La melodía de la música reverberó en sus oídos y, mientras giraban, el mundo se sintió de pronto distante.
—Esto es un poco loco, Charles.
Con las mejillas doliéndole de tanto sonreír, Tang Feng suspiró, rodeando con sus brazos los fuertes hombros del hombre, apoyando suavemente su cabeza en el hombro de Charles. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 15: La boda interrumpida”