¡No quiero ser princesa! – Capítulo 10: Su pesar


―Compromiso, ¿dices?

Llamado a una audiencia, la palabra que salió de alguna manera ya me la esperaba.

Mi prometida aún no había sido decidida, así que debió estar preocupado por su inestable hijo.

Podía entender los sentimientos de mi padre.

La realeza que me rodeaba se estaba desposando una tras otra y en medio de la decisión de sus matrimonios, ser capaz de hacer lo que yo quería hasta ahora era más sorprendente.

Es una recaudación de deudas por los años pasados.

―Sí. No es correcto que el príncipe heredero esté soltero para siempre. Ya es hora de que tengas a una prometida oficial.

Tomando nota, en una posición más baja que mi padre estaba el primer ministro. Por alguna razón, su estado de ánimo parecía ser bueno.

Creo que puedo adivinar porque.

….Era probable que mi pareja fuera su hija.

Durante años él había rogado que su hija se convirtiera en mi consorte, pero parece que mi padre finalmente accedió.

―….¿La hija del Primer Ministro?

Cuando le pregunté asintió en confirmación.

En cualquier caso sabía que me comprometería tarde o temprano.

El matrimonio era parte de la obligación real, y si era un compañero que mi padre ha aprobado entonces no tenía lugar para objetar.

―Entiendo.

―….Freed. Si hay alguien que te guste….

―Tal consideración es innecesaria padre. Por mi obligación y por el beneficio de este país, es mejor cuanto más superior sea la que será mi esposa. Si padre lo ha decidido, entonces me conformaré con él.

Acepté el compromiso sin interés.

Estaba harto de las mujeres. Cualquiera de ellas era lo mismo. Si ese fuera el caso, entonces era mejor para mí aceptar el socio ventajoso que padre decidió por mí.

―Ya veo… planeo la ceremonia para el próximo año. Hasta entonces, si tus sentimientos cambian, siéntete libre de hablar conmigo

―Estoy agradecido por su generosa preocupación. Pero esa situación probablemente no ocurrirá.

Me incliné profundamente y me excusé.

Mientras regresaba a mis aposentos personales, pensé profundamente.

Esto podría ser un castigo.

Para hacerla más fácil para mí, aunque no lo deseaba, seguí comportandome como una escoria.

Yo no pensaba que las cosas resultarian de esta manera, pero si pensaba que era una retribución, entonces podría aceptar este matrimonio que ni siquiera quería.

Si la hija del primer ministro se estableció como la princesa consorte, entonces, naturalmente, ella trataría de concebir niños.

No quería tener nada que ver con dormir con mujeres en este momento, había un gran problema en mi ánimo para hacer que la princesa consorte diera a luz, pero no podía permitir que la sangre real fuera exterminada.

En el caso de que yo no estuviera dispuesto a embarazar a la Princesa Consorte, entonces en el peor de los casos tomaría mujeres en mi harén y me limitaría a hacerlo una vez mientras aumentaba mis concubinas hasta que una de ellas quedó embarazada, tal situación podría ocurrir.

….El palacio interior.

Sólo por imaginarlo, mi estado de ánimo empeoró y quería vomitar.

No importa cómo quería alejarme de mi discapacidad, hice algo estúpido, y justo cuando decidí dejar de dormir con las mujeres en las fiestas nocturnas.

Estaba completamente harto. Hacia el futuro posible peor resultado, sólo pude suspirar mientras estaba cosechando lo que sembré.

♦ ♦ ♦

―Freed, enhorabuena por tu compromiso.

Cuando regresé a mi despacho, lo primero que oí fue a Glen, que me esperaba.

Probablemente sabía de mis sentimientos. Mientras hacía una cara complicada, expresó sus felicitaciones.

―….No es nada para estar feliz.

Mientras me sentaba en una silla, respondí. Era más de una voz sin emoción de lo que pensaba.

Me quedé asombrado de mí mismo que ataque a Glen sin pensar.

Se suponía que había hecho la paz con él, pero parece que estaba más en shock de lo que me di cuenta.

Después de componerme, continué hablando. Glen no era el culpable.

―….Por favor, no te preocupes. Sólo estoy cumpliendo mi obligación como realeza. Pensé que ya era hora de que el asunto se planteara.

―Freed….

―Por favor no hagas esa cara. Es algo que yo sabía desde el principio.

Después de decirlo, Glen bajó las cejas y simplemente asintió con un “sí”.

En este momento, probablemente tenía una expresión terriblemente patética.

Incluso sin decirmelo, lo sabía.

―….¿Su pareja es la hija del Primer Ministro?

―Ahh, eso es lo que dijeron. Debe estar feliz de que las cosas avancen como él quería. Sonreía de principio a fin.

Aunque era una persona bien conocida y aguda, era la primera vez que veía a ese Primer Ministro con una cara llena de alegría.

―Hablando de la hija del primer ministro, significa la princesa fantasma, entonces….

―¿Hm?

Incliné mi cabeza hacia las palabras desconocidas que Glen dijo.

―¿Qué quieres decir?

Preguntándome si no lo sabía, Glen continuó.

―Princesa fantasma. Ella es tu novia. Hay un rumor de que es enfermiza, por lo que no asiste a la mayoría de las fiestas por la noche. El Primer Ministro tampoco quería que su hija se acercara a otros hombres, supongo. Su apariencia rara vez se ha visto, por lo que en algún momento se le conoció como eso.

Después de que me lo dijeron, lo noté por primera vez.

Incluso cuando hablaba de la hija del primer ministro, no podía recordar su apariencia.

Sólo podía haber una razón para ello.

―….Pensándolo bien, nunca la conocí.

Como hija del Duque y Primer Ministro, además como la principal contendiente para convertirse en mi prometida, debería haberla conocido por lo menos varias veces hasta ahora.

En realidad, el Primer Ministro nos había arreglado varios encuentros. Pero recordé que siempre fueron dejados pasar.

No quería reunirme con mujeres que se arremolinaban alrededor del poder, así que pensé que era una suerte por lo que no le presté atención.

―¿Con la hija del primer ministro? Es sólo hasta el punto de escuchar conversaciones, pero pensé que el primer ministro quería hacer que su hija fuera su consorte pase lo que pase. Que nunca la conocieras es extraño.

―….En verdad, princesa fantasma es absolutamente apropiado para ella.

Hablando de ello, estoy agradecido por no tener que escoger a una novia de entre las jóvenes nobles que se arrastraron detrás de mí y apuntaron por mi cariño. Si llegara el día en que se anunciara uno de esos grupos para convertirse en mi novia, aunque fuera una orden tendría dificultades para cumplirla.

―….Esto podría ir en una buena dirección, inesperadamente?

―¿Puede parar su consuelo inútil? Al final, ella será igual que otras mujeres.

Incluso diciendo lo mismo, no tuve la opción de rechazar sin embargo.

Si me negara aquí, entonces una nueva novia sería escogida. Un evento molesto fue más que suficiente.

―….¿Has visto su retrato?

Glen se ofreció a encontrarlo, pero sacudí la cabeza.

―No, está bien. Ya que tendré que conocerla tarde o temprano, aunque no quiera.

―Freed….

Cuando mi amigo me miró con ojos deplorables, sonreí con ironía.

―Lo he aceptado. No es como si una novia se me hubiese obligado sin mi conocimiento. Padre también dijo que si tuviera una chica que me gustaba, entonces yo podría rechazar… Dijo que iba a esperar hasta la ceremonia.

―¿Es…así?

Glen abrió mucho los ojos. Probablemente no había pensado que me dirían esas palabras.

Asentí ligeramente con la cabeza en afirmación.

―Sólo se me dijo eso. Aunque yo estaba agradecido es lamentable porque no hay una mujer en la que pienso hasta tal punto.

―Freed…. Aún queda tiempo!

Lleno de energía, Glen insistió en que todavía no era demasiado tarde.

Encontrar a una mujer que ame.

Pero incluso si me dijeron eso, no estaba de humor para hacerlo.

Todo ya era demasiado tarde.

Además, no creía que fuera capaz de amar a nadie en este momento.

Realmente sentía pena hacia mi futura-esposa, pero probablemente no sería capaz de amarla.

Sin embargo, la trataría con mucho cuidado. Incluso sin amor, tendríamos que vivir incontables décadas juntos, después de todo.

―No, ya está bien. Es seguramente porque es el momento adecuado. Ya estaba cansado de ir a la fiesta de mascaradas y ya que he sido clavado en una esquina, pensé en hacer la próxima vez la última…. Es probablemente la guía del cielo que quiere que limpie mi entorno.

A eso, Glen mostró una expresión de sorpresa.

También era un poco consciente de que estaba en mi límite, probablemente.

Inclinó la cabeza profundamente.

―Me disculpo profundamente. Si no hubiera propuesto una cosa tan tonta….

―Tu idea fue buena, Glen. El problema está conmigo. No es nada para que te preocupes.

En primer lugar, el que buscaba la consulta era yo.

A pesar de ser renuente, el que decidió ponerlo en práctica también fui yo.

Condenarlo era como ladrar al árbol equivocado.

―Pero….

―Basta de este tema. Incluso si lo discutimos, no hay ningún beneficio.

Pareciendo que todavía quería discutir vehementemente, dije palabras de cierre y me concentré en los documentos de mi escritorio.

Aún así, la voz dentro de mi cabeza seguía dándole vueltas.

――――Sí, cierto, ¿qué quieres decir con [Príncipe heredero intachable]?.

Si eso fuera cierto, entonces no sería un completo fracaso en este momento, ¿verdad?

Pensé que era una conclusión adecuada para mí, que había sido tan tonto.

4 respuestas a “¡No quiero ser princesa! – Capítulo 10: Su pesar”

Responder a Cerezoo-chan Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido