Traducido por Karasu
Editado por Gia
He esperado mucho este día.
Me encuentro en la escuela para nobles, la Academia Endelle.
Justo ahora, Remnass, el segundo príncipe, me observa mientras estamos en el patio real.
Sí, perfecto.
Todo va según lo planeado.
—Hanabelle Cantar, hija del conde Cantar, ¡he decidido anular mi compromiso contigo!
Al lado del príncipe Remnass se encontraba una dama noble, la cual estaba acurrucada suavemente contra él, como si fuera una flor que se inclinaba para buscar la luz del sol.
Ciertamente son la pareja perfecta.
—Dime, ¿acaso no tienes ninguna objeción? —me cuestionó el príncipe con un ligero matiz de impaciencia.
Oh, ¿se supone que debo llorar ahora o algo así?
Hice todo lo posible para inmovilizar los músculos de mi cara y así, evitar sonreír.
—Sí. Siempre he pensado que alguien como yo no era la adecuada para convertirse en la esposa del príncipe Remnass. Por lo tanto, de ahora en adelante, deseo que pueda encontrar la felicidad al lado de la persona a quien ama.
—¿Eh? Hmm, eso es…
—Que tenga un buen día, Su Alteza.
De forma elegante, me di la vuelta y me retiré.
Contuve firmemente la necesidad de correr riéndome.
De ahora en adelante, soy libre.
¡Lo hice!
♦ ♦ ♦
Soy Hanabelle Cantar, la cuarta hija de un conde.
Desde hace años, siempre me ha gustado leer libros.
Cuando leía un libro, me sumergía tanto que solía olvidar hasta el lugar en dónde estaba, incluso quién era.
Bueno, ¿no es así como debería ser?
Al leer un libro, no puedes evitar caer en un mundo, después de todo.
Caballeros derrotando a dragones, reyes demonios que se apoderan de todo, guerreros reencarnados sin igual y al final, mundos llenos de paz.
Cuando leo, el mundo real me parece un sueño tan lejano.
Por lo tanto, incluso cuando mis hermanos mayores se enteraron de la ruptura del compromiso y corrieron a mi habitación, cuando mi madre y mi padre vinieron a hablarme desconcertados, mi conciencia siempre estaba en la lejanía. De alguna manera, recuerdo lo que me dijeron.
Yo tenía un objetivo.
Era una meta que se volvería imposible si terminaba convirtiéndome en la esposa del príncipe.
Por ende, este día, cuando el compromiso se rompió, era un día que había estado esperando ansiosamente por tanto tiempo, ¿sabes?
Esperaba que eso sucedería.
No, tal vez sería más exacto decir que sabía lo que pasaría.
Me encanta leer toda clase de libros. Debido a eso, sé que existen algunos que vienen de mundos diferentes. Dentro de ellos, había encontrado una historia que se parecía mucho a mi situación.
Al principio, pensé que era solo mi imaginación. Sin embargo, con el nombre del príncipe, la prometida, quien se parecía mucho a mí, y la heroína que cautivó espléndidamente al príncipe, las similitudes eran innegables.
Por lo tanto, tomé el libro como si fuera una profecía escrita.
Tal vez, como en la historia, el príncipe vendría a romper su compromiso conmigo.
Nacer como la hija de un conde y convertirse en la esposa de un noble superior, era, básicamente, un asunto decidido.
Por consiguiente, aunque me encantaban los libros desde que era muy joven, al imaginar mi propio futuro, no existía nada más que desesperación.
En realidad, esperaba poder vivir en la torre de libros, la Torre Biblio.
La Torre Biblio, ubicada en el centro de este mundo, era una torre que contenía toda clase de libros.
Tenía una altura que hizo a más de uno preguntarse si llegaría a penetrar los cielos. Desde el primer piso hasta la cima, la torre estaba repleta de libros.
¿No es simplemente maravilloso?
La primera vez que visité la torre, tenía siete años.
¿Podrías siquiera imaginar mi emoción en ese momento?
¡Más grande que la biblioteca de la familia del conde, más grande que la gran biblioteca de la familia real! ¡Habían muchos más libros! ¡Libros, libros, libros!
Me sentía como si hubiera pisado el paraíso.
En ese momento, tomé una decisión.
Me convertiría en una residente de la Torre Biblio.
Dentro de la torre, hay gerentes que son denominados “bibliotecarios”. En cada piso hay por lo menos uno de ellos.
Para convertirse en bibliotecario, se requiere el permiso del gerente principal de la torre, el señor Librero.
El señor Librero, quien amaba los libros tanto como yo, sabía cuánto deseaba vivir en esta torre. Era alguien que aceptaba mis apasionados sentimientos.
Sin embargo, para convertirme en una residente de la torre, existían muchos obstáculos en mi camino.
Si los contara, no habría final, pero mi mayor obstáculo era mi compromiso con el príncipe.
Por alguna razón, había terminado siendo la prometida del segundo príncipe de este país. El día que se decidió el compromiso, estuve llorando todo el tiempo en mi habitación.
Cierto día, mucho tiempo atrás, mientras salía de la Torre Biblio, encontré a un niño perdido.
Ese niño era Remnass, el segundo príncipe.
Tenía un color de cabello peculiar, un tono castaño rojizo, el cual se asemejaba mucho a la cubierta de un libro.
Sus ojos también me hacían recordar a los pergaminos, con un color café claro.
Había pensado que se trataba de un hada de los libros.
Hablaba y reía mucho.
Solíamos conversar sobre los libros favoritos de cada uno.
Ah, ahora comprendo. Es por eso que terminé en un compromiso con el príncipe Remnass.
Si hubiera sabido que era un príncipe, definitivamente no habría ido a hablar con él.
Sin embargo, puedo decir que ese error se resolvió este día.
Mi compromiso con el príncipe está roto.
Soy una joven noble a quien le dañaron su reputación al haber anulado su compromiso.
Dadas las circunstancias, era probable que ningún noble pensara en casarse conmigo.
Pensando en ese tema, luego de haber empacado mis pertenencias en un bolso, empecé a peinar mi largo cabello.
Desde hace tiempo le había informado a mi familia que quería ser bibliotecaria.
Habiéndose enterado de mi ruptura con el príncipe, era probable que ya no detendrían más mi decisión.
Con eso en mente, dejé a la familia del conde y me convertí en la residente de la Torre Biblio.
♦ ♦ ♦
En la Torre Biblio, el señor Librero esperaba pacientemente mi llegada.
El día de hoy, estaba transformado en una bestia, a pesar de que normalmente suele estar en su forma humana.
Bueno, también me gusta mucho esta forma.
Su cuerpo es dos veces más grande que el de una persona. Tiene dos colas tupidas y unos cuernos que sobresalen por encima de las orejas. El color de su pelaje es de un negro azabache, el cual se asemeja mucho a la noche más oscura.
—Me alegro de verte, Hanabelle.
—Señor Librero, muchas gracias por el saludo. Sin embargo, que usted se presente de esta forma, significa que… ¿Acaso han vuelto los invasores del otro mundo?
El señor Librero es también el guardián que protege esta torre.
Los libros recopilados de este y de muchos otros mundos, los cuales se encuentran en la Torre Biblio, son un objetivo para los invasores. A veces, los residentes de otros mundos abren brechas en el espacio para perseguirlos.
Los bibliotecarios de la Torre Biblio no solo sirven para esa simple función, sino que también, son protectores de los libros de la torre.
Para convertirse en un residente de la Torre Biblio, es necesario tener la fuerza suficiente para poder proteger los libros.
Sin embargo, dado que el señor Librero había venido a darme la bienvenida de esta manera, es probable que no haya problemas con mis habilidades.
Estar en la misma academia que el príncipe Remnass, ciertamente fue agonizante, pero también, puedo decir que recibí la educación más prominente en las artes mágicas de todo el país.
Es por eso que siempre lo di todo en el estudio.
El trabajar duro y haberse esforzado tanto dio sus frutos. Es motivo suficiente como para sentirse feliz, ¿no es así?
—Hanabelle, prepararemos su habitación en el piso más alto de esta torre.
—¡Qué maravilla! Todavía no he podido leer los libros del piso más alto. Aún así, ¿me estás permitiendo residir ahí?
Cuanto más arriba en la torre, más preciosos son los libros almacenados.
Solamente he llegado a leer los libros hasta el séptimo piso.
Nunca antes he visto los libros del piso más alto.
Me pregunto, qué tanto podrán expandir mi mundo.
—Es correcto. Parece que los invasores están abriendo brechas en el suelo últimamente. Es por ello, que estarás más segura en un piso elevado —respondió el señor Librero, dándome palmaditas en la cabeza.
Al señor Librero parece gustarle mucho mi cabello.
La primera vez que nos reunimos, él me felicitó porque dijo que mi cabello era como la luz del sol, y es por eso que, desde entonces, lo he dejado crecer continuamente.
A partir de hoy, este lugar será mi nuevo hogar.
Todo lo que siempre he deseado, un mundo lleno de libros.
Siendo guiada por el señor Librero, me dirigí a mi habitación en el piso superior.
♦ ♦ ♦
—¡Hanabelle, por favor, escúchame!
Desde algún lugar de la torre, podía oír la voz del príncipe Remnass.
Sucedió justo cuando los habitantes del otro mundo estaban a punto de desafiar al rey demonio.
Cerré mi libro y solté un largo suspiro.
¿Por qué tenía que estar escuchando su voz incluso dentro de esta torre?
Por lo general, el señor Librero debería negar su entrada y pedirle que se retirara.
Sin embargo, debido a que es un miembro de la realeza, los otros bibliotecarios no pueden impedir que llegue hasta el último piso de la torre.
¡Qué problemático!
Realmente solo quería ignorarlo y seguir leyendo mi libro.
Pero ya había experimentado la inutilidad de eso.
Ha pasado un mes desde que me convertí en una residente de la Torre Biblio, mas él, simplemente, no se da por vencido.
Cuando lo ignoro, empieza a golpear la puerta insistentemente.
Si estuviera inmersa en un libro, podría seguir ignorándolo, pero sería una molestia para los demás.
Después de todo, los libros deben leerse tranquilamente.
Suspirando desde lo más hondo de mi interior, me levanté de mala gana y abrí la puerta.
—Príncipe Remnass, ¿qué asuntos lo trajeron aquí el día de hoy?
—Tú ya lo sabes, ¿verdad? Por favor, regresa.
—No importa cuántas veces lo diga, mi respuesta no cambiará. ¿Por qué no puede entender eso?
Quien rompió el compromiso fue el príncipe Remnass.
Por mucho que lo deseara, yo solamente pertenecía a la familia de un conde. No estábamos en posición de poder anular el compromiso por iniciativa nuestra.
Quizás, si hubiera creado algunos rumores sobre otros caballeros conmigo, podría haber acelerado la anulación del compromiso, pero eso habría causado problemas a los caballeros involucrados.
Si realmente tuviera tiempo como para compartirlo con otros caballeros, hubiera preferido usarlo para leer libros.
—¿Qué puedo hacer para que cambies de opinión?
Parecía que el príncipe estaba a punto de llorar, ¿eh?
Si fuera capaz de hacer llorar a alguien que se parece a un hada de los libros, me dolería el corazón.
No importa hacia donde mires en este mundo, no podrás encontrar a alguien con una apariencia como la del príncipe Remnass.
Todos los miembros de la familia real tienen el cabello plateado o rubio.
Incluso entre los plebeyos, no verías a nadie con el tranquilo tono rojizo de este príncipe. Sus ojos de color crema suave, como pergaminos, eran aún más raros.
Debido a que se parecía mucho a los colores de la cubierta de mi libro favorito, el día que nos conocimos, recuerdo haberle preguntado si era el hada de ese libro.
—Creo que ya se lo he dicho muchas veces. Su Alteza, le pido humildemente que no vuelva.
La persona a quien el príncipe debería de darle su atención, ¿no es esa niña, la cual era tan bella como una flor?
Así fue como sucedió en el libro que leí del otro mundo.
La hija del conde, amante de los libros, quien solo prestaba atención a la literatura y era incapaz de aferrarse al corazón del príncipe, fue dejada por este para que pudiera estar con la joven a quien realmente amaba.
—Lo que dije en ese momento no refleja mis verdaderos sentimientos. Por alguna razón, esas palabras terminaron saliendo de mi boca.
—Príncipe Remnass, ¿no es eso un poco descortés para su amante?
—¡¿A-Amante?! ¿Todavía estás dispuesta a considerar nuestra relación como tal?
—¿Eh? ¿No eran amantes? Parecía que esa hermosa dama estaba realmente encantada con sus palabras.
—Ah… Entonces, estabas hablando de eso y no de nuestra relación…
Príncipe Remnass, me pregunto por qué haces caer tus hombros.
Nuestros padres decidieron nuestro compromiso, por lo que se trataba de una relación sin sentimientos. No podría decirse que éramos amantes.
Y así, estaba a punto de llegar al límite de mi paciencia.
El señor Librero regresará pronto.
Ya puedo sentir la fluctuación en el espacio.
—Príncipe Remnass, ¿saldrá por la puerta hoy?
—¡Espera, todavía tengo un montón de cosas de las que quiero hablar, yo…!
Levanté el brazo y extendí la mano izquierda, haciéndola girar para convocar mi grimorio.[1]
—¡E-Espera, por favor, entiendo!
—Adiós, príncipe Remnass. Rezo para que nunca tengamos que volver a encontrarnos.
Al recitar el conjuro, un círculo mágico surgió del grimorio, atando al príncipe Remnass. Y entonces…
—¡Aaahhh…!
Se fue por la ventana.
El grito del príncipe resonó por toda la torre.
Pero está bien.
Puede que esté cayendo desde el último piso de la torre, pero, ciertamente, no perderá la vida.
El círculo mágico se convertirá en un cojín y él aterrizará sin una sola lesión.
Sí, sí.
No importa lo mucho que interrumpa mi lectura, sigue siendo de la realeza.
Si terminara matándolo, ya no podría seguir leyendo después de ser capturada.
Ah, esta cantidad de fuerza está permitida para los residentes de la Torre Biblio.
El interior de la torre es una zona extraterritorial, donde se exenta la ley y la jurisdicción local.
Siempre y cuando no se trate de matar, tenemos cierto grado de libertad.
Es por eso que, incluso si se trata del príncipe Remnass, no puede llevarme a la fuerza con él.
Mientras permanezca dentro de la torre, estaré a salvo.
♦ ♦ ♦
—¿Conociste a alguien recientemente? Parece que hay un olor inusual en ti.
Incliné la cabeza ante la pregunta del señor Librero.
No he salido de la torre para nada, y el único que viene a buscarme es el príncipe Remnass.
El señor Librero ya debería estar al tanto de lo que pasa con el príncipe, por lo que no creo que estuviera haciendo esta investigación si se tratara de él.
—Yo… realmente no he dejado la torre. El príncipe Remnass es el único que viene a visitar este piso.
—Hmm…
El señor Librero acarició su larga barba con una de sus patas. El día de hoy también se encuentra en su forma de bestia.
¿Qué podría ser ese olor que mencionó?
—Hanabelle, por favor, ten cuidado. Aunque estoy seguro de que no pasará nada malo mientras yo esté presente —mencionó.
El señor Librero me dio una palmadita en la cabeza y acarició mi largo cabello.
No es bueno causarle demasiadas preocupaciones.
Ya me ha ayudado mucho antes.
Juro no abandonar la torre sin importar el porqué.
♦ ♦ ♦
De repente, oí una voz en alguna parte.
Cerré mi libro y presté atención.
¿Es posible que el príncipe Remnass haya vuelto una vez más?
Ha venido una y otra vez, siempre durante la ausencia del señor Librero.
Solté un largo suspiro.
Tal y como lo imaginé, parece que el príncipe Remnass está detrás de la puerta.
Sin embargo, esto es extraño, ¿no?
Por lo general, suele ser mucho más ruidoso.
Detrás de la puerta, una vez más, se mantuvo el silencio, pero puedo asegurar que siento la presencia del príncipe Remnass.
—No… No abras la puerta…
—¿Eh?
Una voz dolorida se escuchó desde el otro lado.
¿No abras la puerta?
¿Me está pidiendo que no abra la puerta?
Cuando me estaba volviendo escéptica, una voz, diferente a la del príncipe, habló:
—Apúrate y déjame entrar. El príncipe va a morir, ¿sabes?
¿Quién podría ser la persona que hablaba de forma tan jocosa?
Nunca he escuchado esa voz antes.
Además, cuando ella dice que el príncipe va a morir…
—¡Ah, ah…!
—¿Estás escuchando? ¡Si no abres la puerta, el príncipe morirá!
¿Qué diablos está pasando aquí?
Debido a la dolorosa voz del príncipe Remnass, decidí abrir ligeramente la puerta.
—¡Qué…!
—¡No debes abrir…! ¡Date prisa, regresa adentro!
El herido príncipe estaba agachado frente a la puerta y, junto a él, estaba también la encantadora muchacha que vi cuando rompió nuestro compromiso.
Ella no dejaba de reír.
¿Qué diablos está pasando aquí?
—¡Finalmente lo he encontrado! ¡Todos los libros, me los llevaré a todos! ¡Apártate!
—¡Ah!
La joven noble me empujó con todas sus fuerzas, haciéndome retroceder.
¿Tomará los libros?
No permitiré tal cosa.
Soy la bibliotecaria de este piso, después de todo.
Debo proteger todos los libros que están aquí.
La joven cantó algún tipo de hechizo, posterior a eso, libro tras libro, comenzaron a levantarse suavemente.
En lo alto de la habitación, se podía observar un gigantesco círculo mágico que ondeaba en el aire.
¡Eso es… un círculo de teletransportación!
Parece que ella realmente tiene la intención de robar todos los libros.
¡No lo permitiré!
Llamé a mi grimorio con la mano izquierda e, inmediatamente, comencé mi ataque.
Con la mano derecha, frené a la muchacha con un torrente de rayos.
Sin embargo, mi hechizo se deshizo rápidamente.
—Qué impertinente. Todos los demás bibliotecarios se habían ido a dormir, así que, ¡¿por qué eres la única que todavía está despierta?! —exclamó molesta, mientras invocaba una espada de hielo.
En un instante, la espada salió disparada, pero conseguí bloquearla invocando una barrera.
Si todos los demás bibliotecarios están durmiendo, está claro que no puedo contar con su ayuda en este momento.
—¿Quién eres tú en realidad?
Es bastante evidente que ella no es una simple noble.
Rechacé por completo el ataque de su espada, y respondí lanzando una ráfaga de viento.
La joven evitó fácilmente mi ataque, luego, vino hacia mí con una ventisca de hielo.
—Soy Dower. Haz lo que digo y entrega los libros. Si lo haces, perdonaré sus vidas. Al fin y al cabo, no valen mucho.
—Todos los libros de aquí son propiedad del señor Librero. ¡Los bibliotecarios tenemos el deber de protegerlos!
—Ya veo. ¡Entonces, te borraré a ti y al príncipe!
La joven sufrió una grotesca transformación ante mis ojos.
Esa figura… era la misma que la de los invasores del otro mundo, quienes siempre eran interceptados por el señor Librero.
Su transformación era como si un humano se estuviera convirtiendo en un murciélago.
Dower, quien había vuelto a su forma original, convocó docenas de cuchillas de hielo, una tras otra, y las disparó contra mi barrera.
Protegí al caído príncipe detrás de mí y disparé con mis espadas de viento, pero todas fueron evitadas.
¿Qué tan rápida es ella?
Si no fuera por todos los libros a mi alrededor, también estaría generando hechizos más violentos. Esta situación se volvía imposible.
Si llegara a sacar mi poder de fuego aquí, los preciosos libros serían borrados.
Eso debe evitarse a toda costa.
El ambiente se siente pesado, como si un minuto se hubiera convertido en una hora.
En esta batalla, donde el tiempo parecía eterno, Dower y yo terminamos agotados. Sin embargo, aún así, nuestros ataques nunca cesaron.
Poco a poco, fuimos incapaces de esquivar o defendernos de los ataques del otro. Nuestros cuerpos terminaron siendo perforados por las cuchillas.
Esto es bastante malo, ¿no es así?
Sobresalgo en atacar, pero no poseo la habilidad para curar. No tengo ningún método de recuperación durante una batalla.
Sin embargo, Dower, quien probablemente estuviera acostumbrada a luchar, se curaba mientras lanzaba magia ofensiva. Se notaba que podía hacer ambas cosas sin mucho esfuerzo..
Si tan solo tuviera alguna medicina curativa. Desafortunadamente, ese no era el caso.
Debo acabar con el siguiente golpe.
Podía sentir que mi poder mágico estaba agotándose lentamente.
La barrera que creé para protegerme, terminará rompiéndose si continúo atacando así. El poder mágico que uso para mantenerlo está a punto de desaparecer.
Sostuve el grimorio en mi mano izquierda y levanté la derecha, haciendo que el libro brille con fuerza.
—Eso es, ese hechizo es… ¡Ah! ¡No te dejaré!
Dower se dio cuenta de mi objetivo y aceleró sus ataques.
La barrera se está quebrando cada vez más y pronto se romperá.
Todo dependerá de si resistirá hasta que termine de realizar mi hechizo o no.
Por favor, resiste.
Dower lanzó un ataque tan potente que, finalmente, logró romper mi barrera. En ese momento, estaba a punto de culminar mi hechizo.
Dos cosas sucedieron casi al mismo tiempo…
La primera, Dower se dispersó ante mis ojos.
—¿Príncipe Remnass…?
La segunda, hubo un golpe simultáneo.
Eso fue lo que pensé.
Estoy satisfecha de que los libros estén protegidos.
Sin embargo, en el último ataque, el príncipe se interpuso entre Dower y yo.
Fue como una sacudida…
El cuerpo del príncipe cayó.
Desde su pecho hasta su estómago, había un corte profundo y la sangre se desbordaba de este.
¿Eh? ¿Por qué?
—¡¿Príncipe, príncipe?!
—Hanabelle… por favor, huye… —dijo mientras cerraba los ojos lentamente.
—¡¿Por qué protegió a alguien como yo?! Dower ya se ha ido. ¡Príncipe, por favor, resista!
—¿Por qué? ¿No lo sabes, Hanabelle…?
El Príncipe, reuniendo sus fuerzas, me abrazó con firmeza.
—¿Príncipe?
—Fuiste tú… la única que dijo que amaba el color de mi cabello y el de mis ojos. —El príncipe parecía estar delirando.
En este mundo, nunca he visto a nadie que tenga los mismos colores que caracterizan al príncipe.
Ni siquiera en la familia real.
Es por eso, que la mayoría de las personas solían tener comentarios prejuiciosos al respecto.
Sin embargo, para mí, no hay colores más hermosos que esos.
Como un libro, ese color suave que lo caracteriza.
—Príncipe, por favor, intente quedarse quieto.
Estoy tratando de concentrar mi poder.
Soy mala en la magia curativa, pero hacer esto es necesario.
Coloqué suavemente mis labios sobre los del príncipe. De esa manera, le cedí todo mi poder mágico.
La sangre que fluía de las heridas del príncipe se detuvo y estas, por fin empezaron a cerrarse.
Gracias a Dios, parece que salió bien.
—Ahh…
—Príncipe, por favor, absténgase de moverse. La magia puede haberle curado, pero es solo una medida temporal. Debemos conseguir un médico para que lo revise.
Mi magia no es adecuada para la curación, después de todo.
Como una contramedida rápida, solo he vertido mi poder mágico en el cuerpo del paciente.
El príncipe abrió levemente los ojos.
—Hanabelle, justo ahora, tú…
—¿A qué se refiere?
Volteé la cara rápidamente.
¡Esto… fue solo un tratamiento!
¡Tratamiento!
Definitivamente… no fue un beso ni nada parecido.
—¡Hanabelle…!
—Hmm, ¿podría irse, príncipe?
—¿Estás segura? No estás herida en ningún lado, ¡¿verdad?!
¿Por qué se aferra a mí?
Para que se preocupe de inmediato por mi seguridad, en el momento en que recuperó la conciencia y pudo moverse, significa que…
—Hanabelle, tu cara está roja.
—Es… solo su imaginación. Estoy bien, así que, puede soltar mi brazo.
Puedo sentir mi cara calentándose.
Parece que podría tener fiebre o algo así.
—De ninguna manera.
—¿Príncipe?
—Por favor, di que regresarás. La anulación… Esos no eran mis verdaderos sentimientos.
—Eso…
—Por favor, créeme.
Lo más probable era que el príncipe estuviera siendo manipulado por Dower. Lo hizo para obtener los libros de la torre.
Siento cómo el príncipe refuerza su abrazo, acerca su rostro al mío y…
En ese momento, el espacio se distorsionó y apareció el señor Librero.
—Oh, cielos, parece que estoy interrumpiendo.
—¡Señor Librero!
Me puse de pie en un instante.
Sorprendido por la llegada del señor Librero, el abrazo del príncipe Remnass se aflojó.
—Dower apareció aquí, pero la situación fue resuelta con éxito.
—Parece que es verdad. Sin embargo, ¿estás segura de que es correcto no responder a eso de ahí? —señaló, mirando al príncipe.
Su cara parecía como la de un niño travieso.
—Él es… Sucede que…
—¿Hmm?
El señor Librero acarició suavemente mi cabeza. Al ver eso, el príncipe Remnass se postró ante este.
—¡Señor Librero, por favor, devuelva a Hanabelle!
—Hmm, príncipe Remnass, ¿qué es lo que dice tan repentinamente?
—No, esto no es repentino, ya he rogado muchas veces. ¡Hoy tiene que ceder a mi petición!
—Se lo he dicho muchas veces, ¿verdad? No es como si hubiera capturado a Hanabelle aquí. Si ella lo desea, puede abandonar este lugar en cualquier momento —le respondió al príncipe mientras reía—. Le había pedido que no saliera de la torre porque percibí un olor extraño en ella.
La extraña presencia debió ser la de Dower, quien estaba disfrazada como una niña noble.
Esa esencia debió haberse quedado impregnada en el Príncipe Remnass, quien me lo transfirió.
—Hanabelle, ¿qué quieres hacer?
—Señor Librero, yo… —El príncipe Remnass me miró con ojos suplicantes. Sin embargo, mis sentimientos se habían decidido desde hace mucho tiempo—. Deseo quedarme en esta torre. Vivir en la Torre Biblio ha sido mi sueño desde que era niña.
Teñido de desesperación, el príncipe se cubrió el rostro.
Lo siento.
Pero…
—Si puedo vivir en esta torre, puedo ignorar las posiciones sociales. Aquellas cosas como plebeyos, hijas de condes… princesas —añadí.
—¡Hanabelle, entonces…!
—¡¿Príncipe Remnass, ¿podría no abrazarme así?! Definitivamente no voy a salir de esta torre, ¿comprende?
—¡Eso está bien! ¡Si las posiciones sociales no importan aquí, entonces dejaré de ser un príncipe y vendré a vivir contigo!
—¿Eh?, pero no hay habitaciones libres por el momento.
—Hanabelle, creo que ese no es el problema aquí…
—¿No está bien que este piso sea mi residencia? ¡Deseo vivir en el mismo lugar que Hanabelle!
—¡No quiero que mi lectura sea perturbada!
—No te molestaré. ¡Sigamos leyendo libros juntos! Y así, vamos a tejer nuestra propia historia, ¡la única de su tipo en todo este mundo!
La única historia de su tipo…
Con esas palabras, mi corazón saltó.
El príncipe Remnass, aquel que posee los colores de un libro.
Una historia tejida con él. Eso es algo que definitivamente me gustaría leer.
—Entonces, parece que ya está decidido. Preparemos su habitación. A partir de hoy, es residente de esta torre.
Riéndose como un viejo, el señor Librero se llevó al príncipe.
♦ ♦ ♦
Unos días más tarde…
—Oye, Hanabelle. ¿Hoy hablaremos de El rey demonio y los siete enanos?
—Sí. Comencemos debatiendo el por qué el rey demonio puso a los enanos en el castillo.
Como prometió, Remnass se aseguró de no interferir en mi lectura.
Todos los días, él viene a mi habitación para quedarse absorto en los libros. A veces, solemos discutir el contenido de estos, justo como ahora.
Pensé que los libros eran solo para leer.
Sin embargo, discutir profundamente sobre ellos también es bastante bueno, ¿no creen?
El problema era…
—¡¿Por qué me abrazas hoy también?!
—Todavía podemos hablar mientras nos abrazamos. —Aunque no fuera durante el tiempo de lectura, Remnass siempre se sentaba a mi lado y me abrazaba—. ¿Esto es desagradable, Hanabelle?
—Por favor, no me hagas decirlo…
Puse suavemente mi brazo alrededor de su espalda.
Cuando mi cara se acercó a su pecho, pude sentir que los latidos de su corazón se aceleraron.
Estoy segura de que mi corazón también lleva el mismo ritmo.
La historia que estamos tejiendo… es sobre un futuro feliz.
[1] Los grimorios son libros que contienen conocimiento mágico, los cuales pueden ser hechizos o invocaciones.
Ahhh, estuvo bastante linda la historia.
Mmm… No sé si pasó, pero, espero que sí.
Gracias por tu trabajo 😘