Al límite – Capítulo 24: Mi Pecado, más uno

Traducido por Nidhogg

Editado por Ayanami


Cuando Li Shang fue al hospital para ver a Han Dong, estaba preocupado acerca de los gastos médicos.

— ¡Hijos de puta! ¡Los hospitales son demasiado corruptos! ¡Solo he estado unos días y los costos ya son de 15.000 yuanes! No tengo dinero, Ye Cheng Lin me ayudó a pagar por todo, pero se casará en medio mes, entonces necesitará el dinero. Me avergüenzo de haberlo arrastrado a esto. ¡Quise pedirle prestado a mi exnovia, pero su número de teléfono ha estado bloqueado durante mucho tiempo! Dime, ¿cómo es que no puedo encontrar a alguien que realmente me ame~?

— ¿No sabes el por qué? —Li Shang se rió.

Solo al pensar, Han Dong acabó con dolor de cabeza.

— ¿Qué hay de tus padres? ¿No saben que estás en el hospital? Puedes pedirle prestado a ellos.

—Soy huérfano ¿cómo podría abrir la boca para preguntarles?

— ¿No los conoces?

Han Dong suspiró. —Como ya lo mencioné, te contaré. Jamás le he dicho esto a nadie y como te veo como mi hermano, te lo diré. —De hecho, Han Dong ni siquiera sabía a cuantas personas se lo había dicho. —Nací con una mano con seis dedos. Se dice que un niño con seis dedos maldecirá a sus padres con la muerte, así que mis padres me entregaron a mi tío, pero, después, mi tío tuvo a sus propios hijos. En el pueblo vecino, había una familia con tres niñas, ellos querían tener un hijo que las respetara y cuidara de ellas antes de que murieran. Así que, una vez más, fui dado en adopción y ellos son mis padres actuales, quienes me criaron.

Li Shang no podía creerlo. — ¿De verdad?

Han Dong extendió su mano izquierda. —Si no me crees, mira. Aquí es de donde fue cortado el dedo, puedes ver las cicatrices que quedaron.

Li Shang preguntó de nuevo. — ¿Qué sucedió después? ¿Qué hay de tus padres biológicos?

—Muertos. —Han Dong lo dijo sin ningún tipo de expresión en su rostro.

— ¿Muertos?

La cara de Han Dong estaba tan gris como un periódico. — ¿Pensaron que estaba bien tirarme? ¡Los maldije hasta la muerte!

—…

Han Dong volvió al tema principal. —Bien ¿cómo te está yendo?

—Firmaré el contrato pronto.

— ¡Genial! ¡Hermano, pronto tendrás éxito y, cuando lo tengas, recuerda que… —Han Dong dejó ver la expresión de un chantajista.

—No tienes que decirlo, estaba a punto de mencionarlo. Espera hasta que firme el contrato y reciba el dinero e inmediatamente te daré 3 millones de yuanes, entrégale 1,5 millones a Ye Cheng Lin y el resto puedes guardarlo y usarlo como quieras.

Han Dong estaba complacido más allá de lo esperado. — ¡Eso es estupendo!

♦ ♦ ♦

Tres días después, Ye Cheng Lin corrió al hospital y vio como las piernas de Han Dong temblaban mientras empacaba sus pertenencias. Se apresuró y preguntó— ¿Por qué quieres abandonar el hospital tan pronto? Si no tienes dinero, te lo prestaré por adelantado.

Han Dong giró su rostro hacia Ye Cheng Lin mostrando una expresión que podía ser registrada en los récords mundiales Guinness como la más amarga.

— ¡No puedo estar aquí!

Ye Cheng Lin preguntó con ansiedad. — ¿Qué está mal esta vez?

Anoche fui a buscar a mi salvador para agradecerle y ¿adivina qué? ¡Ese salvador era el joven a quien le enseñé mi pájaro hace nueve años! Lo que es más ¡¡realmente está con un hombre!! Lo peor es, que este hombre es un buen tipo y por culpa de mi accidente ¡¡perdió un dedo del pie!! Realmente quería pagar mi deuda de gratitud para expiar mi pecado, pero como resultado ¡¡Solo agregué otro maldito pecado a la cima de todo!!

— ¿Entonces? ¿no te está buscando?

— ¿Cómo no podrían? Si no hubiera sido porque use mis piernas… ¡Soy una escoria!

Ye Cheng Lin no sabía qué decir. —Entonces… ¿Qué estás haciendo aquí?

—Dos buenos hombres. —Han Dong golpeó su pecho y pisó con fuerza. — ¡Debo sufrir algún castigo! ¿Cómo podrían no querer castigarme?

Parecía como si Han Dong hubiera visto a Yue Lao llevando una olla con agua caliente y a Hong Niang azotando su látigo mientras le sonreía… ¡parecía estar condenado en esta vida!


[Nidhogg: Yue Lao= Dios del matrimonio y el amor. Hong Niang= es un casamentero. Se refiere a que, debido a sus acciones, no logrará escapar a su destino de estar con un hombre… él puede verlo como algo malo, a nosotros nos divierte, jeje ¬w¬.]

Una respuesta en “Al límite – Capítulo 24: Mi Pecado, más uno”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido