Traducido por Herijo
Editado por YukiroSaori
Cuando me desperté en la mañana, no podía mover mi cuerpo.
¿En serio? ¿Es parálisis del sueño?
Hice un esfuerzo para forzar a mover mis extremidades, y en ese momento, noté que algo se movía a mi lado.
Estaba a punto de gritar de miedo, pero entonces escuché una voz familiar.
—¿Ya despertaste?
Cuando dirigí mi mirada hacia su dirección, vi la cara de su alteza directamente sobre la mía, y casi tuve un ataque al corazón de sorpresa.
—Para que quede claro, no hice nada. Estábamos mirando el océano desde el balcón, y antes de darme cuenta, te quedaste dormida mientras te aferrabas a mí, así que no tuve más opción que acostarme en la cama contigo —Su alteza explicó.
Tomé una respiración profunda, y luego murmuré.
—Lo siento.
Estaba realmente avergonzada, así que incluso después de tomar una respiración profunda, apenas salió mi voz.
Su alteza sólo se rió.
—Estoy feliz de que te apoyes en mí.
Luego, salió de la cama y se fue al balcón.
Lo perseguí apresuradamente allí, pero para cuando llegué, su alteza ya había vuelto al balcón de su habitación.
¿Realmente necesita volver desde su balcón?
—Michael seguramente me molestaría si viera que pasé la noche contigo. —Su alteza explicó mientras entraba a su habitación.
Bueno, tiene razón. Michael seguramente se quejaría al respecto.
Así que, volví a mi habitación, me vestí, y salí de la habitación por la puerta.
Al mismo tiempo que Vanette salió de la habitación de Michael… Qué momento tan ridículo para salir.
—Buenos días, señorita. —Vanette me saludó tranquilamente.
—¿U-Uhn… Acabas de salir de la habitación de Michael? —pregunté.
—Oh, sí —Vanette respondió despreocupadamente.
Quería preguntarle más al respecto, pero también sentía que no debía entrometerme.
Y justo cuando estaba mirando a Vanette, tratando de averiguar qué debía hacer…
Vi a Michael salir de la habitación de Vanette.
¿Ahora qué significa eso?
—¿Eh? ¿Abuela? —Michael parecía estar confundido también.
—Oh, ya te despertaste, Ma. —Vanette afirmó.
—¡Abuela, ¿me diste algo?! —Michael exclamó.
Vanette sonrió dulcemente ante esas palabras.
—Y dormiste bien gracias a ello.
—¡Al menos duerme a mi lado! —Michael se quejó.
No creo que se esté quejando de lo correcto…
—Quería dormir cómoda, así que fui a tu habitación, que estaba desocupada —respondió Vanette.
La habilidad de Vanette para evitar a Michael ha estado evolucionando…
—Qué mañana tan ruidosa… —comentó su alteza mientras salía de su habitación.
—¡Escucha, hermano! ¡La abuela me dio un somnífero! —Michael se aferró a su alteza mientras hacía esta queja.
En respuesta, con un rostro preocupado.
—Vanette, si tienes una medicina tan conveniente, ¿podrías usarla antes la próxima vez? El ruido de anoche fue realmente molesto.
—¡Rud, traidor! —Michael exclamó.
Vanette y su alteza simplemente se rieron de eso.
♦ ♦ ♦
—Entonces, ¿qué vamos a hacer hoy? —me preguntó Vanette mientras caminábamos hacia el comedor para desayunar.
—¡Vamos al mar! —respondí.
—¡Hurra! ¡Vamos a nadar! —exclamó Michael con alegría.
Su alteza no compartía la alegría, sin embargo. En cambio, inclinó la cabeza, aparentemente pensando en algo.
—¿Qué pasa? —le pregunté.
—Es sospechoso… —murmuró.
¿Podrías dejar de mirarme asi?
—¿Por qué es sospechoso? —pregunté.
Su alteza tomó una respiración profunda, luego explicó.
—Ayer decidiste renovar este hotel con la idea de que está embrujado. También hiciste manantiales calientes y una piscina, e hiciste que incluso los no huéspedes pudieran usarlos a un precio bajo.
»Si hiciste todo eso solo ayer, entonces hoy definitivamente querrías pasar el día promocionando el hotel.
La habilidad de su alteza para leer mis intenciones es demasiado fuerte. Qué problemático.
—No entiendo cómo puedes leerme tan bien, pero… En ese caso, ¿entiendes por qué quiero ir a nadar? —le pregunté a su alteza.
No parecía haber pensado tan lejos, así que su alteza cruzó sus brazos y empezó a reflexionar.
—¡Hoy estaremos nadando en la playa cercana para publicidad! ¡Estaremos anunciando que el hotel está temporalmente cerrado por renovaciones y veremos si podemos conseguir que la gente haga una reserva! —dije.
Su alteza todavía tenía una expresión rígida, mientras que Michael y Vanette entendieron.
—Espera, no, no está bien. Eso significa que un número indeterminado de personas te verán en tu traje de baño —se quejó su alteza.
—¡Usaré uno de diseño modesto, así que estará bien!
—Además, si lo anuncio como un traje de baño que solo se puede comprar si te quedas en el hotel, entonces debería ser capaz de atrapar a algunas clientes femeninas —respondí.
Creo que esta es una estrategia bastante buena, y no pude evitar sonreír al decirlo en voz alta.
—¿Atraparlas? —preguntó su alteza.
Me reí —Su alteza, ¿sabe por qué mi tienda se llama Ariad?
—No realmente —respondió él.
Cubrí mi boca con una mano.
—Su nombre viene del monstruo araña mitológico, Arachne. La idea es que el cliente se enredará dentro de un hilo de araña y se volverá incapaz de escapar.
—Esa es una razón espantosa. Desearía no haber preguntado. —Su alteza estaba visiblemente exasperado.
Sonreí ante esa respuesta.
—Por lo tanto, por favor, quédate a mi lado, su alteza.
Su alteza suspiró.
—Michael, es tu deber proteger a Vanette, ¿de acuerdo?
—¡Por supuesto! —Michael sonrió alegremente a Vanette.
—Volaré lejos si se pone peligroso, así que está bien —respondió Vanette.
—¡Permíteme, a mí, tu amante, protegerte! —exclamó Michael.
—Supongo que no se puede evitar —dijo Vanette.
Creo que es agradable que Vanette sea tan dulce con Michael.
—Por cierto, el traje de baño de Vanette es una verdadera obra de arte. Es un bikini verde musgo con patrones de plantas blancas. En cuanto al mío, es un traje de baño negro de una sola pieza —expliqué entusiasmada los diseños.
Y a regañadientes, su alteza aceptó que usáramos esos.
♦ ♦ ♦
Cuando llegamos a la playa, fuimos a un vestuario cercano para ponernos nuestros trajes de baño.
Mientras me cambiaba junto a Vanette, noté que algunas personas me miraban.
—Oye, tu traje de baño es encantador —dijo una mujer, que se estaba cambiando cerca.
Tanto yo como Vanette sonreímos al escuchar eso.
—Es un producto completamente nuevo de Ariad —dije.
—¡Conozco Ariad! Pero esa tienda no tiene sucursales aquí, así que no puedo comprar sus productos… —La mujer dijo con desgana.
—En realidad, se abrirá una nueva sucursal de Ariad en el hotel encantado. ¡Está situado en la colina cerca de este pueblo! —le dije.
—¿¡Eh!? —exclamó la mujer.
Entonces Vanette se acercó amablemente a la mujer, que parecía incrédula, y le dijo:
—Este traje de baño de Ariad solo se puede comprar allí, ¿sabes? —y mostró orgullosamente su traje de baño.
—P-Pero está encantado… —dijo la mujer.
Entonces me acerqué a la oreja de la mujer, como para contarle un secreto: —En realidad, los fantasmas de allí son gentiles y no te sorprenderán si no quieres.
»Pero, si vas allí con un hombre que amas y le dices que tienes miedo, entonces puedes depender de él durante tu estancia, y los dos pueden acercarse más.
Ella estaba visiblemente sorprendida por mis palabras
—¿Los fantasmas allí son gentiles y no te sorprenderán si no quieres?
—Sí, verás, los fantasmas allí son los padres de los empleados actuales del hotel. Se quedaron allí porque estaban preocupados por si sus hijos podían trabajar bien sin ellos —expliqué.
La mujer pareció un poco perturbada después de que confirmé que el lugar efectivamente tenía fantasmas.
Pero Vanette sonrió e intervino.
—Los fantasmas allí son una pareja casada que se quedó junta incluso después de la muerte. Cuando los vi con mis propios ojos, pensé que eran verdaderamente una pareja maravillosa.
De esta manera, espero que podamos transmitir el mensaje de que esos fantasmas realmente no dan miedo. Y luego, mientras hablábamos de eso, vi a alguien, que parecía ser una amiga de esta mujer, entrar al vestuario y llamar a la mujer.
Tanto yo como Vanette nos miramos una a la otra.
—Oye, oye, hay algunos chicos realmente guapos frente al vestuario. —dijo la mujer que acababa de llegar.
—Sabes que es de mala educación mirar, ¿verdad? —dijo la mujer con la que estábamos hablando.
Pero aunque dijo eso, nos hizo una rápida reverencia y abandonó el vestuario junto a su amiga.
—Ese debe ser su alteza —comenté.
—Y Michael también —añadió Vanette.
Después de mirar a la distancia por un rato, las dos salimos lentamente del vestuario.
Y, como esperábamos, tanto su alteza como Michael estaban siendo observados por las mujeres cercanas.
—Se quejan de nuestros trajes de baño, pero no les importa estar rodeados de chicas mientras están sin camisa, ¿eh? —Hice un chasquido con la lengua.
Mientras observábamos el alboroto, los ojos de su alteza se encontraron con los míos. Michael también pareció haberse dado cuenta de nosotras, porque inmediatamente corrió hacia Vanette y la abrazó, lo que hizo que ella frunciera las cejas.
¿No cambió su comportamiento un poco demasiado rápido justo ahora?
—¡Eres demasiado hermosa, abuela! ¡Quiero volver al hotel y encerrarte en mi habitación! —exclamó Michael.
—Me estás alabando, ¿no? Por favor dime que no estás pensando seriamente en encerrarme —respondió Vanette.
Michael simplemente sonrió y se negó a responder… Eso era seriamente aterrador.
—Esto es más sexy de lo que esperaba… —se quejó su alteza mientras envolvía su brazo alrededor del mío.
—¿No me queda bien? —respondí a este hombre que no entiende el corazón de una mujer.
Su alteza me miró de arriba a abajo con la boca abierta.
—Realmente elegí el que menos exponía, ¿sabes? —dije.
Su alteza se quedó en silencio por un rato más, pero finalmente respondió con una voz muy pequeña.
—Te queda demasiado bien… —Luego desvió la mirada de mí con timidez.
Me aferré al brazo de su alteza al darme cuenta de que se había puesto completamente rojo.
—Tú también te ves maravilloso, Rud.
Después de decir eso, su alteza respiró profundamente.
—Eres mi prometida, ¿verdad?
—¿Sí? Sí, lo soy, ¿y qué? —pregunté.
—Es solo que no permitiría este tipo de contacto cercano con nadie más que tú. —Al decir eso, su alteza finalmente encontró mi mirada y sonrió.
Esta sonrisa inocente suya, que no puedo ver a menudo, me hizo sentir cálida.
—Oye, oye, hermano. ¡Tu cara está demasiado relajada! —Michael dijo algunas palabras extrañas.
—No quiero escuchar eso de ti —respondió su alteza.
Michael rió ante eso.
En cuanto a Vanette, parecía estar un poco asustada por Michael, que se aferraba fuertemente a ella y parecía no tener intención de soltarla.
—Está bien. Entonces, Michael, por favor cuida de Vanette —dijo su alteza.
—¡Por supuesto! ¡Vamos a divertirnos mucho, abuela! —exclamó Michael.
—Ah, seguro —respondió Vanette.
Dado que estamos aquí para publicitar el hotel, me gustaría que trabajaran en eso, pero… Bueno, con lo mucho que resaltan esos dos, podría ser posible que hagan publicidad solo jugando.
—¡Vamos, vamos a jugar! —exclamó Michael, luego cargó fácilmente a Vanette como a una princesa y comenzó a correr hacia el mar.
—Parece que realmente estaba esperando esto —murmuré.
Su alteza se rió de eso.
—¿Debemos ir a jugar también?
—Vamos. —Asentí.
Entonces, su alteza y yo comenzamos a caminar lentamente hacia el mar también.
Michael y Vanette estaban jugando, haciendo cosas que no podían imitarse, como nadar a altas velocidades o atrapar peces con las manos. Mientras tanto, su alteza y yo estábamos discutiendo cómo promocionar mejor el hotel mientras nos relajamos en la orilla de la playa, dejando que nuestras piernas fueran acariciadas suavemente por las olas.
—D-Disculpe, ¿es usted su alteza Rudnik? —dijo de repente un hombre.
—Oh, Palette. Ha pasado tiempo —respondió su alteza.
—Julia, este es el hijo mayor del marqués Camber. Conoció a Roland cuando estaban en la escuela —explicó su alteza.
El hijo del marqués inclinó cortésmente la cabeza hacia mí y se presentó:
—Mi nombre es Palette. Soy el hijo mayor del marqués Camber.
—Soy Julia, la hija mayor del conde Knocker —respondí.
—Tu hermano y yo solíamos correr por la escuela buscando a su alteza, que a menudo desaparecía en algún lugar —me contó el señor Palette.
Su alteza desvió la mirada incómodamente y luego preguntó:
—Por cierto, Palette, ¿por qué estás aquí?.
—¿Su alteza, en serio? Este es el territorio de mi familia —respondió el señor Palette.
Su alteza parecía realmente sorprendido.
—Si estás aquí, su alteza, ¿por qué no dejas que me encargue de su alojamiento? ¿Dónde se encuentra actualmente? —preguntó el señor Palette.
Su alteza guardó silencio por un momento y luego señaló hacia el hotel:
—En Charlotte.
Los ojos del señor Palette se abrieron de par en par al escuchar las palabras de su alteza.
—¿En Charlotte? ¿El hotel embrujado?.
Realmente parece que todos lo saben, ¿no?
—Debería dejar de usar Charlotte. ¡Venga a la casa de mi familia, por favor! Prepararé una habitación para ustedes. —Ofreció apresuradamente el señor Palette.
—No, no es necesario. Ese hotel es maravilloso —declinó cortésmente su alteza.
—¡Es un hotel embrujado! —exclamó el señor Palette.
Las personas cercanas comenzaron a mirarnos al escuchar el grito del señor Palette.
—La nueva propietaria de Charlotte es mi prometida, ¿sabes? —afirmó su alteza.
Sonreí sin decir nada.
Luego, su alteza continuó.
—Ella es conocida por sus habilidades comerciales, ¿no? El hotel ya tiene aguas termales y una piscina construida por un dragón, y ese dragón podría considerarse parte de la familia real. Es realmente raro tener la oportunidad de hospedarse en un hotel que ha recibido la protección de un dragón, ¿sabes? Ya fui a las aguas termales y a la piscina, y debo decirte que ese hotel tiene excelentes lugares para citas.
El señor Palette quedó atónito por los elogios de su alteza al hotel y comenzó a apretar los puños en silencio mientras lo escuchaba.
—Aun así, el hotel Charlotte está embrujado. No podría permitir que su alteza se hospede en un lugar así —dijo el señor Palette. Parecía pensar que era demasiado peligroso para el príncipe del país alojarse en un lugar lleno de fantasmas.
—¿No crees que tienes una visión demasiado estrecha, Palette? —preguntó su alteza.
—Creo que mi visión es lo suficientemente amplia —respondió el señor Palette.
Su Alteza tomó una profunda respiración.
—¿Crees que los fantasmas que aparecen en un lugar protegido por un dragón son fantasmas normales?
—¿Eh? ¿No son fantasmas normales? —El señor Palette pareció sorprenderse.
Además, parecía que más gente se acercaba a nosotros, aparentemente interesados en la conversación.
—Creo que están más cerca de ser espíritus que traen felicidad, en realidad.
—De hecho, he visto fantasmas varias veces desde que empecé a hospedarme en ese hotel, y cada vez que los veo, siento que mi relación con mi prometida se ha estrechado —Su Alteza me atrajo hacia él al decir eso.
Noté que el señor Palette me miraba, así que afirmé.
—Después de hospedarme en ese hotel, me di cuenta de lo confiable que es el señor Rud. Es incluso un poco embarazoso.
—¿No es eso solo porque te asustas demasiado fácilmente? —preguntó Su Alteza.
—¡No se pudo evitar! ¡Estaba demasiado asustada! ¡No sabía que había una habitación donde nunca aparecían fantasmas! —exclamé.
En ese momento, el señor Palette cruzó los brazos y gruñó un poco, antes de decir.
—¿Quizás debería llevar a mi prometida conmigo y visitar el hotel una vez?
Fue entonces cuando vi una maliciosa sonrisa aparecer en el rostro de Su Alteza.
Me habían dicho antes que tenía una cara maquiavélica, pero fue la primera vez que me di cuenta de que Su Alteza también podía hacer este tipo de sonrisa.
—Te puedo asegurar que definitivamente se acercaran más durante el viaje —dijo Su Alteza, y luego me miró a mí, que me aferraba a su brazo.
Ahora que lo pienso, he estado aferrándome mucho a Su Alteza desde que llegamos al hotel Charlotte. Normalmente, sería raro que incluso entrelazáramos nuestros brazos.
—Antes de darme cuenta, esta posición se convirtió en la más calmante para mí. ¿Es esto un problema? —le pregunté a Su Alteza.
En respuesta, él me sonrió amablemente.
—No creo que haya ningún hombre que no le guste que la mujer que ama dependa de él.
Me sentí un poco avergonzada cuando dijo que me amaba en público, así que desvié la mirada de Su Alteza, para no dejarle ver mi rostro sonrojado.
En el proceso de hacer eso, sin embargo, inevitablemente terminé cruzando la mirada con el señor Palette.
—Nunca supe que la señorita Julia podía ser tan linda —comentó el señor Palette.
No quería que me miraran demasiado en esta situación, así que me escondí detrás de Su Alteza. El señor Palette se rió de este gesto.
—No te burles de Julia. Podría pedirte una indemnización si te excedes —dijo Su Alteza.
—Si la familia real pide una compensación, entonces no estoy seguro de que pueda pagarlo. —El señor Palette se rió al decir eso.
♦ ♦ ♦
Después de suficiente tiempo jugando en el mar, empecé a sentirme cansada y agotada, así que decidí volver al hotel.
Lo primero que vi tan pronto como llegué, fue a Maurice, que respiraba agitadamente.
—¡Nuevo dueño! ¡Algo increíble ocurrió! —Luego me mostró un libro de reservas—. ¡Tenemos tres reservas! ¡Vienen en una semana a partir de ahora!
Su voz temblaba, y sus ojos estaban llenos de lágrimas.
Al ver lo feliz que estaba Maurice, su Alteza le dio una palmada en el hombro.
—Las cosas se van a poner aún más ocupadas a partir de ahora.
—¡S-Sí!— Maurice rápidamente se secó las lágrimas con su manga, y luego asintió muchas veces.
Por alguna razón, me sentí un poco incómoda al ver que Maurice y su Alteza parecían haberse convertido ya en buenos amigos.
—Sin embargo, si el número de clientes aumenta, ustedes dos no podrán atenderlos solos, ¿verdad?— Su Alteza parecía estar un poco preocupado por eso.
Maurice sonrió con amargura ante esas palabras.
—¡No se preocupen! Los ayudantes llegarán mañana —Les dije.
—¿Ayudantes? —Tanto Maurice como su Alteza inclinaron la cabeza al unísono.
Reí un poco ante eso, y luego continué.
—Envié a Michael y a Vanette a hacer un encargo para ayudarme un poco con eso.
Mientras hablaba con el señor Palette en la playa, me di cuenta de que tendríamos una escasez de empleados, así que pedí a Vanette y a Michael, que estaban jugando cerca, que trajeran ayudantes aquí.
O mejor dicho, solo le pedí a Vanette, pero Michael insistió en acompañarla, así que los dos salieron juntos.
En cuanto a los ayudantes, son los niños mayores del orfanato que la familia Knocker apoya. Han recibido una amplia formación en atención al cliente, así que serán una gran ayuda para este hotel.
—¿Estarán bien esos ayudantes trabajando en un hotel encantado? —Maurice preguntó preocupado.
