Katarina – Volumen 4 – Capítulo 3: Valientemente hacia el enemigo (2)

Traducido por Shisai

Editado por Raine

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Lahna había mencionado ponerse en contacto con el Ministerio, pero por alguna razón, nos llevó a un edificio alto y entró. Esperamos en silencio a que ella regresara, hasta que finalmente Jared habló.

—Lady Maria… Si no te molesta, me gustaría mucho saber, ¿en qué se diferencia esa presencia en la mansión a lo que has visto hasta ahora?

—Bueno… me encuentro incapaz de explicarlo muy bien. Pero… si tuviera que ponerlo en palabras… era una oscuridad muy densa y pesada.

—¿Una densa oscuridad, dices?

—Sí… La Magia Oscura que vi antes era casi una niebla negra… una neblina. Y solo lo he visto tan concentrado en la pequeña habitación donde estaba Rafael durante el festival escolar. Esa bruma era oscura y densa. Se sintió terrible. Pero este lugar…

—¿Es peor, supongo?

—Sí. La neblina negra que acabo de ver simplemente empequeñece todo lo que he visto antes. Es… incomparable, espantoso… —Maria dijo.

Sora rápidamente agregó sus observaciones:

—Yo también sentí una increíble sensación de peligro en el lugar. Algo que parecía decirme que no debería estar cerca.

—Ya veo.

Escuché en silencio su intercambio. Una presencia de Magia Oscura más fuerte que cualquier otra cosa que hayan visto antes. Un lugar al que sería demasiado peligroso acercarse …

No pasó mucho tiempo antes de que Lahna saliera del edificio.

—Es un lugar muy peligroso. He pedido refuerzos del Ministerio —ella dijo. Era de esperar, dado lo peligroso que había resultado ser todo esto. Pero luego añadió: —Así que todos debemos regresar a la posada y esperar a que vengan.

—Um, pero lady Lahna, —solté rápidamente — ¿cuándo volveremos a la mansión, entonces?

Lahna parecía preocupada por mi pregunta.

—Tal vez mañana o más tarde. Tenemos que esperar a que lleguen los refuerzos, después de todo.

—Mañana… o más tarde…

Este lugar estaba lleno de intensa magia oscura. Algo terrible pasaría si intentáramos entrar nosotros mismos. Pero… si Keith estaba realmente detenido allí…

La imagen de mi sueño flotó en mi mente: el chico se parecía a Keith. Él estaba llorando.

Mientras esperábamos, podían estarle haciendo cosas terribles a Keith. Tal vez estaba llorando en este momento, como cuando era pequeño.

—Um, lady Lahna…

—¿Qué sucede, Katarina?

Miré directamente a los ojos de Lahna mientras se giraba para mirarme.

—Yo… no puedo esperar.

—Pero… eso es… —Los ojos de Lahna se abrieron con sorpresa.

—Entiendo que es un lugar peligroso. Pero… Pero si Keith realmente está ahí… ¡no se sabe qué le podrían estar haciendo ahora mismo! ¡Ni siquiera sabemos si Keith estará vivo mañana por la mañana!

—…

—Podría pasarle algo terrible a Keith antes de que lleguemos… No puedo simplemente sentarme aquí y esperar. No me importa ir sola si eso es lo que se necesita. Por favor déjame hacer esto. —Hablé con fuerza, de la única manera que sabía.

Lahna parecía angustiada, mientras que María y Sora parecían sorprendidos. Tal vez fue porque todos sabían que no tenía ningún poder real de ningún tipo. Aun así, ¡mi querido hermano estaba en problemas! ¡Podría estar sufriendo en este mismo momento! No había manera de que pudiera simplemente esperar.

Me mordí el labio, esperando en silencio su respuesta. Fue entonces cuando alguien a mi lado habló.

—Lady Lahna, por favor considéralo.

—¿Huh…? ¿Príncipe Jared? —Mis ojos se abrieron de sorpresa cuando me volví hacia él. Después de todo, ¿no estaba él absolutamente en contra de exponerme a ningún tipo de peligro? Nunca, ni en un millón de años, hubiera pensado que aprobaría mi propuesta. Con mi boca abierta, miré fijamente a Jared, quien solo me dio una sonrisa incómoda en respuesta.

Jared se volvió hacia Lahna de nuevo.

—No sería solo Katarina. Yo estaría con ella también. Por favor, dános permiso, lady Lahna.

—¿Hablas en serio, Príncipe Jared?

Jared respondió a la aún sorprendida Lahna con una expresión seria y un gesto de asentimiento.

—Por supuesto. —Luego me miró. —Verás, una vez que Katarina ha decidido resolver algo, no hay nada que la detenga. Incluso si usted se negara, seguramente intentaría irrumpir por su cuenta.

Jared había dado en el clavo con lo que estaba pensando. Me retiré un poco ante su exactitud.

—Ugh…

Aunque tenía razón. Eso era exactamente lo que tenía en mente. Me hubiera escapado sola si Lahna se hubiera negado.

Jared me lanzó una sonrisa más reservada en respuesta.

—Entiendo tus pensamientos relativamente bien, Katarina.

—Hmm… —Por un momento, Lahna se quedó en silencio, sola en sus pensamientos. Y entonces ella finalmente dijo: —Supongo que un rescate rápido sería mejor, dado lo peligrosa que es la situación… pero no haría que los dos se escapen solos. —A juzgar por su expresión, parecía darse cuenta de que no tenía muchas opciones al respecto. —De acuerdo entonces. A la luz de su resolución, supongo que deberíamos entrar.

—¡Gracias, lady Lahna! —Literalmente salté de alegría.

—Pero no podemos ir directamente. Después de todo, no parece que el lugar le de la bienvenida a los visitantes. Primero debemos examinar el sitio e identificar posibles puntos de entrada. —Lahna se volvió hacia el joven que había estado observando en silencio todo este tiempo. —Sora, ¿podrías lograrlo?

Los bordes de los labios de Sora se curvaron ante las palabras de Lahna.

—Oh, pero por supuesto. Ahora que hemos decidido un curso de acción, haré todo lo que esté a mi alcance.

Con eso, Sora se dispuso a explorar la mansión y su alrededor. Pensé que dejarlo ir solo sería peligroso, pero él me dijo que prefería trabajar así.

—Estoy acostumbrado a cosas como esta, así que déjamelo a mí —dijo mientras me mostraba una sonrisa traviesa, casi bulliciosa, y se puso en marcha.

Por todo lo que había escuchado, Sora vivió una vida como protagonista de una película de espías. Supuse que era mejor dejarlo hacer lo suyo. Es un tipo útil para tener cerca…

Sin Sora, el resto de nuestro grupo se movió a un lugar a cierta distancia, esperando su regreso.

—U-Um. ¿Príncipe Jared?

—¿Qué sucede, Katarina?

Incliné mi cabeza.

—Gracias por lo que acabas de decir. Por… estar de acuerdo con lo que dije.

—Jaja. Entiendo muy bien, Katarina, que una vez que tienes esa expresión en ti, eres casi imparable —Jared respondió con una suave sonrisa.

—¿‘Esa expresión’?

¿De qué está hablando?

—Esa cara que haces cuando es hora de resolver algo.

—…Huh. —No entendí lo que quería decir.

¿Quizás mis expresiones fueron fáciles de leer?

Jared se limitó a sonreír ante mi aparente confusión.

—Katarina, la verdad es que… Ya sabía que dirías algo así cuando soltaste que ibas a apresurarte para rescatar a Keith de inmediato. Después de todo, tú eres simplemente ese tipo de persona. Si hay alguien que lo necesita, alguien que pide ayuda… simplemente vas corriendo directamente hacia ellos, incluso si no estás preparada para manejar esa tarea.

¿Quiere decir que soy impulsiva? ¿Que me salgo del gancho con demasiada facilidad? Me retiré un poco, sintiendo que me estaban dando una lección.

—Ah, no estoy enojado contigo, Katarina —dijo, aún sonriendo levemente. —Me gusta bastante esa parte de ti. Por ejemplo… si, en lugar de Keith, yo fuera el prisionero en cuestión, seguirías corriendo para salvarme de la misma manera, ¿no?

Todavía no entendía lo que estaba tratando de decir, pero tenía una respuesta inmediata para su pregunta.

—Claro que sí. No hay duda. —Asentí con convicción.

A juzgar por su sonrisa, Jared pareció complacido con mi respuesta.

—Ah, Katarina. Realmente me gusta eso de ti —dijo mientras me daba palmaditas en la cabeza.

Por alguna razón me encontré ruborizándome, y mi corazón comenzó a latir un poco más rápido.

—Jaja… Espero que te hayas preparado, Katarina. Una vez que todo esto haya terminado… —calló y no continuó, en lugar de eso sólo sonrió vagamente.

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