Nuestro Matrimonio Político – Capítulo 10

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Ella despertó desnuda en sus brazos. Se sentía mareada, él la había hecho sentir increíble, provocando sensaciones en la parte baja de su vientre, fue mucho mejor que la última vez, pero…

Esto sucedió antes del matrimonio, ¡antes del matrimonio!

Este pensamiento no dejaba de dar vueltas y vueltas en su cabeza.  

A pesar de que Matilde estaba en un menor estado de shock, ella elevó su cabeza para mirar a Leandroth durmiendo. Una sonrisa divertida se dibujó en su rostro durmiente, casi parecía un joven adolescente. Ella le dio una sonrisa irónica, su cara durmiente no estaba en la clasificación de un adulto, sino a la par de un niño travieso.

Leandroth le dijo que ella era la indicada para él, su persona favorita.

Matilde cerró su ojos, la sensación de alguien respirando a tu lado, sentir su calidez, eso, de hecho, la hizo sentir confortable, le gusta esto, pero… ¿Qué haría si ella perdiera este calor algún día?

Incluso si ahora él la llenaba de halagos, diciendo que era linda y hermosa, eso podía acabar algún día…

Ayanami
el pesimismo en su máxima expresión, creo que Matilda aplica al 100% el dicho de “Espera lo peor para que al final duela menos” o algo así

Cuando ella se convirtiera en una arrugada anciana, ¿él seguiría diciendo esas cosas?

Su pensamientos se volvieron un revoltijo ¿Por qué este no es un matrimonio político normal?

Ella pensó que sería un matrimonio normal. Al comienzo de un matrimonio por beneficios políticos, ninguno de los dos se vería, no se agradaban pero tampoco sentirían desagrado, se encontrarían en una posición neutral, unirían sus cuerpos sólo con el objetivo de obtener descendencia. Si hubiera tenido ese tipo de relación, ahora se sentiría bien.

Él le dijo que la deseaba. En su momento, ese sentimiento la hizo feliz, obviamente, sabía que esos sentimientos, no serían para siempre, pensando profundamente en eso, se movió.

—Hmm… ¿Mattie, es de mañana?

Leandroth despertó y preguntó con voz rugosa. Como se espera de una persona que está acostumbrada al campo de batalla. Él levantó su cabeza y miró hacia afuera por la ventana, el cielo todavía estaba oscuro.

—No, aún es de noche, por favor continúa durmiendo —ella dijo suavemente.

—Sí. Buenas noches, Mattie.

Él respondió somnoliento, bostezó estirando su cuerpo, para continuar durmiendo.

—Buenas noches —ella dijo suavemente. Su respiración se volvió regular y profunda.

Ella podría olvidar la posibilidad, de que su estancia antes de la ceremonia de matrimonio fuera aburrida.

—Estar así, envuelta en sus brazos, se siente cálido…aunque, verdaderamente, no soy hermosa.

Ella estaba segura de que no era linda, ni se le consideraba hermosa.

Matilde se tragó un suspiro y cerró sus ojos, si no dejaba de pensar, no sería capaz de dormir, tales pensamientos mantenían sus ojos abiertos de par en par. Entonces los cerró herméticamente y el calor alrededor de su cuerpo se intensificó.

Ella trató de contener las lágrimas, un nudo se instaló en su garganta, apretó sus puños con fuerza.

Como no se dio cuenta antes…ella se estaba enamorando de esta persona. Estaba aturdida por la resolución de sus palabras. Está vez cerró los ojos para ser presa del sueño

◆ ◆ ◆

—Buenos días, Mattie.

Él no la dejó.

Ella se sintió un poco agitada al verlo, abrió sus ojos lentamente. Él estaba en su bata, sonriendo felizmente hacia ella.

— ¿Es de mañana?

Ella le respondió somnolienta. Él le dio esa brillante sonrisa. Parecía sonreír mucho cuando la miraba, era como mirar un gran perro meneando su cola cuando está siendo palmeado. De manera subconsciente alcanzó su mejilla. Él cerró sus ojos y frotó su mejilla dentro su palma, casi ronroneando.

¿Un enorme gato amistoso? Sonrió, no, ella aún pensaba que su parecido con un perro es mayor.

Y ese enorme perro lamió su palma y se rió. Ella también se rió, le hacía cosquillas.

Él ligeramente, beso su frente, la nariz, las mejillas y los labios, —puedes volver a dormir —le dijo suavemente .

