—No te acerques demasiado a la hija de la familia Matisse.
Eso fue lo que me dijo mi padre justo cuando esperaba una oportunidad para hablar con Ilya.
Me llamó a su despacho, un lugar al que rara vez se me permitía entrar libremente, así que no pude evitar preguntarme cuál sería el motivo. Sin embargo, aquel hombre —a quien no veía desde hacía tanto— no se tomó ni un segundo para cortesías y me lanzó aquella orden sin rodeos. Seguí leyendo “Mi prometido ama a mi hermana – Arco 9 – Capítulo 2”
