La Malvada Reina – Capítulo 2: Regreso al castillo (3)

Traducido por Tomoe

Editado por Susibet


—Sobre Dousha, estoy pensando en otorgarlo a Darius como una recompensa. También, se han planteado conversaciones de promoverlo como general en el Segundo Ejército…

— ¿No era Darius un mercenario antes? Promover su posición a General, aunque no es un ciudadano del país, ¿está bien?

Frey a regañadientes le respondió a Mari, quien estaba ansiosa.

—Desde el principio, cuando el General quien comandaba el campo de batalla fue destituido de sus deberes por la Reina, los puestos de reemplazo han sido decididos. En este punto, los lacayos de la Reina, están tratando de elevar al Mayor General Darius a General, para poder recuperar tu buen humor. Aunque hay problemas con su carácter, si tomamos en consideración, su habilidad y los logros de esta vez, es una discusión que podríamos asentir. No hay nadie apto de todas maneras, y él es apático ante las posiciones sociales así que pienso que puede ser bueno hacerlo temporalmente General. Aunque, la persona en sí, puede que lo encuentre problemático.

—… Si ese es el caso, entonces no se puede evitar, supongo —Mari coincidió, mientras se sentía preocupada.

Ella le había dicho a alguien que le daría un territorio o incluso oro y él había respondido que no estaba interesado.

¿Huh…?

Pensando hasta este punto, algo parecía estar atascado en sus pensamientos.

¿No había dicho que él quería algo en su lugar?

—De todos modos, el Mayor General Darius sentiría que es problemático gobernar ese territorio. Vamos a ponerlo bajo su nombre y nos encargaremos de gobernarlo. Debemos regresar ese pueblo y el reino, a una condición normal lo más pronto posible.

—Estás en lo correcto. Tenemos que dar lo mejor de nosotros.

Desde que ella está completamente de acuerdo con ese punto de vista, aunque sentía que algo estaba de forma incorrecta, sintió para acceder.

—Si, por favor, hazlo. Sin embargo, estas probablemente cansada hoy, ¿verdad? Debes descansar bien. ¿Qué deberíamos hacer sobre tu comida?

Ahora que le dijeron eso, Mari recordó que no había hecho más que ir hacia el baño después de regresar del campo de batalla. Ella estaba ciertamente cansada pero no sentía hambre.  Más bien, con las escenas del campo de batalla aún parpadeando en su cabeza, simplemente no podía reunir el apetito.

—No necesito comer.

—Supongo que no lo harás. He escuchado que incluso caballeros de valor, luego de su regreso del campo de batalla, prefieren buscar descansar más que una comida. Los únicos que tendrían un apetito saludable después de regresar del campo de batalla, serían ese grupo de mercenarios, empezando por el Mayor General Darius.

—… Darius.

Incluso así, sus pensamientos se atascan en el nombre de Darius. Frey notó la condición de Mari.

—¿Hay algo el Mayor General Darius?

Mari estaba pensando. En el momento que estaba hablando con Darius en el campo de batalla, porque la atmosfera del lugar y el resto de la conciencia de la Reina, ella sintió que no era como ella misma. Ella recuerda hacer una escandalosa promesa en el calor del momento.

—… Si mi memoria me sirve bien, me preguntaron por una recompensa por tener éxito.

—¿Recompensa por tener éxito?

—La recompensa por tener éxito con el plan de capturar el comandante enemigo vivo. Él dijo que no estaba interesado en oro, ni territorio, ¡¡Si, no estoy equivocada…!!

¡Boom!, como para hacer ese tipo de efecto de sonido, la cara de Mari estaba teñida de un rojo brillante. Siendo coloreado de rojo hasta sus orejas, empezó a sentir un agitado frenesí.

— ¡…kya! ¡Uwaa! ¿¡¡!Eehhh!!?

— ¿Mari? — Frey trató de mirar a Mari, quien estaba cubriendo su cara mientras gritaba.

—Uhh, eso… ¡Esa causa! ¡Aunque no era mi… intención! ¡¡No era como estaba mintiendo!! ¡Pero… en ese momento! — Mari había empezado a entrar en pánico.

Frey chasqueó su lengua y agarró los hombros de Mari, alzó su cara y encontró firmemente su mirada.

— ¡Mari! ¡Por favor explícalo de una forma en que lo pueda entender!

Con un intenso primer plano de belleza… y, lo que es más, con escalofríos de disgusto trepando por su espalda en adición a eso, Mari finalmente regresó a sus sentidos.

—Yo-yo hice una promesa. A Darius. Si el plan tenía éxito, ¡dejaría que él me tuviera!

La comprensión de Frey no podía ponerse al día con la declaración de Mari.

— ¿Tener… que?

— ¡Yo!

— ¿Por quién?

—Por Darius.

Mari gritó mientras se ponía de un rojo brillante. Dándose cuenta finalmente de su significado, Frey grandiosamente chasqueo su lengua.

— ¿Por qué harías ese tipo de estúpida promesa?

—Eso es porque… porque, ¡estaba desesperada en ese momento! Estaba pensando, que tenemos que ganar sin importar que. Además, ¡No pensé que fuera un gran problema…!

Frey presionó los hombros de Mari mientras de nuevo, mostraba signos de pánico.

—Por favor cállate. Haré algo sobre eso.

— ¿Huh? ¿De verdad?

Mari miró a Frey como si tuviera esperanza contra todas las expectativas.

—Está bien. Si las cosas van de acuerdo a su plan, mis planes se entorpecerán, así que definitivamente te dejaré evitarlo.

— ¿Plan…?

¿Lo estaba imaginando cuando sintió que había algo oculto en las palabras de Frey?

En ese momento, como si estuviera perfectamente sincronizado, alguien golpeó la puerta.

—Yo iré —mientras decía eso, Frey dejó que Mari se sentará en el sofá. Él acarició delicadamente el cabello de Mari que se había vuelto desordenado en su momento de pánico.

Mari lamentablemente frotó la piel de gallina de sus brazos mientras continuaba mirando a la espalda de Frey, mientras él se dirigía a la puerta con una sonrisa como si tratara de animarla.

Aunque él es hermoso y amable, el sentimiento de disgusto… ellos realmente tienen una mala relación.

Lamentablemente como es, no había nada que Mari pudiera hacer. Frey, quien solo había tenido un intercambio verbal junto a la puerta, llamó a Mari, quien estaba suspirando secretamente en su corazón.

—Su Majestad, el Mayor General Darius desea una audiencia.

Ante la temida llegada de Darius, la cara de Mari se puso pálida. Frey asintió como si tratará de tranquilizar a Mari, quien se había puesto pálida.

No había nada que ella pudiera hacer incluso si ella se resistía hasta este punto. Mientras él la miraba, Mari respondió.

—Déjalo pasar.

Mari miró firmemente al hombre mientras él entraba junto a Frey. Frey paró y se quedó de pie alrededor de dos metros, lejos del sofá donde estaba sentada Mari, y usó sus ojos para indicarle al hombre de que él no debería acercarse más que eso.

Darius estrechó sus cejas con disgusto, pero como se esperaba él tenía que contenerse a sí mismo. Él paró y estuvo de pie al lado de Frey, mientras miraba a Mari y sonrió amablemente. Ante esa sonrisa, el corazón de Mari palpitó mientras latía más rápido. El poder destructivo de una hermosa sonrisa no cambia incluso en tiempos así.

Lo que, es más, justo ahora, en adición a Darius, Frey está también aquí.

Mari simplemente dejó salir un suspiro dentro de su corazón ante el contraste de los dos chicos apuestos (ikemen) que estaban en fila frente a ella.

Sin su uniforme de caballero, Darius se había cambiado a ropa sencilla, un conjunto completo de negro, camiseta y pantalón. Esbelto y alto, aunque él era delgado, su físico hacía sentir que tenía los músculos entrenados adecuadamente. En su rostro masculino, flotaba una sonrisa que parecía que él había devorado personas. Tal vez por eso, él de alguna forma parecía a un niño descarado.

Era aterrador como él no se ve menos en comparación cuando está de pie junto a Frey, quien desprendía una belleza de otro mundo.

De buen humor, Darius sonrió.

—He venido a tomar mi recompensa.

Mari tembló ante la seductora sonrisa de Darius.

—Sobre eso, Mayor General Darius.

Cuando Frey lo interrumpió, Darius lo fulminó con la mirada.

—Asistente del Primer Ministro Calvan. De ninguna manera pensé que lo vería aquí en está habitación. ¿Desde cuándo te uniste a los lacayos de la Reina?

—Me gustaría devolverle las mismas líneas a ti, Mayor General Darius. No solo eso, es un misterio que aun este en este reino ahora que la guerra ha terminado. ¿No se suponía que habías hecho preparaciones para huir?

Escuchando al sarcástico intercambio, era Mari quien terminó sintiéndose agotada.

La cara de Darius se volvía más y más distorsionada.

— ¿Cómo sabes sobre eso? Eres un hombre sospechoso como siempre, ¿No lo eres?… Bueno, no importa ahora, justo ahora, no tengo ningún negocio contigo. No importa que tan hermoso eres, no tengo interés en hombres. ¡Fuera de aquí!

—Yo, también, no estoy interesado en ti en ese tipo de sentido —Frey sin dudarlo continuó el intercambio de palabras con Darius, —Yo tengo asuntos importantes que discutir. Para la recompensa de esta vez, ¿podrías arreglarte con otra cosa a cambio?

— ¡Me niego! —Darius dio una respuesta de inmediato.

—Nosotros de daremos el territorio de Dousha y tanto oro como quieras.

—No estoy interesado. ¡Fuera de aquí!

Aunque era una voz con suficiente intensidad para congelar la espina de Mari, Frey solo se encogió ligeramente de hombros.

Ambos son aterradores.

Mari parecía incapaz de interferir.

—Aunque creo que no es un mal trato… supongo que no se puede evitar. De mala gana nos comprometeremos, así que, ¿podemos lograr con usted posponer la recompensa?

— ¿Cómo te convierte en eso en que está cediendo?… y, ¿posponerlo? —Darius respondió de regresó con desconfianza.

—Eso es correcto, posponerlo. Actualmente, Su Majestad fue al campo de batalla, llevando la contracepción con ella, y se olvidó sobre eso. Si tienen relaciones sexuales, la Reina actualmente tiene una alta posibilidad de quedar embarazada… ¿Tiene el Mayor General Darius la resolución de volver el padre real?

Mari se congeló ante la excusa que Frey repentinamente sacó. Resulta que la contracepción en este mundo sucede cuando la niña toma la medicación.

No es la razón para rechazarlo, ¿¡¡demasiada descabellada!!?

Mari gritó dentro de su corazón. Los pensamientos del hermoso Asistente del Primer Ministro eran simplemente indignantes.

—… Digo “no” a ser asesinado.

Sin embargo, parece que no era una razón tan extraña, para Darius. Aunque él estaba sorprendido, se echó hacia atrás y se quejó sin contestar sobre la razón en sí, mientras murmuraba esas palabras de regreso.

¿Ser asesinado?… Mari estaba sorprendida.

—Eso es correcto… Para ti, ser robado de tu libertad es igual a ser asesinado. Frey continuo mientras asentía. —Si te vuelves el padre imperial, nuestro reino no te otorgará autoridad ni una posición de poder. Así que, aun si tratas de ir a otros países, o volverte un mercenario de los países enemigos, no habrán problemas. Porque la situación de este reino es el futuro rey, en sí mismo. Sin embargo, otros países no te trataran como un simple mercenario, como hacían antes, ¿no es así? Sin importar a donde vayas, ellos siempre te verán como “El Padre del siguiente Rey del Reino de Calculla”, y tu quizás seas restringido contundentemente.

Darius tenía una cara seria mientras reflexionaba y dijo, —… No necesito poder imperial. No tengo interés en la política y tampoco intento ser aprisionado.

—Aun así, ¿piensas que los otros países pueden permitirse continuar tratando la existencia del padre del siguiente Rey de Calculla como un mero mercenario?

Pensando que ese sea el caso, Mari estuvo de acuerdo. Si Darius duerme con Mari y ella queda embarazada con su hijo, la probabilidad de que el niño se vuelva el siguiente rey es alta. Sin importar que digan ellos, es el primer niño después de todo.

En impensable que Darius acepte el inoportuno resultado cuando llegue ese momento.

— ¿Me estás diciendo que espere hasta que la contracepción tenga efecto? Aunque los efectos se quitan rápido, ¿no llevaría varias semanas para que empiece a funcionar?

Irritado, Darius peinó su cabello para atrás. Mientras él estaba en eso, Frey soltó una bomba, —Puede que tarde un poco más. Tendremos que hacerte esperar hasta que Su Majestad quede embarazada de mi hijo.

¿Eh? ¿¡Eh!? ¡¡Eeeehhh!! La mente de Mari quedó en blanco.

Darius tenía una terrible cara. El aura que había traído se había vuelto peor.

—Una sensación de crisis nació entre los nobles de alto rango, quienes se enteraron de que Su Majestad fue herida en la batalla esta vez. Como curso natural de los eventos, se habla de que Su Majestad de que dé a luz a un heredero tan pronto como sea posible, en preparación para el peor caso que pueda suceder. No hay nadie más adecuado que yo para ser el Candidato a Príncipe Consorte, ¿verdad?

Incluso si le preguntan a ella sobre eso, Mari no podía responder. Sin embargo, desde que Darius no lo negó, entonces eso significa que él no estaba equivocado.

—Si es después de que el embarazo de la Reina es confirmado, entonces puedes hacer lo que quieras en cualquier momento. Por supuesto, si el Mayor General Darius está dispuesto a tomar la posición de Príncipe Consorte, entonces yo de inmediato cederé el paso. De todas formas, por favor acepte el territorio de Dousha; es una disculpa por hacerte esperar.

Mari sostenía una ligera intención de matar a Frey, quien fluidamente y despreocupadamente decía eso.

Como si era el problema de alguien más… Ah, pero de nuevo, ¿no es ese el caso?

—No necesito un territorio —descontento como siempre, Darius respondió.

—Por favor acéptalo. Nosotros nos ocuparemos de la gestión. Todo lo que necesitas hacer es recibir los impuestos del territorio. En el futuro, si cambias de opinión y decides volverte el Príncipe Consorte, lo mejor es tener numerosos títulos.

—… Así que solo es mi nombre lo que quieren.

—Eres más listo de lo que esperaba, ¿no es así?

Frey sonrió felizmente en afirmación sin negar el análisis de Darius.

—Es la tierra que se volvió el centro de la rebelión. General Darius, el héroe; se volverá una fuerza que los restringirá a ellos.

—Eres tan oscuro [1] como imagine, ¿no lo eres? —Darius juntó sus cejas… suspiró grandiosamente y se enfrentó a Mari. —¿Estás bien con eso?

Sus ojos oscuros, teñidos con seriedad, miraban fijamente a Mari.

Mari estaba sorprendida al darse cuenta de que esas palabras estaban dirigidas hacia ella.

¿Eh? ¿Qué? ¿Está esta persona preocupándose por mí?

Ella había estado confundida porque había sido zarandeada por las diferentes discusiones desde hace un tiempo. Recibir preocupación repentinamente de alguien es lo que menos se esperaba de eso, tanto sorpresa como deleite brotaba del corazón de Mari. Ahora que pensaba sobre eso, después de que la batalla terminó, Darius además la defendió del Marqués Mydal.

Bueno, de la manera en que lo hizo fue un poco violento.

Mari espontáneamente dio una gentil sonrisa. No hace falta decir nada, pero la Reina era hermosa. Después de todo, Mari tenía los mismos rasgos faciales que Frey, quien ella pensó que era una belleza trascendental.

Una hermosa cara que tenía rasgos tan bien definidos, que daba una fría impresión, estaba transmitiendo una amable y gentil sonrisa.

Ante la sonrisa nunca antes vista de la Reina, los ojos de Darius y Frey se volvieron círculos.

—Gracias.

Ya que no parecía un “está bien” o un “no está bien” como una buena respuesta, Mari expresó su agradecimiento a Darius por el momento.

Tengo que decir, Frey es solo terrible. Quiero pensar que es solo una mentira que él hizo para manejar la situación, pero… justo ahora, él ciertamente dijo “plan” así que…

Mari miró ligeramente con furia a Frey, llena con la intención de protestar. Cuando ella hizo eso, de alguna manera, él estaba frustrado de una manera que no se ajustaba a él, así que él apartó la vista.

— ¡Demonios! —Darius maldijo. Él bruscamente rizó su cabello y caminó hacia Mari.

¡Uwaa! No-no te acerques a mi…

Con lo que parecía ser el resto del sentimiento de disgusto de la Reina brotando, Mari desesperadamente mantenía su cara de calambres.

Él es una buena persona, ¡sabes! ¿Quizás?… Haz lo mejor, ¡yo!

Mientras se decía eso, ella de inmediato se levantó del sofá. Su cuerpo se movió por su cuenta porque era incapaz de ser mirada hacia abajo si permanecía sentada… Como se esperaba, hay un problema con la personalidad de la Reina.

Con la estridente habitación como fondo, Darius, en su ropa negra que sobresalía, se acercó a Mari.

—He aceptado que esperare. Pero tendré que poner algo de interés.

— ¿Eh?

¿Interés?…  o más bien, ¡estás muy cerca!

Con el intenso primer plano de algo hermoso, todo lo que ella podía sentir eran escalofríos.

¿¡Uwaaa!? En muchos sentidos, ¡odio esto!

Cuando Mari trató de dirigir su mirada hacia Frey para pedir ayuda, su cara fue agarrada… y sus labios estaban en los de ella.

¡¡Ehh!!

Empujando con fuerza hacia abajo, como si la mordisqueara, ella estaba envuelta por él. Una cálida lengua delineaba los labios de Mari repetidamente.

¿¡M-mi primer beso!?

Puedo que no sea algo de lo que presumir, pero Mari no tenía experiencia en salir con alguien del sexo opuesto. Puede que sea porque su tío, quien consentía a su sobrina, era estricto cuando eran la interacción entre hombres-mujeres, de que ella era completamente una aficionada en el amor.

Mari podía ser fácilmente guiada por un chico diestro.

—Ah…

Darius gentilmente acariciaba la espalda de Mari mientras la abrazaba, y usaba el espacio cuando ella dejó salir su voz, para deslizar su lengua. Él probó el interior de la boca de Mari, trazando su fila de dientes, provocando su lengua.

—Fuu… uuhh… mmm… —los sonidos de su jadeo se escaparon naturalmente. Algo diferente del escalofrío recorrió a través de su cuerpo, y su cadera se sentía como si fuera a colapsar.

¡… No!

Mari, quien había quedado débil y estaba a punto de confiar su cuerpo a Darius, se sujetó a la parte trasera del sofá, al que se había sujetado antes de que lo supiera. Ella absolutamente no podía colapsar.

… como si yo me fuera a exponer de forma tan vergonzosa. Mari pensó fuertemente.

Quizás sus pensamientos fueron transmitidos a través, Darius finalmente la soltó de su largo beso. La cara sonrojada de Mari era sensual y hermosa hasta el punto en que podía cautivar a cualquier hombre a simple vista.

Darius cuidadosamente miró fijamente a Mari. Ahí, sus ojos pararon a las manos que se habían puesto blancas hasta sus dedos de agarrarse al sofá, y él se rió con satisfacción.

—Lo sabía, estoy bien contigo.

—… Si ya estás satisfecho ahora, ¿entonces te podemos pedir que por favor salgas? —La terrible voz fría de Frey llegó hasta los oídos de Mari desde una distancia más cerca de lo que esperaba. Cuando ella miró, ella vio la mano de Frey en el hombro de Darius.

Por casualidad, ¿él lo quitó de mí?

Sacudiéndose ligeramente la mano de Frey, Darius se dio rápidamente la vuelta en sus talones.

—Apúrate y quédate embarazada. Mientras yo aún no he perdido mi mente y decida que estaría bien volverme el Príncipe Consorte, —dejando esas palabras que sonaban como una amenaza de despedida, Darius dejó la habitación mientras sacudía su mana con fuerza.

Mari dejó salir un gran suspiro mientras se hundía de manera insegura en el sofá.

— ¿Estas bien? Frey miraba de cerca preocupado a la cara de Mari.

—… No estoy bien.

—Bueno, por supuesto que no —Frey tocó gentilmente las rígidas manos de Mari. Él gentilmente las acaricio como si estuviera sosteniendo un tesoro.

Cuando Mari lo notó, ella rápidamente retiró su mano, sintiéndose avergonzada. Otra razón era porque ella creía que, si no lo hacía de forma rápida, ella quizás sintiera esos escalofríos de nuevo.

Sus propias reacciones eran lamentables, ella estaba al borde del llanto. Para hacer las cosas peor, también se sentía considerablemente exhausta.

— ¡… Ah! Gracias por ayudarme.

Aunque ella estaba completamente exhausta, Mari dio las gracias adecuadamente. Este aspecto de ella era fruto de las enseñanzas de su tío.

—No hay necesidad de dar las gracias. No fui capaz de prevenir el beso, después de todo.

— ¡Eso fue una fuerza mayor! Además, comparado con dormir con él, ¡eso fue nada!

Eso es correcto. Por el momento, la pureza de Mari… debía ser protegida.

—… Uhmm, sobre yo quedándome embarazada. Eso solo fue un medio para protegerme de Darius, ¿verdad? —Mari miró a Frey con su cara de color rojo remolacha. Cuando ella hizo eso, Frey asintió con una hermosa sonrisa como si dijera “está bien”.

—Por supuesto. Yo no quiero la posición de Príncipe Consorte, después de todo.

—Ah, ¿es así? —Junto con su propio alivio por negación fácilmente dada, ella sintió una sensación de pérdida.

—Lo que yo quiero ser, no es ser un Príncipe Consorte, pero un Primer Ministro. La posición social del Príncipe Consorte… en este país, sería un Archiduque, pero por esa posición, aunque viene con poder, es principalmente desde un punto externo. No se puede envolver fácilmente en la política real. El deber del Primer Ministro está en la política, después de todo. Yo puedo manejar a quien sea sin reservas.

¿Era solo su imaginación cuando la hermosa sonrisa parecía un poco oscura para ella? Tenía la sensación de que los escalofríos que sentía ahora, eran diferentes de la sensación de disgusto que sintió antes.

—No obstante, es la verdad que la realeza y los altos nobles están esperando con esperanza el embarazo de Su Majestad. Así que es un hecho de que yo he sido seleccionado para ser el Príncipe Consorte, —Frey miró fijamente a Mari mientras su sonrisa se volvía más oscura.

—Desde que se lo he dicho a Darius, tendré que tener a Mari cooperando conmigo.

— ¿¡Co-cooperar!?

Despreocupadamente, Frey le dijo a Mari, quien estaba desconfiada de lo que se refería, “Haré que Su Majestad duerma conmigo”.

Mari tenía los ojos llorosos de tantas conmociones. Involuntariamente, ella regañó a Frey, — ¿No dijiste que sólo era tu medio?

—Era mi medio.

— ¡¡Entonces a qué te refieres con dormir!!

—Solo acostarse.

—Por, acostarse… ¿sólo dormir?

Ahí fue cuando Mari finalmente entendió las palabras de Frey.

— ¿Realmente solo durmiendo en su sentido más literal?

—Eso es lo que estoy diciendo.

— ¿En la misma cama?

—La cama de Su Majestad es de tamaño extra largo, suficiente para que cuatro o cinco personas puedan dormir en ella, de lo que he oído.

Mari hizo una confirmación final con Frey.

—… ¿Sin s-sexo?

—Por supuesto. De forma en que podamos engañar a Darius y aquellos que están alrededor de nosotros, comamos y durmamos juntos. Por favor muévete conmigo lo más que puedas. Haciéndolos pensar que somos amantes, también sería el mejor plan para mí, para poder ayudarte.

Mari estaba aliviada de que era eso a lo que él se refería cuando dijo el plan.

Mientras sonreía gentilmente, los ojos azul celeste de Frey titubearon nerviosamente sin que Mari se diera cuenta.

—Bueno ahora, descansemos. Empezando mañana, vamos a estar ocupados, sabes. Te enviaré a una dama de confianza para que prepare la cama. Estaré ahí cuando haya terminado las cosas del trabajo. Está bien que te adelantes y duermas.

—Gracias.

Habiendo evadido el peligro y admitido el alivio, esta vez de verdad, Mari estaba tranquila. Sintió que finalmente podía dejar salir un suspiro desde que se despertó este mundo. Llena de sentimientos gratitud, Mari sonrió a Frey.

 ♦ ♦ ♦

Tarde en la noche, Frey visitó la habitación de la Reina. A continuación, la joven dama que se había convertida en la dueña de la habitación, se había quedado dormida. Al filo de la grande y lujosa cama amueblada con un dosel, su pequeño cuerpo estaba acurrucado mientras ella dormía. En sus brazos estaba sosteniendo una caja. Quizás, ella lo estaba tocando antes de que se durmiera. Frey tenía emociones complicadas hacia esa dama, quien escogió esa caja que se podría describir como modesta, en esta habitación llena mobiliario de mal gusto.

La caja que era lo suficientemente pequeña para sostenerlo con la palma de ambas manos, era la que sostenida la joya de la corona, que servía como evidencia de ser rey.

Aunque no había manera de que ella supiera eso.

¿Quedaron algunos recuerdos de la Reina?

Su cara dormida era igual a la Reina antes. Una arrogante e incomparablemente estúpida prima. Frey la detestaba hasta el punto de que sentía náuseas ante el mero pensamiento de tener la misma sangre corriendo a través de él. Mientras silenciosamente se subía a la cama, Frey lentamente se acercó a Mari. Si hubiera sido antes, ambos hubieran tenido piel de gallina, si ellos se encontraban en un radio de dos metros el uno del otro.

Frey recordó la imagen de Mari temblando ligeramente cada vez que él se acercaba. Lo hizo pensar que, en alguna parte de Mari, las memorias de la Reina aún quedaban, después de todo.

Mari, quien estaba perfectamente dormida, no tenía reacción.

Frey miró fijamente a sus brazos blancos. La piel de gallina que solía estar ahí… no estaba. En su lugar, lo que él sentía era un violento latido en su pecho que hacía “bum, bump”.

No le tomó mucho tiempo a él verla como Mari y no la Reina. Era hasta el punto en donde incluso él estaba sorprendido.

La mujer quien terminó viniendo a este mundo desde otro mundo, sin saber lo que estaba pasando. Cuán ansiosa e indefensa se debió haber sentido. Y aun así, por su propio deseo egoísta del que ella ayudara a este país, ella sonrió y asintió.

¿Incluso existe una razón para sentirse atraído a Mari?

No, quizás no haya una razón para ese tipo de cosa. Solo hablando con ella y estando a su lado, él, fue atraído a Mari.

No solo fui yo.

Recordando el estado de Darius, una arruga apareció en las cejas de Frey. Era la primera vez que Frey escuchaba decir a Darius palabras de preocupación hacia otra persona. Incluso de toda la información de Darius hasta ahora, nunca hubo una de ese tipo.

No, quizás haya… En la información de la situación de la guerra, algo sobre defender a la Reina quien estaba siendo regañada por el Marqués Mydal.

Eso, también, envolvía a Mari.

Frey tenía una excelente red de información. Naturalmente, Frey tenía información del mercenario, Darius. Él quizás conozca más de él que él mismo Darius. Ese es el porque él también sabía que Darius intentaba dejar el país.

Y ese Darius tiene una personalidad egoísta. Un chico así estaba preocupado por Mari.

Lo que, es más, para decir aun, ¿¡“Estaría bien volverme el Príncipe Consorte”!?

Incluso como una suposición, Frey no podía pensar que un hombre como Darius alguna vez pronunciaría estas palabras.

Lo más probable, es que Darius haya sido rápidamente atraído a Mari.

Y eso puede ser un síntoma en esos, quienes han tenido contacto con Mari.

El General Bastille, quien adora a la Reina. Llegando a Leoneil y Horg, quienes escoltaron a la Reina en el campo de batalla, quienes declinaron un ascenso y solicitaron una reasignación a los Guardias Imperiales de la Reina en su lugar.

Frey silenciosamente se inclinó al lado de Mari. Él la abrazó cuidadosamente, incluso más gentilmente de cuando estaba sosteniendo algo frágil, con el fin de no despertarla. Su pequeño y suave cuerpo, se ajustaba completamente a los brazos de Frey. Sin poder ser capaz de detenerse a sí mismo, él le dio un suave beso. Recordando la áspera conducta de Darius le había hecho a esos mismos labios, él aguantó el deseo de violencia que brotó. Esa era la primera vez que él sentía que estaba enojado. Sólo para contener su impulso de golpearlo, ¿cuánto esfuerzo tomó?

Frey realmente decía que él no quería volverse el Príncipe Consorte.

Pero a este paso, puede que no sea improbable que Frey acepte la posición de Príncipe Consorte solo para obtener a Mari, justo como dijo Darius.

Procedamos con los planes tan pronto como sea posible. Decidió Frey.

Él estaba ansioso de que si su yo actual podría proceder calmadamente con sus planes.

Él abrazó a la preciosa persona en sus brazos incluso más fuerte. Aunque confiado en que no podría dormir, Frey cerró sus ojos azul celeste.

 ♦ ♦ ♦

Amanecer, la Reina discretamente abrió sus ojos. A la vez que el cielo se teñía de un índigo azul del alba, el sol aún tenía que salir. Las voces de los pájaros podían escucharse desde fuera de la ventana.

A lado de ella estaba la presencia de su segundo primo, quien finalmente se había quedado dormido. Toda la noche, como si confirmara la existencia de Mari, él la sostuvo con fuerza una y otra vez. Escondiendo su cara en la nuca de su cuello, él se sobresaltaba ante el más pequeño movimiento y revisaría si ella seguía durmiendo antes de sentirse relajado.

Una imagen tan inusual de su segundo primo que la dejó asombrada.

Ella giró sus ojos hacia su alrededor. Un dosel blanco y una lujosa habitación con la que era familiar, se estaba mostrando a través del encaje.

Cuando ella miró de cerca, había una caja simple que cabía en su mano.

Un camino de lagrimas caía por los ojos de la Reina. Una vez más, cerró sus ojos y se fue a dormir.


 [1] En inglés la palabra que se utiliza es “black-bellied”, pero no hay una traducción exacta para esta palabra, porque es una frase china que se usa en muchos tipos de novelas para describir a personas que parecen honestas y agradables en el exterior, pero en el interior ellos son enigmáticos y sin alma por dentro.

Tomoe
~~~~Hola, σ(^○^) les escribe Tomoe para informales que la novela a sido retomada por otro grupo, por lo que ahora tendremos más capítulos. o(^▽^)o. El grupo que ha vuelto a retomar la novela a confirmado que tratará de traducir los dos tomos de la novela, pero que puede que tarde en hacerlo, así que estaría confirmada que la novela no se pararía de nuevo, pero se tardará en sacar los capítulos dependiendo de la versión inglesa. (^○^)

13 respuestas a “La Malvada Reina – Capítulo 2: Regreso al castillo (3)”

  1. Aaaaaaa, no puede ser que haya tan poco de esta historia 😭
    Muchísimas gracias por traerla, ahora yo también voy sufrir la espera junto a ustedes 😅

  2. Kyaaa!! Habia un nuevo capitulo y ni me habia percatado 🙁 ¿Sera que la reina original podría ir y venir de su cuerpo de forma intermitente?

  3. No había notado el nuevo cap! estoy tan feliz de que la versión inglesa lo haya retomado, debido a que es una de mis historias favoritas

    Gracias por su trabajo!

  4. Oh Dios mio!!! Esta historia está tan genial!!!! Gracias por la traducción!!! Estoy fascinada, me encanta! Espero desde el fondo de mi kokoro que actualicen pronto!!! 💖💖💋

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