Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 5: Esto es entrenamiento básico

—¡No dejes tu lado abierto!

A la par con la implacable voz enojada, mi espada de madera fue sacada de mis manos. Mi compañero de entrenamiento, Gunther, no iría fácil conmigo. Mientras sostenía mi muñeca que estaba entumecida por el shock todavía, le di las gracias educadamente.

Rashiok ha crecido hasta el punto de que está bien aunque no lo esté viendo en todo momento, ya es a finales del verano. El cuartel que se construye para las tropas del feudo al lado de la Mansión de las Colinas de Oro se ha terminado, el Conde Terejia ha organizado aquí, las tropas que él había contratado junto con los soldados originales de mi territorio. Es un gran edificio el que han terminado aquí… Se siente como que hace no mucho tiempo todavía estaba viendo su construcción por mi ventana.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 4: El Draconis bebé

Mis días donde todavía no podía ir más allá de la mansión o el jardín continuaron como siempre, con mi horario que sigue siendo el mismo cada día.

Por las mañanas, la Señora Galton viene a despertarme, me ayuda a vestirme, seguidamente realizamos el rezo matutino y luego nos dirigimos juntas a desayunar en el comedor. La Sra. Marshan me enseña varios temas hasta el mediodía, tomo una merienda, inmediatamente hago ejercicio en el jardín si hay sol, o leo si el tiempo es malo, después me lavo con agua caliente antes de cenar y al final realizo una oración por la tarde, como antes de dormir.

Porque soy una niña de la nobleza, mi vida es controlada y programada muy firmemente por mi niñera, básicamente no tenía tiempo libre.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 3: Escuchando a escondidas por la mañana

Habían pasado unos cuantos de días desde mi quinto cumpleaños.

Era una mañana, a finales de primavera. Aún no era el momento de que la señora Galton viniera a despertarme, aunque cabía la posibilidad de que ya lo hubiese intentado, pues sentí que algo me había tocado. Algo parecía agitado en la mansión, pude oír a los adultos hablando de algo en voz baja. Rápidamente, fui a cambiar mi pijama por ropajes cotidianos, y salí de mi habitación tan cautelosamente como me fue posible, sin hacer un solo ruido. El pasillo se encontraba aún oscuro y frío.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 2: Mar dorado

Tras aquello, pasaron dos años. En sólo ese periodo de tiempo, mi territorio había cambiado en gran medida. Fuera de mi ventana, todo lo que podía ver más allá de la cerca, eran las ondulantes olas de trigo. “Lo ha hecho bastante bien en dos años” es lo que pensé. El Conde Terejia puede estar orgulloso de todo lo que ha logrado.

Debido a la dictadura de la Familia Kaldia, los recursos del pueblo habían sido escasos hasta el límite, ya que mi padre había asustado a las pocas personas que pensaban en rebelarse y había reprimido a la gente. Ese era el mayor problema de mi dominio. Si ellos no trabajaban en el campo, entonces habría menos ingresos. Incluso un idiota sabría perfectamente que con el tiempo, eso nos llevaría a la ruina. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 2: Mar dorado”

Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 1: Sopa venenosa

Pude notar cómo la oscuridad, lentamente, había invadido mi cabeza.

Sin dudarlo, hundí la cicuta* en la olla de sopa. No era consciente de cómo lucía mi rostro o hacia donde estaba mirando en absoluto. Al cubrir mis manos con guantes de cuero, los cuales eran demasiado grandes para mí, pensé en lo tonta que parecía, y no pude evitar reírme de mí misma.

A pesar de haber llorado en un primer momento cuando decidí envenenar a mi familia, ya no me quedan lágrimas por derramar.

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Vida Feliz – Capítulo 39: Finalizado

Bzz, Bzz. Del ruido de zumbido bajo llegó un silbido satisfactorio, después de lo cual un estallido de múltiples luces se formó en el aire.

La cantidad de radiación violeta empezó a incrementar en volumen poco después y, en un parpadeo, incontables haces* se habían formado, disparando directamente hacia mí.

(Nota Nelea: * aquí se refiere a un haz de luz que son un conjunto de partículas o rayos luminosos de un mismo origen, que se propagan sin dispersión.)

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Vida Feliz – Capítulo 38: Entrenamiento especial y de la voluntad real

Después de haber sido regañada por Gilles, al día siguiente una vez más, me dirigí a la habitación de entrenamiento con Cecil-kun. Por cierto, me prestó su cama de nuevo por un día más; podía decir que su actitud se ha suavizado ligeramente.

