Una generación de militares – Capítulo 17: El caso de la horrible miseria (2)

Traducido por Yue Liang

Editado por Sharon


Division Ti Xing.

—¿Encontraste los casos que te pedí?

—Lo encontramos. Si no hubiéramos ido a buscarlos, no lo habríamos notado —respondió Cheng Hang, quien estaba acomodando los archivos sobre la mesa—. Al parecer, hace seis años en el territorio Qing Yue, hubo más de dos casos similares a este. Sin embargo, no fueron consecutivamente como en este. En algunos casos, los asaltantes fueron capturados y ejecutados. Los otros quedaron sin resolver. Hay otros viejos. Ahora, si hacemos el conteo, ¡han habido más de 30 casos!

¡Había usado más de 30 trabajadores manuales y una noche entera revisando los archivos antes de encontrarlo por fin!

Zhou Qing estaba apoyando su mejilla en su mano.

—¿Las víctimas eran mujeres? ¿Casos de habitación cerrada? ¿Todos ellos se desangraron debido a la extracción del corazón? ¿Sus caras mostraron apariencias aterradas? —preguntó, enfocándose en el reporte. Aunque todos eran casos de corazones robados, ¡no significaba que habían sido realizados por el mismo agresor!

—Sí, todas eran mujeres. Hubo solo dos casos de habitaciones cerradas. Sin embargo, no fue registrado si se desangraron hasta la muerte o si estaban aterradas. —Los archivos vinieron de un reporte regional. Los métodos para reportar y las autopsias eran diferentes. Eran muy difíciles de comparar.

—¿No hay otros puntos en común? —preguntó Gu Yun, golpeando la mesa con su dedo índice.

—Los hay. —Aunque existían, la cara de Cheng Hang no mostró ninguna emoción. Él continuó—: Tres de las víctimas estudiaban Qin [1] con el profesor Su Mu Feng, pero es probablemente una coincidencia.

Zhou Qing y Lu Qing tenían expresiones decepcionadas.

—¿Quien es Su Mu Feng? —preguntó Gu Yun. Nunca le había escuchado mencionar.

—Es el músico más famoso de Qiong Yue. Es un hombre calmado e indiferente. Ha enseñado a muchas familias. Esta vez, tres de sus estudiantes fueron asesinados mientras aún estudiaban con él. Sin embargo, la última vez que lo vi, tiene hemofobia y parecía real —explicó Zhuo Qing.

Gu Yun creía en el juicio de Zhou Qing. Sin embargo, ¿cómo podría haber tal coincidencia en el mundo? ¡Todo necesitaba ser revisado de nuevo!

—Él es sospechoso. Dejando de lado si es un hemofóbico real o no, aún necesitamos conocerlo —sonrió luego de pararse de pie con naturalidad.

♦ ♦ ♦

Casa Su [2]

La Mansión Su estaba localizada en un área próspera de la periferia de la capital de Qiong Yue. Sin embargo, esta otra casa Su estaba dentro de la capital. No es de extrañar que fuera conocida como una familia de músicos. Incluso su casa estaba decorada con muchos ornamentos. Había un aura refinada que se emitía por todos lados.

Gu Yun, con su comportamiento habitual, estaba mirando alrededor. Caminó aquí y por allá en medio del pasillo. Ella estaba así porque pensó que una noble familia los haría esperar por un tiempo. No esperaba que un tiempo después de haber llegado, una profunda y clara voz la saludaría con tranquilidad.

—Señorita Qing.

Luego de voltearse, sus ojos no pudieron evitar entrecerrarse. El hombre estaba vestido con ropas blancas mientras que sus pasos eran ligeros. El viento sopló suavemente su cabello, revelando una cara atractiva. Su comportamiento era tranquilo y compuesto, y sus jos profundos y calmados capturaban con facilidad la atención de las personas. Por fin entendió porque Zhou Qing había usado “calmado e indiferente” para describirlo. Era como una nube, dándole a las personas un sentimiento incierto de frialdad y alineación.

—Su-gongzi, ¿tu cuerpo se siente mejor? —sonrió Zhuo Qing.

—Gracias, señorita, estoy bien —le respondió Su Mu Feng.

Gu Yun tenía unos ojos agudos que solo unos pocos podían ignorar, por lo que Su Mu Feng se giró hacia la mujer que estaba de pie en el pasillo que se mantenía mirándolo. Cortésmente asintió con la cabeza y sonrió. Sin embargo, sus pálidos labios se levantaron solo un poco. Era casi imposible de ver.

Este hombre era interesante. No podías pensar que era descortés, pero era absolutamente imposible sentir su calor.

—Esta es mi hermana pequeña, Qing Mo. Estos dos son investigadores de la división Ti Xing —explicó Zhuo Qing.

Su Mu Feng miró a los dos hombres del otro lado.

—¿Por qué vinieron aquí? —preguntó con simpleza. No estaba sorprendido ni impaciente.

