La Tierra está en línea – Capítulo 141: Tang, ¡me la has jugado!

Las patas traseras de la mujer lobo se impulsaron con fuerza y su cuerpo salió disparado por el aire. Cayó como una bomba y el suelo retumbó con un cráter abierto en medio del patio. Gigantesca, descomunal, pero nada torpe: su velocidad era la de una bestia cazadora. En cada zancada, sus garras brillaban, buscando desgarrar a Tang Mo. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 141: Tang, ¡me la has jugado!”

La Tierra está en línea – Capítulo 140: Tang Mo, ayúdame…

La Torre Negra no les dio respiro. Antes de que pudieran asimilar las nuevas reglas, la partida comenzó de inmediato.

En el centro del tablero, Mosaico —envuelta en la membrana luminosa— tarareaba una cancioncilla desafinada con alegría. Nadie hablaba ya. El silencio era prueba de la urgencia: cada jugador calculaba fríamente cuántos pasos podía dar, cuándo debía moverse, cómo causar el mayor impacto posible en esa ronda… Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 140: Tang Mo, ayúdame…”

La Tierra está en línea – Capítulo 139: Oh, esta es la justicia del juego~

Lo que Liu Wansheng había deducido, Tang Mo ya lo había pensado.

Si los jugadores avanzaban siguiendo el «orden de prioridad», el único que realmente controlaría el desenlace del juego sería Tang Mo. Antes de eso, sin importar en qué casillas estuvieran Bai Ruoyao o Lin Qian —incluso si ocupaban las casillas con libros—, mientras Tang Mo apagara la casilla del Mosaico al final, ellos no podrían completar el nivel. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 139: Oh, esta es la justicia del juego~”

La Tierra está en línea – Capítulo 138: ¿Quién diablos te crees?

Tang Mo no le hacía esas preguntas a Mosaico por simple curiosidad.

En primer lugar, las reglas eran claras: la niña no podía abandonar la cuadrícula del centro del tablero. En segundo lugar, su arma más peligrosa —el fósforo gigante— no estaba en sus manos. Sin él, no era rival para Tang Mo; apenas un jefe débil de la Torre Negra, «suprimible», como él pensaba. Y Tang Mo ya tenía experiencia negociando con criaturas así… el Señor Conejo era prueba de ello. No desperdiciaría la oportunidad de presionarla. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 138: ¿Quién diablos te crees?”

La Tierra está en línea – Capítulo 137: Mosaico: ¡Me lo suplicaste!

El aviso de la Torre Negra se desvaneció y,  en el espacioso patio, una luz empezó a parpadear.

El resplandor creció, volviéndose más vivo y cegador, hasta formar veinte capas de luz azul… vacías.

Cuando Tang Mo volvió a abrir los ojos, vio que las cuadrículas ahora contenían veinte objetos flotando: piedras de colores aparentemente inútiles, un martillo, clavos largos, otros manchados de sangre… y un pequeño vestido rojo. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 137: Mosaico: ¡Me lo suplicaste!”

La Tierra está en línea – Capítulo 136: … ¿Supervivencia o loli? Ese es el problema

Una enorme mujer lobo, de dientes afilados y enfundada en un largo vestido negro, descargó el libro que llevaba en la mano contra una niña menuda. La pequeña, vestida de rojo y con dos coletas, se echó hacia atrás y, de la nada, sacó un fósforo gigante. Cuando el libro descendió, Mosaico alzó su fósforo para recibir el golpe. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 136: … ¿Supervivencia o loli? Ese es el problema”

La Tierra está en línea – Capítulo 135: ¡Eres una vaga y te niegas a leer, Mosaico!

La herida de Bai Ruoyao resultó ser peor de lo que Fu Wensheng había imaginado, por lo que pasaron cerca de un cuarto de hora en la cocina. El joven de rostro aniñado salió caminando mientras observaba con curiosidad su muñeca derecha, ahora envuelta en un vendaje. A decir verdad, la habilidad curativa del pequeño Fu era excelente, pero su técnica de vendaje era proporcionalmente inversa. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 135: ¡Eres una vaga y te niegas a leer, Mosaico!”

La Tierra está en línea – Capítulo 134: ¿Victor? Mo Tang

Un frío viento vespertino soplaba desde la distancia, alborotando el cabello del joven de rostro aniñado. Bai Ruoyao, con las manos en los bolsillos y una sonrisa extraña colgándo de los labios, aparentaba honestidad. Nadie imaginaría que acababa de decir que quería matar a Tang Mo. El exbibliotecario lo miró con frialdad.

Fu Wensheng sacó su pistola con rapidez, dispuesto a disparar al psicópata. Tang Mo y Fu Wenduo extendieron la mano al mismo tiempo para bloquear la boca del cañón.

El niño los miró, confundido. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 134: ¿Victor? Mo Tang”

La Tierra está en línea – Capítulo 133: ¡Tres personas negativas!

Mu Hui.

Hace una semana, la Torre Negra transmitió una canción global dedicada a esa persona. No obstante, justo después de anunciar su nombre, ocurrió un error de actualización y la versión 4.0 de la Torre Negra se detuvo repentinamente, dejando tras de sí un misterio sin resolver.

Se trataba de un jugador llamado Mu Hui. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 133: ¡Tres personas negativas!”

La Tierra está en línea – Capítulo 132: La paz mundial depende de Bai Ruoyao

El viento frío soplaba entre las hojas mientras gruesas nubes se movían desde el oeste, cubriendo gradualmente el sol. Tang Mo miró con frialdad al joven con cara aniñada, cuya sonrisa divertida contrastaba con la tensión del momento. Las ocho personas se dividieron en tres bandos, y el ambiente se tornó silencioso mientras cada grupo permanecía inmóvil. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 132: La paz mundial depende de Bai Ruoyao”

La Tierra está en línea – Capítulo 131: Alguien imitó mi expresión, alguien imitó mi sonrisa…

Dos días después, el trío encontró un punto de apoyo y continuó observando la Torre Negra. Habían permanecido en un lugar seguro, evitando salir mientras vigilaban la torre. Tras la fuerte disminución a 19 millones en el primer día, el número comenzó a descender de manera constante. Una vez que la cifra cayó a 13 millones, la reducción de la población se estabilizó. En el tercer día, el número se mantuvo en once millones, apenas mostrando cambios. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 131: Alguien imitó mi expresión, alguien imitó mi sonrisa…”

La Tierra está en línea – Capítulo 130: Solo quedan 19 millones…

Cayó la noche y la oscuridad se apoderó de la Tierra. Tang Mo y Fu Wenduo agarraron el cuerpo de la joven y salieron del camino, buscando con rapidez una casa discreta. No vieron a nadie por el camino; en Beijing, los jugadores supervivientes eran escasos, y era común no cruzarse con nadie en varios minutos. Sin embargo, en esta ocasión, toda la ciudad parecía sumida en un extraño silencio, como si el tiempo se hubiera detenido.

La enorme metrópoli se había transformado en una ciudad desierta. Se estimaba que menos de cien personas hubiesen escapado del forzoso juego de ataque a la torre. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 130: Solo quedan 19 millones…”

La Tierra está en línea – Capítulo 129: Medusa inmortal

Fu Wenduo apoyó la oreja contra la pared metálica de la caja fuerte. Con una mano golpeaba suavemente el lateral de la caja mientras con la otra giraba la cerradura de contraseña. Tang Mo sostenía la linterna a un lado. Los tres contenían la respiración, de modo que solo se oía el repiqueteo de la cerradura al girar.

El instituto de la torre negra estaba oculto bajo tierra y escondido tras el laboratorio de robótica. La caja fuerte negra estaba en un rincón poco visible. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 129: Medusa inmortal”

La Tierra está en línea – Capítulo 128: Persona invisible~

Luego de inspeccionar los alrededores, Fu Wenduo regresó al edificio. Tang Mo y Fu Wensheng habían terminado de empaquetar sus cosas.

—No hay problemas —anunció Fu Wenduo—. Vámonos.

Salieron del edificio. De repente, el polizón se giró para ver a Tang Mo y este apartó la mirada. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 128: Persona invisible~”

La Tierra está en línea – Capítulo 127: Víctor

Según las reglas de clasificación de las regiones, el Distrito 3 de China era probablemente Guangzhou; la torre negra nunca había informado noticia relevante de allí. Incluso Tang Mo no se había encontrado aún con jugadores de ese Distrito.

El joven tomó el alambre fino de Fu Wenduo y dibujó tres círculos en el suelo en representación a Beijing, Shanghai y Guangzhou. Anotó la hora en que despejó el tercer piso y luego la hora en que la torre negra anunció el nombre de Mu Hui. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 127: Víctor”

error: Contenido protegido