La poseída hija del Duque – Capítulo 33

Traducido por Maru

Editado por Tanuki


—Bueno, entonces debo prepararme para la fiesta de la noche.

—Ah… Bueno, cuídate entonces… Ah, cierto. ¿Tienes papel y bolígrafo?

Lilia tenía una mirada inquisitiva en el rostro mientras sacaba lo que había usado para estudiar con Sakura desde el escritorio. Tales cosas de gama alta estremecieron a Aira cuando las recibió, ¿pero era realmente algo tan increíble? Mientras Lilia miraba a Aira preguntándose para qué los necesitaba, parecía que la chica escribía algo en la hoja.

Así que después de que se lo entregara sin decir nada y echarle un vistazo, vio que era un mapa. Se marcó una ruta que iba desde la academia a las tiendas. Cuando Lilia miró a Aira interrogante, las mejillas de ésta se enrojecieron y se dio la vuelta.

—Son las tiendas a las que solemos ir. Si tomas esa ruta puedes visitarlos en orden. Escaparse de la fiesta de noche no te dejará mucho tiempo, ¿verdad? Las recomendaría para tu primera vez.

—Oh… Gracias. Lo usaré con gratitud.

Lilia examinó minuciosamente el mapa y lo dobló con cuidado.

—Ah, también. No vayas a ninguna otra tienda. Solo déjame saber si algo más llama tu atención. Te daré mis recomendaciones. Porque hay muchos malos por ahí. —dijo Aira con una sonrisa irónica.

Para llegar tan lejos por ella, Lilia comenzó a sospechar que había algo extraño.

—Me estás tratando muy bien aquí… ¿Cuál es tu objetivo?

—¿Es así como es? —preguntó con algo que parecía sorpresa. Comenzó a pensar en cómo explicarse mientras se ponía una mano en la barbilla. Después de un poco, negó con la cabeza —Realmente no puedo ponerlo bien en palabras. Aunque, si es un objetivo, entonces tengo uno.

—¿Qué podría ser? Si es algo acorde con el valor de que lo que me has dado, sin duda te lo proporcionaré.

—Jaja, entonces no hay nada realmente que pudiera pedir.

Para Lilia, la información en sí misma era bastante valiosa, pero parecía que Aira no sentía lo mismo. No tenía intención de corregirla de ninguna manera mientras esperaba sus demandas.

—Bueno, en realidad no es tan difícil. Solo quiero que te sigas llevando bien con Tina. Eso es todo.

—Eso es… Por supuesto que tengo la intención de hacerlo. ¿No hay nada respecto a ti?

—No realmente. Bueno, veamos… Saludos desde ahora, ¿supongo? —dijo, sonriendo después —Nos vemos. —se despidió cuando salió de la habitación con una ola.

Visto por Alisa, que estaba de pie en la puerta durante todo eso, retiró su presencia también del dormitorio. Lilia dejó escapar un suspiro y se hundió profundamente en la silla.

Estar pensando en Tina antes que en sí misma… No puedo entenderlo.

Es porque son mejores amigas supongo. Qué bonito. Estoy celosa. Ah, pero también te considero mi mejor amiga.

Basta, eso es asqueroso.

¡Qué cruel!

Sakura empezó a hablar largo y tendido sobre lo mucho que había estado pensando en Lilia todo este tiempo, pero la ignoró por completo. Mientras se extendía y miraba el mapa que recibió de Aira, las comisuras de la boca de Lilia estaban ligeramente levantadas, pero Lilia no se percató de ello hasta el final.

Llegó la noche y el momento se acercaba, así que Lilia salió de su habitación. Siguiéndola desde atrás estaba Alisa cargando la caja de madera. Lilia tenía la intención de irse sola, pero Alisa la detuvo, señalándole que sería extraño que llevase equipaje sola.

—Durante la excursión de la Señorita Lilia, vigilaré adecuadamente sus pertenencias.

Alisa lo dijo con una brillante sonrisa, así que parecía que sus planes se habían descubierto completamente. Probablemente no intentó detenerla porque ya sabía que Lilia no habría cambiado de opinión. Lilia se sintió un poco arrepentida; si no tuvo que lidiar con convencerla, entonces debería haberle explicado todo a Alisa desde el principio.

¿Pero no está bien? Incluso si no haces todo lo posible la próxima vez, puedes pedirle ayuda a Alisa.

Sin embargo, definitivamente estará preocupada.

Bueno, los agentes probablemente irán contigo, así que debería estar bien.

A pesar de que no había ninguna indicación de que Sakura sonara muy segura, sintió un poco de incomodidad, mirando ligeramente a su alrededor con incredulidad.

¿Están en algún lugar por aquí?

Sí. Pero no bajes la guardia. Parece que es solo una persona, así que si te ataca un grupo, no hay mucho que pueda hacerse.

De acuerdo… Tendré cuidado.

Fingiendo no saber nada de su seguidor, se dirigió al lugar de la fiesta.

Parecían haber hecho los preparativos en algún momento, ya que había mesas dispuestas alrededor del patio de la escuela y se sacaba una variedad de alimentos. Algunos de los que había llegado antes que Lilia, se reunieron charlando entre ellos. A la entrada del patio del colegio había una mesa y dos hombres. Cuando reconocieron a Lilia, se inclinaron respetuosamente.

—Bienvenida, Señorita Lilianne.

Lilia le dio la invitación a uno de ellos, que la recibió educadamente y sin confirmar realmente el contenido, la invitaron a entrar.

—Me gustaría preguntar, ¿pero somos libres de ir y venir como nos plazca aquí?

—En efecto. ¿Cuál podría ser el problema?

—Si encuentro que he olvidado algo, regresaré para recuperarlo. Volveré al final, así que por favor, no me hagáis caso.

—Entendido.

Los dos hombres la despidieron con una reverencia cuando Lilia dejó atrás la entrada. Y al entrar en el edificio escolar más cercano, intentó abrir la puerta de una de las aulas. Sin embargo, estaban todas cerradas.

—Señorita Lilia, por favor, discúlpeme.

Era una voz distinta a la de Alisa. Y, sorprendida de que la voz fuera más aguda que la de Alisa o la suya, se dio la vuelta. Había una chica vestida de negro. Ésta se sacó una llave de su pecho y la usó para abrir la puerta.

—¿De dónde sacaste esto?

—Padre me la confió. Probablemente sea usada, dijo.

—Ya veo…

La cara de Lilia se contrajo ligeramente, y Alisa que estaba observando, expresó una sonrisa irónica.

Parece que tus acciones fueron vistas completamente. De hecho, el plan secreto no lo es llegados a este punto realmente.

Justo por todo esto me preocupaba por…

Fue inútil. No había ningún punto. ¡Claro que era tonto!

¿No fuiste tú la que sugirió todo esto?

Eso no es bueno, Lilia. ¡No puedes estar atrapada en el pasado! ¡Mira al futuro! ¡Los aperitivos nos están llamando!

Su voz era bastante alegre, pero era obvio que intentaba evitar el tema anterior.

Qué pena. Negó Lilia con la cabeza y como no era otra que ella la que había aceptado sus sugerencias, decidió no decir más.

Rápidamente cambió su atuendo en el aula. Las otras dos chicas soltaron vítores.

—Realmente le sienta bien, Señorita Lilia.

—¡Es encantador!


Maru
Parece yo intentando hacer cualquier cosa sin que nadie se entere…

7 respuestas a “La poseída hija del Duque – Capítulo 33”

    1. Puedes revisar el indice de la novela para ver la proxima fecha de actualizacion, si no aparece, es porque no hay cap programado aun (la fecha se actualiza automaticamente)

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