Novelas en español
—¡Liz!
Cuando el duelo terminó, su Alteza entró en la habitación.
Parecía que padre iba a tener una charla con su Majestad, pedí prestada una habitación de invitados y entré despacio en la sala vacía.
—Una pequeña chica no debería sobre esforzarse— dijo su Majestad y de buena gana me prestó una excelente habitación de invitados de primera clase. Si quería, podría incluso pasar allí la noche.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 29: Su Alteza y la trivial verdad”
―Si yo gano, deseo que –bajo ningún concepto– tenga nada que ver conmigo o mi gente.
―Si yo gano, quiero que te conviertas en mi prometida.
―¿Están ambas partes de acuerdo con los términos?
―Sí.
La persona que hacía las preguntas con expresión seria era un hombre apuesto, rubio y de ojos azules. De paso, se trata del treintaidosavo Rey, francamente el padre de su Alteza.
Respecto a un noble en particular, no tengo intención de hacer distinciones entre gusto y disgusto. Incluso las asociaciones con mi familia – esté conforme o no con ello – es inútil.
Al contrario, no pretendo estar en buenos términos con ellos más allá de lo necesario. En el caso de las asociaciones de nobles, su creación es meramente superficial. Generalmente, no importan los gustos o disgustos sino más bien si son capaces de dar acceso a un buen grupo.
Para mí, esta postura, es la primera vez en mi vida… No, esta es la segunda persona que ha aparecido frente a mí que me ha llegado a disgustar.
Esto puede ser abrupto, pero nuestra Casa Adelcian, tiene un linaje razonablemente bueno. Poseyendo la misma historia que la familia real, ¿no se referirían a esto como una noble del origen?
Si se trata de mí – Oh, ya veo – ese sería mi nivel de reconocimiento, pero otros no lo hacen.
Nuestro rango nos fue concedido personalmente por el Rey fundador, y ha sido heredado incesantemente sin que el linaje desaparezca. Y ahora, padre, el actual jefe de la familia entre los sucesores, es la persona más talentosa con recursos desbordantes …
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 26: El niño no invitado”
Al ser rechazada sin rodeos por la 38ª vez consecutiva, reconocí mi destino. Han pasado tres meses desde entonces; un año más se añadió a mi edad, pero los días de no poder salir todavía continúan. Aunque me dieron permiso para ir y venir cuando me complazca a los jardines, pero si tuviera que dar un paso fuera de la finca, la criada inmediatamente le informará a Gilles.. En su mayoría a Gilles de todos modos. Y él vendría volando y me arrastraría de nuevo adentro. Por supuesto, cuando pienso en el asunto que sucedió hace varios meses, entiendo su preocupación, pero sólo quiero ir fuera de los terrenos un poco.
Como era de esperar, hasta que he aprendido mi lección, no puedo visitar la ciudad a pesar de que sólo quería dar un paseo por los barrios nobles. Los cuartos de la nobleza estaban firmemente custodiados, lo que pensé que significaba que estaría bien, pero …
Y así, durante un tiempo, fui confinada en mi habitación. Padre y Madre, eran absolutamente firmes con esto, así que cedí.
Bueno, las heridas ya han sanado perfectamente gracias a la magia curativa de mi Madre. Porque yo era excesivamente vigorosa, me gustaría hacer un poco de jardinería en el jardín. Gracias al incidente de secuestro, no, debido al incidente de secuestro. Ambos de mis padres se vuelven sobreprotectores de nuevo. O mejor dicho, desde siempre, siempre han sido cada vez más protectores. Como ya había estado cerca de la muerte, era como si no tuvieran que soportar separarse de mí, lo cual los hacía más preocupante. Para ser honesta, fue en un nivel irritante. También entendí sus sentimientos. Era yo quien deseaba su atención en primer lugar… Pero esto es un poco diferente de lo que yo quería. Estar limitada a tal grado es molesto.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 24: Detalles posteriores”
—Liz-sama, ¿qué debes decirme?
—Mis más sinceras disculpas.
Tan pronto como me desperté, ofrecí una sincera disculpa que era ridícula.
♦ ♦ ♦
Han pasado tres días desde el secuestro. Parece que habían pasado tres días desde que perdí el conocimiento y me dormí. Aunque no se sentía así. Después de que Gilles y la orden de caballeros hubieran aparecido, fuimos rescatados de la organización de tráfico humano. Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 23: Preocupaciones del sirviente”
—Como se espera de la capital, tener grandes carreteras es complicado, hmm…
—¡Oye! Este no es el momento de estar diciendo esas cosas.
—Haaa. ¿Dónde está un buen lugar para correr ~?
Es el gran juego de escape con cuatro personas. Escapando del almacén, corrimos frenéticamente al centro de un camino complicado, parecido a un laberinto. Para ser honesta, había un guardia más afuera de la habitación, pero como el sueño no era eficaz para él, dejé caer hielo sobre su cabeza y lo desmayé.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 22: Escape y negligencia”
—¡Llévatelo de aquí!
—¡Compórtense, estúpidos mocosos!
Sip, ¿cómo pasó esto?
♦ ♦ ♦
Estaba en una habitación ligeramente sucia con paredes de piedra. No había muebles decentes; sólo una bolsa de tela y una caja de madera que era algo así como equipaje. En lugar de llamarlo una habitación, probablemente sería correcto llamarlo ¿un almacén?
Lizbeth Adelcian, 6 años, pero mentalmente en mis 30. Por primera vez, me encontré en las calles de la ciudad del castillo.
Excepto por el castillo, nunca hubo una ocasión en la que dejé la finca. O más bien, mi padre no me dejaba ir. Incluso si la ciudad del castillo estaba bajo la protección de Su Majestad el Rey, no obstante, las secciones ocultas todavía existen y también lo hace la trata de esclavos. Probablemente pensó que sería peligroso que fuera vista en esos lugares.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 20: El llamado viaje de obserbación”
—Hmmm… No estoy segura de hasta qué punto soy capaz de lograrlo.
—Liz-sama ya está en el nivel de avergonzar a un adulto. No, su manejo de poderes mágicos es mayor que los hechiceros de alrededor.
Suspirando mientras miraba aburrida a mi palma, Gilles me reconfortaba… Tal vez había algo de verdad en sus palabras. Incluso Gilles se había vuelto cada vez más fuerte y tenía mejor control que yo.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 19: Ligero cambio de circunstancias”
Cuando volví a los terrenos, se podría decir que entendí que naturalmente llamó mucho la atención. La muchacha a quien Su Alteza habló íntimamente y fue convocada directamente por Su Majestad y la Reina. No es de extrañar que ellos tuvieran sus sospechas. De hecho, las damas que me miraban estaban susurrando mientras charlaban alegremente. Incluso hubo más niñas un poco mayores que yo presentes en el suelo, todas los cuales parecían disgustadas.
Hmm, supongo que para las chicas con el objetivo de estatus social y la riqueza, yo era sólo una monstruosidad. Como había abandonado a Su Alteza cuando me fui a reunirme con sus Majestades, Su Alteza no estaba a mi lado.
Al mismo tiempo que tenía una extraña atención sobre mí, seguí detrás al rey y la reina… ¿Qué he hecho para merecer esto? No, es ciertamente porque escucharon las palabras audaces de Su Alteza, y por alguna extraña razón, se complacieron con ellas.
—Si es aquí, esto debería ser tranquilo.
Acompañándolos, fui llevada a una habitación. Como sólo había caminado una corta distancia y no estaba situado en el interior del castillo, esto era probablemente una sala de estar o un salón. Como era de esperar, el mobiliario de la habitación tenía la misma sensación magnífica del castillo.
Desde entonces, Gilles-san ha sido un poco… No, bastante blando y ha adoptado una actitud amable hacia mí.
Hasta ahora, él siempre me ha tratado con una manera cortés y tranquila, pero de alguna manera, se sentía frío. Supongo que es por su deber como tutor. Sin embargo, ahora se siente… suave o más bien, hmm… ¿más íntimo?
Como si me estuviera mimando… excesivamente. Se puede decir que es como si la barrera entre nosotros se hubiera roto.
Al día siguiente, como si nada hubiera pasado, Gilles-san me dirigió su habitual sonrisa y anunció:
—Es hora de tus lecciones de brujería.
Parecía estar bien… pensé. Sin embargo, la sonrisa en la cara de Gilles-san parecía preocupada por alguna razón. Aún así, tenía la misma expresión habitual. El ángulo de sus labios que formaban un arco suave era idéntico; La estrecha mirada que daba era la misma de siempre. Pero me pregunto por qué pensé eso.