Herscherik – Capítulo 3: Reloj de bolsillo, Conde y Marioneta (2)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


En el otro lado de las barras de hierro, Herscherik estaba a punto de levantar su voz de alegría al escuchar la respuesta desde la cárcel, pero se tapó la boca en pánico. Si alzaba la voz y los soldados que patrullaban en los alrededores lo notaban, entonces todo su trabajo hasta ahora habría sido en vano.

Herscherik se inclinó hacia delante, se acercó con cuidado a la ventana con barrotes y miró dentro. Cuando lo hizo, pudo ver dentro de la prisión al Conde Luzeria. Luzeria vio hacia la ventana donde Herscherik miró hacia abajo para ver el interior; sus miradas se encontraron.

Como Luzeria no esperaba que apareciera nadie, abrió los ojos y se quedó quieto. Herscherik observó la condición del congelado Conde Luzeria. Numerosos lugares en su ropa estaban cubiertos de manchas y roturas.

Lo primero que llamó la atención de Herscherik fue la herida en la frente de Luzeria, que muy probablemente vino de cuando fue arrestado. Al parecer no recibió ningún tratamiento en la prisión ya que había rastros de sangre seca.

— ¿La herida en su frente se encuentra bien?

De la boca de Herscherik escapó lo primero que pasó por su mente.

No hay forma de que esté bien. Él consideró e inmediatamente se arrepintió.

Esta persona que tiene el rango de Conde, sufrió un trato violento y terminó en tal lugar.

Luzeria todavía estaba conmocionado, así que Herscherik extendió su mano y presentó el reloj de bolsillo. Su propósito inicial para venir hasta aquí, era devolvérselo al Conde.

—Vine aquí para devolverle esto. Es importante para usted, ¿verdad?

—…Si, es muy importante.

—Me alegro de haber podido entregárselo.

El Conde Luzeria aceptó el reloj de bolsillo de Herscherik. Con una mirada nostálgica, entrecerró los ojos y acarició el reloj de bolsillo. Luego lo agarró con fuerza, cerró los ojos e hizo una mueca de dolor como si estuviera reteniendo la amargura.

En el momento en que Herscherik sintió el cambio en su expresión y estaba a punto de preguntar al respecto, Luzeria le devolvió la mirada al príncipe. Era tan directa que la pregunta no podía dejar la garganta de Herscherik.

El conde se arrodilló allí y bajó la cabeza hacia el príncipe, Herscherik, más tarde, supo que era un signo de respeto como su retenedor.

—Su Alteza Herscherik, me disculpo por anoche haber estropeado su tan esperado banquete.

Herscherik negó con la cabeza ante las palabras del Conde Luzeria.

—No se preocupe. Está bien. Más importante aún, Conde, por favor hábleme de usted.

—… ¿Sobre mí? —Luzeria se levantó de su humilde posición y casualmente repitió las palabras del príncipe. Su voz se había mezclado con asombro —Soy un traidor que intentó engañar al ministro y fue arrestado en su lugar. Mi presencia aquí es la prueba indiscutible de ese hecho.

Las palabras del Conde Luzeria se mezclaron con desprecio, pero de ninguna manera podría ser dirigido hacia Herscherik sino que era hacia sí mismo. Herscherik sintió las emociones contenidas en su tono y abrió la boca, pensando que no podía seguir así.

—Conde Luzeria, no quiero saber los hechos que andan girando alrededor, sino su verdad. —Herscherik lo miró directamente y continuó hablando sin apartar los ojos. —He llegado tan lejos porque quería escuchar la historia de Luzeria de la boca de Luzeria, no las palabras de otras personas. No importa lo que digan los demás, quiero escuchar lo que usted tiene que decir.

Solo hay un hecho. Porque esa es la realidad de lo que sucedió.

Cuando una verdad se cumple, las personas reaccionan, sienten y piensan sobre ella a través de sus propios pensamientos y perspectivas. Por ello, se puede considerar que hay tantas verdades como personas. Herscherik no quería ser como esas personas que deciden fácil y arbitrariamente, que, si alguien dice que es un hecho, entonces esa es la verdad.

Herscherik continuó hablando sin apartar su mirada… Era solo un niño que ayer estaba celebrando su tercer cumpleaños. Tenía un tono maduro, y sus ojos no obnubilados estaban fijos en el Conde mientras tragaba.

En estos últimos años, me pregunté si habría personas que me hablarían así…

La respuesta fue no. Nadie le habló nunca como a un príncipe durante su tiempo en este mundo. Incluso si le hablaran así, las palabras sólo podrían interpretarse como nada más que chismes excesivos o sentimientos de juicio. Sin embargo, las palabras de este príncipe eran como agua mientras se filtraban en el corazón de este hombre seco.

Mientras Herscherik seguía presionando, el Conde Luzeria comenzó a contar su historia.

—…Fui atrapado en una trampa.

Hizo una pausa durante varios latidos antes de continuar su historia en un tono serio.

El comienzo fue hace 3 años cuando notó la corrupción de ciertos nobles. Se enteró de que ese noble, un vizconde, participó en un fraude ilegal, por lo que se lo informó a la Oficina de Asuntos Legales. Normalmente, la corrupción justificaría la revocación de su título, pero el vizconde se salió con solo una advertencia severa.

A partir de ello, Luzeria se sintió inseguro y con su sentido de la justicia, comenzó a investigar por sí mismo los eventos relacionados con esta corrupción. Al final, descubrió que el Ministro Barbasse y su facción, estaban detrás de la corrupción, y el Ministro estaba haciendo esto para su propio beneficio.

—Pensé que, a este ritmo, el país decaería y sería destruido.

Para que los nobles se llenaran los bolsillos, actuaron como dictadores y aumentaron los impuestos. Los ciudadanos que no podían pagar sus impuestos estaban preocupados por las necesidades de vida y deambulaban por las calles. La vida se había vuelto difícil para ellos, por lo que recurrieron a una vida delictiva, causando el deterioro del orden público. Los impuestos tenían que aumentarse nuevamente para controlarlos.

Estaba claro que este ciclo negativo causaría la decadencia de este país.

—Fue en ese momento cuando estaba planeando reclutar camaradas de ideas afines para devolver al gobierno al status quo. Mi esposa y mi hijo murieron en un accidente… mi hijo tenía solo 3 años, al igual que Su Alteza.

Mientras estaba de luto, con el corazón roto, pensando que fue un accidente, le llegó una carta en secreta. El contenido era una advertencia, diciéndole que no curioseara más.

—No hay pruebas, pero fueron ellos los que se robaron la vida de mi esposa e hijo, al cubrirlo como un accidente para darme un ejemplo y, a aquellos que compartieron mis preocupaciones por el país. Después de eso, mis camaradas fueron golpeados por la mala suerte uno por uno, y nuestro grupo se vino abajo.

A pesar de todo eso, el Conde Luzeria no se dio por vencido. El odio que tenía contra quienes le habían robado a su amada familia, lo llevó hacia adelante. En consecuencia, Luzeria pensó que, sin esos sentimientos, no habría vivido tan lejos, mientras sujetó con fuerza el reloj de bolsillo.

[Traducido por Reino de Kovel]

—Es por eso que decidí luchar a pesar de estar solo. Reuní tanta evidencia como pude durante los últimos 3 años y se lo reporté a Su Majestad. Sin embargo, el resultado fue lo que sucedió ayer.

La carta secreta, de la que no sabía nada, junto con el sello privado, probablemente fueron falsificadas. Si uno busca un documento, puede imitar fácilmente la escritura del autor y falsificar una carta en un abrir y cerrar de ojos. Eso, o también podría ser que la evidencia que tenía era un cebo para atraerlo.

Como resultado de rendirse a la ira, fue atrapado en su trampa tal como estaba planeado.

—Este país fue un poderoso país dentro del continente durante muchos años. Tenía una gran tierra y fuerza militar. Y la conexión entre la familia real y los países extranjeros trajo una paz perpetua.

Lo que protegía actualmente al Reino de Greysis era: los 500 años de historia continúa, su vasto territorio, las relaciones entre los miembros de la realeza y su fuerza militar. Todos ellos logran protegerlo de países extranjeros.
No obstante, eso fue solo en la superficie. La paz duradera comenzó a decaer lentamente desde adentro.

Además, aparecieron una gran cantidad de países que han comenzado a reunir poder. Si los problemas dentro de los asuntos internos del Reino de Greysis, un país cuyo nombre era conocido en todo el continente como una gran potencia, alguna vez se filtrase a otros países, entonces crearían una oportunidad para aprovecharse del estado del reino.

