—¡Arge fue secuestrada! ¡Por supuesto que iba a perseguirla!
—¿Y crees que está bien que te capturen por eso?
—Uuu…
Aunque hubo un intercambio como ese, al final permitieron que Kuzuha nos acompañara en la inspección. Menos mal que Akisame era una persona… digamos, amable. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 77: Aldea de la Miel Rencia”
—¿En un sueño? Espera, ¿te salvó…?
—Quería pagarle por haberme salvado, y el príncipe apareció en mi sueño. Me quedé atónita al ver que su comportamiento elegante y su aura amable seguían ahí. Pero si quiero que el príncipe me mire, tengo que ser muy increíble. Quiero conocerle pronto. Seguí leyendo “¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 50: La chica soñadora (5)”
Entrecerró los ojos y centró la mirada en Zhao Lingfeng, quien estaba sentado en el asiento trasero. Le daban ganas de patearlo de regreso a la Base B.
Zhao Lingfeng no pudo evitar cruzar los brazos mientras un escalofrío lo recorría. Seguí leyendo “Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 9: Capítulo 10 (2)”
Silvia suspiró y negó con la cabeza, antes de rendirse ante las locuras de Perdel.
—La princesa es realmente adorable. Me encantaría tener una hija como ella.
—¡Puedes tenerla! —Perdel tomó la mano de Silvia. Luego se aclaró la garganta. Seguí leyendo “La hija del Emperador – Capítulo 24”
—Oye, aunque esta es nuestra habitación, ¿puedes ponerte los pantalones? No seas un caballero por la parte de arriba y una bestia por abajo.
Frunciendo el ceño, Tang Feng se cruzó de brazos y miró al hombre que tenía delante, el cual llevaba un traje en la parte de arriba y sólo unos calzoncillos en la parte inferior. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 18: Confianza”
Al final, el pequeño Tian quedó atrás. Por primera vez, Shao Qian abandonó el Bosque de la Niebla Ilusoria y se dirigió hacia el lugar donde Jesse había vivido junto a sus padres. Tal vez allí pudiera encontrar alguna pista.
Apenas puso un pie fuera del bosque, alguien más irrumpió solo en sus profundidades. Esa persona se abrió paso con fuerza, estremeciendo a las bestias mágicas con su sola presencia, hasta que finalmente se internó en el corazón del bosque. El treant Pein, al verlo partir, no pudo evitar sentirse inquieto. Como había temido, él realmente había regresado. Seguí leyendo “Ningún mundo parece el adecuado – Capítulo 30: Uniéndose a una caravana”
—Eh, bienvenido.
Vi a Erich bajar del carruaje y acercarse, así que levanté una mano a modo de saludo.
—Tú… Seguí leyendo “¡Cuidado con esos hermanos! – Capítulo 23: Entrando en un nuevo mundo”
—¿Qué regalo? —Él ya le había dado tanto. Leah no podía imaginar qué regalo irrazonable estaba preparando ahora.
Pero Ishakan no dijo nada más y desapareció rápidamente antes de que Leah pudiera decir que no lo quería. Leah se recostó en la cama blanda.
Ya no había que preocuparse por asuntos de estado, interminables documentos, ni temer encontrarse con Blain o Cerdina. No había nada ante ella más que ocio. Por un tiempo, simplemente se relajó, hasta que alguien llamó a la puerta. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 101: Matrimonio Kurkan”
¿Por qué tengo que servir té a mi secuestrador?
Bueno, es mucho mejor que perder un brazo.
Lo primero que me ordenaron fue preparar té. Seguí leyendo “La propuesta del Héroe – Volumen 4 – Capítulo 1: La sirvienta del castillo del rey demonio (2)”
—¿Qué viento es hoy el que te trae por aquí?
Shiro
Esta es una expresión idiomática común para preguntar de manera poética o informal la razón de una visita inesperada o poco habitual, similar a «¿A qué debo el honor?». Hago la nota porque me parece ingenioso que Qiu Qian lo saludo de ese modo estando en la naviera.
Era uno de esos escasos días en que Qiu Qian se dejaba ver en la sede de la naviera, y justo entonces recibió la visita de un huésped inesperado. Seguí leyendo “El renacimiento de una estrella de cine – Capítulo 35: Cigarrillo”
La herida de Bai Ruoyao resultó ser peor de lo que Fu Wensheng había imaginado, por lo que pasaron cerca de un cuarto de hora en la cocina. El joven de rostro aniñado salió caminando mientras observaba con curiosidad su muñeca derecha, ahora envuelta en un vendaje. A decir verdad, la habilidad curativa del pequeño Fu era excelente, pero su técnica de vendaje era proporcionalmente inversa. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 135: ¡Eres una vaga y te niegas a leer, Mosaico!”
—No te acerques demasiado a la hija de la familia Matisse.
Eso fue lo que me dijo mi padre justo cuando esperaba una oportunidad para hablar con Ilya.
Me llamó a su despacho, un lugar al que rara vez se me permitía entrar libremente, así que no pude evitar preguntarme cuál sería el motivo. Sin embargo, aquel hombre —a quien no veía desde hacía tanto— no se tomó ni un segundo para cortesías y me lanzó aquella orden sin rodeos. Seguí leyendo “Mi prometido ama a mi hermana – Arco 9 – Capítulo 2”
—¿En qué te concentras tanto?
—Finalmente, Claude no pudo soportar mi mirada persistente y rompió el silencio para preguntar.
—En nada. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Epílogo – Capítulo 39”
—¡Maldición! ¿No te he dicho repetidamente que, cuando aparezcas ante mí, debes hacerme saber que estás cerca?
—Perdón. Sabía que estabais juntos, pero el otro día me dijisteis que no debía vigilarte cuando estabas con la señorita Marianne… —Curtis murmuró, evitando su mirada. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 160”
—Asqueroso —dijo Eckart sin rodeos—. ¿Estás bien? Debe haber sido difícil solo mirarla a la cara.
Marianne lo miró fijamente, preguntándose por qué primero se preocupó por su seguridad en lugar de indagar sobre las intenciones ocultas de la señora Chester, después de que él fue informado detalladamente sobre su conversación con ella el día anterior. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 159”