojos, sentí que algo escapaba de mi cuerpo. La energía intangible liberada pareció permanecer en el aire y, al cabo de poco, se concentró en un punto. Se sintió un poco extraño, pero no parecía ser demasiado complicado.

Poco después, un espíritu fue convocado.

Parpadeé. La niña miró a su alrededor por un momento y luego me sonrió alegremente.

¡Ah, me invocaron!

Tenía cabello platino, tirando a blanco, y ojos dorados.

—¿E-Eres Lu? —exclamé sorprendida.

¡Sí, así es!

Era el espíritu de luz que ha estado conmigo desde que era muy pequeña. Me emocionó que ella saliera del círculo de invocación.

¿Te gustaría firmar un contrato conmigo?

Lu se acercó volando y dio vueltas a mi alrededor.

—Sí —respondí, en medio de la alegría y la perplejidad.

Entonces ella cerró los ojos y me besó la frente. La sensación que tuve cuando tocó mi cuerpo fue muy extraña. Me sentí envuelta por las suaves y cálidas plumas de un pájaro.

Cuando abrió los ojos, la apariencia translúcida de la niña se volvió definida.

Me quedé boquiabierta.

—¿T-Tu cuerpo ha cambiado?

—Sí, maestra. Cuando se forma un contrato, los espíritus se convierten en entidades que pueden permanecer en este mundo.

¿Era mi imaginación? El espíritu que había invocado parecía mucho más tranquilo e inteligente que su habitual conducta inquieta y traviesa.

¿Es tan fácil establecer un contrato con un espíritu…?

Me quedé sin palabras.

—Un contrato con un espíritu no siempre es tan fácil. Pero su afinidad es mucho mayor que la de los demás, por lo que pudo invocarme a la primera —explicó Lu, como si me hubiera leído la mente, mientras sonreía de oreja a oreja.

—¿E-En serio?

—¡Sí! No sabe cuán feliz estoy de que me haya invocado usted, maestra.

La miré con ojos relucientes. Su cuerpo no solo era visible, sino que la voz que siempre había sonado en mi cabeza, ahora la oía con claridad por mis oídos. Además, era la primera vez que tenía una conversación tan larga con un espíritu.

¿Así funcionaba un contrato? Decidí preguntarle directamente.

—Pero si podías hablar con tanta fluidez desde el principio, ¿por qué no lo hiciste antes?

—En un principio, los espíritus que no han sido convocados no tienen un ego. Sobre todo, los espíritus de rango bajo que forman parte casi de la naturaleza misma —me respondió alegre, dando vueltas en el aire—. Pero gracias a que me convocasteis, maestra, nuestras mentes se han conectado y se me ha conferido un ego.

—Ya veo…

—Me presento una vez más: soy Lu, un espíritu de luz de rango bajo. Por favor, llámeme Lu de ahora en adelante, maestra —me saludó de forma linda, levantando ligeramente el dobladillo de su vestido blanco.

Era muy linda, con la apariencia que la gente solía imaginar que tenían las hadas.

—Sí, Lu. — Asentí—. Yo soy Aisha, Aisha de Elmyrrh. Ya conocías mi nombre, ¿cierto?

La tomé con cuidado en mis manos y se sentó.

—¡Por supuesto! La he estado observando desde que nació —me respondió con una amplia sonrisa—. Además, es muy famosa, maestra. Antes incluso el rey de los espíritus…

—¿Qué?

Parpadeé.

—¿Soy famosa? ¿Qué decías del rey de los espíritus?

—Ah, b-bueno…

Era la primera vez que oía que había celebridades entre los espíritus. Es más, ¿esa era yo?

Lu apartó la mirada. Estaba claramente nerviosa.

—E-Es famosa porque… es la única persona en este mundo que puede ver a los espíritus sin formar un contrato.

—¡¿Qué?! —grité sin darme cuenta, sorprendida.

Como en la actualidad los maestros de espíritus eran una rareza, presentía que mi talento era especial, pero…

¡Ser la única en el mundo…!

Se me pusieron los pelos de punta.

Puede que sea mucho más poderosa de lo que pensaba…

Por ahora solo podía invocar espíritus de rango bajo, no obstante, quizás algún día podría invocar espíritus de rangos superiores.

