Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
—Ah, ¡este asunto debería terminarse ya…!
—Señorita Tiararose, sé cómo se siente, pero… es impropio.
—Quiero decir, ¡no sabía que el rey Saravia era alguien así!
Tiararose estaba rodando en la cama mientras gruñía, y recibía advertencias de Philiane.
Saravia, que se había acercado para decirle que estaba preparado para una batalla larga, permanecía en el castillo como un invitado. No había pasado un día sin que Tiararose tuviera que suspirar por su terquedad.
Cada vez que bebía té, él aparecía para unirse, y como era el rey de Sandrose, no podía tratarlo mal.
—En efecto, tampoco me gustan los hombres frívolos. Me pregunto qué es lo que está pensando cuando ya tiene a Su Majestad Aquasteed.
—¡Exacto! —Asintió Tiararose, mientras levantaba su cuerpo de la cama.
O, mejor dicho, ¿realmente está bien que se quede en Marineforest, otro reino, por tanto tiempo?
Ya que se había separado de sus concubinas mientras Tiararose y los demás viajaron a Lapis Lazuli, debería haber una gran conmoción en su país. En primer lugar, ¿era tan sencillo divorciarse?
Comenzó a sentirse mal, por lo que Philiane se acercó con té y bocadillos.
—Tome algo dulce y recupere la calma, Señorita Tiararose.
—Gracias, Philiane.
Tiararose tomó un macarrón de inmediato para colocar en su boca, y su dulzura le provocó una sonrisa. Se tomó su tiempo en comerlo, y todos los sentimientos de irritación se calmaron. En ese momento, una duda surgió en su mente.
En primer lugar, ¿para qué vino a Marineforest?
Dijo que quería la Flor de Tiararose, pero ella no creía que tuviera un valor tan grande como para que el rey mismo se acercara a buscarla.
Aunque es el mejor ingrediente para los dulces…
Era improbable que Saravia las quisiera para eso, y como se separó de sus concubinas, tampoco parecía quererla para regalársela a una mujer. Podría haberse quedado por Tiararose, ¿pero podía el rey de un país elegir hacer eso?
—Señorita Tiararose, ¿qué sucede?
Al ver a su señorita concentrada en sus pensamientos, Philiane inclinó la cabeza en confusión. Hace unos momentos había estado comiendo feliz el macarrón, pero ahora su humor había cambiado por completo.
Tiararose le dio una sonrisa a su acompañante y le contó lo que le preocupaba.
—El rey Saravia dijo que quería seducirme, pero creo que tiene otro motivo oculto.
—¿Eso significa que está usándola como una excusa?
—Sí. Quiero decir, no es realista que quiera hacerme su esposa…
Como un rey egoísta, era probable que la quisiera de verdad para sí, pero el verdadero propósito de Saravia parecía ser diferente.
—En efecto —dijo Philiane después de escuchar el razonamiento de Tiararose—. Sandrose es un gran reino, pero Marineforest no se queda atrás. Su Majestad Aquasteed es gentil, por lo que debería estar bien, pero si comete un error, podría terminar en un problema internacional.
¿Quiere que los países peleen entre sí solo para conseguirme? Pensó Tiararose, dándose cuenta en el mismo momento de que las palabras de Saravia sobre quererla eran mentira. Podría ser bueno investigar.
—Philiane, creo que podría ser una buena idea investigar los asuntos actuales de Sandrose. ¿Crees que haya alguien con conocimiento al respecto?
—Para eso… ¿No estuvo haciendo Elliot algo de investigación? No creo que Su Majestad Aquasteed lo deje sin hacer nada.
—¿Elliot? Hablando de él, no lo he visto en los últimos días…
Parece que ya estaba moviéndose para investigar el asunto de Sandrose.
—Vamos a la oficina de sir Aqua. Estoy segura de que Elliot estará allí.
—Sí. Haré los preparativos de inmediato.
—Por favor.
Philiane preparó una bufanda para Tiararose, y ambas dejaron el cuarto.
♦ ♦ ♦
Al llegar a la oficina, no solo se encontraron a los dos hombres, sino que Aishira también estaba presente. No la habían visto desde hace mucho tiempo.
—Ha pasado tiempo, señorita Tiararose.
—Señorita Aishira. Ha pasado tiempo. Parece encontrarse bien, estoy feliz de verla.
—Yo también —sonrió ella feliz al escucharla.
Aishira Pearland. Era la heroína de la continuación de “El anillo de Lapis Lazuli”, y la hija de un duque. Amaba a las Hadas del Mar, y actualmente estaba encargada de los mares de Marineforest. Tenía cabello celeste, y pupilas naranjas; una chica de dieciséis años en un tierno vestido rosa.
Amaba a Aquasteed y terminó dándole una poción de amor para conseguirlo, pero Aquasteed logró recuperarse y elegir a Tiararose.
Con un pasado como ese, Aishira rara vez visitaba el palacio. Por ello, era extremadamente raro que estuviera presente en este momento. Mientras Tiararose se preguntaba qué estaba sucediendo, Aishira comenzó a hablar.
—En realidad, estaba algo preocupada sobre los asuntos de Sandrose.
—¿Sandrose? Yo también, por eso vine aquí a hablar.
Al parecer, la razón de la visita de Aishira era la misma que la suya.
—¿Tiara también? En ese caso, llegaste en el momento preciso. Estaba a punto de llamarte. Vamos a sentarnos un momento.
—Sí.
Tiararose se sentó a un lado de Aquasteed, y le indicaron a Aishira que se sentara delante. Elliot había preparado los documentos, mientras Philiane preparaba el té para todos.
—Hice que Elliot investigara al rey Saravia y Sandrose. Al parecer, Sandrose está enfrentándose a un gran problema ahora mismo.
—¿Problema?
—Yo explicaré eso —dijo Aishira con una expresión seria levantando su mano. Elliot alineó los documentos y ella continuó hablando—. Estaba algo preocupada por la manera en que las Hadas del Mar estuvieron actuando, así que estuve investigando hace tiempo.
—¿Las Hadas?
—Sí. Señorita Tiararose, también estará consciente de esto, pero hablo con ellas a menudo. En ese momento, les pregunté algo que me preocupaba.
La fuente de información de Aishira provenía de las Hadas del Mar. En efecto, no era extraño que poseyera conocimiento que los humanos no supieran.
Las hadas vivían en Marineforest y no visitaban el territorio de otros países… pero los mares estaban conectados. Probablemente fue así que descubrieron esto.
Deteniéndose por unos momentos, Aishira les reveló algo sorprendente.
—Al parecer, el oasis de Sandrose está comenzando a secarse poco a poco.
—¿Eh, el oasis?
En el gran desierto de Sandrose había un oasis de gran tamaño e importancia. La mayoría de las aldeas y villas fueron construidas en las cercanías, y se consideraba un lugar sagrado. Si lo que Aishira decía era cierto, el problema podría ser más severo de lo que Tiararose había imaginado.
¿El rey está lejos del país cuando sucede algo como esto?
A menos que tuviera un plan, debería serle difícil moverse de esta manera ante tal peligro. Al pensar en eso, Tiararose se dio cuenta de algo.
—¿Quizás, lo que el rey Saravia quiere de mí es…? ¿La protección divina de la Reina Hada del Mar?
Usando el poder de Tiararose, era posible hacer que el agua del oasis fuera restaurada. Si ese fuera el caso, entonces tendría sentido por qué el rey había forzado su camino en el castillo.
—Es natural pensar de esa manera… Aunque para mí en verdad quiere a Tiara para sí mismo.
—Sir Aqua…
Aquasteed estaba diciendo que por más que su propósito original podría haber sido revivir el oasis, no le extrañaría saber que terminó siendo encantado por Tiararose después de conocerla. Saravia podía parecer frívolo, pero era difícil ver sus verdaderas intenciones y eran aún más difíciles de entender.
—Está bien —le dijo con una sonrisa mientras acariciaba su cabello con suavidad—. No te entregaré a Sandrose. Hice que Elliot realizara varias investigaciones.
—Debe haber sido difícil.
Elliot le dio una sonrisa irónica al escucharla, y procedió a explicar la situación.
—Es como la señorita Aishira dijo, el oasis de Sandrose comenzó a secarse. Sin embargo, al parecer, aunque el nivel del agua ha bajado, no hay muchas personas que se hayan dado cuenta. Es probable que solo lo notara el rey Saravia y algunas personas más.
—Por ello, no puede hacer ningún movimiento oficial, ¿huh?
Si fuera a desplegar a una gran cantidad de gente para investigar abiertamente, los ciudadanos terminarían enterándose de la situación. No obstante, si Saravia se movía por su cuenta, nadie adivinaría lo qué estaba planeando.
Siendo que los ciudadanos conocían su comportamiento de mujeriego frívolo, probablemente terminarían pensando que solo estaba pasando el tiempo persiguiendo mujeres en otro país.
Aun así, todo esto solo eran conjeturas basadas en las acciones de Saravia, y podrían no ser verdad.
—En efecto —dijo Elliot con una sonrisa mientras revelaba su hipótesis—. El rey Saravia podría verse como una persona perezosa a primera vista, pero también es cierto que posee poder en el reino Sandrose. Fue coronado hace tres años, y los asuntos internos no han mostrado un declive en ningún aspecto desde el cambio de gobierno.
