Me quedé mirando fijamente el techo desconocido.
Aunque no podía entender mucho de lo que me rodeaba, poco a poco todo volvía a mi mente.
Hablando de eso, volví al fuerte, ¿no es así? Seguí leyendo “La Princesa derriba banderas – Capítulo 160: Las preocupaciones de la princesa reencarnada (4)”
Llegó la mañana siguiente.
Antes de regresar al fuerte, me levanté temprano para ver el templo con mis propios ojos. Después de echar un vistazo, tal y como dijo Sir Leonhard, no había ningún lugar que pareciera una habitación oculta, y mucho menos una puerta secreta. Ni los gruesos pilares de piedra ni el suelo estampado parecían movibles, lo mismo ocurría con las viejas estatuas colocadas a derecha e izquierda en el fondo de la sala. Seguí leyendo “La Princesa derriba banderas – Capítulo 159: Las preocupaciones de la princesa reencarnada (3)”