La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 121.2: Su secreto (2)

Traducido por Selena

Editado por Meli


—Qing Qing… —Feng Cang se esforzó por contener su llanto.

—¡Estoy aquí, estoy aquí! —Lo acarició con suavidad y pegó su cara a su pelo.

¿Por qué el destino jugaba así con la gente de esta manera? ¿Por qué Feng Cang tenía ese tipo de pasado? ¡¿Por qué Feng Xie tenía que decirle la verdad?

Ahora, entendía porque él era tan melancólico. Un pasado tan doloroso hacía que sus ojos se recubrieran de una capa de tristeza, que la gente no podía ignorar.

—Príncipe, ¿entonces tu veneno fetal?

—El veneno fetal estaba en el cuerpo de mi madre. La emperatriz de Dong Lu siempre ha sido una discípula de la Isla Penglai. Mi abuela falleció cuando mi madre era joven. Más tarde, el abuelo se casó con una hermana menor de mi abuela y la convirtió en emperatriz. Después de eso, el cuerpo de mi madre se volvió enfermizo. No esperaba que se envenenara…

Ahora entendía porque había algo extraño en el veneno del cuerpo de Feng Cang. ¿Por qué necesitaban ser tan crueles? ¿Por qué luchaban por el poder? ¿Por qué querían lo que no les pertenecían? ¿La naturaleza humana es buena o mala? ¿El corazón del ser humano es complicado o simple? ¿Por qué necesitaban crear tantas tragedias y dejar que Feng Cang las soportara solo?

La angustia la golpeó. Si los gobernantes de Bei Zhou, Xi Qi y Nan Feng, se enteraran que aún existía una línea de sangre de la antigua familia imperial Qin, Feng Cang tendría que afrontar el asedio de tres países. Eran personas que ganaron el poder y dividieron el mundo, ¡¿cómo podrían permitir que una persona con la sangre de la antigua familia imperial de Qin siguiera viva?!

—Qing Qing, ¿sabes? Cuando la princesa estaba embarazada, ella y el general me prometieron que si era una niña, la dejarían ser mi novia. Cuando el feto se movía, la princesa me decía: “¡esta es tu pequeña novia!” ¡En ese momento, me sentí tan feliz, tan feliz! Cuando bajaste el Espejo de la Luna de Agua, mi corazón casi se detuvo. ¿Cómo es que eres tan hermosa? ¡En ese momento, pensé que era la gracia del cielo! Pensé que habías muerto. ¡No esperaba que siguieras viva y que además vivieras conmigo y fueras mi amada! No importa si fue un matrimonio establecido por los padres o los sentimientos de amor que crecieron entre nosotros después de conocernos, al final, sigues siendo mi Qing Qing y te convertiste en mi novia. ¿No crees que nuestro destino está profundamente arraigado y que nada podría cortarlo?

—Príncipe… —Lo besó en la frente para demostrarle que él era la persona más preciada en su corazón.

—Si me llamas marido, seré más feliz.

La besó, abrió sus labios y exploró su fragancia. Ella no lo rechazó y se acurrucó en sus brazos. Se besaron como si estuvieran borrachos, como si hubieran esperado ese beso durante un siglo

Dos personas con la misma experiencia de vida encontraron un punto de resonancia en el cuerpo del otro. Los dos eran huérfanos. Sus padres murieron trágicamente a manos de los malvados. La franqueza de Feng Cang rompió por completo el obstáculo que había entre ellos.

Solo cuando el rostro de Murong Qi Qi se puso rojo y quedó sin aliento, Feng Cang la soltó.

—Príncipe, no inventaste una historia para mentirme solo porque te gusto, ¿verdad? No estoy en contra del amor entre hermanos, pero los hermanos son parientes cercanos. ¡El niño que nazca de ellos no será sano y será propenso a la deformidad!

—Qing Qing, ¿sabes que solo la antigua familia imperial Qin tiene ojos violetas? ¡Significa el linaje más puro! Si no, ¡¿por qué iba a utilizar todos los medios para cubrir mis ojos?! Los tres reinos dividieron a Qin. Todos los miembros de la antigua familia imperial de Qin, incluidos los bebés, han sido masacrados. Yo soy el único que queda. Si me descubren, lo que tengo que enfrentar sería entonces a tres países…

—Príncipe, ¿la gente que te rodea es de confianza?

—Todos son mi gente y no me traicionarán. —Le besó el dorso de la mano—. Los que me traicionaron, hace tiempo que murieron.

—Está bien. Príncipe, ¿entonces qué quieres? ¿Quieres ser emperador? ¿Quieres restaurar la dinastía Qin?

—No —Negó con la cabeza.

—¿Por qué? ¿No tienen todos los hombres una especial obsesión por el poder? —Se sentó y lo miró con sorpresa.

—Qing Qing, solo estoy obsesionado contigo.

—¡Estoy hablando en serio! ¿Será que nunca pensaste en vengarte de tus padres? ¿Recuperar lo que te pertenecía?

—Si el país está en caos, los que sufrirán son los plebeyos. Ya han pasado veinticinco años desde que los cuatro países se repartieron el mundo y coexistieron pacíficamente. Si rompo esto, tendría que enfrentarme a una presión sin precedentes. Además, ser emperador puede no ser lo mejor, pierdes tu corazón y tu naturaleza humana a causa del poder. No quiero perderme un día y convertirme en esa persona fría y egoísta. Como no me gusta, no entraré en este círculo de problemas. Cuanto más quieras, más perderás. No quiero perder lo que ya tengo, que eres tú. Pero, si Qing Qing quiere ser la mujer más noble de este mundo, por ti, ¡estoy dispuesto!

—¡No! ¡No quiero! —Sacudió la cabeza y se apoyó en el pecho de Feng Cang—. Le pido disculpas por pensar que quería revivir la dinastía; que estuviera obsesionado con el poder y deseara riquezas. No quiero la nobleza que dijiste. Solo quiero estar con la persona que amo y pasar el resto de nuestra vida en paz. Envejeceremos juntos y no nos separaremos jamás.


Meli

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