Traducido por Kiara
Editado por Michi
Al entrar al territorio de Rin recién capturado, Noel fue llevada a la mansión del señor local. El control total de la ciudad había sido tomado por Barbas al frente de la mitad del ejército..
—Oye, ¿no incendiaste la mansión?
—Ah, lo pensamos, pero no parecían como si hubieran salio. Así que tuvimos que quemá un almacén. Se toman sus trabajos en serio, o simplemente son tercos.
—Entiendo.
Se rascó la cabeza y miró a Barbas, junto con las otras personas nerviosas que estaban alineadas a lo largo de la carretera. Eran asistentes, criados, sirviente y similares. Al parecer, nunca habían pensado en correr, parecía que estaban más dedicados a sus trabajos, aunque no se habían resistido mucho en particular. Los baharenses eran famosos por ser valientes con un hombre y resistir a los invasores, pero, como se esperaba, no todos eran iguales. No sería práctico en realidad fijarse en el carácter local. Así se sentía Noel, sin tener idea de cómo era su tierra natal.
Ahora que lo pienso, ¿de dónde soy? ¿Nací en esa iglesia después de todo?
—Hmmm…
El zumbido y el grito de Noel no tenían un significado particular, pero uno de los sirvientes tímidamente dijo.
—Um, ¿sería aceptable hacer una pregunta?
—¿Qué es?
—¿Qué ha sido de nuestro conde Berotte?
—Oh. Le pedí que se rindiera, pero él intentó matarme en su lugar, así que yo lo maté. Tenemos su cabeza. ¿Quieres verlo?
Noel levantó el paquete que sostenía en su mano. Los asistentes retrocedieron, jadeando un poco en voz baja.
— Tal vez quieran darle un funeral, pero no puedo en este momento.
— ¿Es eso así? Eso es lamentable.
—Um, bueno, realmente no quiero matarlos a todos, y no atacaré a la gente de la ciudad, así que hagan lo que quier.
—I… incluso si dices eso, no sabemos qué hacer ahora que el Conde Berotte se ha ido.
—Está bien, está bien. Nos iremos pronto. Le pediré al señor Grohl que envíe correctamente a algunas personas.
—Ya veo.
Noel miró a los sirvientes aliviados.
—Por cierto, me gustaría reunirme con la persona más informada de aquí. Hay algunas cosas que me gustaría preguntar.
—Eso no es un problema, pero… el área de aquí está retirada ¿en que está pensando exactamente?
—Las montañas cercanas. ¿Podría enviarme un cazador o un leñador o alguien que frecuente la cordillera de Balkes? Lo más rápido posible, si puedes.
Noel le dio una palmadita en el hombro a la sirvienta mientras hablaba, luego le preguntó a Barbas acerca de dónde podía ir a descansar. La llevó a la oficina de Berotte. Decorada con macetas y pinturas, era una habitación bastante bonita. Los ojos de Noel fueron particularmente atraídos por la alfombra de seda baharés.
—Woah, esto es increíble. Es super bonito, es como si el diseño estuviera brillando. ¿Cómo funciona?
—Es exquisito. Comprar uno fuera de Bahar costaría tanto que le dolería la vista al mirar el precio. Tenemos similares en las mansiones de Gemb —Mientras Kai hablaba sobre sus pensamientos, un viejo sirviente comenzó a explicar con una expresión de orgullo.
—Son una de las especialidades de la ciudad. Se cosen de los capullos de un insecto especial que se forma durante un largo período de tiempo.
Parece que pueden haberse enorgullecido más de su artesanía que de sus militares.
—Como se esperaba de las sedas de bahar. Estoy muy impresionada.
—Muchas gracias. El conde Berotte siempre usaba lo mejor y este le gustaba mucho. Parecía haber sido uno de sus tesoros. Noel comenzó a desear tenerlo, aunque normalmente ofendería a las personas tomar el tesoro de otro. Se preguntó si de alguna manera era diferente con respecto a los muertos. Probablemente todavía era malo, pero ella había recibido gafas que pertenecían al difunto hermano de Cynthia. Noel decidió intentar preguntar.
—Oye, si… y sólo si… dijera que quiero comprar esto, ¿te enojarias?
Después de que ella preguntó, el anciano meneó lentamente la cabeza.
—No, el conde ya se ha ido y su esposa murió antes de tener hijos. Por eso es mejor que utilices la alfombra, incluso un enemigo. A cambio de eso, tengo una petición: por favor no traigan violencia a la gente del Rin.
—Está bien, es una promesa. Barbas, solo estaremos aquí un rato, pero no saquemos nada. Castigo severo a quienes violen la orden. Para ser específicos, les aplastaré la cabeza.
—¡Sí señó! Si eso es lo que dice el Capitán, seremo amable con el grupo que solo sabe temblar. Aparte de eso, ¿qué querría hacé con esta alfombra?
—Haré que alguien la lleve a Madress. Quiero ponerla en mi habitación. Apuesto a que sería genial tener una siesta en la tarde… si probemos eso…
Noel rodó sobre la alfombra, luciendo bastante cómoda mientras se estiraba sobre ella, brincando sobre su esplendor. Pensé que sería un desperdicio caminar sobre ella con los zapatos puestos, pero ella vio algo de verdad en la forma en que la asistente de la tercera edad explicó que su valor estaba en su uso. Si no se usará una herramienta, le restaría valor.
—Disculpa … espera, ¿qué estás haciendo exactamente? De ninguna manera … ¿Estás actuando como un vagabundo ahora? Que asqueroso.
Habiendo entrado en la habitación, Riglette miró a Noel como un tonto. Miró a Barbas para enfatizar la palabra vagabundo, y de nuevo comenzó a reproducir su interpretación habitual.
—¿Quién es un vagabundo? Ya es hora de que enseñe a ese cuerpo tuyo que mi paciencia tiene un límite.
—Que grosero de mi parte. Accidentalmente dije la verdad. Además, ¿no es la rapidez con la que recurres a la violencia una mera prueba de que te estás volviendo loco?
—¡Maldita puta!
—Está bien, está bien, eso es suficiente.
Noel, como no tenía muchas opciones, se puso de pie para terminar la pelea. Si se pelearan aquí, la hermosa alfombra se ensuciaría en un período de tiempo lamentable.
—Vamos a ordenar nuestros pensamientos. Ahora, ven aquí también, Riglette, tengamos una reunión.
Ante la insistencia de Noel, Barbas, Riglette y Kai se sentaron alrededor de una mesa alargada después de que el viejo ayudante se despidió educadamente.
—Ese viejo es un buen tipo, ¿no?
—Probablemente solo tenga miedo de que si te molesta, matarás a todos.
—Bien, eso es cierto.
Noel no se opuso particularmente a la declaración de Riglette.
—Más importante aún, usted dijo que quería celebrar una reunión, pero ni siquiera entiendo por qué tomamos el Rin. ¿Para ganar renombre?
—Estoy seguro de que Sir Noel tiene algo en mente. De cualquier manera, estoy profundamente impresionado de que Rin fue tomado en menos de un día después del ataque inicial.
Los soldados de Kai habían sido asignados al equipo de asalto de Barbas, y habían ayudado con la captura y el arrasamiento parcial de la ciudad. Más importante aún, sirvieron como infantería ligera para el Bloque de hormigas blancas particularmente áspero. Por eso Noel los había enviado.
—Ustedes dos lo hicieron bien, después de todo. El momento fue perfecto. Gracias.
—No puedo aceptar tu alabanza. Solo sucedio por que nos abriste paso en el momento adecuado.
—Jeje, muchas gracias. Hiciste un buen trabajo atrayendolo, corriendo, capitán.
—Honestamente, sólo fingí ser Riglette. Cuando lo hice, el enemigo se enojó mucho y realmente nos persiguió. ¡Tuvo un efecto brillante!
Habiendo escuchado eso, Riglette dijo con voz entrecortada.
—Acabas de decir algo que no puedo pasar por alto. ¿Quién pretendías ser?
