Novelas en español
Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Como si ya no pudiera mantener el poder de volar, el viejo mago flotó hacia el suelo. Otra flecha lo atrapó en la espalda.
— ¡¿Qué?!
No pude entender, de inmediato, lo que estaba sucediendo.
Una tercera flecha fue soltada.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 33: Contrato de mago”
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Una bolsa por persona.
No eran grandes, estas bolsas preparadas para que el grupo llevara, mientras partían con la luz del sol de la mañana en sus espaldas.
—Son pesadas, para ser tan pequeñas…
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 32: Asesinando Monstruos”
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Editado por Ayanami
De inmediato, el Marqués envió una campaña de exploración.
Mientras esperaban el regreso de los soldados con información que pruebe que la confesión del hombre es cierta, el marqués quería hacer una reunión y discutir la situación con Reggie.
Reggie parecía querer decir más, pero fue apresurado por las circunstancias. Poco después, un sirviente vino a buscarme también.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 31: La razón por la que estoy aquí”
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Reggie llegó, esa misma noche.
El Marqués Vayne, Madame Beatrice, quien afortunadamente se había recuperado lo suficiente para caminar, Allan, sus caballeros, las otras doncellas y yo, salimos a saludarlo.
Reggie apareció a caballo, corriendo a través de la oscuridad de la noche. A diferencia de los tiempos anteriores, estaba rodeado por una compañía de más de veinte caballeros.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 30: Un tintineo por los anillos del destino”
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— ¿Es probable que no pueda soportar la piedra?
La manera de reír del anciano era un poco extraña, sentí que me estaba insultando. Pero contestó mis preguntas, con sorprendente honestidad.
Quizás, es una buena persona. ¿O tal vez, se estaba rindiendo después de ser atrapado?
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 29: Cómo convertirse en un mago”
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Después de eso, las bestias mágicas se volvieron más activas, como si mis predicciones se hubieran hecho realidad.
— ¡Fuego!
Allan, que había salido para matar a las bestias, gritó la orden y se desató una lluvia de flechas desde la línea de arqueros a su espalda.
Él y sus hombres se escondían entre los árboles, sus flechas de fuego creaban rayos de luz mientras volaban. Se dirigían directamente a la masa de medusas del cielo que flotaban sobre la pradera.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo – Capítulo 28: Capturar un mago”
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[Nota: El nombre del Marqués cambió de Vain Everal a Vayne Everal.]
—Pero, realmente podría suceder…
Supliqué, pero la expresión de Allan no cambio.
—Nunca creíste en la fe de Eremia. Cuando llegaste aquí, tus oraciones durante las comidas fueron, increíblemente, descuidadas. Nunca has hablado de sueños o visiones hasta ahora. Constantemente, evitas rezar en la iglesia junto con madre en los días santos. ¿Y, sin embargo, crees lo que viste en un sueño? Como alguien cuya creencia en la fe de Eremia es tan superficial como la tuya, definitivamente, te cuestionaría y la consideraría lejos de la realidad. Nunca lo creería y asumiría que el peligro real podría estar sobre nosotros.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 27: Un colaborador y una pista”
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En cuanto regresamos al castillo se produjo un alboroto, era de esperar, ya que la marquesa había sido herida. Si bien es cierto, en otras ocasiones había recibido rasguños y pequeñas heridas, pero nunca algo tan grave, al grado que le imposibilitaba caminar.
La actitud del Marqués Vain fue, especialmente, sorprendente.
En el exterior estaba totalmente compuesto, incluso cuando pedía a los médicos que trataran a su esposa, que los sirvientes se ocuparan de los heridos, los guardias recopilaran información sobre las extrañas acciones de los lobos eólicos y que ordenaran el examen del prisionero, no se apartó del lado de madame Beatrice ni una sola vez.
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— ¡Madre!
Allan de inmediato corrió hacia ella y atacó al lobo. La bestia aulló y saltó hacia atrás con una corriente de sangre fluyendo desde su boca hacia su cuerpo. Se mantuvo alejado, mirándolos.
Madame Beatrice se había levantado, pero su pierna parecía gravemente herida. Partes de su vestido habían sido destrozadas por los dientes del lobo, la parte inferior de su cuerpo está cubierta de sangre.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 25: El Incidente que ocurrió demasiado pronto”
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La razón por la que visitamos a la familia del Marqués fue porque recibimos un informe acerca de una persona sospechosa. Esto fue gracias a que se tomaron mayores medidas de seguridad que se habían establecido en las tierras del Marqués.
Como esta persona ya había sido detenida, debíamos examinarla para después llevar al hombre con nosotros al castillo.
Madame Beatrice sería acompañada por Allan, que ahora estaba ayudando con los asuntos relacionados con el territorio, Sir Wentworth, las otras doncellas y yo, dos caballeros y cinco soldados, nos acompañarían como nuestros guardias. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 24: Fuimos a detener a una persona sospechosa, pero…”
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Las huellas que fueron descubiertas, sobre lo que parecía ser la muerte de un mago fallido se mantuvieron en la línea del “podría ser”.
Aunque en la escena se encontraron ropas llenas de arena y cerca del lugar encontrado un cadáver quemado, cuya forma apenas parecía humana y pasaron tres días antes de ser encontrado, la arena que pudo haber sido parte del cuerpo del mago fallido, se había dispersado y mezclado con la tierra circundante, después de que había llovido, ahora ni siquiera se podía decir si la ropa, realmente, había sido usada.
Así que, me ordenaron permanecer en el castillo por un mes más.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 23: El año que sigue”
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Reggie había regresado al palacio real.
Sabía que eventualmente tendría que regresar al palacio, en primer lugar es probable que no sea bueno que el príncipe se encuentre ausente durante tanto tiempo.
Pero este mundo no es como el anterior, donde el tiempo se medía con tanta precisión, donde se podían poner excusas como no hay tren o no puedo parar un taxi.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 22: Una reunión en la Casa del Marques Everal”
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—Re…
Mientras subía los escalones, Allan se tragó las palabras que estaba a punto de decir.
No solo estaba el caballero de la guardia, Grol, con Reggie, sino también Kiara.
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Reggie suspiró, como si quisiera decir algo, después de un rato de silencio, comenzó a hablar —Parece que no hay nada diferente con tu cuerpo…no debes tener ningún cambio hasta el momento, por la forma en que te sorprendiste esa vez. Tampoco sabías que te habías convertido en un mago, después de beber aquello, ¿verdad?
Asentí.
—Si es así, entonces está bien.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 20: Segunda Promesa”
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—Aunque, realmente, hubiera existido esa clase de veneno, no es algo que pudiera saber, siempre estuve trabajando en la residencia del conde, estudiando o aprendiendo modales, no tenía tiempo para merodear por la casa y no se me permitía saber más de los necesario.
—Me imaginé que sería así, pero el solo pensar en que pudiese existir un veneno con el poder de convertirte en mago, es impresionante —El Marqués no sospecho de mi palabra, —sinceramente, incluso con los caballeros, era difícil para nosotros tratar con este hombre, pero ahora entiendo la razón por la cual les fue tan complicado.
Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 19: Primera Promesa”