Yeho – Capítulo 14

Traducido por Sharon

Editado por Ayanami


Mientras caminábamos dentro del cuarto, sus brazos y el manto me envolvían. Le di el abrigo a Soa y le dije que trajera agua caliente y una toalla, para después meterlo en la cama.

— ¿Por qué corriste en pánico? No es como si fuera a irme a alguna parte.

Tomé la toalla y el agua de Soa, mientras le preguntaba. De alguna forma, cuando me miró para responderme, sus ojos parecían vacíos.

— ¿No irás a ninguna parte? —repitió, y yo le pregunté:

— ¿Pensaste que me iría?

—Ah… —respondió, me arrodillé frente a él con la toalla húmeda, riendo.

— ¿A dónde iría? ¿Cómo podría evitar los ojos de los guardias, sirvientes y eunucos para salir del Palacio Purificado por el Cielo?

—Tú…

Hablaba mientras secaba sus pies.

—…Me sonreíste…era la primera vez desde que viniste aquí. Me fui a dormir viendo esa sonrisa, pero cuando desperté, ya no estabas. Mi corazón se hundió. Pensé que me sonreíste para huir de mí. Eso hizo que mi mente se quedara en blanco.

Estaba hablando de manera ausente, me giré hacia él, me devolvió la mirada y continuó

—Durante el Festival de la Cosecha parecía que ibas a desaparecer. Como si fueras a derretirte con la lluvia o a volar en el viento. Incluso ahora, parece que desaparecerás bajo el árbol de magnolias y la lluvia.

Lucía como si estuviera soñando, así que borré mi sonrisa. Él envolvió mi rostro con sus manos.

— ¿Volverás a ser como antes?

Cerré mi boca, pero él no pareció preocuparse por si respondía o no.

— ¿Sonreirás, mirarás la lluvia y el árbol de magnolias de nuevo? O… ¿estás sonriendo para huir de mí? Yo…no lo sé, Yeho. No me gusta cuando no sonríes, aunque en realidad me pone muy nervioso que sonrías de ese modo.

Jaló de mi brazo. Estaba arrodillado, pero ahora su rostro se está apoyando en mi hombro y, con firmeza, envolvió mi cintura con sus brazos.

—Su Majestad…

—Dime. Dime que te quedarás como mi Señora. Dime que siempre te quedarás como mi Señora. Dime que sonreirás como mi Señora, mirarás la lluvia como mi Señora y observarás el árbol de Magnolias como mi Señora. Dime que esperarás a que florezca todos los años a mi lado.

No pude decir nada.

¿Cuál es el punto de prometerle que estaré a su lado? No puedo hacerlo sólo porque quiero. A pesar de que en lo profundo de mi ser, quiero hacerle esa promesa y usarlo como excusa para permanecer hasta que está débil vida termine.

Pero, sé que no puedo hacerlo. Llegará el día en que me convertiré en su debilidad, y sé, por seguro, que si intento mantenerme dentro de sus brazos sólo lo empeoraré.

Incluso ahora soy su punto débil. Todos los rumores son culpa mía, así que no puedo negarlo.

Todavía no he manchado su reputación como Emperador, pero sólo es cuestión de tiempo…

Soy egoísta, lo sé. Quiero quedarme tanto tiempo como pueda. Como él dijo, quiero sonreír siendo su Señora.

No, no me importa no serlo. Sólo quiero estar con él…no me importa ser el espíritu maligno del Palacio Flower Fence. Mientras no lo arruine, quiero quedarme a su lado.

Por eso me escondo, no veo la lluvia ni el árbol de magnolias. Sólo porque quiero estar a su lado…aunque sea un sueño estúpido, quiero soñar por tanto tiempo como pueda.

Eso me hizo reír. Estoy parado sobre hielo frágil, pero ¿qué es lo que hice hoy? Debido a la historia que me contó, mi corazón se debilitó y caminé afuera descuidadamente, aumentando su debilidad.

Este error no es sólo mío.

Giré mi cuerpo, empujándolo, estaba tan disgustado conmigo mismo, que no podía permanecer de pie. Me odio tanto que no puedo soportar quedarme en sus brazos.

—Yeho~

Me jaló y me llamó de nuevo. Giré mi cabeza a un lado y la cubrí con mis manos.

—Yeho, ¿por qué estás llorando? Aunque te cubras, lo sé. Estás llorando. ¿Qué sucede? ¿Huh? Sonreíste, estabas sonriendo, no llores, sonríe. Háblame mientras sonríes. Está bien mentir. No me importan las falsas promesas. Así que dime que siempre te quedarás como mi Señora.

—…No… —Cubrí mi rostro y, tragando mi llanto, susurré: —No hagas eso. No prometas lo que no puedes. Sonreír, mirar la lluvia y esperar por las magnolias…no puedo prometerte eso. Como soy una persona tonta, llegará el día en que olvide mi posición. Pero no puedo prometer que siempre será como hoy.

Estaba conteniendo mi llanto tanto como pude, pero los sollozos salieron. Intenté alejarme, pero sus brazos eran cadenas que se apretaban con fuerza a mí alrededor.

—Estoy increíblemente enojado contigo —dijo en mi cuello como si me gruñera. —Siempre rechazas lo que intento darte. Siempre pareces hacer lo que quieres, pero nunca te ofreces a mí. Te dije que sonrieras, que te negaras si no quieres. Puedes comportarte mimado conmigo. Soy el Emperador, el dueño del mundo, pero frente a ti Yeho, en frente de ti, me vuelvo realmente inútil. Sin importar lo que haga, no logro verte ser feliz. Eso me deja increíblemente enojado.

Cuando terminó, bajó mi túnica. En este momento, está completamente oscuro, así que hace frío en el cuarto. Mis hombros temblaron debido al clima. Él agarró mi rostro y me hizo mirarle. Mis lágrimas mojaban sus manos.

— ¿Por qué no puedes darme un poco de tus sentimientos?

Su voz sonaba enojada pero, al mismo tiempo, era triste. Sus susurros eran muy bajos, como si salieran de lo profundo de su ser.

— ¿Cuándo dejarás de tener miedo y pensar en huir?

Porque no puedo confiar en ti… pensé, mientras le observaba con tristeza.

Porque no puedo confiar en mí mismo, porque no puedo confiar en este Palacio, porque no puedo confiar en el mundo.

Pero no puedo decirlo en voz alta. Si lo digo, él dirá que confíe. Dirá que no tengo que confiar en el mundo, en el Palacio o incluso en mí mismo, sino sólo me dirá que confíe en él.

Me prometerá todo porque es el dueño del mundo. Entonces…si eso sucede, terminaré confiando en él.

¿Qué sucederá entonces? ¿Todo lo que dice se volverá real? ¿Esta Majestad, que puede obtener todo lo que quiere se quedará conmigo para siempre?

No, antes de eso, ¿otras personas me abandonarán porque me convertí en la única Señora con su afecto? ¿Qué pasará con la Emperatriz? Esto herirá su gran orgullo.

Ella luce como el tipo de persona que no aceptará que alguien como yo lastime su orgullo. ¿Qué pasará si intenta encontrar mi debilidad? ¿Qué pasará si sucede algo que él no pueda controlar? ¿Qué sucederá cuando duela como si fuera a morir, sabiendo que no puedo hacer nada al respecto?

Ahora ni siquiera sé a qué le tengo miedo. Ya sea que me preocupo por el dolor o porque él salga herido.

Cerré mis ojos, incapaz de decir algo. Lo único que puedo hacer es asustarme y ocultarme.

Entonces, escuché una voz grave riéndose.

—De nuevo, no dirás nada. Sí. Sólo sella tu boca. No me des nada, sólo lo tomaré de ti.


Ayanami
Dios mío…si sólo Yeho dejara de martirisarse tanto u abrirse un poco…sólo un poco…todo sería más relajado…si el Emperador supiera que él en verdad lo ama sinceramente, no sería tan cruel con él, al contrario saltaría de felicidad sin importar el qué o quién…(∗∕ ∕•̥̥̥̥∕ω∕•̥̥̥̥∕)

5 respuestas a “Yeho – Capítulo 14”

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