Problemática hija del Duque – Capítulo 13: Presionada por mi prometido después de cinco días

Traducido por Kiara

Editado por Sakuya


—Fran, mi linda Fran. Tu brillante cabello plateado y tus labios rosados, todos ellos, me pertenecen.

Los labios de Leonhart se posaron en la frente de Francesca. Un cálido beso. Y un fuerte abrazo. Podía sentir la temperatura del cuerpo de Leonhart y un pecho musculoso sobre su ropa.

—Te amo. Quiero sostenerte. Te necesito… ¿está bien si…?

Era injusto susurrarle palabras dulces a su oído. Ella no podía rechazar la profunda voz que le susurraba. Francesca sutilmente, pero sin duda, asintió con la cabeza.

—Me gustas Fran.

Leonhart liberó su cuerpo un poco y le dio una suave sonrisa. Francesca quedó cautivada por la sonrisa que se había mantenido igual desde que eran jóvenes, mientras él le acariciaba la cabeza. Estaba avergonzada, pero estaba bien, ella dejó que su expresión facial se relajara.

Pero, todavía era un poco extraño. Hace un tiempo, todavía temía que Leon la tirara… pero ahora se sentía muy tranquila. El motivo estaba claro. Leon no se enamoró de Angelina. Él todavía estaba enamorado de ella como antes.

—Fran, cierra los ojos.

Los labios de Leonhart se acercaron. Ella sintió el leve toque de un beso. El labio superior e inferior, el depositó besos fugaces en esa zona una y otra vez.

Sorprendida por él acariciándole la nuca de repente, Francesca levanta la voz. Leonhart tenía una pequeña sonrisa burlona. Francesca era débil con esta expresión. Imaginando lo que sucedería a continuación, su espalda comenzó a temblar.

—Tú, sigues siendo tan sensible como siempre.

—Ah, Le-Leon…

La besó de nuevo, cubriendo sus labios. Entonces la lengua de Leonhart entró. La punta de su lengua acarició ligeramente la carne tierna, eso fue suficiente para hacer que Francesca casi se derrumbara.

Apoyándose en Leonhart, él empujó sus labios para devorarlos con avidez. Enredándose con su lengua, Francesca se llenó con esas sensaciones.

En este punto, Francesca ya no pudo resistir. Como de costumbre, estaba a merced de Leonhart.

Ella no se sintió reacia. Porque en los ojos azules de Leonhart, solo se reflejaba Francesca. En este momento, más que cualquier otra persona en el mundo, solo la deseaba a ella. Esto la hizo feliz, Francesca se aferró al cuello de Leonhart.

—La piel de Fran es muy suave. Huele bien.

Cuando Leonhart soltó sus labios, enterró su rostro en el cuello de Francesca.

—ah…m..le..on.

Solo por el beso, un fuego ya había sido encendido dentro del cuerpo de Francesca. Cuando sintió los labios de Leonhart en su clavícula, ella gritó. Continuó lamiéndole el cuello, era inútil. Los lugares donde los labios de Leonhart tocaron, le dieron una sensación de hormigueo, Francesca tembló.

—Eres tan linda, honestamente, me gustaría poder encerrarte en el palacio real.

La respuesta de Francesca pareció haber encendido los sentimientos reprimidos dentro del corazón de Leonhart. Leonhart felizmente sonrió y respiró en el hombro de Francesca.

—Algún día, te encerraré. Manteniendote solo para mí, hasta entonces, haré que todos entiendan que eres mía.

En el hombro izquierdo de Francesca había dos marcas rojas.

—Ya… n-… no, no… Leon… Esta cosa, todos la verán… no kya…deten…te.

—Es para mostrar a otros que estamos juntos. ¿Es tan malo?

Trató de decir que era malo. Ella quería. Pero, antes de que pudiera, Leonhart extendió su mano y masajeó el pecho de Francesca. Pellizcó la punta de un botón ya endurecido, y un placer agudo recorrió todo su cuerpo, dejó escapar una voz aguda.

Leonhart usó su mano libre para desatar la cinta en el camisón de Francesca. El par de colinas estaban expuestas. Pensar que Leonhart la estaba mirando, hizo que sus mejillas se encendieran de vergüenza. Pero al mismo tiempo, el fuego del placer que se encendía dentro de su cuerpo, creció rápidamente.

La vergüenza había desaparecido. Ella se estremeció de placer.

—Fua, nn ~ … yaaaaahh! —no podía controlar sus gemidos mientras los acariciaba.

Mordiendo sus pezones gentilmente, la respiración de Francesca pronto se hizo intensa. Su lengua lentamente se arrastró alrededor de las colinas, impaciente, su lengua lamió su punta, y su cuerpo rebotó. A pesar de que era extremadamente embarazoso, la vergüenza la envió a un éxtasis enloquecedor.

—Ahora, ¿dónde debería molestarte?

El calor corporal de Leonhart la dejó. Por un momento, Francesca se sintió bastante decepcionada…

— ¡Hya ~, ah …!

Los dedos de Leonhart fueron al interior de sus muslos. El delicado toque de sus dedos era excitante. El cuerpo de Francesca quería escapar, pero Leonhart no la dejaba. Él retiró su mano, luego, llevó su cara entre sus piernas. Lentamente extendió su lengua y tocó la piel blanca y firme.

—Ahhh ~ … an, un-

La lengua de Leonhart lamió los muslos de Francesca. Cada vez que la agradable emoción la recorría, Francesca se debilitaba. Mientras estaba aturdida, sus piernas estaban separadas. Aunque ella intentó cerrarlas rápidamente, la fuerza de Leonhart la reprimió.

—Ahh ~, Leon… nnnh, ¡aah ~ …! ¡Esto, nnh…!

Él besó la base de su muslo muchas veces. Pensando en cómo la cara de Leonhart estaba cerca de su área secreta, se imaginó lo que sucedería después, la parte inferior del cuerpo comenzó a palpitar, le dolía, lo necesitaba.

Pronto, las manos de Leonhart quitaron la ropa interior de Francesca.

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