—Cecil-kun, vamos a aplazar el experimento de hoy también.

—¿Ha?

Cecil-kun me miró sospechosamente estando un tanto aprensivo. Después de todo, los dos vamos a la sala de entrenamiento ¿verdad? Y no había nadie alrededor.

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Vida Feliz – Capítulo 37: Regaño

—Entonces …. Liz, cuántas veces más tienes que llegar a las puertas de la muerte antes de quedar satisfecha.

Padre estaba presente cuando recobré la conciencia, dándome una severa mirada.

Antes de darme cuenta, estaba durmiendo en la habitación de Cecil-kun con mis heridas completamente sanadas y sin dolor. Parece que padre había usado magia curativa en mí; al menos, era como lo sentía.

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Vida Feliz – Capítulo 36: Fue un accidente

Y entonces, estos intercambios y experimentos se repitieron durante diez días.

Comparado a cuando acabábamos de empezar, podíamos ver claros resultados; podíamos tener un alcance en las mejoras de ambos tanto ratio de consumo como resistencia del escudo.

(Nota Nelea: ratio= relación cuantificada entre dos magnitudes que refleja su proporción. Relación cuantitativa entre dos fenómenos que refleja una situación concreta de rentabilidad, de nivel de inversiones, etc.)

Cuando empecé a ayudar con los experimentos, el consumo de magia del hechizo era absurdo; estaba a un nivel en el que diez usos eran suficientes para aplastarme. Actualmente, el consumo de magia es bastante tolerable. Si lo hacía el personal de la Institución Mágica, entonces podían soportar unos cinco disparos, mientras que yo era capaz de usarlo tantas veces como quisiera. Sin embargo, la razón por la que lo uso es porque el propósito de mi magia invocada es fuerte y el consumo bajo.

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Vida Feliz – Capítulo 34: Conclusiones

—Cecil-kun

Habiendo cometido el error de descuidadamente quedarme dormida siendo observada cariñosamente por Su Alteza así como por las tibias miradas de los caballeros, regresé a la habitación que compartía con Cecil-kun.

Allí encontré a Cecil-kun sentado a su escritorio, revisando rápidamente unos papeles con su pincel. Sin entrar en su lado del cuarto lo llamé. No sabía si se había dado cuenta de mi regreso ya que no respondió, sólo permaneció en silencio luchando con su trabajo.

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Vida Feliz – Capítulo 33: Consejos de un adulto

—¿Está realmente bien que reciba esto?

—Está bien, mientras entiendas tus límites hasta cierto punto.

—Después de recibirlo, ¿qué quieres que haga?

Actualmente, estoy en un espacio de entrenamiento de magia cerca del laboratorio frente a Caldina-san. Parece que el laboratorio viene con este espacio. Comparado con el lugar que usé para el duelo este es más pequeño, pero los miembros del laboratorio pueden usarlo cuando quieran.

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Vida Feliz – Capítulo 32: Detalles de la solicitud

—Entonces, ¿cómo puedo ayudarte?

Como de costumbre, Cecil-kun me había abandonado así que tuve que depender de mi memoria para regresar al laboratorio. Me acerqué a Caldina-san, que se estaba estirando después de verse libre de las cuerdas, indagando sobre mis objetivos. Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 32: Detalles de la solicitud”

Vida Feliz – Capítulo 31: Inseguridades

Por el momento, para calmar el ambiente, padre le dio un puñetazo a la mujer pervertida.

Padre también estaba contrariado con el entusiasmo de la mujer y por eso la limitó a una silla; aún estaba empapada por lo que frunció los labios en respuesta. Creía que padre era relativamente feminista … pero no parecía que se fuese a contener con ella. Si ella seguía con su excesivo comportamiento, él le mostraría que estaba dispuesto a golpearla de nuevo. Entonces, ella se enfurruñó y se calmó.

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Vida Feliz – Capítulo 30: Solicitud de Padre

―¿Mi … ayuda?

―Correcto. ¿Podrías venir y ayudarme un poco?

Han pasado varios días desde el duelo. Padre finalmente vino a casa y me pidió ayuda.

Para asistir a la Institución Mágica. Hasta ahora, nunca habría considerado que padre pudiera proponer una petición para mí. Después de todo, se me prohibió entrar en el instituto y el monje George ciertamente me odia. Padre era también consciente de ello. Desde entonces, nunca me había llevado.

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