¡No seré un enemigo! – Capítulo 26: Hay momentos en los que no se puede llegar a un acuerdo

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


En cuanto regresamos al castillo se produjo un alboroto, era de esperar, ya que la marquesa había sido herida. Si bien es cierto, en otras ocasiones había recibido rasguños y pequeñas heridas, pero nunca algo tan grave, al grado que le imposibilitaba caminar.

La actitud del Marqués Vain fue, especialmente, sorprendente.

En el exterior estaba totalmente compuesto, incluso cuando pedía a los médicos que trataran a su esposa, que los sirvientes se ocuparan de los heridos, los guardias recopilaran información sobre las extrañas acciones de los lobos eólicos y que ordenaran el examen del prisionero, no se apartó del lado de madame Beatrice ni una sola vez.

Todos podían sentir su voluntad de hierro, al no querer dejarla, es muy conmovedor verlo. Pero también hizo que todos en el castillo se pusieran más tensos a medida que cumplían con sus deberes.

Incluso después de que el tratamiento había terminado, el Marqués se negó a dejarla. En todo caso, Madame Beatrice parecía un poco preocupada por esta situación, la cual le resultaba bastante divertida.

—No queda nada más que hacer sólo esperar a que se cure y no se curará más rápido porque estés cerca, querido.

—Pero…

A pesar de que buscó a tientas sus palabras, el marqués se negó a moverse, por lo que todos decidieron que era mejor dejar a los dos en paz.

Habíamos terminado de dar la explicación general de la situación, Allan y Sir Wentworth habían abandonado la habitación. Las sirvientas, Maia y Clara parecían estar listas para irse también, por lo que decidí irme con ellas.

La noche ya había caído y pensé que debería ir a comer mientras pudiera. Justo cuando estaba pensando en esas cosas y avanzando hacia el pasillo, alguien me agarró de la muñeca.

Me di la vuelta, vi a Allan con una expresión sombría.

—Espera, Kiara. Quiero preguntarte algo.

Se veía muy serio, así que asentí. Luego me llevó a la cima de una de las torres del castillo.

Los centinelas que hacían guardia estaban estacionados en las torres bergfried que eran mucho más altas, por lo que esta torre, regularmente, no se ocupaba. Lo que significaba que es un lugar agradable y tranquilo.

Era poco probable que alguien escuche una conversación aquí. Pero la llegada repentina de la noche, a través del cielo, hizo que el aire aquí, se sintiera muy frío.

Allan había llegado primero a la esquina de la habitación de la torre y se dió la vuelta justo cuando había terminado de subir los escalones.

—En primer lugar, no te subas la falda así. No muestres tus piernas a los demás. ¡¡Siento que tienes un concepto muy vago de lo que significa estar avergonzado!!

—Ahh…con que eso es lo primero, eh —murmuré.

Al ver la expresión de reproche de Allan en esa tenue luz, tuve un sentimiento de culpa.

—Bueno, lamento, profundamente, haber hecho una exhibición tan extraña. He ensuciado tus ojos. Pero, ¿sería posible mantener esto en secreto de Madame Beatrice…?

Cada vez que rememoraba los recuerdos de mi vida pasada, empezaba a olvidar los valores morales de está. Por así decirlo, casi he perdido la sensación de vergüenza ante la idea de usar una falda más corta. Sin embargo, era consciente de que en esta época se considera inmoral.

Así que me disculpé, pero le pedí que lo mantuviera en secreto de Madame Beatrice, ya que no quería perder mi puesto como su sirvienta. Allan parpadeó sorprendido.

— ¿Qué? ¿Es extraño?

—Bueno, dudo que alguien quiera ver las piernas de una mujer en la que no está interesado.

¿Será verdad? Es seguro que sentirás curiosidad por los secretos de una chica que te gusta, pero los secretos de una chica a la que apenas conoces, es solo una molestia.

Entonces sentí que Allan se había visto obligado a ver algo que preferiría no ver. Por lo que estaba tratando de ser considerada.

—Estás siendo considerada en la dirección equivocada.

— ¿Eh? Estoy bastante segura de que incluso los hombres tienen piernas que quieren ver y, piernas que no desean ver.

— ¿Qué clase de distinción es esa?

—Seguramente, ¿alguien preferiría ver las piernas de una chica que es bonita? ¿Por qué al joven Allan le molesta? Si tienes la edad para haber visto en silencio, una o dos piernas de alguna chica. Con eso en mente, mis piernas tienden a hincharse y seguramente no serían favorables para…

— ¡No es extraño…! Y antes que nada, ¡nunca he visto las piernas de otra chica, incluso si quisiera…! ¡No, esto está mal! ¡No quiero discutir un tema sobre la superioridad de las piernas de nadie!

