Traducido por Shiro
Editado por Meli
Luego de un día libre, la competencia se reanudó. Bonnie llevó a los cinco concursantes que quedaban y les advirtió:
—Esta es la ronda semifinal, es posible que dos personas sean enviadas a casa, todo dependerá de su desempeño. Quien tiene el poder de decisión en esta ronda no es el público ni los jueces, sino nuestro cliente. Como modelos, lo más importante en una sesión de fotos es satisfacer al cliente.
Le presentó el cliente a todos. Era un hombre alto y musculoso con barba, el cual no podía apartar su mirada de los pechos voluptuosos de las chicas. Cuando notó que la cámara lo enfocaba, tosió incómodo e introdujo el producto a los concursantes.
En esta oportunidad se trataba del director de ventas de MOT, quien había venido a presentar la nueva serie de tabletas «Skywalker» desarrollada por la compañía. Era un equipo con un extraordinario rendimiento, por lo que venía con muchos de los programas más avanzados, en especial en cuanto al procesamiento de archivos e imágenes. Se podía decir incluso que esa tableta era pionera en tecnología a nivel mundial. El hecho de que la llamaran «Skywalker» demostraba la confianza que tenían en su propio producto.
Luego de una breve introducción, el director añadió:
—Entonces, su tarea para la sesión de fotos de hoy es posar para el poster promocional de mi tableta. Le daré a cada uno de ustedes treinta minutos. Durante estos treinta minutos, pueden tomarse cuantas fotos deseen, luego escoger la mejor, venir y mostrármela.
¡Fotos ilimitadas!, exclamaron los concursantes en su interior.
Ya no era necesario limitarse a las treinta tomas. Esta, sin duda, era una excelente noticia. Apenas habían comenzado a vitorear cuando el director les quitó la ilusión con sus siguientes palabras:
—Pero el vestuario, el estilo, la fotografía, la iluminación y el retoque dependerá de ustedes mismos. Nadie más que ustedes serán responsables. —Tomó la elegante tableta, se la mostró al público y añadió—: Si no están satisfechos con la foto, pueden usar nuestro producto para la post-edición. Su capacidad para el procesamiento de imágenes los dejará boquiabiertos.
—Pero ¿qué pasa si soy una idiota para la tecnología? Ni siquiera sé cómo usar Word —dijo Ivanna con franqueza.
—No se preocupen. Enviaré un técnico con cada uno de ustedes en cuanto finalicen la sesión fotográfica. Ellos se encargarán de enseñarles a usarlas.
Eso era precisamente lo que el director esperaba. Cuando los concursantes comenzaran a retocar sus fotos, los intercambios entre ellos y los técnicos servirían como publicidad del producto, una para destacar las funciones de la tableta.
Los concursantes asintieron y luego vieron a John acercándose a su ídolo, quien le dirigía a la tableta una mirada ardiente.
—Me gustan los equipos electrónicos, especialmente las tabletas y las computadoras. —Zhou Yunsheng sonrió a la cámara.
Emily, que estaba a su lado, levantó la mano y dijo:
—¿El equipo del programa no le impuso sanciones a Romeo? Su tiempo debería reducirse a la mitad.
Los fanáticos de Romeo frente al televisor estallaron, profiriendo insultos que iban desde mocosa hasta prostituta barata. Algunos hasta querían arrastrar a Emily y golpearla.
Bonnie estaba a punto de hablar, pero el director de ventas de MOT se le adelantó:
—El equipo del programa es el equipo del programa y el patrocinador es el patrocinador. No me importa si crees que es justo o no, pero lo que sí sé es que elegiré las mejores fotos para mi producto, por lo que todos tendrán los mismos recursos. Mi producto no es una broma, y no permitiré que lo utilicen para atacar a sus oponentes. ¡Vine aquí a trabajar, no para que otros me usen para su beneficio!
Su poco ceremoniosa reprimenda hizo que Emily se sonrojara de vergüenza e ira en partes iguales. Los demás concursantes se rieron disimuladamente, y Zhou Yunsheng la miró con indiferencia, como si solo fuera un payaso.
Bonnie no salió a mediar, en su lugar, esperó a que todos terminaran de reír antes de llevar a los concursantes donde se llevaría a cabo la sesión.
—¿Esto es todo? ¿Un trozo de tela blanca? —Ivanna no lo podía creer.
En el estudio había cinco telas blancas enormes y espaciadas. No creía que fuesen a tomar las fotos en un lugar tan monótono.
—Ustedes tendrán que descubrir cómo solventar esta situación por cuenta propia cuando estén editando sus fotografías. Aunque, les recuerdo, con un equipo potente pueden hasta filmar una «Guerra de las Galaxias» en la mismísima Tierra. —Bonnie les guiñó un ojo.
—Esto es para que utilicemos el programa de procesamiento de imágenes y añadamos un fondo. No te preocupes, el equipo tendrá un efecto de fondo que te satisfará —le susurró Zhou Yunsheng a Ivanna.
Sin embargo, el director de ventas también pareció escuchar sus palabras ya que asintió con una sonrisa.
Bonnie, entonces, chasqueó los dedos y dio inicio a la cuenta regresiva. Los concursantes gritaron y corrieron hacia el vestidor. Zhou Yunsheng eligió un suéter informal gris con cuello en V, pantalones casuales blancos y un par de zapatos blancos y negros. Luego jugueteó un poco con su cabello para que luciera esponjoso y elástico y, por último, caminó hacia la pared blanca y habló con la división de iluminación. Dijeron que los concursantes estarían a cargo de la iluminación, pero, en realidad, solo debían decirle al personal qué efecto buscaban.
La tableta estaba disponible en cinco colores: negro, blanco, azul, amarillo y naranja. Zhou Yunsheng hizo que el personal encargado de la iluminación arrojara un halo azul sobre la tela blanca, seguido de un halo amarillo, un halo naranja, uno blanco y, por último, uno gris. Luego de todo esto, presionó el botón de disparo de la cámara a medida que los colores cambiaban.
—¿Qué está haciendo? En la foto debe salir el modelo y el producto. Él debe saberlo, ¿verdad? —El director de ventas de MOT estaba muy preocupado.
Le debía mucho a Gustav, así que no le importaba cuidar de su minino, pero este estaba tomando fotos insulsas con halos de efecto. No sabía cómo podría ayudarlo.
—No te preocupes, él no lo arruinará. —Bonnie agitó su mano, con los ojos entrecerrados disfrutando de la vista de los hombros redondos y blancos expuestos del joven.
El suéter que eligió era demasiado holgado; con solo un ligero movimiento, sus seductoras clavículas y una pequeña porción de sus hombros quedaban a la vista.
Si Gustav estuviese aquí, se habría convertido en la encarnación de un lobo y se habría abalanzado sobre él.
El director de ventas de MOT se encogió de hombros y dejó de hablar.
Zhou Yunsheng terminó de fotografiar la pantalla a color y luego fijó la cámara en el trípode, listo para fotografiarse a sí mismo. No adoptó ninguna pose en particular, simplemente se paró erguido, extendió los brazos y con las palmas de las manos sujetó una tableta blanca. Con destreza la hizo girar como si fuera una pelota de baloncesto, usando una esquina como punto de apoyo. La cámara estaba configurada para tomar una foto por segundo, y mientras la luz parpadeaba de manera intensa, él cambió la tableta por una negra y repitió el proceso.
El personal, estupefacto, lo vio tomar cinco grupos de fotografías del mismo modo.
El director de ventas de MOT se masajeó la sien, dudando si Romeo estaba bien de la cabeza. Todos podían ver lo sencillas que eran estas fotos, y que ni siquiera su belleza etérea las compensaba.
La audiencia frente al televisor se cubrió la cara y gimió:
—Romeo, despierta. ¡Es inútil que tomes fotos así! Utiliza tu momentum previo y acaba con ellos instantáneamente. De lo contrario, ¡solo podrás esperar a ser eliminado!
El resto de los concursantes no tuvieron tiempo de mirar el proceso fotográfico de Romeo, pero a través de los comentarios del personal pudieron deducir que parecía haber perdido la cabeza, y la tensión en sus corazones se redujo a la mitad. Por supuesto, esto no incluía a Ivanna, quien saltaba mientras le hacía señas a Romeo, con la esperanza de que se diera prisa en remediar la situación, pero él solo le dio una mirada pasajera.
Emily se había hecho una idea de lo que el señor Atchison sentía por Romeo y sintió que si no hacía algo, el título caería en manos de él, por lo que salió vestida solo con una bata de baño grande.
Cuando comenzó con su sesión de fotos, la escena de pronto se tornó ruidosa, lo que provocó que Bonnie y el director de ventas de MOT miraran rápidamente.
—¡Dios mío! —Bonnie se maravilló ante la audacia de Emily.
Ella le había pedido al estilista que le hiciera bucles sueltos en el cabello, de modo que le cubrieran dos puntos de su pecho, y no llevaba nada más. Entonces, se sentó con las piernas cruzadas frente a la pared, desnuda, y sujetando con sus manos una tableta naranja, la cual usaba para bloquear su parte más íntima.
Todo su cuerpo estaba cubierto con una capa de polvo bronce, y la iluminación realzaba la sensación que transmitía de antigua escultura griega.
—Tiene grandes ideas. —El director le dio el visto bueno.
Emily vio esta escena en medio de sus tomas, y esbozó una sonrisa triunfante. La audiencia frente al televisor estaba concentrada en su sensual cuerpo, olvidando en su totalidad el resentimiento que por ella sentían.
Finalizados los treinta minutos de la sesión fotográfica, el director les dio quince minutos adicionales para editar sus fotografías. Podían seleccionar las fotos que más los satisfacían y hacerle modificaciones, por ejemplo, añadiendo efectos especiales de fantasía al fondo. Los técnicos de MOT se acercaron a ellos para ayudarlos.
—Este programa es muy potente. Te voy a enseñar… —El técnico asignado a Zhou Yunsheng se quedó en silencio mientras veía los delgados dedos del joven volar sobre el teclado.
Al final, con sus habilidades, que no eran inferiores a las de los mejores diseñadores de MOT, Zhou Yunsheng combinó todas las fotografías para crear un efecto deslumbrante. La intención del técnico de enseñarle fue innecesaria, y una vez este vio la imagen procesada, se le quedó viendo fijamente largo tiempo y dijo:
—Romeo… ganarás sin duda.
Emily, por su parte, oscureció ligeramente sus fotos, haciendo que su piel se viera más texturizada, y rechazó todas las correcciones propuestas por el técnico. Ella sentía que era lo suficientemente perfecta, y que cualquier adición era superflua.
El técnico se encogió de hombros y dejó de hablar.
Después de quince minutos, los concursantes se acercaron para presentar sus trabajos. El director de ventas siempre conseguía dar el comentario más apropiado en el momento oportuno, pero cuando llegó el turno de Emily, el hombre se quedó mirando la foto por una largo tiempo mientras acariciaba con sus dedos su mandíbula, su expresión conflictuada. Los espectadores frente al televisor pensaron que debía haber quedado fascinado con Emily, porque ellos se sentían igual.
¡Emily es tan sexy que hará que me sangre la nariz!
Zhou Yunsheng fue el último. Le entregó su tableta al director de ventas de MOT y este se quedó atónito al ver en la pantalla una foto del joven que sostenía la tableta con una sola mano sin saber qué decir.
¡Esta foto solo puede quedar en el último lugar!
Lo lamentaba mucho por su viejo amigo, pero su minino no parecía ser tan excepcional como lo había descrito.