Traducido por Shisai
Editado por Raine
El sol había salido. Normalmente, la mesa del desayuno estaba llena de conversaciones animadas y alegres, pero hoy, un aura tensa flotaba en el aire y todos comían su comida en silencio.
Muy pronto, todos terminamos nuestros preparativos. Nos dirigimos a la zona señalada por el oso, el lugar en el que nos dijeron que supuestamente tenían a Keith ayer. Aunque la ubicación estaba en la misma ciudad de Noir, estaba un poco lejos de nuestra posada. Abordamos nuestro carruaje, pero planeamos desembarcar cuando estuviesemos a mitad de camino y recorrer el resto a pie.
Esto era natural. Si optamos por un carruaje tirado por caballos, los perpetradores definitivamente nos notarán. Por alguna razón, también estábamos usando un carruaje diferente al que usamos al llegar ayer, éste estaba mucho más dañado. Tal vez también era para engañar a nuestros enemigos pero luego supe que esta no era la única razón. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 3: Valientemente hacia el enemigo (1)”
Traducido por Maru
Editado por Sharon
Yo, Lahna Smith, con mi herramienta mágica Alexander a mi lado, una vez más me encontraba de pie en el techo del edificio más alto de esta ciudad para contactar a mi subordinado, Rafael. Este edificio era, desafortunadamente, el hogar de algunos hombres de aspecto desagradable; criminales, probablemente.
—Por favor, dejadme usar vuestro techo por un rato —les pregunté cortésmente. Pero no eran el tipo de personas con las que se podía razonar. Sin ninguna otra opción, usé algo de magia para alentarlos a salir de las instalaciones. Como resultado, el edificio ahora estaba completamente desierto y silencioso, perfecto para recibir transmisiones.
Levanté el transmisor al cielo nocturno una vez más y llamé a mi empleado.
—Aquí Lahna Smith. ¿Me oyes, Rafael? Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 2: Donde nos lleva el viaje (8)”
Traducido por Maru
Editado por Sharon
Aunque hicimos varias rondas por la ciudad, como esperaba, tampoco encontramos información.
—Mmmmm… Si de verdad no hay nada aquí, podríamos entrar en los dominios extranjeros durante nuestra búsqueda… —dije mostrando solo un poco de mi entusiasmo.
—¿No te estás divirtiendo un poco demasiado con eso? —respondió Sora, lanzándome una mirada sorprendida.
Ugh… ¿Me han descubierto?
Decidí contarle a Sora por adelantado sobre mi entusiasmo por ingresar en un país extranjero. Pero cuando escuchó lo que tenía que decir su expresión cambió. Parecía preocupado. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 2: Donde nos lleva el viaje (7)”
Traducido por Maru
Editado por Sharon
Al escuchar lo que parecía ser un grito de agonía, salí volando de la cama.
La luz del sol ya estaba entrando por las ventanas. Por un instante, me asusté. ¡Estaba en un lugar que no reconocía! Pero rápidamente me di cuenta de que era la posada en la que habíamos pasado la noche anterior. En las otras camas de la habitación, María y Lahna seguían dormidas.
Sentí que había tenido un sueño aterrador. Me limpié las gotas de sudor de la frente, e incapaz de volver a dormirme, salí de la habitación.
Aunque todavía era muy temprano en la mañana, las personas que vivían en esta ciudad ya estaban en pie. Podía escuchar sus voces desde fuera de la posada. Las visitas rurales que me saludaban cuando miraba por la ventana me recordaban mi hogar en mi vida pasada. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 2: Donde nos lleva el viaje (6)”
Traducido por Maru
Editado por Sharon
Solía tener pesadillas sobre el pasado cuando entré en la Mansión Claes. En esos momentos Katarina, que estaba muy interesada en interpretar el papel de una hermana mayor en ese entonces, siempre me cuidó.
—¡Te despertaré, Keith! Tomaré tu mano —diría ella.
La chica que me gustaba decía cosas como que sostendría mi mano hasta que me duerma o que dormiría conmigo esa noche. Me alegraba, pero al mismo tiempo era patético. Una serie de complicadas emociones.
Eventualmente, dejé de tener esas pesadillas. Los días que pasé con Katarina fueron muy vibrantes y refrescantes. Llenos de dicha y alegría. No me tomó mucho tiempo olvidarme de esos sueños. De hecho, pasó mucho tiempo desde la última vez.
¿Era porque me encontraba en una situación como esta ahora? Atado, mis brazos y piernas estaban inmóviles en una habitación sin luz. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 2: Donde nos lleva el viaje (5)”
Traducido por Maru
Editado por Sharon
Cuando llegamos a la posada, todos nos pusimos con nuestra comida. Aunque la cocina rural tenía un sabor delicioso y rústico, aprendí de mi experiencia de ayer y no comí demasiado.
Volvimos a nuestras habitaciones al terminar, y Larna se fue otra vez. Supongo que hizo algunas visitas nocturnas ayer. Al parecer, tiene un trabajo relacionado con el Ministerio que atender. De verdad es una persona muy ocupada.
Así que María y yo fuimos a nuestra habitación y empezamos a hablar sobre las ciudades que habíamos visto hoy, las cosas que habían sucedido en la academia y otras cosas tontas. Después de un tiempo, María se fue al baño. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 2: Donde nos lleva el viaje (4)”
Yo, Lahna Smith, también conocida como Suzanna Randall, acabo de llegar a la azotea de un edificio a poca distancia de la posada en la que me estoy quedando. Estoy aquí porque es el lugar más elevado del área. Me aseguré de tener permiso del dueño del edificio. Podría haber subido sin permiso, pero podría haber acabado siendo un problema si lo hacía. Necesitaba estar en un sitio elevado para la herramienta mágica que voy a usar.
Saco la herramienta mágica de la bolsa, y después de un momento, empieza a temblar. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 2: Donde nos lleva el viaje (3)”
Lahna había aparentemente escogido el hotel mientras Sora reservó nuestras habitaciones. Ellos realmente son confiables. Reservamos dos habitaciones, así que nos dividimos en dos grupos: Lahna, María y yo, luego Jared y Sora.
—Me disculpo por no ser capaz de reservar habitaciones para cada uno, no había bastantes habitaciones disponibles. —dijo Sora, pero personalmente estaba un poco feliz porque sentí como si estuviera en un viaje escolar como en mi vida pasada.
En esta vida, siempre he tenido mi propia habitación. Así, que me emocioné al entrar en el cuarto.
Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 2: Donde nos lleva el viaje (2)”
El viaje para buscar a Keith comenzó.
Guiamos nuestro carruaje en la dirección que el feo oso señala mientras sigue la esencia de Keith (bueno, para ser precisa, sigue sus recuerdos, pero no puedo ver esto como algo más que seguir una esencia). Por ahora, hacemos lo que dice el oso – o más bien, vamos hacia donde señala. No sé si este oso será de utilidad, pero justo ahora nuestra única pista es el oso, así que no se puede hacer nada más. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 2: Donde nos lleva el viaje (1)”
—Oh, por cierto, había algo que deseaba preguntarte, señorita.— dice Anne cuando casi habíamos acabado con los preparativos para la partida. Ella me estaba ayudando con ello.
Aunque normalmente Anne siempre me acompaña sin importar a donde vaya, ella no vendrá en esta jornada. Ella estaba dudando, diciendo que estaba preocupada por mí yendo por mi cuenta. Pero el que Keith huyó de casa no se ha hecho público, se pensó que no sería buena idea llevar a un gran grupo de gente. Así que se minimizó el número de personas que vienen. Pero la partida incluye a Lahna, siendo una de las más influyentes en el Ministerio de Magia, una usuaria de magia de luz, un usuario de magia negra y el príncipe que puede hacer lo que sea. No creo que haya nada de lo que preocuparse con esta bastante inmejorable alineación.
Le dije eso a Anne, pero insistió con fuerza, —No estoy preocupada por eso – estoy preocupada por tu vida diaria, señorita.
Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 1: El incidente ocurre de repente (3)”
Las sugerencias románticas de Jared, implacables desde su confesión después del secuestro, no se han suprimido hoy. Él elegantemente se acerca con su hermosa cara y susurra su amor, entonces,empieza a tocarme.
Mis amigos siempre me respaldan cuando me pongo pálida o roja en mi torbellino interno… pero a este nivel, mi corazón no soportará, dado que tengo cero tolerancia al romance.
En este poco tiempo desde su confesión, mi corazón ha estado latiendo tan rápido que me preocupa que gaste el número límite de latidos asignados para mi vida. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 1: El incidente ocurrió de repente (2)”
Acelero un poco después de darme cuenta que el sol ya había empezado a ponerse. La preocuparé si llego demasiado tarde.
La calle que me apresuro a cruzar estaba llena un momento antes. Pero quizás porque es la hora de cenar, justo ahora sólo hay unas pocas personas aquí y allí. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 4 – Capítulo 1: El incidente ocurrió de repente (1)”
Permanecimos en la sala mientras Rufus era llevado. Lana – o mejor dicho Lahna – se quedó en la habitación también.
—Um, Lahna-sama. Muchas gracias por salvarme. Y por tratarme tan bien. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 3 – Capítulo 5: Todo termina”
Mientras más hablamos, más me doy cuenta de cuán adecuada es Katarina para ser mi novia.
El pan que le dí para su comida ligera, fue comprado en las afueras del pueblo. Estaba destinado a ser un punzante insulto para una joven noble dama, pero Katarina sólo preguntó excitada dónde estaba la panadería.
— ¿Qué? ¿¡Una panadería a las afueras del pueblo!? ¿¡Dónde es!? Era realmente bueno, así que ¡quiero ir a comprar más alguna vez si puedo! Seguí leyendo “Katarina – Volumen 3 – Capítulo 4: Mi vida como cautiva continúa (3)”
Tema: El pan de la comida ligera.
—Oye, ¿quien hizo el pan que me diste en esa comida ligera de antes?
—Ah, lo compré en una panadería a las afueras del pueblo, pero supongo que no encajaría con los gustos de una alta y poderosa noble lady…
— ¿Qué? ¿¡Una panadería a las afueras del pueblo!? ¿¡Dónde está!? Era realmente bueno, así que ¡quiero ir a comprar más alguna vez si puedo!
—…Eres realmente extraña.
Seguí leyendo “Katarina – Volumen 3 – Capítulo 4: Mi vida como cautiva continúa (2)”