Vida Feliz – Capítulo 27: Renuncio

Respecto a un noble en particular, no tengo intención de hacer distinciones entre gusto y disgusto. Incluso las asociaciones con mi familia – esté conforme o no con ello – es inútil.

Al contrario, no pretendo estar en buenos términos con ellos más allá de lo necesario. En el caso de las asociaciones de nobles, su creación es meramente superficial. Generalmente, no importan los gustos o disgustos sino más bien si son capaces de dar acceso a un buen grupo.

Para mí, esta postura, es la primera vez en mi vida… No, esta es la segunda persona que ha aparecido frente a mí que me ha llegado a disgustar.

―Es lamentable, pero no puedo consentir el asunto del compromiso

Dejando a Gilles esperando al lado le respondí firmemente al hijo del Conde Emmenthal.

Nos acabamos de conocer y opino que es interesante que ya haya llegado a aborrecerlo hasta este punto. Principalmente, “lo que sea” y “no puede ser ayudado” fue como terminó, pero él estaba siendo simplemente irrazonable.

Por cierto, la primera persona que me disgustó fue Lord Alfred. Quiero personalmente encararlo y dejarle sin palabras, yup. No es tan instintivamente repulsivo como el hijo del Conde Emmenthal, o eso creo.

Lo contrario de gustar es la indiferencia. Por lo tanto, el hijo del Conde tiene que hacer caer su reputación hasta el suelo para que pueda tratarle abiertamente con indiferencia. Pero, honestamente esto no me molesta si provoca la ira de padre y Gilles. Sólo significa que me es indiferente. Aunque dije que me desagrada, si no trato con él y le dejó solo, puede volverse un peligro para mí.

―¿Puedo preguntar el motivo?

―Me niego a casarme con un caballero que se comporta groseramente. Actuando amigable y tocando el cuerpo de una mujer sin permiso es descortés.

Medio seria, medio dando la cara. Francamente, decir que lo odio con profundo disgusto puede ser un problema. No hay nadie que repentinamente bese la mano de una mujer al conocerse; no es como un príncipe de cuento de hadas. Su Alteza es otra cosa y ya me he resignado, pero no lo encuentro desagradable.

En primer lugar, esta conversación debería darse por carta en lugar de haberse dirigido directamente. Además, tendría que haber visto primero a mi padre para pedir permiso, y después de haber estado saliendo y obtener una promesa esto podría haber sucedido. Aparecer repentinamente y pedir mi mano es extraño, ¿no? ¿Puede ser que estuviera esperando el momento en que padre estuviese ausente para proponerlo?

―¡Este hombre está haciendo lo mismo! ¿¡No está siendo muy familiar tocándote!?

―Porque he recibido el consentimiento de Liz-sama. ¿Por lo tanto, está bien si te toco?

―Si

Básicamente un sirviente no puede tocar a su maestro íntimamente, pero este no es un lugar público. Gilles parece a punto de enojarse, con una sonrisa asentí y entrelacé mis manos con las suyas.

Con una sonrisa amable Gilles me acarició la cabeza, el hijo del Conde no era capaz de ocultar el asombro en su cara. Como se esperaba, Gilles estaba cansado de él y, a su manera, consiguió su venganza.

Viendo nuestra escena íntima, el hijo del Conde fue tomado por sorpresa antes de que su cara se volviese roja como un tomate. Me preguntaba si había entendido que se habían burlado de él. Ahora, en vez de un idiota, es sólo un tonto. ¿Sabes lo que pasaría si enfadas a padre y Gilles? Incluso cuando este es un primer ejemplo de eso…

Mirándome con ojos llenos de ganancias inconcebibles, el hijo del Conde se quitó el guante blanco que llevaba y lo arrojó a los pies de Gilles. No, seriamente… se estaba hundiendo hasta el fondo. ¿Acaso no conoce el estado actual de Gilles?

―¡Te reto a un duelo! ¡Si rehúsas perderás tu estatus!

―Voy a declinar. En primer lugar, no soy un noble.

―¡Qu-!

Es cierto, el duelo es una forma de resolver problemas entre nobles. Desgraciadamente, Gilles no es más un noble, sólo es mi ayudante de cámara. En cualquier caso, ¿soy una existencia tan deseable que debe ser poseída por todos los medios? Según este punto de vista ¿esto me convierte en un bien superior?

―Ni siquiera saber eso y pedir un duelo es ridículo.

―Gilles, seguir adelante es inútil, ya que es lamentable.

Gilles habló como si escupiera veneno con una sonrisa. Recientemente, he empezado a considerar que Gilles tiene un lado oscuro, pero, a mi alrededor, mientras es un poco malo también es amable y confiable.

El hijo del Conde tembló con las palabras de Gilles mientras sus hombros se sacudían. Era obvio que se estaba burlando.

Todo empezó desde aquí. Si él se retira como está no podré retarle a un duelo. Su obsesión con las niñas es una molestia de modo que deseo acabar con su ventaja.

―Bien entonces, Zerais-sama, ¿qué tal si yo tomo el duelo que has pedido?

―¿¡Qu- Liz-sama!?

―Quiero decir, si tu dejas esto como está, no serás capaz de retirarte.

Gilles dijo que no y avanzó para controlar la situación, pero como había dicho, sería desagradable para ese hombre retirarse mansamente tal como es. Obsesionado conmigo, parecía que fuese a secuestrarme si la oportunidad surgiera, pero no pienso ser secuestrada nunca más.

Si es el caso, prefiero el duelo y rechazar su propuesta públicamente.

―Sin usar un sustituto, si sólo somos Zerais-sama y yo, ¿por qué no?

―Haha, como esperaba.

Mirando mi cuerpo, el hijo del Conde sonrió de forma lasciva y asintió. En apariencia, me veía enferma y además era obviamente una niña. Haber sido tratada como una señorita frágil desde el rescate del secuestro, la idea de perder nunca se le ocurriría.

A mí, me iría bien que permaneciera confiado. Es bueno que piense que soy una pobre y protegida niña que es incapaz de hacer nada. Tampoco le pasaría por la mente que una niña pudiera proponer tal sinsentido y no tener segundas intenciones.

Los rumores por perder un duelo no desaparecen fácilmente. Pero si perdiera, el hecho de que el hijo de un Conde inmaduramente ganó a una niña circulará, así como la vergüenza de que la retara en duelo.

Bien, pero no tenía intención de perder.

―Liz-sama, si Welf-sama descubre su temeridad…

―Si es el caso, no importa como quiero que padre intervenga para detener este asunto.

Sabía que sería regañada, pero hasta que esto se resuelva, estaré bien. En primer lugar, fue padre quien abrió las puertas de nuestra casa lo que permitió a esta gente entrar y rehusarse a permanecer en silencio.

―¿Puede decidir la fecha, hora y lugar del duelo? Si es posible incluso el testigo. Sólo pido que busque a alguien imparcial.

―Eso no será un problema.

Aceptando mis palabras, el hijo del Conde se rió feliz. Probablemente, mientras pensaba sobre qué podría pasar después de que ganará, seguramente estaba imaginando una escena que debería ser censurada si un plebeyo lo viese o algo. Es asqueroso, no obstante, dejémoslo en eso. De esa manera, podré disfrutar de un sueño feliz.

No vendas la piel del lobo antes de haberlo cazado – es una frase que esa persona seguro que no conoce.

[Nota Nelea: la frase original para lo que quieran saberla era: Don’t count your chickens before they hatch. Que vendría siendo en español: No cuentes tus pollos antes de atraparlos. Aquí Naiarah chan lo adaptó con una frase más local de su país n v n]

A mi lado, Gilles se sostuvo la frente y suspiró. Después, miró con simpatía. Bien, ¿con quién simpatizas tan obviamente?

Después de todo, ¿no soy la mejor pupila de Gilles?


[Nota Nelea: Todos denle la bienvenida a Naiarah, quién nos estará ayudando a traducir esta novela. Hasta que Kaori chan nuestra kamisama regrese de su retorno urgente al plano divino hehe. Aplausos para Naiarah CLAP CLAP CLAP~~ n n ]

♥ ❤ ♥

                

2 respuestas a “Vida Feliz – Capítulo 27: Renuncio”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido