Traducido por Den
Editado por Nemoné
Corregido por Gia
Después de bajar en diferentes estaciones de tren, el grupo finalmente llegó a un tranquilo pueblo cerca de la costa. El mar de Irlanda estaba a la vista y, desde la posición de Lydia, junto a la ventana, podía ver perfectamente el agua del mar reflejando la luz de la luna.
Sin embargo, ya en la habitación, vio cómo el propietario de la casa le entregaba una copa de vino a Edgar, mientras este tomaba asiento con elegancia en una silla curvada. Seguí leyendo “El Conde y el hada – Volumen 1 – Capítulo 4: Una noche en el mar”
Traducido por Raine
Editado por Sakuya
Mi alma se sentía como si hubiera sido reducida después de la combinación mortal de mi entrevista con Padre y las tácticas de intimidación empleadas por Madre. Al día siguiente, estaba en la biblioteca buscando libros sobre medicina cuando otra bomba fue lanzada a mi regazo.
— ¿Eh?
Me quedé inmóvil, con la boca entreabierta. El impacto fue tan grande que no pude dar una respuesta. La gran cantidad de libros encerrados entre mis brazos estaban a punto de caer de mi debilitado agarre, así que rápidamente los ajusté antes de que cayeran.
La hermosa mujer que estaba parada frente a mí me dio una sonrisa preocupada cuando sus ojos se encontraron con los míos. ¿Esto es una broma?, me pregunté, pero la mirada en su cara me dijo que era una historia diferente. Ella nunca fue del tipo que bromea maliciosamente de todos modos. Seguí leyendo “La Princesa derriba banderas – Capítulo 52: La consternación de la princesa reencarnada”
Traducida por Den
Editada por Sakuya
Los ojos del Príncipe se abrieron con sorpresa ante las acciones del general Brennan. Padre balbuceó, Madre se rio con la mano sobre la boca, Marie chilló, Oliver continuó sirviendo el té, el chambelán se congeló.
No podía mantener mi cabeza en alto. Me cubrí la cara con las manos y oculté mi cara roja.
—General Brennan, por favor bájame… —dije tímidamente. Seguí leyendo “Cenicienta – Capítulo 27: Celos (4)”