El caos de la Belleza – Capítulo 14: El escenario de la capital Nu

Traducido por Usagi

Editado por Anyi


En un instante el carruaje aumentó la velocidad; Gui Wan giró la cabeza observando el desconocido lugar, e ignorando deliberadamente la ternura en los ojos de Ye Li. El canto que había llenado el espacio se detuvo, pero afuera, el cántico despreocupado todavía podía ser escuchado por Gui Wan débilmente, trayendo una melodía distintiva a este paisaje desolado, perdiéndose en el desierto.

El carruaje mantuvo su ritmo y ella su tranquilidad. Quizá era el canto de antes o el regreso a su tierra natal, que reavivó una mínima sensación de felicidad dentro atmósfera silenciosa, haciendo que Ye Li lo saboreara sin cesar y sin querer terminarlo. Daba la sensación de que él estaba mirando el exterior, pero en realidad miraba a la mujer a su lado.

Justo cuando empezaba a pensar que tal paz duraría para siempre, varias voces ya se estaban acercando al interior del carruaje. Gui Wan pasó por alto todo, y desde la pequeña ventana del carruaje, comenzó a elogiar la vista de la ciudad:

 —Así que esta es la Capital Nu.

Después de mirar fijamente durante algún tiempo, por fin descubrió el secreto que albergaba la ciudad. Mientras el carruaje se apresuraba hacia delante, visualizo una escena del desierto de Gobi frente a ella; desde el exterior, no era mas que una pequeña estampa de color amarillo, pero mientras más se acercaban al lugar parecia burbujear con la vivacidad de la gente, y solo entonces uno se daba cuenta que la ciudad fue formada naturalmente.

—Esta es mi tierra natal, Nu. ¿Qué piensas de ella?, ¿cómo se compara con la Ciudad Capital? —Ye Li la cuestionó de repente.

Su rostro, que había sido arreglado por las manos de Mo Na, solo podía revelar una ligera expresión. Gui Wan se esforzaba por sonar indiferente, pero a su vez con una sonrisa en el rostro.

—Una fortaleza natural, es tan diferente de lo habitual. —Después de una pequeña pausa habló de nuevo—: Pero en comparación con el aire de realeza establecido desde hace mucho tiempo que tiene la Ciudad Capital, en pocas palabras, el nivel es muy corto.

Ye Li rió sonoramente mientras escuchaba las palabras de la joven, pero no estaba enojado en lo absoluto.

—Tienes razón, de hecho es así. El aire de realeza de la Ciudad Capital, también lo he anhelado por mucho tiempo.

Dentro de su lenguaje Han con acento, las palabras “he anhelado durante mucho tiempo” fueron pronunciadas con brusquedad, lo que provocó que Gui Wan frunciera ligeramente el ceño.

Justo en ese momento el carruaje se detuvo de repente.

—Su alteza, el príncipe mayor los ha estado esperando por mucho tiempo adelante —gritó alguien desde afuera.

—He hecho esperar demasiado a mi hermano. —Ye Li rió en voz baja mientras respondía.

En el momento en que Ye Li avanzó hacia adelante y levantó las cortinas para después abandonar el carruaje, Gui Wan aprovechó ese instante para mirar con atención el exterior. A diez pasos de distancia, se podía ver a un equipo de pequeñas tropas que aguardaban; un hombre del cual su ropa difería distintivamente del resto se puso en medio de los demás, ese debía ser el príncipe mayor de la tribu Nu. Observando todo, Gui Wan estaba en extremo decepcionada, pues la persona era alta con una complexión fuerte, pero mostraba una mirada llena de insolencia. Tal apariencia era claramente el epítome de un hombre bárbaro, y si lo comparaba con el comportamiento digno de Ye Li, no podía creer que estas dos personas fueran realmente hermanos.

Ye Li se bajó del carruaje, dándose vuelta para mirarla a Gui Wan, extendiendo su mano para ofrecerle apoyo mientras ella baja del carruaje. Ella se sostuvo del barandal del carruaje, y al tocar el suelo con los pies, su cuerpo se sentía ligero. Incapaz de reunir fuerzas, su cuerpo tembló incapaz de mantenerse en pie, por lo que Ye Li la sostuvo por el codo.

—No te fuerces, tu cuerpo aún no se ha recuperado.

Ella realmente quería deshacerse de su agarre, pero para su desgracia su cuerpo simplemente no tenía la fuerza suficiente, entonces solo comenzo a reirse con amargura de sí misma

—Ye Li, ¿quién es esta mujer? —gritó sorprendido el príncipe mayor.

