Traducido por Zico
Editado por Sakuya
Tohru sintió un sudor desagradable recorriendo su espalda.
¿Quién diablos es este chico?
Delante de él estaba el chico que se hacía llamar Guy. Tenía la mano extendida hacia Tohru, como si esperara un apretón de manos.
Tohru no sintió ninguna hostilidad de su parte; al contrario, sonreía amistosamente. Con sólo mirar su cuerpo, Tohru podía decir que era un completo aficionado en lo que se refiere al combate. Sus músculos y huesos, aún en la cúspide de la madurez, daban una sensación de fragilidad. Su aspecto no era ni sombrío ni serio, así que no parecía una amenaza. Sin embargo…
Yo…
Tohru le tenía miedo.
Eso era porque aunque estaban cara a cara, Tohru no podía sentir la presencia del niño. No, eso no era del todo correcto… había una presencia, pero era casi de otro mundo; ciertamente no era humana.
Como saboteador cuya mente siempre estaba en la batalla, Tohru tenía un cierto hábito. Cada vez que conocía a alguien nuevo, inconscientemente pasaba por un proceso en su cabeza. Primero evaluaba cómo respiraban, y luego buscaba cualquier abertura en sus defensas, determinando si podía tomarlas o no. Ni siquiera importaba si la fuerza del oponente superaba la suya. No importaba cuán experimentado fuera un guerrero, un buen ataque sorpresa sería suficiente para terminar con su vida. Siguiendo la lógica de que uno puede ganar la batalla bajando la guardia de su oponente, era mejor pensar en formas de atrapar a tu oponente desprevenido que en una confrontación directa.
En otras palabras, dejar el combate real para el final, y tener un plan de ataque en la cabeza desde el principio. Así es como normalmente hacía las cosas, pero…
No puedo distinguir…
Tohru no logró obtener una buena lectura de él. Era como si estuviera mirando el agua o el aire que simplemente había tomado la forma de una persona… no estaba seguro de poder alcanzar y capturar a este chico llamado Guy.
Lo que Tohru sabía era que, es la primera vez que se encontraba con algo así.
La ansiedad se hinchó dentro de él.
Guy dio un paso más, con la mano aún extendida.
—Yo soy…
— ¡…!
Antes de que Tohru se diera cuenta, desenvainó su espada corta derecha y atacó. Dando un paso adelante, había usado el movimiento de desenvainar para acelerar la hoja, cortando una espléndida trayectoria desde el flanco de Guy hasta su hombro derecho. Fue un ataque por el que incluso Tohru tuvo que darse palmaditas en la espalda; el flanco de una persona normal se habría desgarrado en pedazos, dejándole nada más que una muerte segura. Un experto en combate podría haber sido capaz de bloquearlo a tiempo, pero, aun así, seguramente le resultaría difícil evadirlo.
Un ataque fatal que no dejaba lugar a dudas, y un ataque bastante prepotente para enviar hacia alguien que acababa de conocer, cuya alineación era, en el mejor de los casos, poco clara. Si alguien le preguntaba a Tohru en este momento si se había ido a lo profundo, él sentía que no tendría nada con que responder a eso. Había sido una reacción por miedo a lo desconocido.
Pero justo entonces… Tohru perdió el equilibrio. Todo el exceso de fuerza en ese ataque lo hizo tambalearse.
Porque la cuchilla simplemente había cortado el aire.
Definitivamente había enviado un ataque hacia el chico… no, incluso había visto la cuchilla cortar el cuerpo del chico con sus propios ojos. Sin embargo, la figura del chico ya no estaba ahí… se desvaneció, como una ilusión.
Tal vez lo que Tohru había visto cortar la hoja… era sólo la imagen posterior del niño.
—Ridículo…
Tohru sintió una presencia de otro mundo a su espalda y se dio la vuelta.
El tipo estaba de pie… justo ahí.
Sin hacer ruido, sin sudar, se quedó ahí como si hubiera estado ahí todo el tiempo.
Imposible. ¿Cómo?
Aumentar la velocidad hasta el punto de dejar una imagen posterior… esa parte era realmente posible. El mismo Tohru podía hacerlo mientras que en su forma aumentaba explosivamente sus capacidades físicas, Transformación de Sangre de Hierro.
Pero… eso fue sólo mientras se movía en línea recta. Moverse a esa velocidad mientras se da vueltas alrededor de tu oponente, acelerando y desacelerando como si fuera una moneda de diez centavos… eso violaba las leyes de la física. Debió haberse caído, como un coche de caballos o un vehículo que se vuelca después de intentar tomar una curva sin reducir la velocidad.
Sin embargo, Guy lo había hecho. Casualmente, y en este callejón estrecho, nada menos.
—Uh-uh. —El tipo se rio. —Esa es mi línea. ¿Qué crees que estás haciendo de repente?
No parecía tener ni un solo rasguño, ni tampoco parecía tener intención de jactarse de haber evitado el ataque de Tohru. Ni siquiera estaba en guardia por el otro… en realidad, parecía que se estaba divirtiendo mientras miraba a Tohru.
—Tal vez, ¿algo de lo que dije te puso nervioso?
— ¿Qué?
—Si es así, parece que esa chica realmente ha cogido algo bonito.
Por esa chica, probablemente se refería a Chaika. Así que se refería a Tohru como si fuera una especie de objeto…
—Oh sí. Querías saber qué soy, ¿verdad? —El tipo dijo con una sonrisa pícara. —Veamos… poniéndolo de una manera que puedas entender, soy un aliado de Chaika Gaz. Y si eso no es suficiente para ti, podrías pensar en mí como alguien que tiene muy altas expectativas para el camino que tomará.
—Me estás jodiendo —gruñó Tohru. —Aliado, ¿eh? Si ella tiene un aliado como tú, ¿por qué Chaika tuvo que venir a pedirnos ayuda?
Pero tan pronto como eso salió de su boca…
Espera, ¿tal vez sea posible?
Justo entonces, Tohru recordó algo. Este Guy podría ser el traficante de información del que Chaika hablaba.
—Lo siento, pero desafortunadamente, no puedo darle ninguna ayuda directa. La información que tengo es la única ayuda que puedo dar. Además, sólo puedo ayudar a Chaika y a ustedes dos, sus camaradas.
Tohru miró fijamente a Guy, estrechando sus ojos.
Sólo puede dar información y no ayudar en nada más. Eso no sonaba para nada como un aliado. Más bien, sonaba como…
Este tipo sólo trata de manipularnos como le plazca.
Tohru sabía que aunque había quienes deseaban legítimamente el renacimiento del Imperio Gaz, probablemente había otros entre ellos que no necesariamente querían inclinarse ante Chaika como su heredera. De hecho, no sería extraño que algunos de ellos apuntaran a que Chaika tomara el trono para poder hacerla su marioneta, esencialmente tomando el poder y la autoridad del imperio para ellos mismos.
— ¿Y por qué iba a creer la información de alguien como tú?
—Eres libre de creer lo que quieras; yo sólo soy el mensajero. Si lo aceptas o no, depende completamente de ti. Forzarte a tomarlo requeriría algunas medidas adicionales de mi parte.
Este chico tenía una forma misteriosa de hablar. No había dudas en nada de lo que decía… hablaba como si todo estuviera ya decidido.
—Entonces, si no estás en contra de nosotros… —Tohru devolvió su espada a su vaina. — ¿Por qué te presentaste ante mí?
—Parecía que necesitabas algo de ayuda. Lo necesitas, ¿verdad? —El tipo dio una risa ligera.
— ¿Eh…?
—Necesitas unas ruedas, ¿no?
—…
Eso era cierto. Pero…
— ¿Tienes algo que podamos usar?
—Oh, no, no. Ya te lo he dicho, sólo soy el mensajero. —El tipo dio una sacudida exagerada de su cabeza.
Luego, alejándose de Tohru y estrechando los ojos muy ligeramente, volvió a hablar.
—Después de salir de este pueblo, si caminas hacia el sur un poco, llegarás a un bosque, ¿correcto?
Sí, Tohru sabía que había un bosque al sur de Ipsom. Era de sentido común tener siempre un buen conocimiento de los alrededores, al menos en el campo de batalla.
—En las profundidades de ese bosque, hay un pequeño manantial. Hay varios vehículos estacionados a lo largo de la orilla de ese manantial.
— ¿Eh…?
—En el camino a este pueblo, viste la tierra en ruinas, ¿verdad? Hace 30 años, una gran batalla tuvo lugar aquí. Varios vehículos del ejército fueron abandonados en el bosque. El personal que conducía los vehículos hace tiempo que huyó. Parece que fueron abandonados en medio de la retirada del ejército, sin embargo, no se encuentran en buenas condiciones. Pero, todos los vehículos abandonados ahí son exactamente del mismo modelo, así que debería ser posible cambiar las partes rotas por las que todavía funcionan. Con eso, seguramente se puede reparar uno de ellos hasta el punto de que vuelva a funcionar.
—…
Tohru trató de medir la veracidad de lo que Guy decía.
No parecía ser un enemigo. Al menos, no por ahora. Si hubiera albergado mala voluntad hacia cualquiera de ellos, Guy los habría atacado directamente en vez de hablarle así. Había tomado a Tohru por sorpresa; después de todo, debería haber sido capaz de hacer lo mismo con Akari también. Hubiera sido suficiente para asegurar una victoria.
—Chaika… mencionó algo —dijo Tohru, todavía mirando a Guy. —Sobre cierta persona que a veces aparecía delante de ella con información sobre los restos. ¿Eres tú?
—Sí, lo soy. —El tipo lo confirmó con un asentimiento. —Oh, por cierto, casi lo olvido. Una cosa más. Sé el nombre y la ubicación de uno de los héroes que estaban en la capital en el momento de su colapso.
El tipo apuntó hacia el este. —De alguna manera al este de aquí, hay un bosque diferente al que te dije anteriormente. Debería llevar unos dos días llegar ahí con un vehículo. La residencia del héroe está dentro de ese bosque.
Tohru llamó al mapa mental del área de su cabeza. —Dos días… así que ahí es donde está Ratison, ¿eh?
—Así es. El nombre del héroe es Dominica Scoda. Les recomendaría ir a verla después de conseguir su vehículo.
—Vaya, gracias por su generosidad —respondió Tohru, frunciendo el ceño.
—Bueno, entonces, eso es todo por mi parte. —El tipo puso una mano en su pecho en un gesto demasiado pronunciado… y al instante siguiente, se había ido.
— ¿Cómo diablos…? ¿Qué clase de truco está usando? —Preguntó Tohru en voz alta, atónito.
No era una figura retórica. Se había desvanecido en un instante; en cuanto Tohru le quitó los ojos de encima. Como si nunca hubiera estado ahí, desapareció sin dejar rastro.
¿Fue una especie de ilusión? Había oído que existía magia capaz de producir ilusiones, y sabía que incluso sin magia, existían dispositivos que podían utilizar un truco de la lente para crear proyecciones… pero el problema era que con Guy, definitivamente había sentido una presencia. Una extraña, pero una presencia, sin embargo.
— ¿Qué fue eso?
Pero ahora mismo, no tuvo tiempo de preocuparse por Guy. Se fue corriendo hacia la posada una vez más.
♦ ♦ ♦
Desde Ipsom, tardaron unas tres horas a pie en llegar a su destino.
Al final, tuvieron que partir inmediatamente, sin poder descansar ni una noche en la posada. Tohru y los demás, confiando sólo en sus propios pies, se dirigieron directamente al bosque, hacia el lugar que Guy había mencionado. Por supuesto, no era que creyeran cada palabra de la información de Guy, pero, aun así, Tohru pensó que sería un buen lugar para esconderse del grupo de Gillette mientras tanto.
—Huh.
En las profundidades, en medio de la maleza, había un pequeño manantial justo al oeste de la mitad del bosque. Realmente era una masa de agua discreta; si Tohru no hubiera sabido de ella de antemano, no habría habido forma de que la encontrara. Tal vez, debido a la corriente subterránea, no había señales de ningún pez, a pesar de que el agua era clara.
—Supongo que realmente estaba aquí —dijo Tohru, con un poco de asombro en su voz.
