Me quedé mirando la oscuridad mientras me llevaban en el hombro del comandante Lieber.
Por mucho que intentara mirar, no podía ver a Sir Leonhard, ni a los enemigos contra los que luchaba. Sólo la llama de la antorcha que se balanceaba iluminaba las ramas y las hojas cercanas.
Sir Leonhard es fuerte, así que todo estará bien. Seguí leyendo “La Princesa derriba banderas – Capítulo 162: La sospecha de la princesa reencarnada (2)”