El príncipe mayor era incapaz de comprender las acciones de Ye Li, este hermano menor suyo, ¿cuándo tuvo tales expresiones de ternura? Inspeccionó cuidadosamente a la mujer de aspecto frágil; aunque su figura era elegante, su apariencia seguía siendo promedio ni siquiera la mitad que Mo Na.

Al darse cuenta de los pensamientos de su hermano, Ye Li no dijo nada y solamente lo saludó:

—Hermano estoy de regreso —dijo mirando a Gui Wan y habló nuevamente—. Esta es la persona en la pintura. La he traído de vuelta.

—¿Ella es la persona del cuadro?

El príncipe mayor la miró con duda. Estaba muy interesado en la preciada pintura de Ye Li, pero ahora que veía a la persona real, su interés desapareció por completo. La chica no cumplía en absoluto sus expectativas de belleza.

El príncipe mayor se acercó a él, y palmeando el hombro de Ye Li le dijo entre risas:

—Es bueno tenerte de vuelta. Nuestro padre te está esperando y quiere tener una buena charla contigo.

Con los tímpanos casi destrozados por la estruendosa risa del príncipe, Gui Wan giró la cabeza; desde que bajó del carruaje, todos habían estado hablando en el idioma Nu, y no entendía nada de lo que hablaban, solo sabía que el príncipe la había mirado dos veces con ojos presuntuosos e incluso con desdén. Riéndose para sí misma, Gui Wan suspiró con suavidad, mostrando sus sentimientos, en verdad esta persona es un bárbaro.

Ye Li llamó a Mo Na, le entregó tiernamente a Gui Wan, y le dió una orden, antes de ingresar a la ciudad caminando junto al príncipe mayor, mientras hablaban y reían alegremente, usando palabras de afecto familiar.

Mo Na apoyó a Gui Wan mientras los seguían despacio, ampliando la distancia entre ellos. Solo entonces Gui Wan tuvo la oportunidad de inspeccionar cuidadosamente sus alrededores. Mirando alrededor del lugar, el escenario de esta tierra extranjera era en realidad muy diferente al del Imperio Celestial. Después de un mes de viaje, donde predominaba el cansancio, ahora podía disfrutar de todo corazón; su estado de ánimo se alegró y dejando de lado sus preocupaciones recorrió el lugar.

Mo Na había pasado todo el mes cuidando a Gui Wan y verla tan relajada en esos momentos, quiso compartir su entusiasmo, por lo que le habló sobre la cultura y costumbres locales mientras caminaban.

El grupo rápidamente llegó al centro de la ciudad, y Gui Wan observaba cómo Ye Li saludaba a la gente en el camino. Las caras de felicidad al saludar a los príncipes era algo que la dejó sorprendida, ya que en el Imperio Celestial, la gente común no tiene posibilidad alguna de conocer a la familia imperial, pero aquí, parecía que todos conocían a los dos hermanos, y eso era para reflexionar un poco. En ese momento lo entendió, el porqué la tribu Nu era diferente, y el lugar dónde se encontraba adquirió un nuevo brillo, el Imperio Celestial, por otro lado, ha quedado pequeño en comparación.

Mo Na tiró con suavidad de Gui Wan, para que se dirigieran de nuevo hacia el carruaje en las puertas de la ciudad. En los ojos de la joven había reproche y amargura. ¿Acabando de bajar de un carruaje, tengo que subirme a otro? Le dedicó a Mo Na una mirada de confusión.

Mo Na, rió a carcajadas, mientras intentaba explicarle:

—Todavía hay bastante distancia de aquí al palacio, y Su Alteza dice que tu cuerpo no está en condiciones de montar a caballo. Por eso se preparó un carruaje.

Incapaz de negarse, y sintiéndose impotente, se sentó una vez más en el carruaje con Mo Na; mientras que Ye Li y el príncipe montaron a caballo yendo al frente del grupo hacia la capital.

En el camino, como si la cálida bienvenida no fuera suficiente, flores frescas volaban por doquier, siendo lanzadas hacia la pareja de príncipes; algunos niños se las ofrecían en las manos, también algunas señoritas quienes los miraban avergonzadas. Incluso Gui Wan podía sentir la pasión de esta nación, y se sentía incapaz de borrar la sonrisa de su rostro. Le sorprendía el amor sincero que se profesaba, algo que en el Imperio Celestial era muy extraño de encontrar.

Gui Wan saboreaba el cariño de la nación y, en un abrir y cerrar de ojos, el salón del palacio ya estaba a la vista.