—Fue antes de que naciera Su Alteza, entre el momento en que nació Su Majestad y cuando tomó el trono. Un momento muy violento cuando la realeza y los nobles se oponían.

En ese momento, el Conde Luzeria todavía era joven y descubrió estos hechos al conectar la información que reunió como un rompecabezas.

Según Herscherik, el rey que reinó durante el tiempo de su abuelo, era un hombre con ojos penetrantes. Mantuvo un ojo vigilante en la corrupción de los aristócratas. Sin embargo, no fue capaz de despojarlos de los rangos o despedirlos, ya que ocultaron inteligentemente la prueba de su corrupción.

—Fue en ese momento. La desgracia cayó sobre el país. Los miembros de la familia real, uno por uno, caían enfermos.

Después de volver a pensarlo, ¿realmente murieron por una enfermedad?

El rey de ojos penetrantes falleció debido a la enfermedad y el primer y segundo príncipe lo siguieron. El único que quedaba era el tercer príncipe que no tenía ningún respaldo influyente. Como tenía solo 10 años, Barbasse se convirtió en su guardián y se le otorgó el cargo de regente.

Para cuando el joven rey se hizo adulto y Barbasse regresó al puesto de Ministro, las facciones que se oponían al Ministro y la facción de la familia real de aristócratas influyentes, fueron prácticamente purgadas. A los que quedaron vivos se les redujo significativamente su influencia y ya no pudieron oponerse al Ministro. Y antes de que nadie se diera cuenta, la facción del Ministro estaba tomando el control del gobierno.

—Todavía era joven y no tenía ningún interés en el gobierno del país. Yo solo era el hijo de un señor regional, así que para cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde… Su Alteza, me disculpo.

El Conde Luzeria concluyó e inclinó la cabeza. Fue derribado con una sensación de impotencia y parecía que iba a desaparecer en cualquier momento. Herscherik lo vio bastante pequeño a pesar de ser un adulto.

Todo le fue robado y la “esperanza” que tenía, resultó ser falsa. Al Conde Luzeria no le quedaba nada.

—Lo siento.

Las palabras que salieron de Herscherik fueron una disculpa. El Conde Luzeria no esperaba esas palabras, así que miró hacia arriba y vio a Herscherik, cuyos ojos estaban llenos de lágrimas mientras intentaba contener el llanto.

—Lo siento por no saber nada. Yo, no noté nada, aunque trabajaste tan duro por nosotros. Lo siento…

Las oraciones de Herscherik fueron desconectadas mientras trataba de contener las lágrimas.

A pesar de perderlo todo, todavía continúo luchando… todo por sí mismo.

Perdió a su familia y se separó de sus camaradas; a pesar de que estaba solo, Luzeria luchó.

Ryoko también se separó de su familia. Tan pronto como recordaba la familia de su vida pasada, querría llorar. Se preguntó cómo estaban su padre, su madre y sus hermanas en Japón. Sus propios sentimientos, además de su empatía hacia el Conde Luzeria, causaron que los llorosos ojos de Herscherik se desbordaran.

Extraño Japón. Quiero ir a casa.

Herscherik había estado presionando esos sentimientos en lo más profundo de su corazón para preservarse, pero el sello se rompió y estos se derramaron.

Siempre me guardo mis propios sentimientos.

Incluso si lo hiciera inconscientemente, esta era la única manera de disminuir el dolor, manteniéndose a sí mismo. Pero fue diferente para el Conde Luzeria, porque lo aceptó antes de enfrentarse a todo.

Herscherik creía que esta era su realidad.

—… ¿Me crees? Puedo estar escupiendo hechos convenientes para engañarte.

—Las personas que intentan engañar a la gente nunca confesarán tal cosa. —Hersherik declaró a Luzeria y se puso de pie. —Hablaré con mi padre para que te libere de inmediato. Si tienes otras pruebas, deberían poder detener la conspiración del ministro de inmediato. ¡Por favor, espera! —Herscherik dijo y comenzó a correr sin esperar una respuesta.

No puedo perderlo … ¡ante la pena de muerte!

Herscherik regresó al camino, asegurándose de que nadie lo atrape. Pronto los que trabajan en el castillo se despertarán. Hubo varios encuentros peligrosos, pero Hersherik finalmente logró llegar al palacio interior y se dirigió hacia la habitación privada de su padre.

Había oído hablar de la habitación de su padre, pero esta sería la primera vez que la visitará. Pensó que podría haber la posibilidad de que alguien estuviera en la habitación, pero una luz brilló a través del espacio en la puerta del cuarto privado del rey, a pesar de lo temprano que era.

Herscherik no tocó la puerta y la abrió sin ninguna duda.

— ¡Padre!

—…. ¿Hersche?

Su padre estaba sentado solo en el sofá frente a la chimenea. El fuego en la chimenea ya se había apagado, pero la luz cercana emitía una cálida iluminación.

—A primera hora de la mañana, ¿qué sucede? ¿No te encuentras bien esta mañana? Y esa ropa…

Herscherik comprobó su propia apariencia; su abrigo, pantalones y zapatos estaban cubiertos de tierra y varias hojas estaban pegadas a él. Uno podía deducir fácilmente viendo su atuendo que había salido a algún lado.

Sin embargo, Herscherik se acercó sin preocuparse por eso y sujetó la ropa de su padre con sus pequeñas y sucias manos.

—Padre, por favor, ¡escucha!

La mirada enojada de Herscherik no pertenecía a la de un niño de 3 años. Por lo general, pretendía ser un niño de 3 años, pero no podía permitirse mantener la fachada ahora.

La vida de alguien dependía de esto.

No, tal vez había aún más vidas en juego.

Al pensar eso, Herscherik no se preocupó por mantener el hecho de que debería tener 3 años.

— ¡El Conde Luzeria no es un traidor! No es malo. Fue… fue una… tr..a..am…pa…

Estaba llorando al final, hasta el punto en que incluso él mismo no podía entender lo que estaba diciendo. Intentó con todas sus fuerzas mirar hacia arriba a su padre, pero las lágrimas se desbordaron y le nublaron la visión, por lo que era muy difícil ver la hermosa cara de su padre.

Sentimientos como pesar, anhelo y tristeza… todos se acumularon dentro de él.

La ola de numerosos sentimientos, por primera vez desde que reencarnó, surgió como un maremoto, las lágrimas y gritos estallaron.

—Pena de muerte, y tal, no es bueno…

A menos que pudiera hablar en un orden más lógico, no sería entendido. Se dio cuenta de esto, pero todo lo que salió de su boca fueron palabras simples.

Logró no romper el llanto agarrándose a la ropa de su padre. No obstante, se suponía que debía estar mirando hacia arriba, pero antes de darse cuenta, su mirada estaba en la alfombra.

—…Herscherik.

El padre acarició suavemente la cabeza de su hijo, lo alzó y se levantó. Él siempre sostuvo a su hijo, pero el niño se sintió algo pesado hoy. En lugar de ser su peso, el rey pensó que era su presencia lo que había aumentado.

Y luego, de repente, llamó a su mayordomo que estaba esperando órdenes.

—Saldré afuera. Volveré para desayunar.

—Como desee.

El rey asintió ante la breve respuesta y concentró su mirada en Herscherik. El príncipe más joven mostró una emoción que no había hecho hasta ahora. Sus blancas mejillas y sus ojos estaban hinchados y rojos.

— ¿Quieres dar un pequeño paseo con tu papá?

♥ ❤ ♥

               

4 respuestas a “Herscherik – Capítulo 3: Reloj de bolsillo, Conde y Marioneta (2)”

  1. Herscherik es muy tierno,
    yo estoy con diabetes de tanta chispa.”Sus blancas mejillas y sus ojos estaban hinchados y rojos” ese fue el golpe final de chispa.Hasta que yo quería tomar en el regazo el Herscherik en este momento.Fue muy lindo la escena de padre e hijo. Como el joven principiante nunca lloró o demostró ser mimado el rey debe haber sentido que tenía algo mal con su lindo cachorro.

    Ahora está explicado por qué el rey no le gusta el ministro.

    La gente estoy abismada como dejaron los tíos y los abuelos de Herscherik murieron y no hicieron nada.

    El Herscherik puede no ser el principe más bello, un genio, el más hábil, pero puede ser el más sabio. Porque el rey podía ver los dos lados. Como un rey debe buscar la verdad y no aceptar la verdad más conveniente en el momento .Si los dos tenían pruebas deberían ser miradas las dua spara tener un veredicto.Precisó un bebe de 3 años hacer el trabajo de gobernante para eso.

    Me quedé con tanta pena del conde, mataron y destruyeron todo lo que tenía. El niño de 3 años fue a escucharlo.

    Me encanta esta novel, traiga más por favor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido