Pero Lucas respondió en tono frío.
—¿No lo mencionaste porque tenías alguna intención oculta?
—No, solo pensé que no estaría mal deberte algún favor.
Sin mencionar lo peligroso que sería. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 126”
Entramos en la tienda. El interior está repleto de artículos varios que pueden gustar a las mujeres, el olor a madera vieja flota en el aire de forma acogedora. Por fortuna, parece que somos los únicos clientes. El tendero de la parte de atrás se percató del timbre y se acercó a nosotros con un libro en la mano que parece haber estado leyendo. Un anciano fastidioso con gafas. Este hombre es el tendero, pero parece que su mujer y su hija se encargan del abastecimiento. Su aspecto es de verdad inadecuado para una tienda llena de preciosos accesorios varios.
—Bienvenido… Ah, es usted. Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 130: Ella y la tienda de artículos varios”