En comparación con el glamuroso palacio imperial del Imperio Celestial, era inevitable no parecer estar en mal estado, pero la estructura y el estilo eran completamente diferentes, dando así una grata sorpresa. Escapar de este lugar será más fácil de lo que esperaba.

Gui Wan siguió en silencio a Mo Na por el palacio a pesar de sentir que estaba siendo empujada. Ye Li no volvió a aparecer después de entrar en el edificio, parecía no tener tiempo para ir a verla, y esto hizo que su estadía fuera mucho más cómoda. Fue dirigida a una habitación que había sido preparada por Mo Na; se sentía tan cansada, por lo que después de tomar un baño se quedó dormida, mientras Mo Na pasaba sus manos por su rostro de nuevo.

Finalmente se quedó dormida después de un viaje agotador de un mes.

Sin pesadillas ni miedos abrió los ojos, parpadeando con incomodidad debido a los rayos de sol, para darse cuenta que estaba en un lugar que no conocía. Sonriendo con indiferencia, Gui Wan sintió que la sensación de dolor que las drogas le provocaron, había desaparecido casi por completo, por lo que no pudo evitar estar de muy buen humor. Miró alrededor para percatarse de que estaba sola, y se levantó de la cama.

Decidió sentarse en el borde de la cama mientras observaba una alfombra de lana blanca como la nieve tendida en el suelo, con los pies descalzos sintió que la lana estaba confeccionada a la perfección, haciéndola sentir que caminaba en una nube. Se puso de pie e inspeccionó con cuidado la habitación, aunque el lugar era mucho menos elegante en comparación con su habitación en la finca del Primer Ministro, no le hacía falta nada para hacerla sentir cómoda. La persona que había preparado la habitación tenía manos hábiles, ¿podría haber sido obra de Mo Na? Suspirando por sus pensamientos desordenados se dirigió a la ventana.

Este parece ser el segundo piso, la ventana era grande y no estaba tan alta, que prácticamente podía pasar por ella. La joven se inclinó a medias en el alféizar de la ventana, doblando su cuerpo para mirar hacia abajo, y obtuvo una vista panorámica del palacio.

Un grito de sorpresa proveniente de afuera interrumpió los pensamientos de ella. Miró con atención que una mujer de apariencia refinada la miraba con los ojos y boca bien abiertos, pero sin emitir ningún sonido. Poco después, un pequeño grupo de personas se reunieron debajo la ventana, todos los señalando a su alrededor, balbuceando demasiadas cosas, hablando en el idioma Nu, el cual Gui Wan no entendía.

Gui Wan frunció el ceño cuando escuchó el clamor, y se dio la vuelta para alejarse de la ventana. Después de unos minutos, el ruido del exterior se detuvo devolviéndole la tranquilidad. Estaba a punto de volver al lugar de antes, cuando unos golpecitos en la puerta la interrumpieron.

Antes de que pudiera invitar a la persona a entrar, las puertas ya se encontraban abiertas. Ye Li entró a la habitación sonriendo, con un rastro de asombro y alabanza en los ojos.

—Suo Ge Ta, ¿escuchaste el canto de los pájaros esta madrugada?

Ya no se molestaba en luchar contra la corriente, así que jugándose el cabello, Gui Wan contestó:

—El aroma de las flores que persiste en el aire y el canto de los pájaros; este es un lugar que destaca por muchas cosas.

—¿Te gusta este lugar entonces? —preguntó tentando el terreno.

—Las flores son hermosas y el agua es, por supuesto, excelente, pero… ¿eres capaz de llevar flores al agua para que acompañen a los peces? —le preguntó sonriendo con gracia

—Eso es demasiado injusto para el pececillo, que claramente adora tanto a esa flor. —Acercándose un poco, el rostro de Ye Li parecía abatido y triste—. Incluso si la flor no está dispuesta, la moveré al agua para intentarlo.

Conociendo la personalidad de la persona junto a ella, responderle no tendría sentido. Gui Wan se encogió de hombros, sin decir ni una palabra.

Ye Li arregló su expresión, ya que estaban en Nu tenía tiempo para arreglar las cosas. Su voz se volvió un poco más suave cuando dijo:

—Has estado durmiendo durante todo un día y una noche. El palacio tendrá un banquete de celebración esta noche, ¿por qué no vienes tú también?

Quiso rechazarlo, pero pensó en la personalidad caprichosa y unilateral de Ye Li, por lo que negarse no serviría de nada. Gui Wan asintió sumisamente y levantó la cabeza para preguntar:

—¿Qué hay de mis cosas, puedes devolverlas? —Le habían quitado todas sus cosas, incluso la ropa, por lo que al llegar tuvo que vestir un atuendo típico de los Nu.

Pasando los ojos de arriba abajo por el cuerpo de la chica, Ye Li comentó:

—En las celebraciones solo usamos el atuendo típico de la región, por lo que no necesitas nada de ahí.

Con una suave risa que reflejaba frialdad, Gui Wan decidió no hacer ningún comentario. Se puso de pie y sin importar si Ye Li seguía ahí, se dirigió hacia la ventana queriendo encontrar un cielo tan grande que fuera capaz de reflejar sus emociones.

De pie detrás de ella, Ye Li se quedó quieto, incapaz de darse la vuelta, ni mirar hacia otro lado.

—Mis súbditos definitivamente quedarán impresionados por ti, seguramente los dejaras cautivados.

De repente recordó el estallido de murmuraciones dentro del palacio justo esa mañana.

—Quizás ya hay algunos que han quedado impresionados por ti .

Sus palabras fueron escuchadas por Gui Wan quien lentamente volvió la cabeza hacia atrás, tratando de no sonreír, sin mucho éxito.

—Lo que quiero, no es tan complicado; solo es el corazón de una persona y una vista del cielo azul. —Uno de sus finos dedos apuntó al cielo azul desde la ventana.

Ye Li miró hacia donde apuntaba ese dedo, reflejando en sus ojos un cielo tan azul que le nublo la vista, y su corazón latió tan rápido que le dolía. Miró con tristeza a la persona delante de él, y su conciencia se nublo por un instante.

—¿Suo Ge Ta? —la llamó con suavidad.

Nadie contestó, el silencio y la desolación cayeron sobre la habitación.

♦ ♦ ♦

La noche llegó muy rápido. El palacio estaba iluminado con fuego, y se escuchaban los cantos; el ambiente era sumamente animado. Gui Wan se sentó dentro de la habitación, dejando que Mo Na la arreglara, después de un rato, Mo Na finalmente la miró maravillada con satisfacción.

—Esta es definitivamente la obra maestra más satisfactoria de mi vida.

—Este es definitivamente el viaje más impotente de mi vida. —Gui Wan la siguió entre risas.

Mirando la incomodidad de Mo Na, Gui Wan miró hacia afuera. De ahora en adelante, solo necesitaba enfrentar cambios y dilemas, sin mencionar que debía dejar este lugar al que no pertenecía, sin importar si era extraordinario.

♦ ♦ ♦

Decían que la gente Nu se especializaba en cantar y bailar, y hoy lo había comprobado personalmente. Gui Wan todavía se sentía asombrada, después de salir de los pasillos del lugar, vio el césped del palacio iluminado con hogueras por todas partes. Cada fogata estaba rodeada de personas cantando y bailando, sin importar el género.

Sus ojos inspeccionaron el lugar, detectando la hoguera más concurrida y también la más animada; adivinando que era donde estaba la familia real, y lentamente se abrió paso hacía ese lugar.

Ye Li ya había visto a Gui Wan desde el momento en que salió del palacio, aunque él está bebiendo vino y charlando alegremente, sus ojos siempre estuvieron observando en silencio sus acciones, sin apartar su vista ni un solo segundo. Debía ser cuidadoso, porque parecía que cada vez era menos capaz de dejarla ir, y él era muy consciente de que ella era una mujer casada. Además de que su esposo, como el Gran Secretario del Imperio Celestial, estaba decidido a llevarla de regreso. Las acciones que originalmente tenían objetivos políticos, ahora eran fatales porque había perdido la cabeza por ella, sin olvidar que la chica no tenía ni el más mínimo interés en él. En el fondo de su corazón, no pudo evitar sentir celos y rabia hacia su marido.

—¿Podría ser que los hombres del Imperio Celestial sean realmente tan encantadores?

Sentado a un lado de la hoguera, estaba el rey de la tribu Nu; quien veía el comportamiento anormal de Ye Li y siguiendo la dirección de su mirada, sus ojos medio ciegos captaron un destello escondido dentro de la luz del fuego en la oscuridad de la noche.

—Ye Li, ¿es este el tesoro que trajiste del Imperio Celestial?

—Lo es, padre —dijo Ye Li bebiendo un trago de vino. El sabor picante le bajó por la garganta, pero no lo sintió.

—De hecho, es una belleza que no se ve normalmente —alabó en voz alta con placer.

El viejo rey parecía tan animado como siempre, y de repente un escalofrío destello en sus ojos.

—Pero aún así, no es suficiente para intercambiarla por nuestra gran causa.

La voz fría y severa tomó a Ye Li por sorpresa y miró al rostro de su padre. Se quedó sin respuesta y en su lugar tomó otro trago de vino, esta vez le supo amargo.

Las llamas de la hoguera eran incapaces de cubrir la voz del viejo rey; todos los que los rodeaban se calmaron, y siguieron la dirección de la mirada del rey, mientras veían a Gui Wan caminar lentamente. Todos se quedaron sin aliento, en una tierra tan salvaje como esa. ¿Podrían haber visto alguna vez una belleza tan exquisita? En ese momento de absoluta incredulidad, Gui Wan ya había llegado al lugar donde se encontraban ellos.

El viejo rey Nu también se llenó de admiración por su facilidad y tranquilidad.

—El comportamiento elegante de la dama supera a las perlas de las praderas —la saludó entre risas.

Gui Wan no se sorprendía de que la gente Nu hablara el idioma Han, pues la tribu había sido gobernada por el Imperio Celestial durante casi doscientos años. La gente Nu podía hablar Han, aunque bajo la revolución del antiguo rey ahora eran una nación independiente separada del Imperio Celestial, pero el lenguaje Han permanecía como uno de los idiomas hablados en la tribu Nu. Sonrió levemente mientras hacía una reverencia, como una simple muestra de cortesía para expresar su respeto hacia el rey.

—El heroísmo del rey tampoco es menos que el de las águilas de las praderas. —Gui Wan pronunció con gracia las palabras.

Incapaz de contener su carcajada, los ojos del viejo rey se llenaron de aprecio.

—Tan elegante como las nubes, tan limpia como la nieve, tan fresca como los vientos. No es de extrañar por qué mi hijo está intoxicado por alguien como tú. Si yo tuviera veinte años menos, definitivamente no te dejaría ir.

Ya acostumbrada a la actitud de entusiasmo audaz y sin restricciones de la gente Nu, Gui Wan solo sonrió, esperando en silencio a que continuara.

—Dama, eres una rama dorada del Imperio Celestial, y el que haya venido a la Capital Nu, y sufrir a lo largo del camino lleno de baches, me hace sentir culpable.

Consciente de que sus palabras tenían un significado más profundo, Gui Wan se sentó en un banco que los sirvientes acababan de traer.

—El rey es demasiado educado, aunque he recibido un “cuidado especial” en el camino, para poder disfrutar el paisaje hasta aquí, yo también me siento muy honrada.

—No hablo por cortesía, mi motivo de gratitud hacia la dama es porque su llegada a nuestra tribu nos ha traído una oportunidad de supervivencia.

Gui Wan se quedó en silencio por un momento, para después sonreír.

—No recuerdo haber hecho nada por la tribu Nu.

—No necesitas hacer nada, tu misma existencia ya ha contribuido —Su voz resonó en el lugar.

Debido a que ella era incapaz de entender el significado detrás de esas palabras, Gui Wan tenía una ligera mirada de indignación. Trató de tranquilizarse y mantuvo una bonita sonrisa.

—Agradecería si pudiera contarme más detalles.

—Ya envié una carta a la familia de la dama. Creo que ya han preparado generosos obsequios, y han partido de la ciudad capital para venir a buscarla.

Gui Wan se congeló; entre cientos y miles de pensamientos, nunca hubiera imaginado escuchar al viejo rey hablar personalmente de su regreso. Su actuar le provocó un sentimiento de desprecio hacia él, estaba tratando la situación como si fuera un secuestro y estaba pidiendo un rescate, ¿en qué se parece esto al comportamiento de un rey de un país? Al mismo tiempo, ella se sentía confundida, ¿qué es exactamente lo que piden a cambio, por el secuestro?

Solo Ye Li seguía sonriendo con amargura. La había traído aquí por su propio egoísmo; sus sentimientos originales que eran solo de adoración pero parecían volverse más intensos quemándolo hasta el extremo. Una ola de calor invadió su estómago, y se levantó sin importarle la mirada de sorpresa de todos, y agarró la muñeca de Gui Wan mientras miraba hacia el viejo rey.

—Padre. No estoy de acuerdo —dijo con total resolución.

Todo tipo de miradas fueron lanzadas sobre él, pero Ye Li las ignoró, en cambio su voz sonó profunda y llena de determinación.

—Incluso si está entre un pez y la pata de un oso, todavía lo quiero.

Aparte de las pocas excepciones, un gran número de personas quedaron perplejas por la declaración. Incluso el rey se quedó sin palabras, y calvó sus ojos sin expresión en Ye Li.

Ye Li giró la cabeza, para mirar a Gui Wan. Incluso si era solo un poco, una pequeña muestra de sus emociones sería buena, él está dispuesto a llevar toda la carga por ella.

En un momento de aturdimiento, en una fracción de segundo de vacilación por parte de Ye Li, Gui Wan tiró de su mano, y sin importarle la expresión de él, le dijo al viejo rey:

—Por la presente recorro este camino, espero que llegue mi familia. La cálida hospitalidad del rey y de todos la tendre encuenta.

—No. —Ye Li de repente habló, atrayendo sus ojos hacia él—. No, no voy a permitir que te vayas.

Una sonrisa tenue y significativa flotó en la superficie de sus labios enfrentándolo con una mirada escalofriante

—Mi cielo no está aquí.

Después de lanzar una frase desconcertante, sin importarle ninguno de los que estaban presente, se dió la vuelta y se fue, sin la menor vacilación.

♦ ♦ ♦

En la ciudad capital, el calor del verano se desplegó poco a poco, pero solo en el patio de la finca del Primer Ministro, parecía que aún era invierno.

Una figura se precipitó hacia el patio, como una sombra que pasaba, pero una lanza le impidió la entrada, y se escuchó la voz extremadamente mecánica del guardia:

—Detente no eres libre para entrar.

La persona jadeó incesantemente por el aire; su rostro ya enrojecido, y hablando de manera incoherente, dijo:

—Hay noticias de la señora.

El guardia siempre tranquilo reveló una mirada de sorpresa, pensando para sí mismo, que la llegada de la noticia de la señora, debería terminar con los días de sufrimiento del Primer Ministro. Después de vacilar un poco, retiró la lanza.

—¿Son realmente noticias de la señora? —El guardia no pudo evitar preguntar.

Jadeando desesperadamente por el aire, la persona solo puedo asentir frenéticamente.

—Entra rápido —dijo el guardia revelando una sonrisa y dejándole entrar de inmediato.

La persona reunió energías nuevamente y comenzó a correr frenéticamente.

—Hay noticias de la señora.

La atmósfera de la casa cambió por completo, volviendo a la vida; incluso el Primer Ministro quien tenía mucho papeleo acumulado, sonrió.

♦ ♦ ♦

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Esta imagen es un fanart

Una brisa tranquila atravesó el estudio de la finca del Primer Ministro. Había una campana de vidrio que colgaba en los aleros que emitía un sonido claro; tal objeto se balanceaba con persistencia y tranquilidad, mientras una escena de silencio se cernía sobre la habitación.

Vestido con ropa lujosa, un hombre elegante y guapo se sentó frente al escritorio; sus ojos ocultaban frialdad mientras miraba con atención la carta sobre la mesa, y los labios apretados le agregaron un poco de frialdad a su rostro cálido y gentil. Su mano derecha apretaba un collar de aretes de perlas negras, y aunque no pronunciaba ninguna palabra, todo su ser estaba envuelto en un aire de impresionante dignidad.

El hombre que entregó la carta se encontraba junto al escritorio, y a pesar de las gotas de sudor que le cubrían la frente, la realidad era que sentía escalofríos al estar parado frente al Primer Ministro.

Lou Che apretó con fuerza el puño con la pendiente en la mano; se podía sentir una ligera frialdad en su mano, que se abría camino directamente a su corazón, e incluso atravesaba sus pensamientos más profundos.

La primera vez que la había visto usar ese pendiente fue a fin de año, dejando a todos los que la habían visto con un recuerdo inolvidable. Ahora mismo su pendiente había regresado, sin embargo, ella todavía se encontraba a miles de kilómetros de distancia. Pensando hasta este punto, la fuerza en su mano aumentó, y una vez más miró la carta sobre la mesa, mientras una rabia monstruosa se apoderaba de su corazón.

La tribu Nu quiere usar a Gui Wan a cambio de caballos de guerra, tal parece que el desastre realmente ya ha alcanzado un punto tan severo. Luc Chen rompió el papel en pedazos y se puso de pie, y caminó lentamente hacia el alféizar de la ventana para mirar hacia un mar de color verde esmeralda. Cientos de sentimientos encontrados se acumularon en su pecho.

¿Desde cuándo había llegado el verano?, ¿será que se había olvidado de los tiempos? Lo único que parecía permanecer en su mente, es el día que fue detenido afuera de la ciudad de Qu Zhou. Después de no tener ni una sola noticia de Gui Wan, se sintió incapaz de recordar algo más. ¿Qué sintió cuando escuchó por primera vez que había desaparecido? ¿Fue ira?, ¿miedo?, ¿dolor?, no lo sabía, pero algo era seguro, incluso si tenía que rastrear todo Qu Zhou, definitivamente la encontraría.

Sin embargo, la realidad es que era extraño que pudiera desaparecer de la nada. Incluso cuando la mitad del Imperio Celestial estaba fuertemente custodiado, no habían podido encontrarla. Ya llevaba un mes sin tener apetito, y sin poder dormir bien por la noche. No podía concentrarse para resolver asuntos tales como: el aborto espontáneo de la consorte Yin, o como el gran asunto de los estudiantes que denunciaron al gobierno imperial, criticando deliberadamente al emperador por favorecer a su consorte. Era como si hubiera perdido la mitad de su alma.

El jardín sin su figura, sus oídos desprovistos de su suave risa; su gracia, su inteligencia y sus sonrisas, simplemente se desvanecieron en el aire. Justo cuando se había intoxicado con ella, se desvaneció por completo.

Un sentimiento de amargura, se quedó grabado en su corazón, lo que lo hacía sufrir. Tal sentimiento, debería poder llamarse amor, ¿verdad? Lou Che sonrió con amargura sin decir una sola palabra.

Cuando eran recién casados, se lo había dejado claro que no iba a haber amor entre ellos, los dos parecían haber trazado una línea para no enamorarse, pero sin darse cuenta, él cruzó la línea hundiendo profundamente los pies en el barro. Sin embargo, ella parecía permanecer detrás de la línea sin querer cruzarla.

Una carcajada se escuchó de repente dentro de la habitación, y de pie a un lado del escritorio con ambas piernas casi completamente entumecidas, el mensajero que informó sobre la carta recibió una sorpresa repentina, y abrió los ojos completamente en shock.

Lou Che, quien durante todo el mes había entrado en depresión, en ese momento se reía como loco. Ahora que sabe dónde estaba Gui Wan, no vacilará en traerla de vuelta. La solicitud de acuerdo de los Nu y la pintura; todo había sido un plan para llevarse a su esposa.

El mensajero, incapaz de soportar una atmósfera tan densa, se vió obligado a hablar:

—Señor Primer Ministro —dijo el mensajero temblando.

—Lou Yu. Informa a los guardias de la finca que se preparen, dentro de dos horas saldremos hacia Nu. Dirígete de inmediato a la zona militar y pide algunos caballos de guerra.

—Primer Ministro, ¿podría ser que esté pensando en pagarles la recompensa?

—Tomaron a Gui Wan como un intercambio, ¿crees que los dejaré salirse con la suya tan fácilmente?

La voz clara y contundente de Lou Che, tenía un tono de burla que se dispersó en el aire. El corazón del mensajero latió con fuerza, y a pesar de saber con quién estaba tratando, el frío significado oculto en sus palabras aún lograba darle escalofríos.

Tragó saliva y forzó unas cuantas palabras:

—Pero, si no está de acuerdo, ¿la señora correría peligro?

La risa resonante de Lou Che no disminuyó, como si se burlara de la falta de astucia del mensajero.

—Lo adorable de la política es que en este mundo nada es seguro. A veces puedes ganar y otras veces encontrarás la muerte.

Sin atreverse a preguntar algo más, hizo una reverencia para retirarse del lugar, y la sensación de ser oprimido desapareció inmediatamente, y dejó escapar un suspiro de alivio. Miró en silencio por la rendija de la puerta; el lugar era claramente muy hermoso, pero ¿por qué tenía esta sensación de encontrarse en un lugar tan frío? Pareciera que había vivido una pesadilla, el sudor y los escalofríos eran la prueba de que todo había sido real, y salió corriendo de ahí de inmediato.

Libre de cualquier molestia, Lou Che levantó los pendientes de perlas, y los miró atentamente en silencio; tiempo después caminó hacia el escritorio y los colocó encima del mueble. Planeaba escribirle una carta al emperador, para que alguien la enviará inmediatamente al palacio. Se quedó pensando unos momentos con el pincel en la mano, tratando de encontrar qué era lo que debía escribir, pronto notó que ya tenía algo, cuatro simples palabras.

