Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 25: Kamil Novak

Traducido por Kiara y Dragox

Editado por Ruby


Esa mañana a causa del frío, me desperté tan temprano, que aún estaba oscuro en el exterior. No hacía tanto, para molestarse siquiera en hacerlo. Pero sí fue el suficiente, para ahuyentar mi sueño.

Por eso, aparte las cobijas, y  salí a regañadientes de debajo de su cálido abrigo. Pues una vez despierta, no me gusta permanecer en cama.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 24: ¿Sera mas pronto el mañana?

Traducido por Kiara y Dragox

Editado por Ruby


Con todos los recientes sucesos.No existía el tiempo, para realizar tranquilamente un viaje de dos días, en carruaje.

Socializar debería ser algo divertido y relajante, ¿no?. Desgraciadamente, no para los nobles.

El viaje se prolongó toda la noche pero finalmente llegamos a Kaldia. Montando a caballo y cambiandolos, durante las paradas que realizamos en los pueblos, a lo largo de camino. Era de suponer que acabaríamos exhaustos, al menos, así fue para mi; como todavía soy una niña, no tengo la fuerza suficiente para controlar un caballo a lo largo de todo el día, así que les tocó a Kamil y a Claudia turnarse para montar conmigo.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 23: Los niños aman al Margrave

Justo cuando empezaba a sentirme cansada de toda aquella lujosa comida de la fiesta celebrada durante la cena y empezaba a sentirme cansada, los nobles provenientes de lugar lejanos empezaron a marcharse. Mientras esperábamos al conde Terejia, quien seguía rodeado de nobles, Kamil, Claudia y yo nos quedamos en un rincón y hurgamos la comida sobrante. A pesar de que teníamos tiempo libre, no estábamos aburridos. Había muchos nobles que nunca antes había conocido. Mientras observaba su elegancia, aprendí quién era cada uno, cosa que era absolutamente necesaria con tal de, en el futuro, entrar en su sociedad.

Y entre tanto bebía mi té, Kamil, repentinamente, pareció quedarse helado.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 22: El círculo social del Conde Terejia

La luz del sol fluía hacia abajo durante finales de primavera, sobre un surtido bien ordenado de dulces en la mesa del jardín. Yo solo escuchaba a la noble mujer que se encontraba frente a mí, mientras que, de vez en cuando, respondía…

Sentada frente a mí, se encontraba la última vizcondesa, Daniela Felhi-Berendorf, tía del señor Baron Felhi, el ministro de Finanzas del palacio, quien era señora del dominio de la región de Artsbelf, al noroeste del palacio real.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 21: La carta de Elise

—¿Vamos a quedarnos aquí, en la capital real, hasta mañana?

—Sí. Mañana asistiré a un festival del té para conocer a algunos nobles y relacionarme con ellos. Después de todo, ni siquiera pudimos saludar a nadie en la Casa de los Lores.

—Entonces, así será. Esperaré por vosotros mañana, en este lugar.

—No. Tu vendrás también. Como el conde dijo, me acompañarás como mi sirviente.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 20: Una tarde siendo drenada por la fatiga

Todos los ojos estaban fijos en mí. Mi corazón latía tan rápido que resultaba molesto e incluso doloroso.

—… ¿Qué es esto?

La primera voz que sonó fue la del marqués Rittergau. No escondió el tono áspero de su voz. Su actitud parecía amenazante, pero tuve que controlar mi propio miedo.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 19: La casa de los señores, es como el mar

Una gran cantidad de candelabros hechos de exquisito oro colgaban del techo de la entrada.  Aunque en esos momentos el lugar estaba lleno, al observar su lujuria pensé que, si hubiesen menos personas, sería un buen lugar para celebrar un baile.

La Casa de los Lores está situada en uno de los castillos del palacio real, el Castillo Arktoria. Mi boca se abrió al ver lo altos que eran los tejados. También habían ventanas con vidrieras religiosas y marcos de plata, que daba un aspecto más colorido a la sala. Este castillo fue sólo construído para los políticos nacionales, y como los nobles son los que más usan este lugar, incluso la sala de conferencias tenía una belleza brillante y extravagante.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 18: Dos noticias

Cuando estaba a punto de abrir la puerta, pude oír toser a alguien desde otro sitio. “Cough, cough”, era una tos seca provocada por el asma, era una suave voz femenina. No entré en su habitación de forma maleducada y sin avisar, como hice anteriormente en la habitación interior, en su lugar, golpeé la puerta dos veces, y la escuché decir “por favor, entre”.

—Siento entrar. ¿Cómo se siente hoy, Elise-dono?

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 17: Elise Cherstoka

Debido a que un huérfano de la villa Cyril del dominio Kaldia lanzó una roca a la Vizcondesa Kaldia, y provocó que ella cayera de su caballo, una gran cantidad de habitantes fueron castigados y tuvieron que tomar responsabilidad.

El niño que fue el verdadero culpable en cuestión, fue atado a un saco de yute¹ y arrojado a un río, mientras que los que contrataron al niño para hacerlo, la gente con la que vivía el niño y varios aldeanos asociados fueron azotados en frente de otros aldeanos. Ese fue el rumor que llegó a la capital poco después de que terminara mi celebración de cumpleaños.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 16: Lo que aprendí tras mi debut social

Es el tercer y último día de mi celebración de cumpleaños. La entrada estaba prácticamente siempre llena, y en el jardín se encontraban varias personas que no conocía. Eran nobles de dominios vecinos, y varios de ellos conectaron con el conde Terejia de algún modo. A pesar de conocer sus nombres, es la primera vez que me encuentro con ellos.

Asesiné a mi familia a una edad temprana, y no había salido del área de control directo hasta antes de ayer, por lo que no tenía forma de familiarizarme con otros nobles. Es la primera vez que veo a tantas personas aquí, en la mansión. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 16: Lo que aprendí tras mi debut social”

Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 15: Actuando como un niño

Cuando la ceremonia terminó y se me permitió dejar el lugar, inmediatamente colapsé en los brazos de Kamil. “¿Qué es esto?” dijo el conde en una frase incompleta, mientras su mirada se cruzaba con la mía. Al ver mi reflejo en sus tranquilos ojos, forcé un sonido que salió de mi garganta:

—Ya que soy todavía joven, la ceremonia me ha dejado exhausta. Iré a descansar correctamente.

Detrás de mí, la risa de Faris parecía alcanzar mi espalda y perseguirme. Sentí una extraña sensación de miedo, y aunque sabía que no era apropiado, me aferré fuertemente a Kamil.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 14: Balanza del Karma

En el segundo día de mi celebración de cumpleaños, un sacerdote de la iglesia haría una ceremonia para recibir bendiciones. Tan pronto como llegó su carruaje de caballos por la mañana, justo como ayer, los planes de hoy escaparon por la ventana.

—Es…Faris-dono…

Cuando vio al sacerdote bajar del caballo, el conde Terejia levantó su voz cuestionante. ¿Faris? El sacerdote que vendría hoy debería haberse llamado Almenes. Era incluso más sorprendente lo muy sorprendido que estaba el conde al ver a Faris, y rápidamente agachó su cabeza respetuosamente. Deben ser unos sacerdotes muy poderosos.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 13: La vida es dura

—Tu probablemente nunca pensaste en la posibilidad de ser asesinado, verdad?

Agarré el cabello del niño y lo empujé hacia el suelo como si fuese un simple insecto. Tras haberlo tirado del pelo y haber expuesto su garganta, presioné la punta de mi espada contra él.

Él tragó un suspiro. Aún así, él siguió mirándome  decididamente, qué valiente, para ser un niño de tan corta edad.

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Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 12: El odio en sus ojos


—¡¡Eliza-sama!!

Como si acabara de salir de debajo del agua, de repente, mis cinco sentidos se aclararon. La primera cosa que vi fue el pálido rostro de Kamil, y el cielo azul tras de él. Al mismo tiempo, escuché a docenas de personas haciendo alboroto, cosa que no me permitía entender lo que decían.

Mi cabeza duele mucho. Especialmente si me muevo. Me pregunto si sufrí una concusión¹. Es bastante probable, ya que caí de mi caballo. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 12: El odio en sus ojos”

Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 11: Mi primera fiesta de cumpleaños

Finalmente, llegó mi celebración de cumpleaños, justo cuando mi fatiga había alcanzado la cima de aquello a lo que me había estado preparando cada día. A partir de hoy, y durante los próximos tres días, estaré muy ocupada hasta que finalmente pueda tomar un descanso.

—…Deja de reír constantemente.

Entre el agotador estado de ánimo que se sentía en el aire, había un bastardo que reía alegremente. Era Kamil. Estaba sosteniendo su estómago, mientras se reía de mi atuendo. Es tan molesto, no puedo soportarlo.

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