Parecía que iba a preguntar de nuevo en voz más alta cuando Barbas la interrumpió.
—Estoy seguó de que es tó parte de tu imaginación. Más importante aún, ¿cómo fue?
—Oh, fue genial. Mucho mejor que tener que quemar toda la ciudad.
Noel estaba tocando el escritorio con su dedo. No había otro significado más profundo que tratar de verse bien. Neurótica, Riglette ya estaba molesta por eso, e incluso había tamborileando sus dedos dos veces sabiendo que no podía hacer nada al respecto. Con un gran toque final, su irritación se convirtió en un discurso. Parecía que ella se había enfadado.
—En primer lugar, ¿cuándo obtuviste esas cosas? No sabía nada de ellos en absoluto. Actuando así se interpone en mi habilidad para hacer mi trabajo como ayudante.
Se preguntaba acerca de las piedras de combustión que se habían utilizado para quemar a los soldados de Berotte en el bosque. Era el mineral rojo que se había extraído en lugar de oro en la cordillera de Balkes que se pulverizaba, se mezcló con agua y, cuando se procesó completamente, se convirtió en una sustancia similar a la arcilla. Cuando está empapado en aceite, produce llamas intensas antes de explotar finalmente. Era el arma secreta que el Bloque de hormigas blancas había hecho a base de muchos sacrificios para desarrollar, ya que la única manera de procesarlos sin causar una explosión era hacerlo bajo el agua.
—Incluso si lo supieras, no ayudaría, bastarda. Después de tó, yo fui quien propuso su uso. Tenía que ser un absoluto secreto para sorprender a esos idiotas. Jeje…
—Eres el idiota. Hmph, es algo en lo que un alguien tan bajo como tú pensaría, ¿no es así?
—Y, ¿te sorprendió?
—Fue más desagradable que sorprendente. Si no me cuentas todo lo relacionado, no podré ayudarte si surge algo. Por ejemplo, si murieras repentinamente en la batalla, eso causaría problemas, ya que tendría que tomar el mando.
Riglette estaba tratando de provocarla, pero a Noel no le importaba mucho. Era cierto incluso si ella no decía nada.
—Es verdad. Lo siento, Riglette.
—Ja, yas están pensando en lo que pasa si el capitán muere, realmente eres una perra. Oye, capitán, nadie se quejaría si la matará ahora mismo. ¿Por qué no lo hacemo aquí, quemamo el cuerpo y lo tiramos?
—¡Intentalo si puedes, mono de pelo blanco!
La mano de Barbas ya estaba sobre su espada. Encogiéndose ligeramente, Riglette rápidamente recuperó la compostura y lo miró mientras se preparaba para sacar su propia espada. Si realmente pelearán, Barbas probablemente ganaría con bastante facilidad, pero disculparse no estaba en la naturaleza de Riglette.
—Oye, somos compañeros, así que no debería haber ninguna razón para intentar matarnos unos a otros, ¿verdad? Barbas es el jefe del Bloque de hormigas blancas, y Riglette es mi valiosa ayudante. Los necesito a ambos. Así que, por favor, llevense bien.
Ante las palabras de Noel, los dos tomaron sus manos con venenosidad de las empuñaduras y miraron a un lado. Kai lo miró divertido, ya que no tenía ninguna razón para tomar partido.
—Entonces, Capitán Noel, ¿qué piensa hacer desde aquí? Creo que lo dije antes, pero no creo que haya un uso estratégico real en esta ubicación remota.
—Ahaha, ¿qué estás diciendo, Riglette? La cosa real comienza ahora. ¡Enviaremos una hermosa ofrenda!
—¿Qué? No tengo ni idea de lo que estás hablando. Eres un comandante, pero no creo que tengas tiempo libre para bromear.
Noel cambió su tono de voz y le ordenó a Riglette, que aún la miraba sin entender, que si no seguía cuidadosamente sus instrucciones, eso causaría problemas. Cynthia le había enseñado a ser decisiva cuando tenía que serlo.
—Riglette, te envió al virrey con la cabeza de Berotte. Cuando estés allí, dile esto la compañia de Noel ha abierto un camino secreto a través de la cordillera de Balkes y asaltara la capital bahariana de Vesta. Si tenemos éxito en nuestros ataques incendiarios, siempre que recibamos refuerzos, debería ser posible tomar la ciudad. Si es posible, envíe la unidad de Cynthia para reforzar, ya que sería problemático para dos comandantes que no se comprendan entre sí trabajar juntos.
—Que tonto. Dudo que algo tan ridículo sea aprobado. ¿No se rieron la última vez que dijiste algo como esto?
—Tengo setecientos hombres, y Kai tiene cien, en total son ochocientos. Si se combina con los mil de Cynthia, deberíamos poder asestar un golpe devastador a Vesta. Usaríamos todas las piedras de combustión que trajo Barbas. Quemaremos todas las granjas que rodean el castillo.
—Otro plan atrevido… pero, si lo haces así, irritara a la gente. ¿Estás listo para eso, capitán? Probablemente te quedarás con un apodo peor que el demonio.
Noel respondió con calma
—Los baharenses arrasaron las ciudades y aldeas de Coimbra, por lo que no pueden quejarse cuando nos venguemos. Al final del día, el ganador tiene razón, después de todo. Así es como se piensan, y lo dejarán pasar. Tal es el camino del mundo, y por lo tanto no puede ser ayudado. Y así lo haré.
Barbas se quedó atónito por un momento, pero después de que le informaron sobre lo que le pasó a Rockbell, no tuvo más objeciones. Atacar a los débiles le haría querer vomitar, pero eso solo se limitaba a sus compañeros Coimbra.
—El karma ha sido enseñado por mucho tiempo en Gemb. Significa que las cosas buenas provienen de buenas obras, pero los fines malos provienen de acciones malas; Sin embargo, eso rara vez resulta ser el caso. El mundo es verdaderamente un lugar complicado y misterioso.
Kai cerró los ojos y murmuró repetidamente para sí mismo con los ojos cerrados. Noel apenas podía entender lo que había dicho. Fue realmente complicado y misterioso.
—Bueno, soy un demonio propenso a los actos atroces, después de todo, así que cualquier pecado que cometa de aquí en adelante no importará mucho. Oh, ¿debería pintar la cara de un demonio en una bandera para usar esta vez? ¡Estoy seguro de que todos se sorprenderían!
Riglette golpeó la mesa en oposición.
—¡Por favor, para! ¡Mientras esté aquí, no levantes ese tipo de bandera! ¡No quiero que me vean como un tonto!
Parecía que ella se había tomado la broma en serio.
—¡Jajaja! Eso es una cosa bastante Gembi para hacer. Sir Noel, si te sientes atrapada en Coimbra, siéntase libre de emigrar a Gemb. Te recibiría con los brazos abiertos. Estoy seguro de que a nuestro virrey, Siden tampoco le importaría.
Kai la había invitado con una expresión seria y, algo preocupada por su respuesta.
—Lo consideraré —, respondió Noel mientras miraba el mapa extendido sobre la mesa.
Ya era hora de que llegara su guía local. Un cazador o un leñador conocería la cordillera de Balkes como la palma de su mano. Tenían que obtener inteligencia militar útil de él.
—Sería bueno si él responde obedientemente a mis preguntas. Si él no lo hace, ¿Obtendrás las respuestas, Riglette?
—Lo siento mucho, pero no hay forma de que apruebe un ataque sorpresa a Vesta”. Por favor, dime por qué estás tan obsesionado con eso.
La pregunta de Riglette había sido planteada con un movimiento de sus dedos y una cara de desaprobación.
—Claro, está bien. Sin embargo, solo te estoy diciendo la verdad porque el Virrey y los Grandes Generales no están aquí. Si me lo preguntas, no tengo idea de por qué todo el mundo está preocupado por tomar tanto territorio de bahar.
—¿No sería eso para apoderarse de los activos baháricos después de que Amil haya asumió la responsabilidad? Aunque es poco probable, si derrotamos a Amil, Grohl se convertirá en el candidato más poderoso para el emperador. Eso es solo una tontería, sin embargo… —tanto Kai como Riglette estuvieron de acuerdo con las palabras de Barbas.
—Eso es si ganamos, ¿eh? No tiene sentido si no ganamos. En primer lugar, el objetivo de esta operación es evitar la inauguración de Amil como príncipe heredero.
—Bueno, eso es cierto, supongo. No creo que sea inusual detener el progreso del enemigo en un intento de ganar, ¿no es así?
—Es importante, pero no creo que valga la pena el tiempo. Lo que más me preocupa es si los señores locales que están realmente en la capital imperial. Quiero golpear a Vesta para confirmar mis sospechas. Tampoco puedo fingir ignorar la capital provincial si quiero proteger mi reputación.
—Sigues diciendo ese tipo de cosas… No debería haber ningún problema con los informes de mi padre y los espías del Señor Gaddis…
—Todavía estoy curiosa al respecto; Los generales principales Wilm y Gaddis, y Leue va como enviado a Ribeldam. Todos proponen que los ejércitos avanzen lenta y cuidadosamente a pesar de que lo último que debería querer la administración de Bahar es que Coimbra acepte algunos sacrificios y avance rápidamente. No sería divertido reírse si la fortaleza de Vesta cae antes de que regresen.
Kai asintió levemente,
—Hmm, tienes un punto. Si estuviera a cargo de Bahar, no podría soportar que la capital en la que puse tanto esfuerzo cayera.
—¿Verdad? Si fuera yo, provocaría que Coimbra hiciera el primer movimiento y me prepararía para un contraataque justo. Después de eso, usaría tropas ocultas para cortar su escape y atrapar a todo el ejército. Las tropas ocultas serían los señores que pretenden ir a la capital imperial. Ah, ¿y debería la marina bahariana cooperar con la de Ribeldam? Si pueden ganar suficiente tiempo para que los señores regresen, la victoria está prácticamente garantizada. Lo más importante sería dar a los comandantes de Coimbra la sensación de que podrían ganar hasta el final.
Habiendo logrado ponerse las gafas en algún momento, Noel las ajustó con orgullo. Su garganta se había secado por tanto hablar, así que bebió un vaso de agua. Estaba caliente por el calor, y no muy refrescante.
—Capitán, puede que no sea una buena idea hablar de esto en voz alta. Más importante aún, es peligroso mencionar sus especulaciones. No sabemos quién podría estar escuchando después de tó. Siempre hay una rata.
Barbas parecía que iba a continuar, pero cerró la boca, aunque su mirada se desvió hacia Riglette. Estaba seguro de que ella estaba con Wilm, y ella ni siquiera trató de ocultar su incomodidad. Eso era obvio, ya que Noel había planteado descaradamente sus reparos con el plan de Wilm y Gaddis, pero esa no era la única razón para su inquietud. Ella ya había adivinado que su padre estaba fomentando relaciones con Amil. Ella había visto a muchos mensajeros que iban y venían a Bahar, por lo que no había duda de dónde estaba tendido; sin embargo, no había nadie que le hubiera creído si ella lo mencionara. En el mejor de los casos, la pondrian bajo arresto domiciliario bajo el pretexto de locura, razón por la cual no tuvo más remedio que seguir obedientemente sus planes. Ella no tenía opción si quería sobrevivir. Noel iba en contra del flujo de los eventos, por lo que le habían enviado a su lado. Riglette no tenía idea de lo que sería mejor para ella en este momento. Su incomodidad era insoportable.
—Tengo algo que quiero preguntar. ¿No están todos tus pensamientos basados en especulaciones?
Noel respondió definitivamente.
—¡Sí!
Ella no tenía ninguna prueba. Quería enviar exploradores, pero si Noel tenía razón, no habría necesidad de hacerlo. Sería bueno si pudieran confirmar la fuerza de los señores locales enemigos cercanos, pero no se pudo hacer.