En la orilla, justo delante de Tohru, había tres vehículos militares, ocultos por los detritos de la vegetación.
Estos eran diferentes a los vehículos de combate pequeños y medianos que Tohru había visto antes. Estos eran vehículos grandes, probablemente diseñados para el transporte, con una capacidad de arranque aparentemente grande. Para Tohru, parecían una especie de tortugas gigantes con la cabeza hacia fuera.
— ¡Vehículo! —Escuchó la voz de Chaika. Mirándolos con asombro, Chaika seleccionó uno, abrió la escotilla de lo que debió ser la cámara del conductor, y metió sus piernas primero para que sólo se viera su torso.
Mientras Tohru la miraba…
—Hermano… —dijo Akari a su lado. Su voz contenía rastros de sospecha. — ¿Cómo crees que ese chico sabía que todo esto estaba aquí?
—Bueno, yo tampoco estoy muy seguro…
Aunque había sido un poco indeciso, realmente no tenían más remedio que seguir las palabras de Guy, le había dicho a Akari durante el camino lo que había conversado con Guy.
—Pero el grupo de ese caballero todavía está en la ciudad, así que tuvimos que salir de todos modos. Pensé que mientras estábamos en ello, podríamos confirmar su información por nosotros mismos.
—Estoy horrorizada —dijo Akari. — ¿Quieres decir que decidiste obedecer el consejo de alguien que nunca has conocido cuando ni siquiera conoces sus antecedentes?
—Bueno, cuando lo pones así, sí, supongo… —Tohru se encogió de hombros.
— ¿Ni siquiera te has parado a considerar la posibilidad de que pueda ser una trampa?
—Si ese fuera el caso, habría estado tratando de matarme o torturarme o algo por el estilo. Mira: primero que nada. —Tohru levantó un dedo. —Tal vez no sepamos su verdadera naturaleza, pero no sentí ninguna hostilidad directa de su parte, al menos. Y en segundo lugar… no estoy seguro de cómo decirlo, pero…
Tohru dejó de hablar. Tuvo que pensar en cómo iba a expresar lo que iba a decir a continuación.
—Parecía que tenía el ojo puesto en algo más que nosotros, o que lo que yo quería y lo que él quería eran diferentes… algo así. Ah, mierda, no puedo expresarlo muy bien.
—Parecía así, eh … —Akari inclinó la cabeza.
—Siento no haber podido decirlo más elocuentemente.
De ninguna manera Tohru aceptó a este Guy a simple vista. Por el contrario, pensó que olía sospechoso… de hecho, Tohru realmente quería derribarlo si podía. Pero eso era algo totalmente distinto, y por el momento, Guy no parecía ser su enemigo.
Era casi como… Guy estuviera mirando el juego de alguien más en lugar del tablero de ajedrez que tenía delante.
—En cualquier caso, el vehículo está aquí, así que supongo que tu corazonada funcionó esta vez, hermano.
En el momento en que Akari dijo eso, hubo un bajo y mecánico estruendo, como si viniera de las profundidades de la propia tierra.
— ¡Tohru! —La cabeza de Chaika salió del vehículo. —Operación, posible ¡partes, deben reunirse!
Si se le puede creer a Guy, han pasado treinta años desde que estos vehículos fueron abandonados, y por lo que parece, el interior debe haber estado cubierto de polvo y suciedad. La cara blanca de Chaika y su pelo plateado estaban moteados con manchas grises.
Aunque, ver su cara inocente luciendo así, fue bastante lindo.
—Suena bien. —Por ahora, Tohru respondió con una sonrisa irónica.
—Intercambio de piezas, ¡requiere asistencia! —Añadió Chaika.
—Sí, lo tengo. Sólo dime qué hacer.
Con un guiño a Akari, Tohru se dirigió hacia el vehículo.
Ahora tenían algunas ruedas. No había duda de que esto les ahorraría mucho tiempo a largo plazo. Por ahora, era mejor tomar las circunstancias que rodeaban a Chaika de una pieza a la vez. Así podría organizar lo que tenían después.
Pensando eso, Tohru se remangó sus mangas y entró en el vehículo.