Li Jin se levantó y empuño su mano contra su pecho para saludar.

—Su-gongzi. Sentimos molestar. Las víctimas de los primeros casos fueron sus estudiantes, así que solo queríamos hacer algunas preguntas. —Incluso si Su Mu Feng no asistía a la corte, su reputación era excelente. Frente a una figura tan refinada y elegante, las personas no podían evitar respetarlo.

—Por favor, no duden en preguntar —dijo con un asentimiento gentil de cabeza.

—Cuando gongzi enseñó las últimas clases a las señoritas, ¿notó algo extraño?

—No. —Su respuesta fue simple y calmada.

—¿Cuánto tiempo les enseñó?

—La señorita Ci y la señorita Li habían recibido tres lecciones mientras que Junzhu tuvo dos. —La cara de Su Mu Feng permaneció calmada y compuesta al hablar. Continuo—: ¿Necesitan la lista de mis actuales estudiantes y mis estudiantes anteriores? Si los necesitan, mañana haré que alguien los envíe a la división Ti Xiang.

—Este… —Su Mu Feng era muy cooperativo. Lu Jin se sintió de alguna manera avergonzado.

—¡Sí, por favor! —La brillante voz de Gu Yun era algo contundente. Caminó cerca de Su Mu Feng y fríamente pregunto—: Como su maestro, ¿siente algo acerca de sus muertes?

Encontrándose con los ojos de Gu Yun, la cara de Su Mu Feng se mantuvo indiferente.

—Conmoción. Espero que el asesino sea capturado lo antes posible —respondió él, a pesar de que ella no era una oficial.

Los ojos de Gu Yun brillaron. Los ojos de este hombre eran demasiado calmados ella no podía leer nada de él. Parece que encontró un oponente difícil.

—¿Qué piensa sobre el método que utiliza el asesino para matar? —continuó preguntando luego de caminar frente a Su Mu Feng.

—No sé cómo mata el asesino, así que no tengo ninguna opinión. —El tono de Su Mu Feng era gentil. Parecía natural y la respuesta a cada pregunta era perfecta. Gu Yun continuó acercándose. Zhou Qing se puso de pie, queriendo tirarla hacia atrás. Estaba comportándose de manera excesiva hoy.

Inesperadamente, cuando se puso de pie, pisó la falda de Gu Yun, quien al estar enfocada en Su Mu Fen, no prestó atención a sus alrededores y terminó tropezando

Por suerte, reaccionó con rapidez y tomó la mano de Su Mu Feng para evitar caer al suelo.

—Lo siento —se disculpó luego de enderezarse.

Cuando estaba por quitar su mano, encontró que el brazo del hombre estaba temblando. Mirando a Su Mu Feng, y sus usualmente calmados ojos mostraron tensión y pánico escondido. Gu Yun se sorprendió ligeramente. ¡Sólo había sostenido su mano!

Zhou Qing estaba por dar un paso adelante y preguntar por su condición cuando miró el cuerpo de Gu Yun sosteniéndose en el cuerpo de Su Mu Feng.

—Parece que mi pie está torcido —dijo ella.

¿Se torció solo por eso? ¡Imposible! Incluso si realmente se torció, Gu Yun no se apoyaría en el pecho de un hombre y no se levantaría. Zhou Qing dio un paso atrás. Primero esperaría y vería.

Gu Yun pudo sentir con claridad que Su Mu Feng se puso rígido cuando cayó en su brazo.

—Por favor siéntese, señorita —dijo en un tono más frío al intentar sentarla.

Los ojos de Gu Yun brillaron de nuevo. Su cuerpo aún estaba completamente apoyado en su brazo, el cual se envolvió en su cintura.

—Duele. No puedo caminar. Por favor, ayúdame —dijo, pretendiendo ser débil. Su Mu Feng tomó implacable su mano para ayudarla, y su cara se volvió más fría.

—¡¿Qué están haciendo ustedes dos?! —rugió alguien con furia desde afuera.

Mirando la dirección de donde venía el sonido, una mujer de alrededor de treinta años venía hacia ellos. La mujer vestía ropas azul oscuro, y su cabello estaba formado con un peinado de nubes altas. En él, habían varias horquillas de plata. Su cara era encantadora, y su figura era delgada y alta. Definitivamente era una mujer hermosa. Sin embargo, sus cejas estaban arrugadas, mirando con furia hacia Gu Yun.

—Tia Xin —saludó respetuoso Su Mu Feng al ver quién se acercaba. La mujer ni siquiera le miró.

—Tu pierna se torció, ¿no es así? Te ayudaré —le dijo, y agarró su brazo para alejarla de Su Mu Feng. Su fuerza era extraordinaria, haciendo que Gu Yun frunciera el ceño.

Casi arrojada a la silla más alejada, por lo que observó a esta “tía Xing” quien acababa de llegar.

—Si aún tienen cosas que preguntar, por favor sean rápidos. Mu Feng aún tiene muchas cosas que hacer —resopló impaciente mirando con frialdad a Cheng Hang y Lu Jin.

Ellos se miraron entre sí, y se giraron a Zhuo Qing, quien sacudió su cabeza.

Cheng Han y Lu Jin miraron hacia el otro. Entonces, miraron hacia Zhou Qing. Ella sacudió su cabeza.

—No hay nada más que preguntar. Perdón por molestarlos. Vamos a volver —intervino de repente Hu Yun, levantándose con una sonrisa.

El grupo dejó la casa Su casi al atardecer. El cielo era rojo brillante, y realmente hermoso, haciendo que no se pudiera apartar la vista. Pero, no importa lo hermoso que era el atardecer, pronto se desvanecerá. Pronto el cielo oscuro y sombrío ahogara todo su brillo.

♦ ♦ ♦

De regreso a la división TiXing, Cheng Hang se sentó en la silla y suspiró.

—No debería haber ningún problema con Su Mu Feng ¿cierto?

—Su actitud hacia las mujeres es extraña. ¡Su tía también era extraña! —sonrió encogiéndose de hombros Gu Yun.

¿Eso también podría ser un problema?

—La persona en cuestión es una persona elegante. Era natural que quisiera mantener la distancia cuando una mujer se tiró a su cuerpo de repente —replicó sin dudarlo.

—Lo que el mostro fue una mezcla de cortesía, descontento, inquietud e incluso asco. Todas estas son entendibles. Sin embargo, ¿porque mostraría pánico? ¿no es eso extraño? —preguntó ella, rodando los ojos.

¿Pánico? ¿Era en serio? Él no pudo verlo. Cheng Hang trató de recordar la expresión de Su Mu Feng.

—¿Qué podría significar su estado de pánico? —preguntó directamente Lu Jin.

—No lo se —sonrió Gu Yun. El pánico sólo podía mostrarse en su estado de ánimo, pero no revelaba cuál era la razón detrás del mismo. Miró a Zhuo Qing, quien sostenía una taza sin beber, y frunció el ceño—. ¿Pensaste en algo? —le susurró para saber en qué pensaba.

—Recuerdo que cuando la hermana pequeña del Primer Ministro Lou fue atacada, ella había tenido contacto físico con Su Mu Feng ese día —le respondió, bajando su taza lentamente.

No le había prestado atención al principio. Sin embargo, cuando Gu Yun mencionó el contacto físico, incluso ella sintió que Su Mu Feng tuvo una reacción inexplicable al tocar a otras personas, ¡especialmente con las mujeres!

Una vez que Zhou Qing terminó de hablar, Cheng Hang se puso de pie.

—Iré y lo revisaré —dijo, y su figura desapareció por la puerta.

Los labios de Gu Yun se levantaron ligeramente. Aunque este hombre era impaciente, su movilidad y curiosidad eran dignas de reconocer.

—Si es el asesino, ¡significa que actuó como un hemofóbico frente a mi! —resopló Zhuo Qing, poniendo sus manos en su pecho.

—No es imposible. Cuando mencione las tres muertes, su cara estaba libre de culpa. Sin pánico u orgullo. No es el comportamiento usual de los asesinos. ¡Esto solo puede significar que sus habilidades para actuar son soberbias o estoy adivinando mal! —la consoló Gu Yun, palmeando su hombro.

Si no estaban equivocados, Su Mu Feng sería un gran desafío para ellos.

♦ ♦ ♦

Dos horas después.

El cielo estaba completamente negro, pero tenían muchas lámparas en el estudio. Dentro, tres personas estaban sentadas lejos unas de otras mirando archivos.

Una figura delgada entró corriendo a la habitación. Cheng Hang agarró la olla de agua y tomó varias copas de agua. Sus piernas estaban a punto de romperse por correr.

—¿Qué pasó? —preguntó Lu Jing.

Limpiando su sudor, Cheng Hang jadeaba mientras asentía feliz.

—Todos los asistentes personales de las señoritas dijeron que un día antes de que fueran asesinadas, se habían reunido con Su Mu Feng y habían tenido más o menos contacto físico con él.

¡En efecto!

—Entre los estudiantes de Su Mu Feng, solo estas pocas señoritas encontraron peligro. ¡Esta es probablemente la razón! —chasqueó los dedos Zhuo Qing.

—En ese caso, su objetivo de esta noche será… —comenzó Cheng Hang, dándose cuenta de algo de repente.

Los tres miraron hacia Gu Yun quien estaba leyendo los archivos. Solo la vieron asentir, sus ojos llenos de emoción.

—¡Yo! —dijo sonriente.


[1] Arpa tradicional china.

[2] Casa Su: Escrito de manera diferente del Su de Su Ling.

2 respuestas a “Una generación de militares – Capítulo 17: El caso de la horrible miseria (2)”

Responder a Rohn Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido