Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 81: Interrogatorio (1)

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


Con respecto a lo que había hecho con los bandidos capturados, los amordace metiendo trapos en sus bocas para evitar que se mordieran la lengua y se suicidaran, los despojé de su ropa para asegurarme de que no tuvieran armas ocultas, y también les até las manos detrás de la espalda y los arrojé a ese oscuro calabozo debajo de mi mansión.

Es bastante húmedo, oscuro y frío ahí abajo, sin ninguna luz solar en absoluto. Definitivamente es un lugar que ejerce una gran presión sobre el espíritu humano.

Cuando Ratoka era más joven, pasó tres días ahí abajo y salió bastante agotado. Aunque recuperó su energía en solo unos días.

Ahora que lo pienso, Ratoka recuperó el látigo para mí del calabozo sin problemas. Aunque hay algunas luces ahí abajo, ese niño durmió como si nada en el calabozo. Tal vez sea más valiente de lo que pensaba.

Lo único que les di a los bandidos fue un barril muy grande de agua, luego los dejé solos durante dos días. De esta manera, tienen que hacer sus necesidades ahí mismo, están hambrientos y ni siquiera pueden beber adecuadamente a través de los trapos en sus bocas. Es un método para acelerar el colapso de su espíritu.

En la mañana del tercer día, saqué a uno de los bandidos que parecía ser uno de los líderes del calabozo. El bandido probablemente no pudo dormir correctamente, lucía demacrado y pálido mientras estaba de pie en la sala de interrogatorios de los cuarteles. Como no le he dado nada de comer durante dos días, probablemente se sienta mareado y nauseabundo también.

—Te preguntaré esto primero. ¿Tienes algo que decir?

Había sido lavado rápidamente por mis soldados y se le permitió volver a vestir su ropa original que ya había sido inspeccionada, pero su cabello y barba todavía estaban sucios y descuidados.

—Ahora tengo una muy buena comprensión de cómo tratan a sus prisioneros los nobles arxianos bárbaros y salvajes. Ha sido una experiencia bastante valiosa.

Tiene una voluntad de hierro. También es perceptivo.

El se tomó la molestia de hablarme en el idioma arxiano, no me menospreció por ser una niña e incluso notó que era de la “nobleza arxiana” en nuestro primer encuentro.

—Este calabozo fue dejado por mi difunto padre, conocido por ser el tirano más cruel de toda Arxia. No pude pensar en ningún lugar más apropiado para que los cultos visitantes de otro país se relajen y descansen. Estoy segura de que están acostumbrados a camas suaves, ¿verdad?

Sonreí ante la ironía. Aunque él usa “bárbaro” y “salvaje” como insultos hacia mí, no lo considero así. Y creo que nadie en Kaldia consideraría eso como un gran insulto tampoco.

Los soldados que estaban custodiando al bandido rieron al unísono. Como están acostumbrados al lenguaje vulgar todos los días, son mucho más hábiles en formas de insultar a la gente. Para romper completamente a los prisioneros, tuve que prohibir varios comportamientos, y pensé en detenerlos, pero parece que hice lo correcto al no hacerlo. La cara del bandido comenzó a ponerse ligeramente roja al ver a todos riéndose de él.

—Oh, ¿así que incluso ustedes tienen camas suaves? Permíteme adivinar, ¿los nobles arxianos y los plebeyos por igual, todos duermen en montones de paja?

—Oh, así que la gente en Densel aún debe dormir en montones de paja. Parece que su cultura debe ser bastante atrasada, eso debe ser realmente incómodo. Fue lo correcto hacer que ustedes durmieran en el calabozo. Después de todo, incluso las camas simples en las que duermen los plebeyos son demasiado buenas para ustedes.

Al verme reír, y al quedarse sin palabras para contraatacar, el bandido solo pudo maldecirme en su lengua nativa de Ringwren.

—Maldita mocosa.

Mis soldados no pudieron contener la risa. ¿Es realmente tan gracioso, me pregunto? Aunque les ordené que fueran “groseros y vulgares” con los prisioneros, y han seguido mis órdenes obedientemente… Aunque creo que lo habrían hecho sin órdenes de todos modos.

Bueno, solo con este intercambio de insultos, he descubierto bastante sobre este bandido.

Dado que tengo bastante conocimiento sobre varios idiomas forzado en mí por la señora Marshan, pude darme cuenta de que el bandido me maldecía en el idioma Ringwren. Aunque tiene un acento bastante marcado, también puede hablar arxiano, lo que significa que ha tenido una crianza social elevada. El idioma Ringwren es el que se habla en Densel y Planates. A pesar de que me estaba maldiciendo, su pronunciación era muy fluida, definitivamente es alguien de la alta sociedad.

Y, sin importar qué, no está diciendo palabras que esperaría que dijera un bandido. Sin embargo, la información que recibí de Jugfena fue que “un grupo de bandidos ha invadido nuestro país”. ¿En qué se basó Jugfena para llamar a este grupo “grupo de bandidos”? Necesito confirmarlo.

Bueno, por ahora organizaré la información que tengo y ya es hora de comenzar el interrogatorio real, así que llamé a Ratoka, que estaba en la habitación de al lado. Ratoka también lleva un velo hoy para que los soldados no lo reconozcan, pero probablemente tenga una expresión facial bastante distorsionada debajo de el en este momento.

—Trae ese objeto que te pedí que prepararas aquí.

—Sí.

Ratoka se acercó a mí y desenrolló el látigo que tenía en la mano. Este látigo tiene muchas cadenas y nudos, como un azote, y los nudos parecen estar diseñados especialmente para hacer que la gente sangre más. Recuerdo que mi padre le regaló este látigo a mi antiguo hermano mayor en su sexto cumpleaños. Supongo que si mi padre todavía estuviera vivo, también me estaría regalando cosas como estas.

Mientras tanto, el bandido miraba el látigo con ojos muy abiertos de sorpresa. Por primera vez desde que entró en esta habitación, vi cómo su rostro se contrajo ligeramente.

—Ahora te voy a hacer algunas preguntas. No importa si las respondes o no, pero… Bueno, todavía quedan otras once personas en el calabozo que pueden ocupar tu lugar. No obstante, no voy a ir a buscar a ninguno de ellos hasta que termine contigo en el interrogatorio.

Al escuchar eso, el rostro del bandido comenzó a contraerse con más violencia.

—Si llega al último, me pregunto si estará casi muerto de hambre.

Mis soldados seguían riendo de manera grosera. Supongo que fue un golpe efectivo, el rostro del bandido se volvió completamente pálido. Veo, ¿hay alguien a quien realmente le importa ahí dentro, o alguien realmente importante a quien no puede permitir que muera ahí dentro?

—Tú… ¡Tú hereje malvado!

Comenzó a gritarme con gran ira.

Ya veo, así que soy un hereje. Bueno, entonces definitivamente tengo que saber más sobre esto.

Es más fácil de lo que pensaba obtener información de él, y comencé a sentir ligeramente que podría estar disfrutando de esto.

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