Ochenta y Seis – Volumen 3 – Interludio: Tomen sus armas

A pesar de que ya se había apagado la luz y de que nadie, salvo los que estaban de patrulla nocturna, estaba despierto, todos los escuadrones supervivientes estaban conectados al para-RAID.

La implicación hizo que Lena se mordiera el labio inferior rosado.

Siempre habían estado preparados para esto.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 3 – Interludio: Tomen sus armas”

Ochenta y Seis – Volumen 3 – Epígrafe

Lo llamaron orgullo.

En ese momento, el orgullo era lo único que conocían.

—Frederica Rosenfort, Recuerdos del Campo de Batalla

♦ ♦ ♦

El carmesí de aquellas amapolas que florecían hasta donde alcanzaba la vista, iluminadas por el atardecer que lo quemaba todo, era tan hermoso como la pura locura.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 3 – Epígrafe”

Ochenta y Seis – Volumen 2 – Capítulo 04: Bajo el águila de dos cabezas

La gran sala de conferencias del cuartel general de la 177° División Blindada estaba en penumbra, y solo la luz de la holo-pantalla iluminaba los rostros de los comandantes de las unidades reunidas. La interferencia de la Eintagsfliege, que bloqueaba todos los esfuerzos por observar las profundidades de las zonas disputadas de la Legión, era tan cierta en esta sala como en cualquier otro lugar de la Federación, pero los militares no eran tan incompetentes como para descuidar sus tareas de reconocimiento.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 2 – Capítulo 04: Bajo el águila de dos cabezas”

Ochenta y Seis – Volumen 2 – Capítulo 03: El paraíso salvaje

A doscientos kilómetros del primer distrito del frente oriental de la República se encontraba la capital de la Federación, Sankt Jeder, pintada de blanco por la nieve invernal recién caída. Shin se detuvo en el borde de la calle principal que conducía a la plaza del ayuntamiento y miró la torre del reloj, que estaba nebulosa por la nieve en polvo. La nieve se retiraba de las losas de la ciudad por las mañanas, y en el centro de la plaza del mercado había un gran pino que servía de decoración para el Santo Cumpleaños.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 2 – Capítulo 03: El paraíso salvaje”

Ochenta y Seis – Volumen 2 – Capítulo 02: Panzer mintió

La misión de Reconocimiento Especial fue sorprendentemente pacífica, y siguieron avanzando mucho más allá de su duración prevista. Tal vez, el haber diezmado a ese pelotón en su primer día de misión había valido la pena. Si lograban salir de las zonas disputadas, llegarían a los territorios que la Legión reconocía como propios y sus patrullas se harían menos rigurosas.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 2 – Capítulo 02: Panzer mintió”

Ochenta y Seis – Volumen 2 – Capítulo 01: La cabalgata de las valquirias

Los cielos del frente de batalla se ocultaban tras finas nubes de Eintagsfliege, su plata inquietantemente serena se extendía hasta donde alcanzaba la vista.

—¡Hay otra fuerza de Löwe que viene hacia ustedes, se estima que es un grupo del tamaño de un batallón…! ¡También tenemos un pelotón que se dirige hacia nosotros!

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 2 – Capítulo 01: La cabalgata de las valquirias”

Ochenta y Seis – Volumen 2 – Prólogo: Su Majestad no está en el campo de batalla

Las palabras en la boca de todos era “¿Por qué?”.

Sin embargo, no podían saber que, para ellos, preguntar por qué es un insulto.

Porque ellos son… los Ochenta y Seis.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 2 – Prólogo: Su Majestad no está en el campo de batalla”

Ochenta y Seis – Volumen 1 – Epílogo 2: Reinicio

Él y los otros cuatro oficiales se mantuvieron en perfecta fila, observando cómo el militar de la República salía de la vitrina y saludaba al presidente de la Federación. Todos eran jóvenes, todavía en la adolescencia, pero llevaban sus nuevos uniformes azul acero con una familiaridad y madurez que superaban sus años. Mirando el uniforme negro y el cabello plateado, un poco teñido de rojo, de la esbelta chica Alba, su vice-capitán susurró con suspicacia:

—Oye… ¿Estás seguro de que es ella? Es un poco… diferente de lo que me imaginaba.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 1 – Epílogo 2: Reinicio”

Ochenta y Seis – Volumen 1 – Epílogo 1: La estancia de la reina manchada de sangre

Cinco armas móviles de la República yacían en ruinas, durmiendo para toda la eternidad dentro de su ataúd de cristal fortificado.

Se encontraban en un floreciente campo de primavera, fuera de una ruta de tráfico perteneciente a la República Federal de Giad. El cielo era de un azul precioso y cristalino, lo que daba al paisaje una especie de aspecto ilusorio y ensoñador. Era el lugar donde antes existía la frontera entre la República de San Magnolia y el Imperio de Giad.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 1 – Epílogo 1: La estancia de la reina manchada de sangre”

Ochenta y Seis – Volumen 1 – Capítulo 07: Adiós

Shin…

Incontables manos plateadas, del color de las micro-máquinas líquidas, brotaron debajo de la armadura de Dinosauria. Las manos eran del tamaño de las de un adulto y tenían dedos articulados. Sin embargo, la diferencia más llamativa era que tenían varias veces la longitud de un brazo humano y se extendían a una velocidad asombrosa. Tanto la mano izquierda como la derecha salieron en busca de algo. Cuando todas y cada una se extendieron hacia Undertaker, Dinosauria aulló enloquecida.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 1 – Capítulo 07: Adiós”

Ochenta y Seis – Volumen 1 – Interludio: El caballero sin cabeza IV

Traducido por Lucy

Editado por Lugiia


La nieve revoloteaba hacia abajo, sin sonido y sin fin. La blanca nieve que caía del cielo era tan hermosa como la desesperación que llenaba el corazón y el alma, como la tiranía, como el propio mundo, rechazando cualquier cosa.

Rei estaba tumbado de espaldas en la cabina expuesta de su Juggernaut. La capota que se desprendía le había dado, al menos, una vista del cielo, mientras miraba la nieve que rezumaba en la oscuridad de la noche.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 1 – Interludio: El caballero sin cabeza IV”

Ochenta y Seis – Volumen 1 – Interludio: El caballero sin cabeza III

Traducido por Lucy

Editado por Lugiia


Desde que tenía uso de razón, podía oír las voces de su madre, su hermano y otras personas de su entorno. Eran voces que hablaban sin palabras y que solo transmitían bondad y afecto. Y por eso se le ocurrió confiar en alguien que no debía. Esa fue la causa de todo lo que había sucedido.

♦ ♦ ♦

Su padre falleció después de alistarse y, poco después, su madre partió también al campo de batalla. Shin y su hermano se refugiaron en una iglesia en un rincón del campo de internamiento, donde un sacerdote los acogió y los crió. El campo de internamiento al que fue enviado Shin se construyó sobre los restos de una aldea en la que vivía el sacerdote.

Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 1 – Interludio: El caballero sin cabeza III”

error: Contenido protegido