Mi esposa Gui Wan

♦ ♦ ♦

Gui Wan se encontraba sentada descalza encima de la alfombra de lana, jugueteando con varios adornos frente a ella. Su rostro parecía estar en calma, pero en realidad, era solamente una máscara para disfrazar sus verdaderas intenciones.

Al entrar en la habitación, Mo Na quedó sorprendida en la puerta.

—¿Qué estás haciendo? Desde el día del banquete, el rey ordenó estrictamente que la mujer del Imperio Celestial, era una invitada de honor y todos debían tratarla como tal.

Gui Wan levantó la cabeza, y sonrió cautivadoramente, revelando una alegría que creyó perdida.

—Pensando en cómo pasar los próximos días.

Señora, ¿por qué no va a vagar por la Capital Nu? Creo que todo el mundo en toda la ciudad debe estar luchando por vislumbrar su elegancia, recordó lo que Mo Na comúnmente le decía entre risas. Estos últimos días, con una mirada de extremo interés hacia la Capital Nu, Gui Wan prácticamente la había estado molestando pidiéndole que le contara todo, hasta los detalles menores, de lo que estaba pasando.

Sin responder inmediatamente, actuó como si estuviera pensando mientras recogía las cosas a su alrededor. Un pequeño destello de luz llamó la atención de Mo Na, y no pudo evitar tener curiosidad por los objetos que la joven tenía en la mano; todos esos accesorios eran los que habían sido removidos del cuerpo de Gui Wan, pero ahora los miraba con detenimiento.

—¿Por qué se ven diferentes?

Gui Wan se dió cuenta de su curiosidad, pero no la detuvo, y dejo que inspeccionara las cosas a detalle. Mo Na concluyó que los objetos que tenía en la mano eran claramente solo accesorios y no había diferencia alguna, entonces volvió su mirada hacia la otra mujer.

Gui Wan seguía con una dulce sonrisa en el rostro.

—Ya que no hay nada que hacer; vayamos a dar un paseo por la capital. —Entonces se puso de pie, emocionada.

Al verla de mejor humor, Mo Na se levantó apresuradamente y cambió su ropa por un atuendo masculino para perderse entre la gente. Las dos jóvenes se dirigieron a explorar.

Poco después de dejar el palacio, caminaron por un sendero estrecho y solitario, mientras Mo Na le explica entusiasmada a Gui Wan algunas de las costumbres de la tribu Nu. Pero al sentir que Gui Wan estaba distraída prefirió cambiar de tema.

—¿No es este lugar tan hermoso como tu tierra natal? ¿Por qué siempre pareces triste?

—El Imperio Celestial y la tribu Nu tienen sus pros y sus contras. Sin embargo, realmente me gusta este lugar. —La joven parecía desolada, pero aún así, le dirigió la palabra a Mo Na—: Me han traído aquí como un artículo negociable. ¿Cómo voy a tratar este lugar como mi propia patria?

Mo Na sintió vergüenza ante las palabras de la chica. El pueblo Nu siempre había sido militar, pero debido al desastre natural que habían vivido, perdieron la gran mayoría de sus caballos utilizados en la guerra y debido a ello la tribu había perdido fuerza en las batallas contra los enemigos. Por eso necesitaban a esa mujer para hacer un intercambio por caballos de guerra; y ahora que el príncipe Ye Li, secuestró a esta mujer e incluso quería hacerla suya, tales actos le parecían despreciables.

Queriendo disculparse por todo, miró hacia atrás, solo para encontrarse con una sonrisa de Gui Wan, y quería preguntar el motivo, pero en ese momento sintió un leve pinchazo en su mano; sus palabras quedaron en pausa y ella cayó inconsciente en el suelo.

Gui Wan se agachó y la miró antes de que quedara inconsciente completamente.

—Este tipo de droga no solo es exclusiva de la tribu Nu, también está disponible en mi tierra natal. Solo la tenía conmigo en caso de tener que defenderme, pero no pensé que la usaría en ti. Descansa bien, pase lo que pase, no necesitas disculparte conmigo, con esto, supongo que estamos a mano —murmuró Gui Wan.

Una voz melodiosa acompañó a Mo Na hasta que perdió completamente la consciencia.

Gui Wan permaneció de pie en el mismo lugar por un tiempo comprobando los accesorios que llevaba con ella, y aunque sabía todo de la nación Nu, y había planeado sus movimientos, necesitaba estar segura de ellos en caso de necesitarlos.

Levantando la cabeza hacia el cielo, sonrió con indiferencia; calculando su siguiente movimiento, se dio la vuelta, y se retiró de ese lugar.

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