—Hazme un favor.
—Por favor, díme.
—Me gustaría conceder la petición de tu padre, el duque Kling.
Marianne negó con la cabeza.
—Su Majestad, ya dije que no voy a apartarme de esta lucha y que no puedes cambiar mi decisión. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 152”
La última vez que lo visitó, era solo un pequeño jardín de flores porque estaba en construcción, pero ahora estaba terminado, lleno de muchas cosas incluidas una jaula para Poibe, mesas para el té, algunos libros y un caballete.
Marianne abrió el invernadero. El interior estaba teñido de rojo y verde por la luz del atardecer que se filtraba por todas partes. Sus amados lirios estaban alineados, disfrutando de la luz vespertina. La providencia del universo, penetrando a través del impecable vidrio, proyectaba una sombra oscura tras ella. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 151”