¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 47: Entrando en la Gran Librería (3)

De camino a casa desde la Gran Librería, Cordelia compró algunos recuerdos en la confitería.

Compró algunos para dárselos a Emina y a Lara como agradecimiento por haberla ayudado a vestirse hoy, pero se veían tan deliciosos, que también compró algunos para Ronnie y para ella misma. Seguí leyendo “¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 47: Entrando en la Gran Librería (3)”

La propuesta del Héroe – Volumen 3 – Capítulo 14: El mago de Albatro

—¿N-Norwen…?

—El baile todavía continúa, ¿verdad? ¿Qué pasó?

Norwen nos miró con desconcierto. Parece que no nos escuchó.

—Estamos a punto de regresar a mi habitación. Norwen, ¿tienes algún asunto que hacer en la torre principal? Seguí leyendo “La propuesta del Héroe – Volumen 3 – Capítulo 14: El mago de Albatro”

Matrimonio depredador – Capítulo 80: Tratando de evitarlo

Después de jugar con el cabello de Leah, Cerdina recogió algunos mechones que se habían caído y Leah la acompañó a la entrada principal del Palacio, luego regresó a su oficina. Sentándose en su escritorio, recogió algunos documentos. No había dama de compañía para atenderla. Una mueca curvó la boca de Leah mientras leía. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 80: Tratando de evitarlo”

¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 47: Entrando en la Gran Librería (2)

Al igual que el primer piso, el sótano también estaba repleto de libros.

El rincón dedicado a las plantas estaba organizado de forma clara: un estante para plantas ornamentales, otro para hierbas silvestres, y un tercero para árboles y arbustos. Seguí leyendo “¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 47: Entrando en la Gran Librería (2)”

Prometida peligrosa – Capítulo 120

Como si se sintiera un poco mejor después de beber un buen vino, bajó la voz suavemente.

—Por ejemplo… tu esposa, Margaret, que es la sirvienta de la esposa de Elias, o tu hermano Liu, que trabaja en los establos de esta casa…

Pero la naturaleza salvaje de su lenguaje era más profunda que antes.

El hombre, que palideció al escuchar a Ober mencionar a los miembros de su familia, escupió saliva y extendió su brazo tembloroso.

—¡Marqués, por favor no toque a mi familia…! Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 120”

Prometida peligrosa – Capítulo 119

El dolor de las heridas en su espalda hacía que todo su cuerpo le doliera, pero en lugar de caer en la desesperación, anhelaba algo más.

Recordó la voz de reproche del doctor, que no era demasiado insistente, la temperatura de su cuerpo cuando lo levantaron, y cómo el hombre le abrochó y anudó su ropa.

—Por favor, dime que no quieres escucharme. Eso es mejor que tus sofismas —refunfuñó Ostashu, sin conocer la situación de Eckart. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 119”

Matrimonio depredador – Capítulo 79: Leah, sirviendo a Cerdina

Los nardos del jardín del palacio de la princesa florecían en todo su esplendor. El vaivén de aquellas pequeñas flores blancas bajo la brisa era un espectáculo apacible, pero Leah las contempló con mirada vacía antes de ordenar en tono monótono:

—Arrancadlos todos. Prefiero otras flores.

Ella misma había solicitado aquella plantación meses atrás. Sus damas de honor intercambiaron miradas perplejas ante el repentino capricho, pero ninguna osó cuestionarla: todos sabían que los ánimos de una novia en vísperas nupciales son volubles. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 79: Leah, sirviendo a Cerdina”

¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 47: Entrando en la Gran Librería (1)

A poca distancia de la habitación del príncipe, Cordelia llamó a Clyde, que caminaba delante de ella.

—Joven Clyde, dijiste que me llevarías a la consulta del médico, pero al final está bien. Ya no me duele tanto. Seguí leyendo “¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 47: Entrando en la Gran Librería (1)”

Prometida peligrosa – Capítulo 118

Si la señora Chester era una serpiente con cola de escorpión, Hubble era un león con garras de oso.

No importaba lo afilada que fuera la espada, era menos letal que una simple espada de madera si el objetivo y el camino eran inciertos. Su ataque explícito y urgente no pudo penetrar su piel gruesa. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 118”

Prometida peligrosa – Capítulo 117

—Bueno, hace aproximadamente un mes. Por eso vine a Milán; quería ayudar al emperador.

—¿La razón por la que decidió ayudar al emperador fue porque se dió cuenta de que el marqués Chester la consideraba una muñeca cara, como dijo? Por cierto, lamento usar esa expresión.

—Sí. Tiene la intención de matarme a mí y a mi padre después de haber utilizado nuestros recursos. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 117”

¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 46: Encuentro con el Príncipe por primera vez en dos años

La situación podía resumirse con una palabra: horrible.

El joven Vernoux parecía haber predicho el accidente. Al escuchar la voz repentina de Cordelia, la atrapó antes de que cayera al suelo. Sin embargo, esa situación no habría ocurrido si él no la hubiera arrastrado en primer lugar. En lugar de sentirse agradecida, Cordelia no pudo evitar guardarle rencor. Seguí leyendo “¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 46: Encuentro con el Príncipe por primera vez en dos años”

Violet Evergarden – Folleto 11: “Si” Dietfried Bougainvillea

En los límites de su soledad, cierta bestia salvaje había encontrado esperanza. La esperanza más fuerte y a la vez frágil que había visto hasta entonces entre los seres vivos.

La esperanza de la bestia, Dietfried Bougainvillea, era ese tipo de persona. Seguí leyendo “Violet Evergarden – Folleto 11: “Si” Dietfried Bougainvillea”

Prometida peligrosa – Capítulo 116

Marianne seguía balbuceando lo que quería decir como una idiota torpe y, en esas ocasiones, la condesa reaccionaba secamente, mostrándole claramente que ahora respondía contra su voluntad.

Pasó más de una hora así.

Aparentemente agotada, Marianne dejó de hablar y siguió bebiendo té en silencio. La doncella principal de la condesa, vacilante con una tetera vacía, salió y dijo que traería más té. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 116”

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