—Gracias.

—No quería despertarte, pero pensé que te sentirías sola, si me iba contigo durmiendo —dijo sonriendo.

Su corazón estaba siendo engañado, pero Matilda sonrió a pesar de sí misma.

—Yo me siento sola, cuando despierto y no hay nadie, así que por favor despiértame, antes de irte —ella le dijo mientras se levantaba de la cama, sostuvo una sábana frente a su pecho para proteger su cuerpo desnudo. Leandroth la miró atentamente y luego se acercó.

Con su mirada llena de afecto, ella lo beso en su mejilla.

—Por favor trabaja duro, da lo mejor, si necesitas ayuda en cualquier cosa, envía por mí, te ayudaré en lo que pueda —ella dijo suavemente, así fue como lo sintió.

Su sonrisa parecía poco feliz. Eso era raro.

—Mattie.

La llamó mientras la atrapaba en un abrazo. Ella estaba parada con el cuerpo rígido.

— ¿Leann, hay algún problema? —preguntó, Leandroth enterró su cara en la curva de su cuello.

—Estoy recargando.

— ¿Recargando?

Leandroth se alejó despacio  de ella y sonrió, —te veré más tarde.

—Adelante —Ella le regreso la sonrisa, Leandroth la beso.

—Almorcemos juntos —dijo mientras besaba su dedos, le provocó cosquillas. Matilda sonrió y se encogió de hombros.

◆ ◆ ◆

— ¿Es un almuerzo o no?

Matilde preguntó, mientras recorría con la mirada la mesa cargada de comida. Era más parecido a un picnic, frutas, fruta infundada en agua, jugo de fruta, pasteles y pan. Cosas que se puede comer con una sola mano.

—Tal vez…

—Quizás, quizás… —ella cerró sus labios, tal vez Leandroth había ordenado esto. Pero…ella inclinó su cabeza.

Se sentaron uno junto al otro en una mesa redonda en su oficina. No estaban almorzando formalmente. Ella tomó la fruta infundida con agua y dijo —Hay tanto, es un poco derrochador. Vamos a mejorar mañana.

Ella envió una oración a los espíritus del bosque. Preguntado si Leandroth tenía un dios en el que creía. Recogió un panecillo

—Vamos a comer por ahora, más tarde hablaremos acerca de algunas preocupaciones.

Ellos tranquilamente, comieron frutas y dulces. Leandroth le mostró a Matilda las frutas que le gustaban, pero para ser honestos, con el abrumador sabor de los dulces, ella perdió el sabor de los demás alimentos.

Así se lo dijo a Leandroth, quien se rió fuertemente  —Yo también.

—Bueno, ¿por qué no le dices eso al jefe de cocina?

Leandroth suspiro, —dependiendo de cómo lo diga, sus cabezas podrían volar.

Matilde frunció el ceño, eso era horrible.

—Demasiado caliente, está frío, no me gusta el sabor, me duele…cada vez que digo alguna cosa que no me agrade, alguien pierde alguna parte de su cuerpo…no me di cuenta hasta que fue muy tarde y ahora estoy perdido, sin saber cómo hacer que las cosas vuelvan a estar en orden.

La expresión de Leandroth se tornó amarga y distante, el corazón de Matilde, se sintió herido al mirar la oscura expresión en su rostro.

—Seguro has oído en tu país… ¿que soy conocido como un rey títere? —Extrañamente Leandroth preguntó en un tono casual.

Matilde estaba a punto de usar un tenedor para recoger una pieza cortada de manzana, pero la fruta se deslizó de sus dientes.


Kiara
Está matilda nunca se aclara, al principio quería que le prestara atención y ahora que lo hace no quiere, chicas seamos sinceras ¿Por qué somos tan complicadas? Nos vemos en el próximo capítulo, Gracias por leer.

2 respuestas a “Nuestro Matrimonio Político – Capítulo 10”

  1. Wow.. ambos tiene sus propios miedos, defectos y espero que cada uno se complemente para poder sacar adelante el reino y en el proceso que sean una gran familia 💜🌸💜

    A como van parece que crecerá bastante la familia 🤭🤭🤭

    Muchísimas gracias por el capítulo 🌸💜🌸

  2. Oh cielos Lean tendrá q trabajar muy duro para q Mattie le crea q realmente la ama, ugh ella es tan depresiva y pesimista, aprovecha cada oportunidad y se feliz con tu bombón perruno XD

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