—¿Cómo se llaman los espíritus que son de clase superior a ti? ¿Y qué debo hacer para invocarlos? —seguí haciéndole preguntas a Lu, emocionada.

Intuyendo que la conversación se prolongaría, Lu voló sobre el escritorio y se sentó.

—Antes que nada, el método de invocación es el mismo para todos los espíritus. Mientras posea el círculo de invocación, y el maná y la afinidad sean suficientes, se puede invocar a cualquier espíritu. A menos que el espíritu se niegue. Pero en este momento la maestra…

—¿Qué pasa conmigo?

Incliné la cabeza hacia adelante, impaciente. Al mismo tiempo, por fin pude inferir la palabra que aparecía escrita en La historia de los espíritus.

Lo que se necesitaba era un círculo de invocación, maná y «afinidad».

—La maestra carece de maná —me explicó detalladamente sus palabras—. Tal vez sea porque todavía es joven, pero en comparación con su afinidad, le falta en gran cantidad.

—¿Me falta maná? ¿Qué clase de fenómeno es ese? —pregunté con entusiasmo.

—Si la afinidad es un recipiente que contiene el maná, entonces el maná es el agua que se concentra en él —me aclaró—. Cuanto más grande sea el recipiente y más agua contenga, puede invocar espíritus de rango alto.

Agua y un cuenco. Asentí con la cabeza.

—Ah, la maestra tiene mayor afinidad con los espíritus de luz. Por eso aparecí yo del círculo de invocación de espíritus de rango bajo. Originalmente, cuando se realiza una invocación por primera vez, se llama al espíritu con el que se tiene mayor compatibilidad.

—Y-Ya veo. —Me recliné en la silla, un tanto confundida por la información nueva.

Lu me miró y prosiguió.

—Los espíritus de rango medio se llaman Limie y los de rango alto, Ludion. Los espíritus de rango supremo se llaman Lonian. Y al rey de los espíritus se le conoce por el nombre de Luminas.

—Espera un momento, ¿Luminas…? —Ante su explicación, me volví a inclinar hacia adelante—. ¿Luminas no es el nombre del Dios de la Luz…?

Eso es lo que me han estado enseñando continuamente hasta ahora.

El primer dios, el más venerado aquí en Elmyrrh: Luminas, el Dios de la Luz. En el Imperio era adorado como un dios que traía la gloria y la victoria. También prosperidad para toda la creación, porque sin luz, ningún ser vivo podría vivir.

Incluso en este festival de primavera, oramos de todo corazón al Dios de la Luz con la esperanza de que el comienzo del año transcurra sin problemas.

Pero ¿su nombre coincidía con el del rey de los espíritus? De ninguna manera era una casualidad.

—Ah, así es como lo llaman hoy en día, ¿no? —Lu continuó con calma. El significado de sus palabras me asombró.

—E-Entonces, ¿no era así en el pasado?

Asintió ante mis palabras.

—Sí, ¿le cuento una vieja historia? —pronto empezó a hablar como si fuera un juglar—. Hace mucho tiempo, cuando el mundo todavía estaba sumido en el caos, Dios creó el día y la noche —escuchaba con atención sus palabras—. Y en él, nacieron los reyes espíritu. Los reyes amaban tanto al mundo que hicieron la tierra fértil y crearon bosques y mares a partir de sus cuerpos para que los seres vivos pudieran vivir. —Su voz poseía tal ritmo que parecía estar cantando—. Los humanos temían [2] profundamente a los reyes, a pesar de que a duras penas presenciaban la magnitud de su poder. A lo largo de los años, los nombres de los reyes han cambiado. Lord Luminas, por ejemplo, fue alguna vez el gobernante del día y, en algún otro momento, el enemigo de la noche. Ahora es conocido como el Dios de la Luz. Pero su cuerpo es el de un espíritu. Es nuestro noble y glorioso rey.

Nunca había estado tan sorprendida.

—E-Entonces, ¿qué hay de Selena, a quien el Imperio Idenbell considera el primer dios? ¿Todos los dioses son en realidad espíritus?

—No, no todos los dioses son espíritus. Sin embargo, como los dioses y los espíritus contemplan juntos el mundo, a menudo los humanos se confunden. —Dicho esto, agregó—: Es más fácil para los espíritus intervenir en la vida humana que para los dioses.

Era mucha más información de la que había leído en cualquier libro hasta ahora.

Luminas, quien yo siempre había creído ciegamente que era un dios, era en realidad un espíritu.

Debería haber formado un contrato con un espíritu antes, pensé.

Como si estuviera contenta de mi asombro, Lu comenzó a dar vueltas en el aire, emocionada de nuevo.

—Lord Luminas es famoso por ser la creación más hermosa del Dios Creador. Ah, el Dios Creador está por encima de todos los dioses. Aunque lord Luminas parece un hombre humano, su belleza es incomparable.

—¿Es la creación más hermosa del Dios Creador?

—Sí, tiene un cabello rubio platino brillante y unos hermosos ojos dorados que parecen contener la luz.

Me quedé atónita.

Habiendo observado a los espíritus hasta ahora, me di cuenta de que el concepto de belleza de los humanos y de los espíritus era similar.

Según el elogio de Lu, el Dios de la Luz era famoso entre los dioses por ser la creación más hermosa. Tenía un poco de curiosidad por saber cuán atractivo era.

Pero ¿cabello rubio platino y ojos dorados…?

De repente tuve una sensación extraña … Un extraño déjà vu [3]… Era como si alguna vez hubiera visto una persona así.

Pero ignoré esa sensación.

No puede ser.

Por más que pudiera ver a los espíritus, nunca había visto al rey de los espíritus.

Por cierto, ¿qué quiso decir Lu con «Antes incluso el rey de los espíritus»…?

La interrogué al respecto, pero simplemente negó con la cabeza, diciendo que había cometido un error al hablar. Al final, me rendí porque no parecía que fuera a responderme sin importar cuánto le insistiera. Además, había una cosa por la que tenía más curiosidad ahora mismo.

—Lu, quizás… —Comencé a decir mientras trataba de calmar mi corazón palpitante—. ¿Es posible que yo también pueda invocar al rey de los espíritus…?

Si fuera posible, sería genial.

Acababa de enterarme de la importante posición que ocupaba el rey de los espíritus. Pero si existía la posibilidad de poder formar un contrato con él, un espíritu venerado como un dios… ¿no podría vengarme del Imperio Idenbell?

En el libro La historia de los espíritus se explicaba que el espíritu que hacía un contrato con un humano haría todo lo posible para cumplir los deseos del contratista a cambio de permanecer en el mundo real.

Por favor, por favor.

Ansiaba de todo corazón una respuesta positiva por parte de Lu. Sin embargo, por desgracia, negó con la cabeza.

—Nunca ha habido ni una sola persona en el mundo que convocara al rey de los espíritus.

—¿Qué? ¿P-Por qué?

—Por el maná —me dio una respuesta sencilla e inesperada.

—¿El maná? —Me dejó sin palabras.

—Sí. No importa cuán grande sea el recipiente, si no hay suficiente agua, el espíritu no puede ser invocado. Esa es la ley del mundo de los espíritus. Es imposible que los humanos tengan el maná necesario para invocar al rey de los espíritus.

Sus palabras me entristecieron al instante.

—Incluso si tomara prestado el poder de una piedra mágica a la hora de invocarlo, ¿seguiría siendo insuficiente? —volví a preguntarle, siendo incapaz de renunciar a mi deseo.

—La piedra mágica es solo una ayuda. Puede compensar un poco la falta de maná en el momento de invocar a un espíritu de rango medio o de rango alto, pero nada más que eso —respondió con firmeza.

Cierto…

Era imposible que pudiera invocar tan fácilmente a un espíritu tan importante como él. Pero quizás porque tenía un poquito de esperanza en mi corazón, me deprimí más de lo que esperaba.

Luminas…, lo medité a fondo, el Dios de la Luz.

Como he dicho antes, pasé días terribles en la oscuridad, así que ahora me gustaba mucho la luz. Para ser precisos, cuando me encontraba en un lugar oscuro y estrecho, revivía mi trauma. Por eso siempre buscaba un lugar con buena iluminación.

Ni siquiera rechazaba el hecho de haber cambiado de religión, venerando al Dios de la Luz, al haber renacido como la princesa del Imperio Elmyrrh. Porque la existencia de la luz era simplemente buena.

Sin embargo, el dios que conocía hasta ahora no era en realidad un dios. Era el rey de los espíritus que siempre han estado a mi lado.

Por alguna razón, se sentía familiar. Como si siempre hubiera estado conmigo.

Apoyé la barbilla e imaginé a Luminas.

Por otro lado, de repente se me ocurrió una idea para el Festival de Primavera.

Según Lu, el Festival de Primavera en realidad era una festividad para rezar al rey de los espíritus de la luz, ¿cierto?

Al mismo tiempo, recordé que mi madre estaba preocupada porque no había ningún evento interesado para el festival.

¿No hay nada en lo que pueda ayudarla?

Pude sentir cómo mi cabeza trabajaba con rapidez.

Hasta ahora todos interpretaban a Luminas como el Dios de la Luz. No obstante, según Lu, era el rey de los espíritus.

Ahí capté la pista.

¿Y si organizamos un evento para los espíritus en el Festival de Primavera?

Como resultado de observar continuamente a los espíritus, sabía que temían ser olvidados y les gustaban mucho los festivales bulliciosos.

No sabía cómo era Luminas, pero al menos si era un rey que se preocupaba por sus espíritus, se alegraría de ver el Festival de Primavera, donde se organizaban eventos dedicados a ellos.

Además, también mejoraría la percepción de las personas sobre los espíritus.

Actualmente, la gente considera a los espíritus como hadas que habitan en objetos primitivos como flores, bosques y árboles. Tal vez sea porque la cantidad de maestros de espíritus ha disminuido.

Yo también pensaba lo mismo antes de renacer y comenzar a vivir con los espíritus. No obstante, esta vez era diferente. Sabía qué eran los espíritus y que en realidad les gustaban las personas.

Si iba a convertirme en una maestra de espíritus en el futuro, necesitaba generar un poco más de conciencia sobre ellos entre la gente.

La idea fue desarrollándose poco a poco y, para no olvidarme de ella, busqué un papel y comencé a redactarla. Al cabo de poco, ya tenía preparado el borrador.

¡Hecho!

Miré el papel con un rostro alegre.

Fui muy cuidadosa escribiendo el proyecto. Para no parecer demasiado inteligente, usé el vocabulario propio de un niño de siete años.

La propuesta se veía bastante bien. Sobre todo, parecía que la originalidad que nunca antes había tenido podría atraer a muchas personas.

Si a mi madre le gustaba la propuesta, probablemente marcharía sin problemas.

Me sentía contenta después de mucho tiempo. Estos días he estado emocionada de solo pensar en los espíritus y mi venganza.

Mi madre era una persona que no mostraba por fuera sus sentimientos, incluso cuando se estaba excediendo demasiado. Por eso, si podía, quería brindarle un poco de mi ayuda.

Cerré los ojos y pensé.

Si puedo concluir mi venganza con éxito… No he meditado lo que haré después de eso… Pero, si es posible… quiero estar con mi nueva familia el mayor tiempo posible. Porque ellos fueron los que me hicieron volver a querer vivir cuando era una recién nacida.

Mi gratitud nunca sería suficiente para pagárselo.

Tiré de la cuerda de la campanilla y llamé a la sirvienta de afuera.

—¿Puedes enviar a alguien para comunicarle a mi madre que la visitaré?

—Entendido.

Despaché a la doncella y modifiqué el borrador varias veces.

Para comunicar que esta hermosa primavera ha llegado gracias a la presencia de los espíritus de las flores y los árboles, así como también del Dios de la Luz, ¿qué tal si hacemos una obra de arte o una obra de teatro basada en un cuento de hadas relacionado con los espíritus? Por supuesto, lo más importante será alabar al Dios de la Luz.

Mientras corregía la propuesta, la doncella volvió.

—Lo lamento… —habló con rostro preocupado—, pero su majestad la emperatriz se encuentra en el palacio imperial en este momento.

Ladeé la cabeza.


[1] Un ideograma es una imagen convencional o símbolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra, morfema o frase determinados, sin representar cada una de sus sílabas o fonemas.

[2] La palabra empleada aquí en coreano equivale a ‘temer’ en español, sin embargo, hace referencia al miedo reverencial y respetuoso que se siente por alguien que se admira mucho.

[3] Un déjà vu se trata de un suceso que se siente que ya ha sido vivido con anterioridad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido