Traducido por Sharon
Editado por Sakuya
— ¿Hmm?
Tiararose tarareaba pensativa mientras hacía dulces en su cocina personal.
Algo estaba mal.
Por supuesto, la cocina en sí no tenía problemas. Aquasteed la había hecho para ella especialmente, así que no era una cocina ordinaria.
El problema eran los dulces.
—Como pensé, la cantidad de galletas que hice disminuyó un poco.
Cuando estaba por mover la segunda bandeja al plato, notó que en la primera bandeja, que se suponía que tenía diez galletas, ahora había ocho por alguna razón.
El extraño sentimiento que tuvo cuando estaba con Aquasteed el otro día era certero.
…Pero me pregunto cómo desaparecen.
Inclinó su cabeza, preguntándose sobre el extraño fenómeno. Era imposible que alguien entrara a su cuarto, y no había forma en que Philliane o las otras sirvientas hicieran algo como eso.
Así que no podía pensar en nadie más que en las Hadas.
—Pero las Hadas del Bosque me pedirían directamente.
En efecto, era incomprensible.
— ¿Señorita Tiararose?
—Ah, Philliane.
Philliane se asomó a la cocina después de escucharla. Tiararose tenía una sonrisa amarga al darse cuenta que había hablado con voz bastante inquieta, si Philliane, que nunca iba a la cocina, se acercó.
— ¿Sucede algo? —preguntó preocupada. Habían estado juntas desde pequeñas, así que decidió confiar en ella.
—Oh, cielos, ¿dice que están robando las galletas?
Aunque estaba sorprendida, Philliane creyó sus palabras sin dudarlo.
—No es algo que merezca ser robado… Como pensaba, ¿quizás fueron las Hadas? Pero normalmente no las tomarían sin pedirlo, ¿verdad?
—En efecto. Por eso es tan misterioso.
Las Hadas del Bosque amaban los dulces que Tiararose hacía. Sin embargo, no los tomaban sin antes avisarle.
Mientras pensaba en estas cosas, las ocho galletas se convirtieron en siete sin que se dieran cuenta.
Convencida de que algo estaba mal, Tiararose, junto con Philliane y su escolta Tarmo, se dirigieron afuera.
El pequeño jardín donde las rosas florecían era donde las Hadas del Bosque solían ir a jugar.
También era el lugar que Aquasteed hizo especialmente para Tiararose y donde nadie podía entrar sin permiso.
—Permaneceré aquí.
—Gracias.
Tarmo se quedó en la entrada del jardín, realizando su trabajo como guardia.
El jardín atrapaba la mirada fácilmente de quien lo mirara aunque no fuera muy grande. Su único propósito era funcionar como el lugar donde Tiararose y Aquasteed irían a tomar té.
Las fiestas de té donde Tiararose invitaba a señoritas siempre se realizaban en un jardín diferente mucho más grande.
Por ello, realmente era un espacio privado.
—Ah, allí están.
『 ¡Es la Princesa~!』
『 ¿Qué sucede~? ¡Vamos a jugar~!』
Mientras reían, las Hadas del Bosque presentes en el lugar se reunieron alrededor de Tiararose.
Estos pequeños seres que tenían el mismo color de cabello verde amaban las plantas… Y los dulces que hacía.
『 ¡Ah, son dulces~!』
Una de ellas descubrió de inmediato las galletas y la pidió. Por supuesto, no tenía problema porque las había traído para ellas, pero antes necesitaba confirmar algo.
Les pidió a las Hadas que esperaran y les preguntó sobre sus galletas perdidas.
『 ¡¿Ehh?! ¡¿Los dulces de Tiararose se perdieron?!』
『No sabemos nada. ¡Su Majestad se enoja con nosotras si las tomamos sin permiso!』
—Lo suponía. Gracias a todas.
…Como pensaba, no fueron las Hadas del Bosque.
En primer lugar, su Rey las retaría si hacían algo como eso. Si Keith hacía su trabajo apropiadamente, entonces no había forma de que las Hadas fueran las culpables.
—Entonces realmente no fueron las Hadas del Bosque.
—Sí. No obstante, las Hadas del Mar me odian, y no me relaciono mucho con las Hadas del Cielo…
Todas sus pistas desaparecieron. Pero era imposible que un humano las hubiera robado.
— ¿Qué le parece si le pregunta a Su Alteza?
—Pero el Príncipe Aqua está ocupado con su trabajo, no puedo permitirme molestarlo sólo por unos dulces perdidos.
Tiararose sacudió su cabeza ante la sugerencia de Philliane.
No quería molestar a su ocupado esposo con un asunto tan trivial. Era su forma de ser considerada. Pero ella es la única que piensa eso, la realidad es diferente.
Aquasteed quiere saberlo todo sobre Tiararose, y si ella tiene un problema, quiere que confíe en él.
Philliane, que sabe los sentimientos de Aquasteed, decidió consultarle.
…Por ahora, deberíamos reforzar la seguridad.
Miró de reojo a Tiararose, confirmando que ella seguía hablando con las Hadas antes de dirigirse hacia Tarmo y consultarle sobre la seguridad de su Señora. El jardín no era muy grande así que tuvo que hablarle en susurros.
— ¿Sucede algo?
— ¿Pasó algo extraño alrededor de la Señorita Tiararose?
Sorprendido, Tarmo intentó recordar cómo Tiararose actuó durante los últimos días para responder. Aunque, no había pasado nada raro durante su deber, así que sacudió su cabeza mientras respondía.
— ¿Quizás le preocupa algo?
—Sí. Todavía no estoy segura si es un verdadero problema, pero algo extraño sucedió. Por favor obsérvela cuidadosamente.
—Entendido.
Tarmo asintió ante las palabras de Philliane.
Ella podría haberle explicado sobre los dulces perdidos, pero eso haría que las medidas de seguridad se concentraran demasiado en un punto. Sería un problema si se enfocaran en su inseguridad cuando el problema podría ser más serio.
Debían elevar la seguridad en todo el ambiente de Tiararose.
Philliane relajó su cuerpo, sintiéndose aliviada.
—Philliane, ¿ya le has avisado de esto a Su Alteza?
—No, lo noté hace poco. El Príncipe todavía no fue informado, pero… La Señorita Tiararose podría no decirle porque no quiere preocuparlo.
—Ya veo.
…Tarmo probablemente le advierta.
Ahora mismo, él es la escolta exclusiva de Tiararose, pero normalmente ayudaba a Aquasteed. Ciertamente, era mucho más capaz en su trabajo que Philliane.
Lo único que faltaba era dejarle todo a Aquasteed. Seguramente haría algo al respecto.
Sabía que aunque Tiararose no le dijera, él le haría confesar de forma dulce y cuidadosa.
Sólo imaginarlo le hacía sentir bien, pero Philliane pensó que probablemente en la realidad era mucho más dulce.
♦ ♦ ♦
Cuando llegó la noche, Aquasteed regresó con Tiararose.
Había recibido el reporte de Tarmo durante la tarde, así que ahora estaba esperando ansioso la reacción de su linda esposa.
—Bienvenido de regreso.
—Estoy de vuelta.
Tiararose, que estaba cociendo hasta hace poco, le dio la bienvenida con una sonrisa.
—Lamento llegar tarde.
—No te preocupes. Trabajaste duro.
Los labios de Aquasteed tocaron su mejilla mientras la envolvía en un abrazo. Siempre se recargaba de Tiararose en el momento en que llegaba.
Especialmente hoy que su trabajo se extendió. Normalmente ya estarían pasando el tiempo relajados juntos a esta hora.
…Pero no tuve opción porque era sobre la seguridad de Tiararose.
No planeaba posponer las cosas hasta el día siguiente. Si alguien notaba algo extraño, entonces debía actuar de inmediato.
— ¿Sucedió algo hoy?
—No, todo lo que hice fue ajustar más vestidos y cocinar algunos dulces.
—Ya veo.
Tiararose sonrió mientras decía que no había nada malo, sin querer decirle lo que sucedió durante la tarde.
…En serio, ella es demasiado adorable.
Pensando en un plan para hacerla confesar, sintió ganas de hacer una travesura. Quizás fue un mal movimiento que hubiera sonreído de lado, porque Tiararose tembló por un momento.
— ¿P-Príncipe Aqua…?
— ¿Hmm?
Reaccionando a su voz, él sonrió y palmeó su hermoso cabello.
Elevó sus labios como si nada pasara, al mismo tiempo que extendía su mano hacia la puerta que conectaba con el dormitorio. Todavía era algo temprano para que fueran a dormir…
— ¡U-Umm!
— ¿Qué sucede, Tiara?
Sus mejillas estaban teñidas de rojo mientras Aquasteed la atrapaba entre sus brazos.
… ¡Definitivamente sabe lo que sucedió!
Después de ver sus acciones, Tiararose se convenció de que sabía lo sucedido en la tarde. De otra forma, no había forma en que la llevara al dormitorio cuando acababa de llegar.
Su intuición le decía que la mimaría hasta que confesara todo.
—L-La verdad es que, durante la tarde…
— ¿Qué, ya vas a confesar?
—Por favor no lo digas como si estuvieras decepcionado…
—En realidad, planeaba mimarte —dijo Aquasteed mientras reía.
Sin otra opción, se sentó en el sofá para escucharla.
—…Es lo que pasó.
—Dulces, ¿eh? En efecto, pareciera que las Hadas lo hicieron.
—Estoy de acuerdo. Pero las Hada del Bosque nunca harían algo como eso…
Asintiendo ante sus palabras, Aquasteed estuvo de acuerdo de inmediato.
… ¿Serán las Hadas del Mar?
Pensó que serían las sospechosas más probables, mientras ideaba una forma de confirmarlo.
Si fueran las Hadas del Cielo, Aquasteed que tenía su bendición podría contactarlas de inmediato, y ellas no eran del tipo que harían algo como eso.
—Voy a investigarlo, así que no te preocupes por nada, Tiara.
—Príncipe Aqua… Pero ya estás muy ocupado con tu trabajo. Que mis galletas se pierdan no es tan importante.
—No, tu cocina también es de mi propiedad.
Aquasteed acarició las mejillas de Tiararose mientras ella se reía, pensando que se sentía celoso por las galletas. Entonces él comenzó a besarla, acariciando su cabeza como si intentara tranquilizarla.
…Necesito arreglar esto antes de que las cosas se vuelvan demasiado serias.
Quería resolverlo rápidamente mientras Tiararose siguiera pensando que era un problema de galletas. Aquasteed quería evitar que las cosas empeoraran.
Sería difícil, pero no quería que nadie molestara su tiempo con Tiararose.
♦♦♦
Sin embargo, unos días después, el incidente tomó una dirección inesperada.
Tiararose misma observó cómo las galletas desaparecían.
— ¡¿Ehhh?!
En el lavabo de la cocina apareció el rostro de un Hada del Mar tomando una galleta…
Maldición ya tuvieron su noche de pasión y no me invitaron, quería una descripción a detalle pero como siempre nada es perfecto en la vida.
Ehhhhhh me disculpo con Keith x q yo juraba y perjuraba q era el culpable 😳😳😳 umm entonces las hadas del mar están interesadas en los dulces de Tiara pero como le dijeron q la odiaban no se acercaron a pedir y los robaron 😮😮😮
Gracias por la droga 😆😆😆
Ohh acabo de caer que “ser mimada” significa “hacer eso”
Que inocente de mi parte!
Ooomaigaaa
Tu crees que ya lo hicieron? O sea, son marido y mujer, pero su nivel de inocencia es muy alto! Tiararose moriria de verguenza o su corazon explotaria.
O talves las inocentes eramos nosotras…
demonios eran las hadas dle mar yo juraba que era keith quien las tomaba en secreto