—Aunque luce de esa manera, está haciendo su trabajo apropiadamente, ¿huh?
Era alguien que llamaba gatito a Tiararose con una sonrisa, pero que no reveló ni una abertura en su personalidad durante su conversación y competencia con Aquasteed.
El rey Saravia se está volviendo alguien cada vez más misterioso.
Por ahora, todo lo que podían hacer era observarlo, por lo que Tiararose solo pudo suspirar.
O…
—¿Debería excavar un poco en la situación? El rey Saravia me visita prácticamente todos los días…
Tiararose pensó que podría contarle algo si le preguntaba al respecto, pero Aquasteed la rechazó de inmediato.
—Tiara, ¿entiendes en qué tipo de situación te encuentras ahora? De hecho, realmente preferiría encerrarte en mi cuarto para que el rey no pueda ni siquiera verte. Por supuesto que no haré que te acerques por tu cuenta —dijo, inclinándose hacia su esposa. Estaban tan cerca que sus labios casi se tocaban, y ella no pudo evitar tragar con fuerza—. No te daré permiso, ¿entiendes? —Le advirtió Aquasteed, mientras entrecerraba los ojos, y Tiararose solo pudo asentir varias veces.
—¡S-Sí…!
Su corazón latía con fuerza, y como en realidad estaba feliz de no tener que hacerlo, Tiararose decidió ser obediente esta vez. Siempre que se movía por su cuenta, causaba que su esposo se preocupara.
—Sin embargo… Si esto continúa de esta manera, ¿no pasará un tiempo antes de que el asunto se pueda resolver? Sandrose es un gran país, así que estaba pensando que podríamos ayudarlos para ganar buena voluntad.
—Bueno, ese podría ser el caso, pero… Vamos a pensar en eso más tarde. Tiararose, por ahora no hagas nada.
—¡Sí!
Aquasteed parecía estar pensando en el problema con seriedad, así que Tiararose decidió dejarlo, cuando fue besada de repente.
—¡¿S-Sir Aqua?! ¡¿Por qué está haciendo algo tan repentino en un lugar así…?! ¡Todos están en la oficina! —Gritó Tiararose ansiosa, y Aquasteed sonrió.
—¿Es así? —Dijo, mirando el cuarto.
—Quiero decir… ¿Eh? ¡¿No hay nadie?!
—Elliot está ocupado con algo, Philiane se retiró, y la señorita Aishira hizo una reverencia y se retiró para preguntarles a las hadas sobre el asunto —dijo Aquasteed—. Como Saravia ha estado visitándote a menudo por la tarde, ya no tenemos tanto tiempo para pasar juntos. Probablemente sea por ello que Elliot y los demás decidieron ser considerados.
Tiararose pensó en ello, ¡pero estaban en el medio de una conversación importante! Por otro lado, era cierto que no podrían llegar a ninguna conclusión solo hablando. Al final, frunció el ceño y se inclinó contra su esposo mientras le daba una mirada mimada.
—En ese caso… Me permitiré ser mimada. Es difícil lidiar con el rey Saravia, después de todo.
Él le daba miradas románticas, y era el rey de un país extranjero, así que tenía que ser cuidadosa con cada interacción que tenían. Había varias ocasiones en las que quería gritarle con furia para que se detuviera de inmediato.
—¿Debería sacarlo de una patada? —Le preguntó Aquasteed al ver su estado.
—¿Eh?
—Es cierto que es el rey de Sandrose, pero no pretendo perdonarlo por ser la causa de tu infelicidad. Tiara, Marineforest no es inferior a Sandrose en ningún aspecto.
No podía saber si Aquasteed estaba siendo serio o no.
Después de todo, luce preparado para hacerlo.
O, mejor dicho, si el asunto con Tiararose empeoraba… Definitivamente lo haría.
Me hace extremadamente feliz escucharlo decir eso.
—Entiendo que lo dices por mi bien, pero no deberías involucrar al país.
—Es digno de ti decir eso, Tiara… Lo entiendo. Te protegeré para que no haya problemas. Sin embargo, por favor, dime si algo te molesta o te pone incómoda.
—Sí.
Ya que Aquasteed dijo que la protegería, definitivamente lo haría. Se sentía tan a salvo que los sentimientos de inseguridad desaparecieron.
Aquasteed protegería a este país y a ella.
Quiero dar mi mejor esfuerzo por Sir Aqua, que siempre me está apoyando, pensó Tiararose mientras sostenía con fuerza la mano de su esposo.
Muchas gracias ❤️🥰
Me encanto
Nuevas aventuras vendrán y un nuevo viaje supongo
Muchas Gracias por su esfuerzo y tiempo.
Adoro a Tiara y a Aqua, me muero por saber que es realmente lo que trama el rey vecino!!!