Allan comenzó a negar de manera frenética. Acaso ¿se da cuenta de que le estoy contagiando algunas cosas bastante extrañas? No, me alegra mucho que me divierta.

En cualquier caso, lo había negado, por lo que decidí disculparme de nuevo para evitar que se avergonzara más.

—Entonces, ¿esto es sólo una condena desde una perspectiva moral? Lo siento terriblemente.

—De alguna manera, creo que podría ser peligroso comparar nuestras percepciones en detalle, dejémoslo así. Además, no le digas a Reggie.

¿Por qué, de repente, menciona a Reggie? Pensé, mientras inclino mi cabeza hacia un lado. Bueno, en cualquier caso, no es algo que quisiera decirle…se trata de una situación de falta de moral, ¿así que, será posible que lo perdone?

Después de todo, afuera tenía que usar botas. Incluso si el dobladillo de mi falda está por encima de mis tobillos, aún es demasiado largo para poder correr. ¿Hubiera sido mejor haberme tropezado con mi falda y convertirme en alimento para los lobos?

Pero era demasiado obvio el decirlo, así que solo asentí. Por alguna razón, Allan suspiró profundamente.

—Bueno, directo al problema real, entonces…

Inconscientemente, enderece la espalda ante esas palabras.

— ¿Por qué esos lobos de viento te persiguieron a ti y solamente a ti?

Le doy a Allan la respuesta que había preparado.

—Um, realmente no lo sé. Tal vez fue porque me veía más débil.

Fui la única en la escena que no llevaba un arma. Incluso un lobo habría reconocido que era un blanco fácil. Traté de usar eso como una excusa.

Usé obstáculos, evite correr largas distancias y diseñe un plan que utilizaba a todos los que portaban armas, pero también era cierto que no habría durado ni un segundo si me hubieran atacado.

Pero Allan no parecía convencido.

—No lo creo. Si solo fuera debilidad, todos hubieran caído sobre mi madre cuando fue herida. Pero los lobos de viento no hicieron eso. Incluso entonces, sus ojos estaban puestos en ti. Y creo que actuaste con ese conocimiento, sabías que estaban detrás de ti. De otro modo, no habrías pensado en un plan así.

Lo explicó tan claramente, que no tenía más remedio que mirar al suelo y confesar.

—Creo que esos lobos…habían bebido lo mismo que el mago fallido.

— ¿El mago fallido?

[Traducido por Reino de Kovel]

Asentí.

—Pude sentirlo, aunque sea un poco. Cuando estoy cerca de un mago fallido, se me dificulta respirar, me siento enferma, se siente muy extraño. Al principio, pensé que era porque estaba nerviosa por ver a alguien así por primera vez. Pero también lo sentí cuando aparecieron los lobos. Me miraron directamente. Sentí que debía ser por eso.

—Entonces, ¿no estás completamente segura?

—No hay nadie que tenga conocimientos de magia aquí, mucho menos libros. Por supuesto, no lo estoy. Es solo mi conjetura…

Allan cerró los ojos, como si estuviera pensando cuidadosamente.

—También le pedí a Reggie que lo investigara, pero no encontró nada definitivo.

—Así que incluso él no ha…

El nombre de Reggie fue suficiente para que Allan renunciara a esta búsqueda.

—Pero me pregunto por qué, recientemente, ha habido tantos incidentes con magos fallidos.

—Es porque es una de las tierras que tocan las fronteras de Ruain…creo.

Según el juego, este fue el punto de partida del protagonista. Era un lugar que debía caer, ya que estaba en el camino del ejército invasor de Ruain. Y era el lugar donde estaría el príncipe.

—Pero, si Ruain estuviera considerando una invasión, podrían haber elegido Elendol al sur.

—Es porque Reggie será…no, ¿Reggie será enviado allí?

Sería difícil atraer al príncipe, a menos que se tratara de negociaciones entre países. Incluso en el juego, las tensiones habían surgido con Salehard, razón por la cual Reggie la había visitado.

Y también, esta es una tierra donde tiene amigos cercanos. Esta tierra es mucho más fácil de justificar el usar a Reggie como negociador que en Elendol.

Esa debe ser la razón por la cual las tierras del Marqués Everal serán el objetivo del enemigo.

Sin embargo, ni Salehard ni Faruzia parecen estar preparándose para la guerra. No había indicaciones. Por lo que, había creído que aún quedaba tiempo. Seguramente, Reggie había tomado ciertas medidas en el palacio, por lo que ha estado esperando, pacientemente, sin perseguir la magia.

—Pero, ¿y si la narrativa cambia gradualmente?

No hubo una escena donde los lobos de viento se volvieran locos en el juego, no hubo apariciones constantes de magos fallidos.

Pero, qué pasaría si al enemigo le resultará difícil actuar como lo hicieron en el juego, haciendo necesario cambiar su directriz.

—Por lo que sabemos, en este preciso momento, los magos fallidos podrían ser la causa de los incidentes alrededor de Salehard…

Quizás lo estoy pensando demasiado. Estoy parada justo frente a Allan, pero apenas era consciente de lo que salía de mi boca.

—Kiara. ¿Qué quieres decir con eso? ¿Por qué crees que también están sucediendo cosas similares cerca de Salehard? ¿Qué sabes? Dime.

Eso me trajo de vuelta, justo cuando la sangre se drenaba de mi cara.

¿Qué debo hacer? ¿Cómo podría explicarlo?

Por un segundo, no supe qué decir, y luego pensé que es posible que la guerra ya estuviera sobre nosotros. Mucho antes de lo esperado. Solo le había dicho a Reggie que sería en dos años en el futuro.

Sería mejor aprovechar esta oportunidad para contarle a Allan ahora y acelerar los preparativos del Marqués.

—Um, le he dicho esto a Reggie antes.

Comencé y luego le conté a Allan todo lo que le había dicho a Reggie, con la excusa de ser un sueño.

Pero mi ansiedad me hizo entrar en más detalles de lo que había pretendido.

Que caerían en una situación en la que las negociaciones con Faruzia y el Reino de Salehard serían inevitables. En mi sueño, Ruain había manipulado esto para que sucediera detrás de escena. Hicieron parecer que los hombres de Faruzia habían cruzado la frontera, actuaron como bandidos y quemaron las montañas.

Reggie tendría que venir al Castillo Everal para negociar con Salehard, luego el castillo sería atacado. También le dije que Madame Beatrice no apareció durante este incidente y que pensé que se debía a su lesión.

Si mi sueño fuera cierto, entonces era posible que Ruain atacara antes de que Madame Beatrice estuviera completamente curada…

—Puede que solo sea un sueño, pero estoy enferma de preocupación. Y así se lo dije a Reggie, él aconsejó al Marqués Vain que se preparara para un ataque de Ruain. Pero la situación está empezando a diferir de mi sueño…

Tal vez Reggie visitará al marqués dentro de un mes o dos y, Ruain atacará durante ese tiempo.

Tenemos que darnos prisa, creo. Debemos apresurarnos y prepararnos para enfrentarlos, o no podremos enfrentarnos a ellos cuando comience la invasión. Le dije todo esto como si me estuviera instando a seguir adelante.

Una vez que terminé, tuve la ingenua esperanza de que, a pesar de su rostro preocupado, Allan considerara lo que acababa de decir. Tal vez fue porque era la segunda vez que lo decía, y Reggie me había creído sin ninguna duda.

Pero, cuando miré hacia arriba para ver la cara de Allan, su feroz mirada me hizo tragar lo que estaba a punto de decir.

—Un sueño. Estás mintiendo, ¿verdad?

—Um…por qué…

No pude decir nada más ante esta inesperada reacción. Allan continuó.

—Usted habló con mucha confianza. Algo tan claro no podría haber sido un sueño. Y sabes demasiado acerca de cosas que sucederán en un período de tiempo muy prolongado. ¿Cuántas continuaciones de sueños tendrías que ver para que eso sea posible?

Allan había tocado puntos en lugares donde Reggie ni siquiera se había asomado.

Creo que, incluso si Reggie llegó a pensar que era extraño, había notado que no quería hablar de eso y me dejó sola.

Pero más que eso, Reggie creía lo que veía. Si una persona estaba mintiendo o no. Fue algo que dije, realmente, pensando en su bienestar, si mi sacrificio era realmente necesario o no.

Pero Allan no permitiría ningún elemento incierto. Quería que todo se pusiera al descubierto ante él, para que pudiera tomar una decisión.

Pero, no puedo decirle, pensé con tristeza.

Ya que la verdad parecería incluso una broma más grande que cuando dije que era un sueño. Él me creería menos. Aun así nos dirigimos a tiempos peligrosos, no puedo permitir que no me crea.

Tan preocupada como estaba, intente persuadirlo.


[Kiara: sin palabras, necesito el próximo capítulo, ¿Allan le creerá o no? vamos tocaya, usa tu poder de convencimiento.]

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