Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 215: La primavera en Kaldia (11)

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


Fue en el momento en que la nieve se había derretido y las flores silvestres comenzaban a brotar, cuando el hermano de Claudia, Nathanael, llegó a Kaldia.

Después de algunos saludos, lo escolté al pueblo de los nuevos ciudadanos, visible desde la mansión en la que nos encontrábamos.

Tras caminar un rato por una calle repentinamente animada, bajo la mirada curiosa de los ciudadanos, Nathanael expresó:

—Hmm, ya veo. Así que este es el pueblo que la gente de Artolas construyó. Aun así, no puedo creer que un pueblo tan espléndido haya sido establecido en solo unos años… es verdaderamente asombroso.

Asintiendo con un toque de vergüenza, respondí:

—En efecto, es una de las cosas de las que Kaldia está orgullosa. A pesar de no estar acostumbrados a su nuevo entorno, todos hicieron un excelente trabajo.

Para mantener la compostura, hice todo lo posible por ignorar el hecho de que una chica, que estaba deshierbando el campo a nuestro lado, se levantó de repente y corrió a otro lugar. Ugh… Estoy segura de que esto se esparcirá por todo el pueblo ahora que me han oído…

—He oído que muchas de las excelentes tropas de Kaldia ayudaron en la construcción, ¿es cierto?

—Mmm… ah, sí. El ejército participó en gran parte de la construcción.

El ejército de Kaldia fue utilizado en el desarrollo de este pueblo desde el inicio. Posteriormente, los soldados de la tribu Shiru también se unieron a la construcción. Incluso en la actualidad, el ejército sería el primero en actuar si hay alguna expansión o reconstrucción, o incluso trabajos de cultivo y riego dentro del territorio. Es por eso que las habilidades de construcción del ejército de Kaldia son reconocidas.

La mayoría de los hombres que vinieron de Artolas pertenecen a la tribu Shiru. Dado que la gente, como los agricultores Sellion, vive fuera de la meseta de Bandishia, fueron rápidamente atacados por las tropas Dansel. Es por eso que muchos hombres se sacrificaron para que las mujeres y niños pudieran escapar.

Esta es una de las principales razones por las que la tribu Shiru permaneció como guía para los nuevos ciudadanos, aunque también es en parte debido a su influencia durante el tiempo en que Artolas aún existía.

—Es un bonito pueblo. No solo por su grandiosa vista, sino porque su gente está en buena forma.

—Gracias.

Expresé sinceramente mi gratitud hacia él, quien sonreía al soltar un elogio. Realmente creo que es una persona sincera y destacada. No es que lo dudara, ya que es la persona a la que Claudia admira y en la confía plenamente. Más bien, es precisamente por cómo es él, que pienso así. No puedo predecir qué sucederá en el duelo que tiene pendiente con Oscar, si ganará o no. Todo lo que puedo hacer es observar y ver por mí misma. No puedo evitar sentirme nerviosa.

—Ahora bien, procedamos con el duelo.

De vuelta en la mansión, después de la presentación de Oscar, ambos reprimimos la urgencia que sentíamos mientras Nathanael se quitaba la camisa al pronunciar esas palabras. Esta sensación de agotamiento, es exactamente la misma que siento con Claudia. Como era de esperarse de los hermanos.

—Disculpa, ¿qué tal si almorzamos primero? Aún no has descansado de caminar por el pueblo.

—Ah, no hay problema. Además, mis movimientos se volverán torpes si como, así que es mejor hacer un poco de ejercicio ligero primero.

¿Ligero…? ¿Ligero? ¿No mencioné que es un duelo? Claramente indiqué en la carta que sería un “duelo”. Y, por supuesto, un duelo es un combate serio. No solo tiene un alto riesgo de lesión, sino que también hay una posibilidad de muerte involucrada. Sobre todo, el compromiso de Claudia está en juego aquí. No puedo pensar en ello como un simple ejercicio..

Mientras sentía incertidumbre, Nathanael se rio despreocupadamente de mí. En mi rostro se reflejaba una expresión confundida, como queriendo preguntar qué tiene de gracioso. A su lado estaba Claudia con la misma expresión. Ante esto, Oscar y yo bajamos los hombros resignados.

—Entiendo. Terminemos con eso primero. Pensaba usar el patio como terreno, ¿te parece bien?

—Sí, claro. No tardará mucho, así que no te preocupes.

Vi a Oscar mientras se envolvía casualmente alrededor de mi espalda. La espada que sostenía temblaba furiosamente mientras la apretaba. Bueno, parece que se siente menospreciado. Es lo mismo que decir “Luchar contra alguien como tú no tomará mucho tiempo”. Pero probablemente, no, estoy segura de que Nathanael no tenía malas intenciones. No siento que lo esté menospreciando.

Estoy segura de que Nathanael también es consciente de la diferencia en su fuerza, ya que Claudia garantizó su forma de hacer predicciones y su precisión. Aunque no pensé que fuera el tipo de persona que mostraría tal diferencia a su oponente, incluso si no lo dice con mala intención. ¿Qué estará pensando…?

Mi estómago empezó a pesar más y más debido a los nervios. Justo cuando iba a envolver inconscientemente mis manos alrededor de el, noté a Claudia, quien en ese momento estaba preparando su lanza y guantelete. Las manos que iban a envolver mi estómago casi sostuvieron mi cabeza en su lugar.

—Eh, Claudia… ¿Qué estás haciendo?

—¿Hmm? ¿A qué te refieres?

—Eh… ¿Por qué estás cogiendo tu arma si estamos a punto de comenzar su duelo?

—¿Por qué, dices? ¿No vamos a enfrentarnos juntos, Oscar y yo, a mi hermano?

Espera un minuto. ¿Qué acaba de decir? Es la primera vez que escucho eso. Mira, ¡Oscar, que probablemente siente lo mismo que yo, parece completamente atónito! ¡Aunque el duelo está a punto de comenzar, qué piensas hacer con esto!?

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