Novelas en español
Traducido por Akatsuki
Editado por Ayanami
Corregido por Meli
Durante la escuela secundaria, Jiang Li vivía a la sombra de una mujer cinco años mayor que él. Ella era una pequeña delincuente con un poco de poder en la Ciudad K.
Conoció al reservado, honesto y destacado estudiante Jiang Li, por casualidad mientras caminaba por la calle y se sintió tan atraída por él que comenzó una fuerte ofensiva para obtenerlo. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 58: Confesión”
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En el primer día de Año Nuevo Lunar en la Ciudad K, que no era muy grande, se acostumbraba visitar a amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo e incluso a maestros y estudiantes.
Nosotros visitamos a todos ellos, llevando regalos, por lo tanto, al final del día estaba agotada.. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 57: Estoy loca”
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Desde el día en que Jiang Li expresó sus tonterías a la dulce recepcionista, mis visitas a su oficina se volvieron extremadamente relajantes, sus empleados me miraban llenos de asombro o incluso celos, disfrutaba de esas miradas y, como una villana, le llevaba su almuerzo cada vez con más entusiasmo. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 56: La noche de Año Nuevo”
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Mis manos temblaban y casi solté la revista. Era increíble que Jiang Li pudiera aparecer en ZZ Fashion, sí, era atractivo e inteligente, pero ¿cómo podía ser tan extraordinario?
Incrédula, leí la entrevista, quedé boquiabierta al ver las palabras «XQ Network». Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 55: Renuncia”
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Cayó al suelo, asustada, corrí hasta él y me arrodillé a su lado. No lo toqué por miedo a lastimarlo.
—T-Tú, tú, tú… ¿estás bien?
Abrió los ojos y sonrió levemente, no parecía estar de mal humor. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 54: Revista”
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—Tienes que inclinarte hacia delante, desde tu centro de gravedad. —Me ayudó a corregir mi postura—. No te inclines hacia atrás… ¿Entiendes cuál es tu centro de gravedad? Vamos, cálmate, el cuerpo no debe estar tan rígido. ¿Tienes miedo…?
Estaba muy segura de que hice todo de acuerdo a sus instrucciones, pero él no parecía satisfecho. Me sentía enojada y lo miré ferozmente. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 53: Jiang Li es muy Guapo”
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Después de la cena, en familia, nos sentamos a ver la televisión. A Jiang Li le desagradaban los programas de espectáculos, sin embargo, no se atrevió a criticarlos porque a mi madre también le gustaban.
El favor de mi madre hacia Jiang Li, me hacía sentir incómoda, aun así, me apoyé en su hombro para ver el programa. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 52: Día de Esquí”
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Dos horas después, como aves en plena migración, llegamos a casa de mi madre con regalos y nuestro equipo de esquí recién comprado. Ella había sugerido que pasáramos la noche en su casa, para partir de allí a la estación y no retrasar nuestro viaje.
De camino al karaoke, le pregunté a mi madre si le gustaría ir a esquiar con nosotros. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 51: Cantando”
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Pensé que no sería capaz de dormir, pero, a medianoche, caí dentro de un dulce sueño. Solo logré despertar cuando Jiang Li llamó a la puerta por segunda vez.
Me desperté sintiéndome atontada, tropecé al salir de la cama, abrí la puerta, me asomé y le hablé perezosamente. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 50: Primer día como Esclavo”
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Jiang Li se dio cuenta de que le era difícil controlarse frente a Guan Xiao Yan. Cada uno de sus movimientos atraía más su atención.
Aunque su inteligencia emocional era baja, sabía que ella le gustaba. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 49: Desde el punto de vista de Jiang Li”
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En ese momento, mi cerebro parecía haber dejado de funcionar, todo era borroso y no entendía lo que él estaba haciendo.
Entonces, Jiang Li se agachó. Me besó con fuerza y me mordió los labios.
El dolor me hizo reaccionar. Asustada, lo empujé con todas mis fuerzas, pero él tomó mis muñecas y las mantuvo sobre mi cabeza. Luego, se movió hasta apresar mis piernas para que no pudiera escapar. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 48: Acoso (2)”
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El taxi se detuvo frente a casa. Abrí la puerta del coche y bajé tambaleando. Debía fingir estar ebria hasta el final.
Wang Kai me observó, puso una de sus manos en mi hombro y con la otra sujetó con fuerza mi brazo.
—Te llevaré adentro —susurró en mi oído. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 47: Acoso (1)”
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Hace tiempo, para conseguir sexo, debías prometer amor, pero ahora, si ofrecías amor antes del sexo, se consideraba que tus intenciones no eran puras.
Wang Kai pensaba que sus intenciones siempre eran muy puras. Se creía un león del reino animal, que buscaba una compañera nueva cuando se cansaba de la anterior. Sin embargo, los humanos eran diferentes, ellos siempre buscarían el romance antes del sexo.
Él había conocido a Guan Xiao Yan en un juego en línea. Tenía la impresión de que era una mujer estúpida que podía ser humillada, tanto que, incluso se nombró: «Idiota oficial del juego», un apelativo que sin duda, le quedaba. Entonces, Wang Kai comenzó a interesarse en quien creía, era una mujer muy hermosa y no tan inteligente.
Luego de conocerla, se dio cuenta de que la juzgó mal y que no sería fácil conquistarla. Ella era buena y muy recta, no le interesaban las relaciones dudosas y eso podría llevarlo a ganarse un lugar en su lista negra. Cuando él la veía seria, buscaba fastidiarla al preguntarle cómo vivía una vida tan aburrida.
Ella no era como las demás que lo instaban a jugar, ella jugaba con él porque lo veía inofensivo.
En la noche de bodas de Guan Xiao Yan, Wang Kai pensó que tenía alguna esperanza con ella, quien debía tener una mala relación con su esposo, por eso había pasado su noche bodas con él, conversando por internet toda la noche. Y cuando supo que Guan Xiao Yan iría a las Maldivas para su luna de miel, se emocionó, él también estaría allí de vacaciones. Sin embargo, era poco probable que ambos se encontrasen.
Fue allí, con ese encuentro pequeño e insignificante que Wang Kai se convenció que el destino era maravilloso y que debía actuar para que ambos estuvieran juntos. Pero pronto se arrepintió de su decisión, Guan Xiao Yan no fue a su habitación esa noche. Se dijo que ella no era como las demás mujeres. Si tan solo lo hubiese visitado esa noche, él la habría desechado como al resto, sin preocuparse por el futuro.
Pero con ella nada era sencillo, a pesar de que él sentía que no era cercana a su esposo, Guan Xiao Yan no se alejaba de este, al parecer no eran íntimos, pero eran un equipo.
Wang Kai, no quería ser solo un espectador en su vida, si no podían tener un romance entonces, con tener una amistad sería suficiente. Guan Xiao Yan era una mujer encantadora, con la que le gustaba coquetear.
Cuando la contrató, se dijo a sí mismo que solo serían empleador y empleada. Jamás pensó que sus sentimientos hacia ella podrían cambiar. Algunas veces se debe pagar el precio por jugar, con el tiempo, el dinero y los sentimientos.
Su concepción de las relaciones entre un hombre y una mujer se limitaba al sexo. Por ello no se dio cuenta de que siempre pensaba en Guan Xiao Yan y, que sus sentimientos por ella se incrementaban.
El día que ella se fijó en Yu Zi Fei, se sintió muy infeliz. Él vio su expresión y sintió que su corazón se apretaba.
Quería protegerla, hacerla reír, comer con ella. Deseaba tenerla para sí. Eso era lo que Wang Kai pensaba cada día al levantarse.
Pero ella le pertenecía a alguien más. Su cuello tenía marcas de amor. Jiang Li la había besado y abrazado frente a él y, en el baile de máscaras, se fueron juntos para ya no regresar.
Jiang Li, Jiang Li… Jiang Li, era como la maldición de un demonio. Le daba dolores de cabeza a Wang Kai.
No obstante, él aún tenía dudas, después de todo, en su primer día de casados, ella estuvo en línea con él toda la noche.
Las respuestas a sus preguntas se las dio Xue Yun Feng, cuando lo acusó de seducir a su hombre. Y a pesar de que no entendió sus palabras, luego de pensarlo un momento, recordó que él y Guan Xiao Yan se habían reunido recientemente..
Con un pequeño sondeo, Guan Xiao Yan confesó todo: ¡Jiang Li era gay!
Ante la buena noticia, Wang Kai quedó extasiado, pensó que era su oportunidad.
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Al día siguiente, desperté y miré que el despertador, que estaba cerca de la cama, marcaba que faltaban treinta minutos para las diez. Lo observé un momento y me pregunté cómo se había apagado.
En ese momento, Jiang Li apareció y me vio sacudiendo el despertador. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 45: Caos”
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Estaba tan sorprendida que casi muerdo mi propia lengua.
—¿Qué? ¿Qué dijiste?¿Romper?
Xue Yun Feng asintió, su voz era débil. Seguí leyendo “Boda relámpago – Capítulo 44: ¡Guang Xiao Yan no eres estúpida!”