Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
Al mismo tiempo que Tiararose se dirigía a obtener el Anillo del Rey Hada del Bosque, Aquasteed iba hacia el Cuarto Sellado del Rey para encontrarse con Pheles.
Liliarge, Elliot, Olivia y Levy lo acompañan. Él llevaba a Lilia, quien tenía el brazalete.
—Vinimos aquí antes, así que no tendremos problemas para encontrarlo.
—Sí.
Elliot caminó adelante con confianza. Levy estaba en la retaguardia, listo por si algo inesperado sucedía.
Quizás, todos se sentían incómodos, porque ninguno habló mientras caminaban. Liliarge se aferró al brazalete como si estuviera orando, y como era quien la llevaba, Aquasteed fue el único que notó que temblaba.
¿Qué pasará ahora?
¿Pheles, el Primer Rey del país, seguirá en el mismo estado? ¿O se habrá transformado en algo diferente…? Tales preocupaciones plagaban la mente de Aquasteed.
—No lo sé, pero el aire parece más pesado que la última vez. Olivia, ¿tienes frío?
—No, estoy bien. En realidad, creo que tengo algo de calor por toda esta emoción.
—Es bueno escucharlo.
Justo antes de alcanzar su destino, Levy, que estuvo en silencio hasta ahora, abrió la boca. Estaba preocupado por Olivia, pero también añadió que sentía algo diferente esta vez.
Aquasteed también lo sentía. Y como Levy es fuerte, esto sólo confirmó sus sospechas.
Llegaron rápidamente a la puerta del Cuarto Sellado del Rey.
Es una puerta extravagante con grabados de Hadas y dos lámparas que lucen como flores a los lados. La puerta era igual, pero había algo en el aire que les causaba escalofríos.
—Aquasteed, por favor, abre rápido. ¡Pheles está ahí…!
—Por favor, tranquilícese, Reina Liliarge.
Le pasó el animal a Olivia, e hizo que Elliot retrocediera para poder abrir la puerta por sí mismo.
— ¡Pheles!
Liliarge intentó avanzar de inmediato, pero Olivia y Levy la detuvieron. Quería escapar de sus brazos, pero Olivia era más fuerte de lo que esperaba y no la soltó.
Pheles estaba de pie dentro.
Tenía una larga capa blanca y ropas blancas con varios accesorios. Había algo mítico en su apariencia, pero los estaba mirando hacia abajo.
Y el aire se sentía opresivo. Pheles abrió la boca lentamente y miró hacia la entrada.
—Lilia, ¿por qué me dejaste?
— ¡Pheles! ¡Lo hice para salvarte! —Había traído el brazalete para él. Estaba a punto de decirlo, pero se detuvo y jadeó —ha llegado hasta este punto… —dijo con la voz temblorosa.
Había pensado que todavía mantenía su conciencia, pero, al parecer, Pheles ya estaba inestable.
Cuando los miró, sus ojos…habían cambiado de dorado a negro.
¿Es el efecto por perder el control?
Se preguntó si sería posible que Pheles usara el brazalete en este estado. Claramente no estaba en sus cabales, y podría rehusarse a usarlo.
Aquasteed dio un paso adelante y atravesó la puerta. Fue entonces que Pheles desenvainó.
—Aunque seas mi descendiente, no te perdonaré por intentar robarme a Lilia.
— ¡Estás equivocado, Pheles! ¡Por favor, escúchame!
Liliarge elevó su voz, pero no alcanzó a su esposo. Sus ojos sin color estaban fijos en Aquasteed.
— ¿Q-Qué deberíamos hacer ahora? No parece que podamos hacerlo usar el brazalete…
—En efecto. ¿El Rey Pheles es bueno con la espada?
Elliot se preguntó si habría alguna forma en que pudieran colocarle el accesorio, pero no se le ocurrió nada. Entonces, Olivia preguntó sobre la habilidad de Pheles.
—Creo que es muy bueno. Mientras Aquasteed es un maestro espadachín, el hecho de que no intentará dañar al Rey Pheles lo pone en desventaja —dijo Levy, mientras observaba a Pheles estar en guardia. Además, el Primer Rey tiene el poder de los Reyes Hada que lo convierte en el Rey del Cielo Estrellado. Quizás su magia fuera más peligrosa que su espada.
—La pelea cambiará drásticamente dependiendo si intentas capturar o matar. Si fuera capaz de atacar sin piedad, podría ganar… —dijo Levy.
—A pesar de todo, no puede atacar al Rey Pheles… ¡Oh! —Olivia se detuvo y elevó su voz sorprendida. Pheles, que estaba señalando con la espada a Aquasteed, comenzó a moverse.
El príncipe heredero bloqueó el ataque con su espada, pero no pudo más que defenderse.
— ¡Rey Pheles, la Reina Liliarge está justo aquí!
— ¡Pheles!
Aquasteed le gritó que bajara la espada, sin embargo, Pheles no parecía estar escuchando, y sus ataques no se detuvieron. Movió su espada con movimientos suaves y hábiles en un viejo arte que ya no se usaba.
Es fuerte.
En una batalla defensiva no duraría mucho. El estoque repetía los ataques sin descanso. Si eso fuera todo, Aquasteed podría arreglárselas de algún modo, sin embargo, la espada tenía magia que aumentaba su velocidad.
El arma cortó a través del aire y envió hojas invisibles hacia Aquasteed que no pudo bloquear. Cortes superficiales pero claros aparecieron en su mejilla, brazos y piernas.
— ¡Pheles, detente…! ¡Aquasteed, serás asesinado si esto continúa! —Gritó Liliarge, incapaz de soportarlo más. Estaba tan preocupada de que Aquasteed pudiera ser asesinado si seguía defendiéndose…
— ¡Lo sé! Lo sé, pero…
Aun así, Aquasteed no mostraba signos de querer atacar. El motivo era…que juró no traicionarlo. Era uno de los requisitos para hacer el Anillo del Cielo Estrellado para Tiararose.
Debido a esto, planeaba ayudarlo a recuperar sus sentidos sin atacarlo. Le llamó varias veces, pero no sabía si Pheles estaba escuchando.
— ¡Rey Pheles, regresa a tus sentidos!
—Pheles, Aquasteed…Señorita Olivia, déjame ir con Pheles.
— ¡Ahh!
Decidiéndose, Liliarge saltó de los brazos de Olivia y escapó. Fue tan repentino que ella no pudo reaccionar. Gritó el nombre de la Reina y extendió su mano, pero era demasiado tarde.
Sujetaba el brazalete en su boca con firmeza, mientras su pequeño cuerpo aterrizaba en el suelo. Entonces, corrió rápidamente hacia Aquasteed y Pheles. Sus piernas golpearon el suelo al saltar para alcanzar la cabeza de Aquasteed.
— ¡¿Reina Liliarge?!
Ella ignoró los sonidos del metal golpeando, y miró el rostro de su esposo.
—Pheles, ¿no regresarás a pesar de que estoy tan cerca de ti? Estoy triste. Aun así, voy a ayudarte.
— ¿Cómo vas a hacer eso…?
—Tengo una idea. Toma el brazalete.
Puso el accesorio en la cabeza de Aquasteed, y cuando Pheles retrajo su espada, saltó.
— ¡¿Qué?!
— ¡Pheles!
El cuerpo suave de Liliarge aterrizó en el rostro del Primer Rey.
Fue tan repentino que todos quedaron sin palabras. Nadie había esperado que usara un método tan brusco. Sin embargo, parecía funcionar, porque Pheles dejó de moverse.
Aquasteed dio un salto para atrás y creó distancia entre ambos. Entonces, repentinamente, el cuerpo de Liliarge pareció crecer y su pelaje a expandirse.
— ¿Q-Qué está sucediendo, príncipe Aquasteed?
—No lo sé. Pero si hay algún momento para actuar, es ahora.
Pheles estaba intentando retirar a Liliarge de su rostro, pero sus movimientos parecían debilitarse, mientras el cuerpo de su mujer crecía.
— ¡Esta persona es la esposa que amaste! ¡Por favor, regresa!
Aquasteed esperó una abertura y rápidamente puso el brazalete en la muñeca de Pheles. Orando, esperó desesperadamente que pudiera reconocer a Liliarge.
Una vez que ella vio el accesorio, se movió y aterrizó en el suelo.
— ¿Rey Pheles…?
—Aquasteed, ¿eres tú?
—Bien, ha regresado.
Cuando Pheles llamó su nombre, sus ojos volvieron a ser del dorado usual. Entonces, miró a donde Liliarge yacía acostada en el suelo, y se sorprendió. Al principio tenía un tamaño pequeño perfecto para llevar, pero ahora tenía un metro de alto y parecía seguir creciendo.
Aquasteed sintió que la situación era peligrosa, pero decidió observarlos.
Pheles cayó en sus rodillas y sostuvo el cuerpo de su esposa en sus brazos.
—Ahh, Lilia…así que has tomado el peso de mi poder. Pero tu cuerpo ya está en su límite.
— ¿Límite?
—Sí. Lilia y yo estuvimos aquí todo el tiempo. Ella tomó el poder que no pude controlar, pero no lo soportó. Hace mucho que alcanzó sus límites.
Mientras Pheles sufría, Liliarge continuó absorbiendo su poder desbordante en su Anillo. Después de un tiempo, borró a la persona que una vez fue.
—Lilia absorbió demasiado de mi poder y eso la convirtió en un monstruo. Ya no tiene la apariencia de un humano, pero su corazón sigue siendo gentil…sigue siendo Lilia.
—Rey Pheles… ¿Eso significa…?
‘Un monstruo fue sellado en el Cuarto Sellado del Rey’. Esas palabras regresaron a la mente de Aquasteed.
En ese momento, se dio cuenta de que se refería a Liliarge. La Primera Reina era el monstruo. Si ese era el caso, tenía sentido que hubiera pocos registros y retratos de los primeros Reyes.
Un Rey cuya existencia fue borrada.
Sus súbditos debieron haber intentado asesinarlos cuando se dieron cuenta de que sus gobernantes ya no eran humanos. En otras palabras, las personas en quien confiaba lo traicionaron.
Por eso me hizo hacer esa promesa.
¿La única persona en la que confiaba ahora era Liliarge?
—Sí. Lilia es el monstruo que fue sellado aquí —dijo Pheles en tono triste.
Entonces, Lilia dejó escapar un rugido aterrador. El aire se sacudió y una presión sofocante los rodeó. Cuando su cuerpo creció, los trazos del lindo animal desaparecieron, y ella se transformó en lo que sólo podía describirse como un monstruo.
— ¡Lilia!
— ¡Rey Pheles, es peligroso!
Aquasteed agarró el brazo de Pheles cuando el viejo Rey gritó desesperadamente y lo separó hacia donde Elliot y los demás los esperaban. Quizás fuera un efecto de haber absorbido el poder de Pheles, pero ahora Liliarge había perdido la razón.
— ¡Lilia, Lilia….! ¡Aunque tu apariencia haya cambiado, nunca me has olvidado ni una vez!
Pheles lucía desesperado al verla sin una voluntad…y una vez más, gritó el nombre de su amada esposa.
Los Reyes Hada bien entretenidos que andan con todo el drama de Marineforest y Tiara XD
Bueno, iré por la palomitas dulces :3
Gracias por el capítulo uwu <3