—Lo estarán. Después de todo, esos niños conocen cosas más aterradoras que los fantasmas —respondí.
Su Alteza me miró con una expresión que hacía parecer que acababa de recordar algo.
—¡Oh, niños! La Julia enojada debe ser verdaderamente aterradora para ellos. —Y luego empezó a reírse.
¿No está siendo demasiado grosero?
—¿Niños…? — Maurice parecía seguir preocupado.
Su Alteza le dio una palmada en la espalda a Maurice.
—No te preocupes. Estos niños no deberían ser comparados con los niños normales.
—Los niños del orfanato que yo manejo han recibido la educación más avanzada que la familia Knocker puede ofrecer. Estamos realmente orgullosos de ellos, así que no tienes razón para preocuparte, Maurice —expliqué.
Cuatro niños van a venir aquí.
Pueden trabajar en este hotel, pero necesitamos preparar una habitación para ellos, ya que se quedarán aquí.
—Los niños deberían llegar mañana, ¿puedo ver las habitaciones de los empleados? —Le pregunté a Maurice.
Maurice pareció estar un poco confundido por mis palabras.
—Uhm… ¿No debería llevar más tiempo llegar aquí desde la capital real?
Antes de que pudiera responder, su Alteza sonrió con ironía y declaró.
—Van a ser traídos aquí por un dragón, así que definitivamente volverán pronto.
—Honestamente, estoy más preocupado por si los niños tendrán miedo de montar en la espalda de un dragón.
Sentí que la tez de Maurice empezaba a empeorar aún más al escuchar eso.
—No te preocupes. Vanette ama a los niños, así que no los asustará
—Ahora mismo, de lo que necesitamos preocuparnos es de preparar una habitación para recibir adecuadamente a esos niños. ¡Para que puedan trabajar al máximo de sus capacidades!
—Ahora, por favor guíame a las habitaciones de los empleados —dije a Maurice.
Aún parecía estar un poco aturdido, pero asintió y comenzó a llevarme a las habitaciones de los empleados.
El hotel vacío estaba débilmente iluminado, y las cortinas amarillentas lo hacían parecer una casa de horror, así que agarré el borde de la ropa de su Alteza, que venía conmigo.
—¿Qué pasó? —Su Alteza me preguntó con una mirada curiosa.
Le dije que no tenía miedo de mis empleados, pero los fantasmas todavía me asustaban, de hecho. No quería que Maurice me viera asustada de sus padres, así que solté a su Alteza.
—No, no fue nada.
Sentí un poco de arrepentimiento por intentar actuar valientemente aquí…
—Esta parte del edificio ciertamente tiene un ambiente inquietante —comentó su Alteza.
—Desde que los otros empleados renunciaron, solo hemos estado Hannah y yo aquí, así que solo hemos usado dos de las habitaciones en el segundo piso y la cafetería de los empleados —explicó Maurice. Parecía estar un poco avergonzado.
Su Alteza sonrió en respuesta.
—Esencialmente, es difícil limpiar toda esta sección solo con los dos de ustedes.
Gracias a que su Alteza actuó de manera alegre, pude relajarme un poco mientras caminaba a su lado.
—Entonces, muéstrame el interior.
—Además, Julia. —Su Alteza me dio una sonrisa que definitivamente parecía falsa—. Temo que algo pueda salir, ¿puedo pedirte que me tomes de la mano?
Su Alteza no parecía tener miedo en absoluto, pero de todas formas agarró mi mano extendida. Mientras tanto, Maurice, que iba un poco delante de nosotros, se sonrojó un poco y nos dio una sonrisa irónica.
—Julia y yo no tenemos mucho tiempo para coquetear, así que por favor finge que no lo viste —respondió su Alteza.
La risa seca de Maurice resonó en el pasillo.
Luego nos mostró el segundo piso, que tenía un total de seis habitaciones que podrían ser utilizadas por dos personas cada una.
Entramos en una de las habitaciones para ver cómo era, y vi que no había camas aquí, así que tendré que comprar algunas.
Pero al menos, esto hace que las habitaciones sean más fáciles de limpiar.
—Había alrededor de diez personas viviendo en este piso. —Maurice nos dijo mientras comprobaba si las luces de esta habitación todavía funcionaban—. Cada habitación tiene un inodoro, pero no hay baño.
Su Alteza asintió.
—Los plebeyos tienden a no tener el hábito de bañarse diariamente.
Aunque eso no es muy higiénico.
—Mañana, después de que Vanette regrese. Creemos un camino que conecte esta sección del hotel con las aguas termales subterráneas.
—Si le decimos a la gente que pueden usar libremente las aguas termales diariamente si trabajan aquí, creo que será más probable que la gente quiera convertirse en mis empleados —dije.
Después de todo, un lugar de trabajo donde los empleados quieran trabajar es muy importante.
—También necesitamos organizar turnos y dejar que quien esté trabajando en las aguas termales se quede allí solo durante el día —afirmé.
Mientras tanto, su Alteza tomó una respiración profunda, luego sopló un poco de polvo lejos del marco de la ventana.
—Después de todo, si los empleados del hotel están gestionando todo en todo momento, entonces sentirán que nunca pueden descansar.
—Por lo tanto, haremos que las aguas termales estén disponibles para los empleados solo durante la noche, ya que esto les permitirá relajarse más fácilmente y también hará las cosas más fáciles de gestionar —dije.
Maurice asintió con admiración mientras hablaba, pero cuando terminé, dejó escapar un profundo suspiro.
—No puedo evitar perder confianza en mi trabajo al ver que, en estos últimos años, no pude hacer ni una centésima parte de lo que tú hiciste en un solo día, nueva dueña.
Su melancolía me afectó, así que traté de animarlo.
—Incluso yo tengo un límite para lo que puedo hacer en un solo día. Por eso voy a traer a personas más confiables a este hotel. Así que, Maurice, por favor confía más en mí. Ya somos amigos después de todo, ¿verdad?
Mientras decía eso, vi cómo las lágrimas comenzaban a fluir libremente de los ojos de Maurice.
—Julia, lo has hecho llorar —dijo su alteza con una voz completamente monótona.
No pude evitar chasquear la lengua ante ese comentario.
—L-Lo siento, es solo que… He estado tan desesperado por proteger este hotel hasta ahora y… Lo siento. —Maurice continuó llorando.
Entonces su alteza comenzó a acariciar suavemente la cabeza de Maurice.
—No llores. Eres un hermano mayor, ¿verdad?
—S-Sí. —Maurice se secó las lágrimas con la manga y sonrió.
En ese momento, realmente sentí que debía intentar reducir sus dificultades tanto como pudiera.
—Está bien. Comencemos a limpiar esto.
Los ojos de Maurice se abrieron de par en par ante estas palabras.
—N-Nno puede ser… ¿No vas a limpiar esto tú, nueva dueña, verdad…?
—Por supuesto que lo haré. Y no solo yo, su alteza también ayudará —dije.
Su alteza asintió y se remangó las mangas.
En ese momento, Maurice se puso pálido y negó con la cabeza una y otra vez.
—¡N-No puede ser! ¡Por favor, vayan a cenar y descansen, ustedes dos! ¡Me ocuparé de la limpieza yo mismo!
Su alteza y yo no pudimos ocultar nuestra insatisfacción al escuchar su rechazo, lo que hizo que Maurice nos mirara de manera desconcertada.
—Incluso si miran así… S-Solo por favor vayan a cenar.
Su alteza y yo nos miramos el uno al otro.
—Su alteza, he estado pensando que Maurice se exige demasiado desde hace un tiempo —dije.
—Estoy de acuerdo. —Asintió su alteza.
Si Vanette estuviera aquí, podría pedirle que use un hechizo de hipnosis y ponga a Maurice a dormir, pero ella estaba fuera en un recado en ese momento, por lo que esto no era posible.
Me pregunto si la magia de su alteza puede hacer algo al respecto.
—¡Hannah debería haber terminado de hacer la cena ya! ¡Por favor vayan! —Maurice, al parecer notando que estábamos pensando en algo problemático, nos condujo apresuradamente al comedor del hotel.
♦ ♦ ♦
Mientras comíamos la comida que Hannah había preparado para nosotros, su alteza parecía estar pensando en algo.
—Nueva dueña, ¿qué te parece la comida que preparé? —preguntó Hannah.
—Es bastante deliciosa —respondí honestamente.
Hannah asintió feliz y pareció intentar moverse al lado de Maurice, que estaba parado junto a la pared, pero tropezó y cayó al suelo, dejando escapar un pequeño grito.
—L-Lo siento…—dijo mientras se levantaba apresuradamente.
Realmente es un poco extraño que tropiece tan a menudo, ¿no es así?
—Hannah, ¿podría ser que tus gafas no sean adecuadas para tu vista?— Su alteza le preguntó.
Ella pareció tan sorprendida por su declaración, que saltó en su lugar.
Luego, sin mirarlo a los ojos, ella respondió.
—Verás… Si no uso mis gafas, empiezo a ver espíritus además de solo a papá y mamá. Por eso, me obligo a siempre usar estas gafas.
Maurice pareció ser el más sorprendido por las palabras de Hannah.
—¿Es eso realmente cierto, Hannah?
Ella asintió lentamente, y con la cabeza baja, respondió.
—Si te lo hubiera dicho, probablemente te hubieras preocupado aún más por mí…
—Mañana, llegarán cuatro personas para ayudar, ¿por qué no vamos a conseguirte unas gafas nuevas? —sugerí.
—Pero… Hannah se movió nerviosamente un poco, pero parecía ser incapaz de articular una respuesta adecuada.
Tomé una respiración profunda, luego declaré con firmeza.
—Te daré gafas que te queden bien.
—¿Estás dando un regalo, Julia? —Su alteza me miró con una mirada curiosa. Al parecer, le sorprendió que esté dando algo gratis.
Sonreí en respuesta.
—No es un gran gasto si piensas en cuánto me costará más reemplazar el equipo que Hannah rompe regularmente cuando se tropieza y cae, por lo que es mejor solucionar este problema ahora.
—Además, ella será la subgerente de este hotel a partir de ahora, por lo que necesita dar un buen ejemplo.
—¿Subgerente…? ¿Yo seré subgerente? —Hannah inclinó la cabeza, al parecer incrédula.
—Sí. Maurice será el gerente, y tú serás la subgerente.
Hannah pareció estar encantada con estas palabras.
—Así que, Hannah. Necesitas ser un modelo a seguir para los nuevos trabajadores, ¿de acuerdo? Tienes que hacerlo sin destruir más equipos, ¿entendido?
—¡Sí! ¡Lo haré correctamente, nueva dueña! —exclamó.
Esa fue una buena respuesta.
—Por cierto, hace tiempo que no veo a tus escoltas… —Maurice de repente trajo a colación.
Oh, tiene razón. No me había dado cuenta hasta ahora, pero no he visto a mis guardias desde anoche.
—Les he enviado a hacer un recado —respondió su alteza mientras cortaba la carne del plato principal.
—¿Está bien que estés aquí sin escoltas? ¿Incluso si eres de la realeza? —preguntó Maurice.
—Soy más fuerte que esos dos, así que no necesitas preocuparte por eso.
—Además, esos son los escoltas de Julia. No tienen nada que hacer mientras estoy a su lado, así que los envié a recopilar información —respondió su alteza mientras se metía felizmente en la boca un trozo de carne.
Realmente se ve adorable mientras come de esta manera.
—¿Sobre qué les pediste que investigaran más? —pregunté a su alteza.
—Sobre la familia del Conde Aino, por supuesto. Quiero saber más sobre esta casa que intentó aprovecharse de ti, Julia.
Realmente me pregunto cuáles eran sus intenciones al venderme este hotel.
—Supongo que es información que podríamos necesitar eventualmente —dije en voz alta mientras reflexionaba al respecto.
Su alteza bebió un vaso de agua.
—¿No estás enfadada conmigo por usar a tus guardaespaldas sin permiso?
—¿No fuiste tú quien los asignó a mí en primer lugar? —pregunté en respuesta.
—Eso es cierto, pero de todos modos se quejaron al respecto, así que me pareció extraño que no dijeras nada —respondió su alteza.
Parece que mis escoltas han comenzado a quejarse abiertamente de problemas ante su alteza, ¿eh?
—Tal vez los escoltas están aprendiendo algunas cosas de su maestro —comentó su alteza.
Hice un puchero ante esas palabras, pero su alteza simplemente se rió de mi reacción.