Traducido por Herijo
Editado por Sakuya
Finalmente, el invierno llegó anticipadamente.
Después de las pruebas finales del semestre, comenzaban las vacaciones y todos los estudiantes normalmente volvían a sus residencias en la capital real o a los territorios de sus familias.
Antes de que cualquiera de mis compañeros de clase pudiera ver mis calificaciones con las observaciones del profesor, de que había obtenido los mejores resultados de todo el curso, destruí rápidamente todos mis exámenes. Mientras aguardaba la llegada de mi carruaje para recogerme, Zephyr y yo aprovechamos para conversar un poco.
—¿Regresarás al territorio de Kaldia?
—Sí. Todavía tengo mucho trabajo pendiente. Si no fuera por eso, preferiría no regresar.
—Debes estar bromeando. Siempre eres tan seria, Kaldia, que estoy seguro de que realmente deseas regresar para resolver todas las tareas pendientes.
Zephyr se rio de su propia broma, mientras yo me limité a encoger los hombros y esbozar una sonrisa.
La realidad es que no tenía muchas tareas pendientes, ya que las había manejado mientras me recuperaba de mis antiguas heridas. Aunque no estuve en Kaldia durante la mayor parte del año pasado, no permitiría que el trabajo se acumulara. Siempre lo gestionaría incluso desde la escuela, para evitar que se acumulara.
Zephyr parecía entender esto también, así que probablemente solo fue una broma casual de su parte.
—¿Y tú, Zephyr? ¿Te quedarás en la capital real?
—Yo también regresaré al territorio de Molton este invierno. El viaje es tan largo que resulta bastante tedioso, pero mi hermano menor Lucius me espera ahí. Además… cuando Lucius entre en la escuela noble el próximo año, creo que tendré menos oportunidades de regresar a casa.
Aún nos quedan dos años antes de graduarnos. Tal vez Zephyr planeaba no ver su tierra natal durante los siguientes dos años, ya que ahora había una expresión nostálgica y melancólica en sus ojos.
—El territorio de Molton es verdaderamente hermoso. Las montañas blancas de Amon Albus están cerca, por lo que las rocas también son blancas y hay una variedad de flores silvestres de colores vivos. Me encantaría que me visitaras y, aunque me cuesta admitirlo, que visitaras a mi padre también, ya que eres una de sus mejores amigas. Está realmente lejos de la capital real, así que supongo que sería difícil para ti aceptar, ¿verdad? Incluso si no vuelvo en dos años después de esto, me gustaría mostrarte el lugar una vez que nos graduemos de la escuela noble.
Sonreí lo más ampliamente que pude mientras escuchaba a Zephyr.
—La guerra finalmente ha concluido. En dos años, creo que mi territorio se habrá recuperado por completo. Así que sería agradable tomarme unas vacaciones en algún lugar en ese momento. El primer lugar que me gustaría visitar… Creo que el territorio de un amigo cercano suena como una gran idea.
—¡Estupendo! ¡Eso suena como las mejores vacaciones! ¿Me llevarás contigo?
—No tengo problema con eso, pero ¿cuántos meses piensas pasar en los viajes entre los territorios de Molton y Kaldia?
Zephyr pareció sorprendido por mi respuesta y se quedó en silencio por un momento.
Luego, estallamos en carcajadas casi al unísono. Los otros estudiantes a nuestro alrededor, quienes mantenían una prudente distancia de mí, parecían mirarnos con expresiones desconcertadas, pero les ignoré y seguí riendo junto a Zephyr.
Incluso ahora, apenas puedo creer que pueda disfrutar de este modo, riendo por una broma y divirtiéndome junto a un compañero de clase. Ni siquiera consideré la posibilidad cuando crucé por primera vez la puerta de esta escuela.
El número de personas con las que podía relajarme era realmente limitado. Aparte de Zephyr, solo estaban Ratoka, quien conocía casi todos mis secretos, y Tira, Reka y Athrun de la tribu Shiru, los niños con los que compartí mi infancia.
Aunque ambos somos nobles, Zephyr parecía haberse convertido en alguien con quien podía relajarme y disfrutar, al igual que Ratoka y los demás, a pesar de que apenas lo conocía en comparación con ellos. Qué inverosímil.
Como era de esperar, ¿será porque la forma de hablar y bromear de Zephyr parecía tan similar a la suya? Aunque ya no podía recordar claramente su voz, parecía que fragmentos de él aún permanecían arraigados en el fondo de mi corazón.
Fue cuando estaba a punto de nevar lo más fuerte del año en la región de Jugfena, que finalmente regresó el embajador de paz de Arxia a Rindarl. Con el tratado de paz finalmente completado y firmado, la capital real estaba increíblemente animada este año, a pesar de que el invierno solía ser su temporada más tranquila.
Aunque el regreso victorioso del ejército real ya había causado un gran revuelo, en realidad se enviaron segundas invitaciones para otra celebración de la victoria. Solo pude sonreír de manera incrédula ante esto, asombrada.
Arxia había establecido muchas condiciones para que Rindarl buscase la paz. Se prohibía la esclavitud. A Rindarl se le prohibía recibir inmigrantes de los países del sur. Se estableció un límite máximo para los gastos militares de Rindarl. Además, se estableció un arancel para que comerciara con los países del sur. El embajador de la Unión Rindarl en Arxia pagó una gran suma de dinero como compensación a Arxia. Aparte de esto, también se obtuvieron innumerables otras condiciones.
Al parecer, en el “Palacio Real” de Arxia, la nueva forma de pensar predominante era que ahora, con un país como la Unión Rindarl que era tan grande y poderoso como Arxia, tener una política de no interferencia ya no era factible. A pesar de las voces conservadoras en la Cámara de los Lores en contra de los cambios en la política aislacionista de Arxia, Arxia logró presionar con éxito estas exigentes condiciones de paz que básicamente equivalían a empujar la cabeza de alguien contra el suelo.
En la larga historia de Arxia, esta fue la primera vez que “controlamos” lo que se consideraba una sociedad herética.
Solo un ciudadano de Rindarl vino a Arxia junto con nuestro embajador de paz. Esta era información que probablemente ni siquiera el Conde Terejia conocía aún.
Otra de las condiciones de paz había sido que Rindarl enviara un rehén real a Arxia. La elegida para este propósito era Emilia Yuriel De La Rindarl.
Ella era tanto la princesa del antiguo Reino de Rindarl como la hija del actual Archiduque de la Unión Rindarl. Era la única hija del Archiduque del antiguo Reino de Rindarl que había sido establecido como líder del gobierno títere de los cuatro Ducados unidos…
Y también era la heroína de cierto juego otome en mi memoria, que potencialmente era una persona que podía influir dramáticamente en mi destino y hacer que mi vida se desviara por completo.
Conclusión del Acto 3.