La hija de la Casa Albert – Capítulo 30

Traducido por Maru

Editado por Ayanami


Los productos de la marca Dora-Gaku eran una variedad de artículos oficiales muy bien recibidos, por lo que muchos se comercializaron con éxito.

Carpetas y tarjetas con imágenes del juego, ilustraciones que posteriormente fueron utilizadas para posters y calendarios, la lista era interminable. Incluso crearon artículos no ilustrados, como correas para el móvil con los motivos de cada personaje, al igual que pendientes de la misma naturaleza. Tenían una gama amplia de estos productos, algunos de ellos se elaboraron con un diseño tan atento y refinado que apenas se distinguían como productos del juego.

Incluso dentro de esos ejemplos, el diseño detrás de esta pulsera en particular, la hizo más accesible y, por lo tanto, una de las más populares. Especialmente, las cuentas de colores, que daban la libertad a cada uno de elegir su esquema favorito. Cada color se correspondía con la protagonista y uno de los otros personajes, se vendieron como la espuma. Seguí leyendo “La hija de la Casa Albert – Capítulo 30”

¡No quiero ser princesa! – Historia Paralela 5: La Bruja Caprichosa 3

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


—Realmente, se ha vuelto problemático. —Un cuervo aterrizó en el hombro de una anciana. Tocando al cuervo, continuó murmurando en voz baja.

♦ ♦ ♦

Justo el otro día, después de mucho tiempo sin visitas, un cliente vino a la tienda. El cliente era una mujer joven.

Una niña con una capacidad de neutralización única, lo sé por el simple hecho de que logró encontrar esta tienda. Seguí leyendo “¡No quiero ser princesa! – Historia Paralela 5: La Bruja Caprichosa 3”

Dinero de Consolación – Capítulo 20: ¿No es peligroso caer de las escaleras? (POV del Príncipe)

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


Ese día, mientras comía mi almuerzo en la cafetería, Banach vino a nuestra mesa. Excepto por mí, Julia, Roland y Michael le sonreían. Les debo respeto por ser capaces de retratar una sonrisa tan pura a pesar de su perversidad. Dios, en realidad no había nada bueno en eso.

—Señorita Banach, ¿qué pasa?

Los ojos de Banach brillaron por la pregunta de Michael, antes de responder vacilante. Seguí leyendo “Dinero de Consolación – Capítulo 20: ¿No es peligroso caer de las escaleras? (POV del Príncipe)”

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