—En ese caso, creo que es increíblemente tonto hacer un plan precipitado basado en rumores poco confiables. Además de eso, ¿hay alguna evidencia de que podamos ganar?
Una vez más, Noel proclamó asertivamente.
—Ahaha, estás hablando como tu papá, pero no hay manera de demostrar que podemos ganar. No puedes saberlo hasta que lo intentes.
No importa cuánto se haya pensado, el plan debería implementarse para saber si fue un éxito o un fracaso. Si todo fuera exactamente según lo planeado, incluso podrían cambiar quién se convertiría en el próximo emperador.
—Qué pensamiento tan tonto. Te traerá vergüenza y te convertirá en el hazmerreír del ejército de Coimbra. ¡Si te llamas caballero, al menos deberías tener un poco de sentido común!
—¿Quién necesita el sentido común? No importa cuánto se ríen si gano. En primer lugar, nunca puede haber ninguna prueba definitiva de victoria. Si hay alguno, probablemente sea solo una trampa. La guerra consiste en ponerse detrás del enemigo y engañarlo, ¿no es así? Eso es lo que me enseñaron, después de todo.
Riglette ignoró sus propias faltas y habló mal de Noel:
—Eso es sofisma. ¡Es porque solo corres tu boca que tus superiores quieren que te vean!
Ella, de hecho, fue la que habitualmente decía demasiado e irritaba a Wilm. Se distanció de sus superiores, iguales y subordinados por igual. A pesar de que ella lo sabía, no podía parar. Tenía mucho miedo de que algún día pronto llamaría demonio a un oficial superior y la golpearía por culpa de ello. No poder detenerse incluso entonces debe haber sido algún tipo de enfermedad.
—En cualquier caso, no puedo ignorar más órdenes. Si el virrey se niega a iniciar el ataque, lo cancelaré porque no cumple con las regulaciones militares ni con las órdenes de mis superiores.
Solo detendría el asalto y continuaría arrasando el campo. Si ella no pudiera hacer eso, todo habría sido un desperdicio.
—¿Por qué dices cosas tan obvias con tanta arrogancia?
—Te confío el mensaje para el virrey. Barbas, avísame cuando llegue el leñador o cazador. Puedes hacer lo que quieras, Kai. Dejaremos descansar a las tropas un rato.
—¡Entendido!
—Bueno, entonces, sólo voy a descansar.
Una vez que Noel había despedido a todos, comenzó a rodar sobre la alfombra de seda. Se preguntó cómo giraría la rueda de la fortuna. Noel no podía predecir qué sucedería en absoluto, por lo que solo podía centrarse en la tarea en cuestión y hacerlo lo mejor posible. Noel tuvo pensamientos sin complicaciones. Quería que Cynthia viniera si podía. No perderían si lucharan juntos. La captura de Vesta seguramente iría bien.
♦ ♦ ♦
En cierto campamento en Bahar, las fuerzas de Amil tenían un breve descanso en el camino de regreso desde la capital imperial. Fueron unos treinta mil. Se dirigían hacia los veinte mil hombres del comandante general Varzeck con la intención de coordinar un ataque con pinzas desde el norte y el sur. Había aproximadamente diez mil guardias en Bahar. Naturalmente, la defensa era bastante delgada en cada ciudad. Dejando de lado el plan, era insoportable entregar las ciudades al enemigo. Amil luchó duro para sofocar la horrible sensación en su estómago, pero todavía estaba preocupado por eso.
—Señor Amil. Un mensaje de Fuerte Carness. El Comandante de Mil Hoslo luchó hasta el final y murió heroicamente en la batalla.
—Entendido ¿Hoslo cumplió su misión? En los albores de mi época como emperador, debo asegurarme de devolver su cuerpo a su familia.
El asesor más sabio de Amil, Mills, dio su informe, leyendo de los papeles en una mano, —Hay una noticia mala. Rin, en la cordillera de Balkes, ha caído. El conde Berotte murió saliendo de la ciudad que ahora parece estar bajo el control del enemigo.
Con el pelo despeinado, tenía una cara que era suave y amable. A primera vista, era simplemente un hombre de modales amables, pero todos los planes que proponía eran diabólicos. Era un hombre que no podía ser juzgado por su apariencia. Si la Caballería del Sol Negro de Falid estaba a cargo del ejército, Mills estaba a cargo del plan. Aprovechar el máximo potencial de los dos había llevado a Amil al borde de tomar el trono imperial. Eran hombres que no dejarían de llevar a cabo el gobierno militar de Amil.
—¿Dijiste que Rin ha caído? Las cosas se han vuelto un poco problemáticas.
Amil miró el mapa extendido sobre la mesa. Si el ejército de Coimbra apuntaba a la capital bahariana de Vesta, tendrían que tomar la carretera central, pero si aceptaban los riesgos y cruzaban las montañas, Rin sería la base de operaciones más cercana.
—Lo siento, pero ¿no es posible que simplemente hayan atacado en algún lugar que fue defendido ligeramente sin ningún plan en particular? No sería un movimiento sorprendente de parte de los tontos de Coimbra.
El único oficial había sido optimista, pero Mills no quería nada de eso. Naturalmente, Amil pensó lo mismo.
—No podemos permitirnos subestimar a nuestro enemigo. La mayor debilidad del poder militar de Bahar es la rapidez con que baja la guardia. En la guerra, la situación siempre está cambiando, y los comandantes deben tener en cuenta dichos cambios al realizar movimientos. El comandante que tomó el Rin probablemente espera cruzar las montañas sin problema. No sería sorprendente que los lugareños supieran de una o dos maneras.
Después de rizar su cabello, Mills, colocó una pieza en el mapa con las insignia de Coimbra, y la deslizó hacia la cordillera de Balkes.
—Sin embargo, dudo que esto sea obra de mi hermano. Desde el declive de Coimbra, se ha obsesionado con su reputación hasta el punto de despreciar los riesgos. No puedo imaginarmelo diseñando rápidamente este tipo de plan.
Si lo hiciera, atraería a Amil, pero apostar todo a rumores sin fundamento causaría que su reputación se disolviera por completo. El desarrollo de Bahar en contraste con el declive de Coimbra había planteado la idea en las mentes de los plebeyos de que Amil había superado a Grohl. Fue poco formal, pero eso era algo natural cuando aspiraba al trono imperial, y Grohl estaba tomando represalias de cualquier manera que podía, por lo que no estaba en posición de criticarlos.
—En ese caso, debe haber ganado un aliado sabio.
—No he oído hablar de tal cosa.
—Lo que significa que este comandante puede haber hecho esto por su propia voluntad.
—Ese es el problema. Él está galopando sobre su caballo, salpicando agua en nuestra competencia fraternal. ¿No es así, Mills?
Amil volvió sus ojos hacia Mills quien, sonriendo, sacó otro pedazo de papel del bolsillo de su pecho.
—Estoy completamente de acuerdo. Mis espías informaron que el que tomó el Rin es una tal Noel Bosheit, un comandante de cien líderes menos de mil hombres. Parece que están descansando allí en preparación para algo.
—Solo mil no será un problema, pero el problema radica en los posibles refuerzos. Probablemente no sea posible que la actual guarnición en Vesta y sus alrededores defienda la ciudad.
—Exactamente. Es como un cuchillo sostenido en nuestras gargantas. Me gustaría que lo volviéramos a tomar de inmediato, lord Amil.
Otro oficial presentó su opinión, pero Amil negó con la cabeza.
—Nos estamos moviendo en secreto. Si enviamos tropas para recuperarlo, me temo que revelará la verdadera posición de nuestra fuerza principal. Si eso sucede, todo llegará a la nada. Sería una locura para nosotros hacer eso si alguna vez queremos acabar con las cosas en una sola batalla decisiva… honestamente Noel ha hecho algo molesto.
—Sobre eso, parece que Noel ha venido recientemente a servir a Coimbra. Además, ella es una mujer, y ha llegado a ser temida como el demonio por su destreza militar. De hecho, ella es la que mató a Sir Hoslo. Gracias a Dios, pensar que el famoso y débil ejército de Coimbra podría producir un demonio… realmente sucedió
Mills se puso de rodillas en su evidente dramatización. Ya estaba empezando a formular un plan para derribarla porque Amil no podía permitirse ser negligente. Si todo iba bien, sus planes llevarían a Amil al trono. Ese tipo de hombre tenía que ser usado para lograrlo, tal era el destino de los que estaban arriba.
Una sonrisa flotó libremente en el rostro de Amil cuando se giró para hablar con el silencioso Falid que estaba a su lado
—Jeje, una mujer es el demonio. Falid, parece que alguien te ha derrotado en tu propio juego .
Falid frunció el ceño y expresó su opinión con cuidado.
—Jaja, esta mujer Noel podría convertirse en una amenaza para nosotros. Ella no solo capturó a Sir Ristih antes, sino que también mató a Geb y Ned. Ambos de los cuales eran buenos soldados. Si bien no hay razón para aceptar los rumores, no podemos permitirnos ignorarla.
Estaba seguro de sus propias habilidades, pero no miraría al enemigo. Vivir con demasiado orgullo fue el primer paso en el camino hacia la derrota. Había sido completamente golpeado en su cabeza en ese lugar.
—Eso es bastante sorprendente. En ese caso, debemos hacer algo al respecto, ¿no es así?
—Entonces, ¿por qué no tomamos lo mejor de la Caballería Sol Negro y los enviamos a atacar el Rin? No será demasiado difícil simplemente sacar a Noel de la región. Si nuestros números son pocos, no creo que levantemos muchas sospechas.
—Sí, esa es una opción. Jugar por el libro nos haría eliminar rápidamente el obstáculo, ya que podría convertirse en algo desagradable si se le da demasiado tiempo.
Amil comenzó a pensar mientras miraba hacia la distancia, y Mills se echó a reír de manera repugnante.
—¿Qué? No hay que preocuparse. Es por esto que hemos invertido tiempo y dinero en fomentar una alianza cooperativa con dirigentes de Coimbra. Incluso les hemos enviado notas prometedoras de fama y recompensas después de la guerra. Es repentino, pero ¿por qué no ponemos en acción a nuestro General de División?
—¿Tiene la intención de utilizar a Wilm? Si lo hace demasiado, mi hermano seguramente se dará cuenta.
—Eso es cierto, pero necesitamos usar a quien podamos. Hemos sacrificado una gran cantidad para obtenerlo para el futuro de Bahar. Podemos usar este método tanto en la guerra como en los asuntos internos.
Mills mostró sus dientes mientras sonreía, su expresión suave se transformó en uno de un intrigante diabólico en un instante. Era la verdadera naturaleza del hombre de dos caras. Su dominio de ambos métodos, tanto duros como blandos, había sido bien aprovechado por Amil, quien tenía la intención de nombrarlo como primer ministro al comienzo de su reinado. Haría a Falid el general del ejército. Amil no tenía la intención de dejar ir a Bahar, queriendo dejar atrás a un magistrado para que pudiera gobernarlo exactamente como quería. Mantener a los valientes soldados de Bahar a su lado era algo que quería hacer.
—Eso tiene sentido. Ciertamente es como tú dices. Será mejor que utilicemos a todos los que podamos. No importa si tenemos que descartarlos después. Deberíamos sembrar el desorden en el campamento de mi hermano.
—Hehehe, muchas gracias. ¡Lord Amil, yo, Mills, me encargaré de todo! Vamos a eliminar a esta mujer demonio de Coimbra como a hoja de papel. ¡Fuahahaheehua haa!
—De acuerdo, te encomendaré la cuestión de exterminar al demonio. Dile a Wilm lo que quieras. Todo está permitido. Falid, procederemos con las tropas según lo previsto.
—Tu voluntad es mía. ¡yo, Mills, me siento sumamente honrado de ser el heraldo del reinado del Señor Amil!
—¡Te lo dejo a tí!
Falid y Mills asintieron e hicieron una profunda reverencia. Al verlo, Amil también asintió con satisfacción.