Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 90: El invierno con los nuevos ciudadanos (2)

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


Después de confirmar con Teo que su tribu aceptaría pasar el invierno en el área bajo control directo, no había proyectos importantes por el momento. Pasé el resto del día escuchando sobre la vida de las personas, qué necesidades básicas eran insuficientes, averiguando quiénes estaban enfermos y heridos, y aprendiendo todos los detalles más finos dentro de mis límites. Basándome en todo esto, debo decidir qué se debe comprar y en qué trabajarán los carpinteros de Carson la próxima primavera cuando lleguen. Tan pronto como regrese a la mansión, también necesito hablar de todo esto con Bellway.

Para la cena, les pedí que me prepararan lo que solían comer, y para el alojamiento solo pedí quedarme en uno de sus edificios simples con otros niños. Mis nuevos ciudadanos, que tienen muy poca noción de un sistema de nobleza y de la diferencia de rango entre los plebeyos y los nobles, aceptaron de buena gana.

La comida esa noche consistió en calabazas, pescado hervido, leche de yegua, algunas verduras mezcladas con pescado y una sopa de queso. La textura de la calabaza era más suave de lo que pensaba y no tan dulce como esperaba, pero aún así estaba deliciosa. Aunque todo lo que describí parecía normal, tenía el sabor de que probablemente habían agregado queso a cada plato. Como tienen un pequeño rebaño de cabras, deben tener alguna forma de obtener frutas cítricas para la acidez necesaria en el proceso de hacer queso. Ahora que se han perdido las frutas silvestres en Kaldia, incluso el queso se considera un artículo de lujo.

—Así que esta es una calabaza. ¡Qué deliciosa! ¡Es una verdura con un sabor tan rico!

—En efecto.

Claudia parecía realmente disfrutar de las calabazas. Tomó la segunda porción ofrecida en silencio con la boca llena y una expresión llena de alegría.

Más tarde, por la noche, escuché a niños de mi misma edad contar historias sobre pesca y caza, y creo que extrañamente me quedé dormida por primera vez en mi vida mientras charlaba emocionada sin tener que pensar en nada difícil en absoluto. Pensé que era algo puro y divertido. Hasta el punto en que me sentí un poco solitaria a la mañana siguiente.

♦ ♦ ♦

—¡Mi señora! ¿Qu—qué…?

Cuando regresé para quedarme en el pueblo de Nezu, la esposa del alcalde estaba tan sorprendida… O tal vez debería decir que estaba aterrorizada. Bueno, supongo que la visité sin avisar, así que no se puede evitar.

—Ah, perdón por sorprenderte… Vine a ver a esas chicas de antes, y de paso pasé por aquí después de un viaje al pueblo para mis nuevos ciudadanos.

—¿Esas, uh, chicas?

Confirmé una vez más con el alcalde, que aún parecía confundido. Después de asentir con la cabeza, intentaron apresuradamente convocar a esas chicas de inmediato, mientras yo también me apresuraba para detenerlos.

—¡Llámenlas aquí de inmediato!

—Esperen, no necesitan llamarlas aquí para que me vean. Iré a visitarlas yo misma.

Esas dos chicas del pueblo parecían estar recuperando su energía a pesar de un persistente miedo hacia los hombres. Aunque no podían realizar trabajos en el campo o labores pesadas, parecía que se encargaban del mantenimiento de las herramientas agrícolas, la fabricación de cuerdas y el cuidado de algunas gallinas.

No tenía tiempo para charlar con tantos aldeanos como en el pueblo en construcción, así que después de preguntar a algunos aldeanos sobre sus preparativos para el invierno, continué mi camino de regreso a la mansión. Ya han pasado cinco años desde que el Conde Terejia se convirtió en mi tutor y comenzó a implementar sus políticas en Kaldia, parece que la vida está regresando poco a poco. Me pregunto si es hora de comenzar a producir telas e hilos nuevamente sin tener que depender de las importaciones.

Podría ser bueno comprar algunas cabras del dominio de Henznaut el próximo año. O tal vez, si las cabras de los nuevos ciudadanos tienen mucho éxito y aumentan en número, puedo comprar algunas de ellos. Debo revivir las tecnologías y técnicas en Kaldia.

Con las tiendas de los nuevos ciudadanos alineadas en una colina al norte de la Mansión, vi la vista del cielo despejado después de la primera nevada del invierno por primera vez. Aunque el Conde Terejia me había hablado de cómo se veía el año pasado, no pude verlo en ese momento, ya que estaba ocupada con el trabajo y también recuperándome de mi largo sueño, así que apenas salí de la mansión.

Ahora puedo evitar que los nuevos ciudadanos se vean obligados a lidiar con un clima y un territorio desconocidos por sí mismos. Hay muchos ancianos y niños entre ellos, y en una tierra nueva con costumbres diferentes, alcanzarán un alto nivel de insatisfacción rápidamente si no hago nada por ellos.

Pero eso no es todo, también hay beneficios al tenerlos aquí. El pueblo más grande de toda Kaldia, el pueblo Claria, que se encuentra al sur del área bajo control directo, parece estar interesado en comerciar con los nuevos ciudadanos y aprender sobre su cultura.

Aunque está bastante cerca del área bajo control directo, resultó ser el pueblo menos afectado por el arrebato de mi padre, y también fue al que llegó primero la ayuda del Conde Terejia. Muchos soldados en entrenamiento provienen de este pueblo, y el ejército regular de Kaldia también tiene muchos soldados con familiares ahí, por lo que los sentimientos anti-nobles son bastante débiles. Además, como muchos plebeyos de otros dominios terminan quedándose aquí si visitan Kaldia, es un lugar también amigable para  los nuevos ciudadanos.

—El año pasado intercambiamos nuestras calabazas, ganado, productos lácteos y telas por cosas como pan, huevos, paja, centeno, y así sucesivamente. Creo que algunas personas también obtuvieron utensilios de cocina.

Según Teo, parece que el trueque es algo que su tribu hace con frecuencia. En cuanto a algunos de los antiguos ciudadanos de Kaldia que experimentaron la vida antes del gobierno despótico de mi padre, parece que el queso era lo que más deseaban. Parece que hay algunas palabras en común entre el idioma Artolano y algunas palabras de la antigua región de Jugfena, por lo que han podido comunicarse entre sí a un nivel básico.

—Si es posible, por favor, comercien activamente este año. El pueblo Claria está muy poblado y ahí se reúnen todo tipo de cosas, también tiene mucho contacto con los otros pueblos. Es el lugar más apropiado para que ustedes sean aceptados por los aldeanos.

También conversé con Teo sobre cómo su tribu estaba pasando el invierno mientras lo ayudaba a acorralar los caballos en un simple cercado de madera que mis soldados habían ayudado a construir. Aunque los caballos Shiru son más pequeños que los caballos de mi ejército, parece que son bastante compactos y musculosos en general, con una excelente resistencia. Aunque están entrenados, todavía tienen un temperamento salvaje y me costó un poco pasar por el cercado ya que no estoy acostumbrada a ellos.

—Pero en este momento no podemos permitirnos vender ninguno de nuestros animales, ni tampoco podemos producir queso.

—Creo que puedo importar limones. ¿Serían capaces de hacer al menos un poco de queso? A cambio, ¿qué les parece si les proporciono diez cabras adicionales en la primavera?

En cualquier caso, si compro cabras para mi dominio, la tribu Shiru sería la mejor para cuidar de ellas de todos modos. También tengo la intención de dar algunas cabras al pueblo Claria y al pueblo Nezu, donde ya tienen la capacidad de cuidar del ganado nuevamente, pero como estoy comprando un nuevo tipo de cabra por primera vez, quiero que la tribu Shiru las maneje primero y espero poder transmitirles algunas técnicas sobre el cuidado de las mismas.

—Diez cabras, ¿eh?… Está bien, hablaré con los otros jefes sobre esto.

—Estás siendo de gran ayuda. Además, ¿irás a ver a las tropas de caballería en algún momento de este año?

—¡Ah, eso no será un problema! Además, deberías estar presente también. ¿Puedes participar? ¿Cómo podrás liderar si no sabes cómo manejar un caballo y hacer formaciones de batalla?

Aunque mis tropas de caballería recién establecidas el año pasado son guiadas por tropas de caballería retiradas del dominio del conde Ruktoferd, los instructores regresaran a Ruktoferd durante el invierno. Por lo tanto, esta vez espero mejorar la eficiencia de mi caballería al tener a la tribu Shiru, acostumbrada a estar a caballo durante todo el año, observar su entrenamiento. Parece que hay algunas diferencias fundamentales en cómo manejan sus caballos.

—Aunque sea invierno, siempre y cuando la vida se haya estabilizado para la tribu, debería estar bien que algunos guerreros se unan al ejército…

—¿Está realmente bien? ¿No se les considera una existencia importante para proteger la tribu?

—No, ahora mi gente está protegida por ti, no por nuestros guerreros. ¿No elegiste también el camino del guerrero para proteger nuestro orgullo?

Teo sonreía diabólicamente al decir eso. De hecho, es como él dice.

—Supongo. No hay problema en tratarlos como mis soldados privados.

—Úsanos bien. Eres nuestra Reina ahora.

—¿Mmm?

Escuché que me llamaban como algo que casi estoy segura de haber malentendido, pero decidí ignorarlo. Tal vez para ellos, la posición por encima de su jefe es simplemente su Rey. Probablemente eso es todo.

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